Pirotecnia
Keigo nota como una sensación entusiasta se extiende desde el estómago hasta subir al pecho. Suave y lento, para luego explotar en pequeñas secuencias que sacuden su corazón. No todas son iguales, hay veces que se encuentra a sí mismo envuelto en millones de luces, distintos tonos, donde sin importar el matiz es ella quien resalta. Otras, donde el centro de atención termina siendo él, sin embargo, cuando Fuyumi le mira y escucha con atención lo que dice, vuelve a ocurrir, pirotecnia en sus mejillas y es su corazón el que parece tener alas.
¿Qué es?
¿Qué le pasa?
Es como si millones de fuegos artificiales se dieran dentro de Hawks.
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Un repentino movimiento sacude su pecho, instintivamente Keigo lleva a la mano hasta ahí. Su corazón late desesperado, queriendo escapar de él. En lo más alto de la ciudad, en medio del cielo azul de la noche, el héroe número dos jadea precipitosamente cuando el bochorno de un recuerdo lo golpea levemente.
-¿Cómo saber si alguien me gusta? – Rumi gira a ver a Keigo, el chico está sentado sobre el sofá con las rodillas muy cerca del rostro y no le da la cara. Los ojos lo tiene puesto en algún punto de la pared.
-¿Qué has dicho? Es que creo que no te escuche bien – La morena se cruza de brazos . Claro que le ha escuchado, no por nada tiene sus linda orejas, sencillamente quería asesorarse.
El alado chasquea la lengua, para mirarle esta vez directamente.
- ¿Cómo sabes si alguien te gusta? – Vuelve a decir, encogiéndose en su lugar. Humedece los labios torpemente y decide continuar - Veras... Un amigo de un amigo…Conoció a una chica, aunque al principio solo se acercó a ella para hacer enojar a alguien... Con el paso del tiempo descubrió que ella es una persona increíble, cada una de sus fases y manera de ser eran únicas.. Además ella... – Frenó de pronto, apartando la mirada .
— Vamos, continúa - Mirko lo ánimo a seguir, aunque evitaba a toda costa echarse a reír. ¡Es que parecía un pollito asustado! Además ¿Qué era eso del amigo de un amigo? Cuando es claro que en cuanto a amistad ambos son muy reducidos. Era obvio que se refería a él.
— Pues ella ... Me hace sentir como si el tiempo no avanzará y una presión se posa en mi pecho... Es como si un millar de mariposas revolotean en mi estómago... ¿Eso quiere decir que me gusta?
Tan pronto termino Rumi no disimuló ni un poco sus ganas de reír. ¡Por Kami, esto tenía que ser una broma!
— ¡Mirko no te rías! Es algo serio
— Es que tienes que estar bromeando, amigo — La de Quirk de conejo, se echó hacía alante sosteniendo su estómago con fuerza a medida que se reía. Sin embargo, Hawks seguía con su semblante serio – ¿No es una broma? — La mirada dura del muchacho siguió siendo lo que obtuvo de respuesta.
Lo que Keigo menos quería era que se riera de él, si no que siendo su amiga ella le ayudará .
— Bueno – Mirko se aclaró la garganta – escuchando lo que dices que te pasa... Le pasa al amigo de tu amigo – con una tos trató de ocultar una risa — puede ser que él en verdad sienta atracción por ella... Pero, tú duda sería saber sí sería algo más allá de algo carnal. Dime, ¿Ella es hermosa? Oh, claro que lo es, eso me dirás, lo haz hecho, además se que tiene una gran pechonalidad ... Pero, dime, cuando la observa sientes que sus ojos son lo más hermoso que haz visto, que incluso, justo ahora, estás pensando en ella y quieres ir a verla... Sí, es así, es tan claro como el agua y no me sorprende amigo. Pero es seguro que Fuyumi Todoroki te gusta, es más, te encanta.
Tan pronto los pies de Hawks tocan suelo, los recuerdos se esfuman y vuelve a tener la misma actitud de siempre. No tarda en saludar a quienes se detiene al reconocerle y ayudar a quien lo necesite.
Sus ojos buscan en todo momento entre la multitud una cabellera blanca y de mechas rojas, esperando encontrarse con ella .
— ¡Hawks-san! Por Acá – Fuyumi a lo lejos le hace señas, usa una Yukata azul y sus cabellos se encuentran recogido con pequeños prendedores de flores. Hawks es rápida y no tarda en estar con ella. — Haz llegado en buen tiempo ¡Ya van a iniciar los fuegos artificiales! – Su sonrisa es radiante y Keigo se permite perderse en su ojos .
Como un niño se deja guiar cuando ella le toma de la mano, sintiendose cómodo con su tacto afianza el agarre de sus dedos entrelazados.
A rápidos paso se abren espacio en la multitud, suben las escaleras de concreto en pequeña saltos, o eso siente él. Y finalmente, llegan al mirador en dónde el cielo azul junto a las estrellas son el telón de la noche.
— Este lugar es perfecto– Parece una deidad, una que lo hechizo y no se sale de su mente.
El corazón de Keigo se vuelve a sacudir y su pulso se acelera, está nervioso y no es algo común en él.
— ¿Keigo estás bien? — la chica le mira con preocupación, pues el héroe no ha dicho nada en todo su camino ahí
Keigo, le mira y justo cuando los primeros fuegos artificiales inician, está claro de algo que venía negando desde hace tiempo.
¿Qué es?
¿Qué le pasa?
- Creo que me enamore de ti. – le dice a Fuyumi, tal declaración la deja sin habla y con las mejillas rojas — Si, estoy seguro, es más, tarde que temprano me tendría que dar cuenta ¿No? Es eso lo que me pasa . ¡Estoy enamorado! – Preciona su frente contra la de ella. Su mano temblorosa toma la de Fuyumi llevándola hasta su corazón – Todo ese palpitar sin control, casi desesperado lo ocasionas tu Fuyumi — Mencioné mientras de fondo millones de luces explotan al ritmo del palpitar de un corazón enamorado.
Pirotecnia en sus mejillas, Pirotecnia en sus corazones.
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