Ángel
Las chicas estaban listas en la puerta de mi casa, con sus mochila en mano, esperando a que James y Logan salieran; mientras tanto Kendall y yo habíamos ido a sacar los Jeeps del garaje, Kendall tomo el de mi padre.
Ambos detuvimos los autos delante de la casa, para que pudiéramos subir nuestras cosas. James había salido al fin, vestido con un short blanco, unos lentes, una camisa sin mangas color azul y una gorra que hacia juego con su atuendo, podría haber babeado en ese momento, sin embargo trate de recordar que James no me encontraba si quiera atractiva así que llame a las chicas para así poder irnos de una vez.
─Marbe, Atena, vamos, suban
─ Oigan chicas, ¿no les gustaría ir con nosotros en el jeep? ─ comento Ken
─ Así podemos conocernos mejor ─ Apoyo Logan guiñándoles un ojo
Ambas se miraron con emoción, luego me miraron a mí, pues sabían que yo tendría que viajar sola en mi Jeep
─ Nos encantaría pero no podemos dejar que Ángel vaya sola─ Les dijeron a mis primos
─ Oh, por eso no se preocupen─ dijo James quien en el transcurso de la conversación se había subido ya con Kendall al Jeep ─ Yo cuidare de ella─ continuo diciendo mientras saltaba de la camioneta y se dirigía hacia la mía.
Marbe y Atena se miraron cómplices, mientras que yo las mire de mala manera, no podían dejarme ir sola en un auto con el chico que saben que me gusta y a quien por cierto no le intereso, sin embargo antes de que pudiera hacer algo para protestar James ya estaba en el asiento del copiloto
─ Hecho, así que vámonos chicas─ dijeron al unísono Kendall y Logan
Arrancamos ambos autos, y mis primos al igual que las traidoras amigas, avanzaron rápidamente hasta el final de la calle, como si quisiera alejarse de nosotros, yo solté un resoplido malhumorado.
─ ¿Por qué tan malhumorada? ─ Me dijo James repentinamente con una sonrisa divertida en su rostro
─No...nada─ dije tartamudeando, fingiendo que mi atención estaba en la carretera
─ Vamos, comienzo a pensar que soy yo quien te molesto ─ dijo golpeando mi hombro juguetonamente
La cercanía de su tacto me hizo estremecer un poco, afortunadamente en aquel momento había girado su mirada hacia la calle
─ No, no me molestas en absoluto, me alegra conocer al mejor amigo de mis primos─ le dije
─ Bueno, pues si te alegra conocerme entonces quita esa cara de odia perros─ me dijo medio riéndose, medio serio
No pude evitar romper a carcajadas, me pareció de lo más gracioso su comentario, y si algo me caracterizaba era mi risa estruendosa