Angel
Los latidos de mi corazón se aceleraron gravemente debido a lo que esa sonrisa causo en mí, además del cansancio por la extensa caminata hacia las cascadas, por lo que tuve que apartar la mirada y sentarme en la primera piedra que pude encontrar, comenzaba a faltarme el aire, me sentía mareada, así que agache la cabeza para intentar respirar con normalidad. James se acercó a mi preocupado, al igual que todos los demás, quienes se habían percatado de mi pequeño ataque.

─ ¡Pid! ¿estás bien? ─ Preguntó Kendall, quien ya se encontraba de rodillas frente a mí

─ ¿Qué le paso Jam? ─ Cuestionó Logan muy alterado

─No lo sé, estaba bien, simplemente empezó a hiperventilarse─ Respondió James a la defensiva

─ Tenemos que calmarnos─ dijo Marbe mientras se acercaba a mi

─ Trata de respirar con calma, inhala y exhala─ me decía Atena─ denle un poco de espacio, necesita aire

Como siempre Atena tenía razón, necesitaba que me dejaran sola un momento, para poder calmarme a mí misma, no era la primera vez que eso me sucedía en toda mi vida, por lo que no tomo mucho de mi poder calmarme.

─Tranquilos─ respire hondo─ estoy mejor─ me toqué la frente, debido a que la cabeza comenzó a dolerme por falta de aire

─Toma un poco de agua─ me ofreció Logan

Agarré la botella que me ofrecía y tome un gran sorbo de ella, trate de respirar con normalidad

─ ¿Te sientes mejor? ─ pregunto Marbe, quien estaba blanca por el susto que acababa de darles

─Si lo necesitas podemos regresar a casa, princesa─ dijo Kendall

Todos asintieron ante la idea, excepto yo, pues no quería que nuestro primer día de verano se arruinara, habíamos venido a divertirnos y eso era lo que haríamos, nada que pudiera pasar nos lo impediría.

─No, claro que no vamos a volver, venimos a divertirnos, ya me siento mejor, no pasó nada─ dije medio sonriendo

James me miro con suma preocupación─¿de verdad estas bien? ─ preguntó dudoso

Respire hondo ─si, sigamos, ya estamos muy cerca─ dije mientras me incorporaba y comenzaba a caminar

Todo se quedaron en el lugar en el que estaban, estáticos, mirando como comenzaba a caminar

─ ¿Acaso no piensan venir? ─ Les grite mientras avanzaba

De inmediato se pusieron en marcha, no faltaba mucho para llegar, así que nos tomó cerca de 15 minutos llegar hasta una de mis cascadas favoritas en toda la región, por lo que en cuanto puse un pie cerca del agua, deje caer mi mochila en el piso, me saque el vestido que llevaba y me lance al agua

La sensación de estar en el agua, era una de las cosas que más amaba en esta vida, me hacía sentir en paz, me hacía sentir feliz; no había lugar en el mundo en el que me sintiera más libre.