24
Aurora podía decir que intentaba ser una buena madre, ella venia de una buena familia y tuvo la suerte de casarse con un buen hombre.
Decidió quedarse en casa para criar a sus preciosos hijos, sus cuatro preciosos varones. No tuvo la suerte te tener alguna hija o al menos un doncel pero si tuvo a uno maravillosos hijos.
Claro todos eran temperamentales y competitivos como el infierno pero al final eran familia y se apoyaban y era ese apoyo el que ella estaba maldiciendo en esos instantes.
Sabía que algo le sucedía a Mew, el único de sus hijos que se había decidió en vivir más lejos.
Le había llamado en un estado tan malo que ella se preocupó y ahora habían pasado días y no podía encontrar respuesta. Las llamadas hacia Mew no eran respondidas y cuando intentaba comunicarse con cualquiera que pudiera ponerlo en contacto con su hijo todos decían lo mismo "No está disponible"
Y cuando pensó que nada estaba peor descubrió que sus tres hijos habían viajado hacia Mew, lo que le decía que las cosas iban mal terriblemente mal.
Ella est4aba orgullosa del apoyo que se mostraban sus hijos pero ahora esos pequeños bastardos habían decidido confabular en su contra para mantenerla desinformada.
Claro si ellos tuvieran alguna remota idea de cuánto le había dolido darlos a luz no se atreverían a realizar tal ofensa.
Benedetto su marido tampoco tenía idea de lo que sucedía y también estaba preocupado por sus hijos en menor escala pero igual preocupado.
Sus hijos sabían que si alguno de ellos sabía solo era cuestión de tiempo para que el contrario lo supiera y la verdad fue bastante para no decirle a ninguno. En otra ocasión estaría orgullosa de ellos pero en esta ocasión no.
Ella y su marido habían llegado a la decisión de que ella viajaría para saber qué sucedía y él se quedaría, pero si era necesario en el alcance después, de todas maneras tenían maneras de viajar.
Y eso la había llevado a Tailandia, donde actualmente estaba en camino hacia la casa de su segundo hijo. Esperaba de todo corazón que las cosas estuvieran bien y solo fueran sus hijos siendo idiotas, pero tenía ese mal presentimiento de que las cosas no serían así.
Cuando por fin pudo ver la casa de Mew, confirmó que todo lo que presentía estaba a punto de volverse realizado. La casa estaba llena de autos, así como personas de seguridad, y también notó cómo había lo que ella creía policías o quizá detectives, por la manera en la cual les pidieron que se identificaran en la entrada y cómo les mostraron sus identificaciones.
Cuando el auto por fin detuvo su marcha, ella rápidamente se dirigió hacia la búsqueda de sus hijos y para su buena fortuna encontró a Doménico cerca, por lo cual él sería quien respondería.
— ¿Mamá? ¿Qué haces aquí? —fue la pregunta que salió de los labios de Dom.
—Vine para saber qué es lo que sucede con ustedes —Dom soltó un suspiro, Adriano, él y Mateo habían llegado al acuerdo de no decirle nada a sus padres aún.
Mew no podía decidir sobre nada porque estaba muy mal, así que ellos se estaban haciendo cargo de todo y no querían preocupar a sus padres pero bueno pensaron que su madre estaría un poco más calmada no que llegar hasta ahí en busca de respuestas.
—Es Mew —fue la respuesta de Dom y Aurora arqueó una ceja ante ello porque lo sabía.
—Eso lo sé, hace unos días me llamó y estaba desolado, pero la llamada se interrumpió y desde ahí no he tenido noticias —lo último lo dijo dándole una mirada de "por culpa de ustedes"
—Ven, madre, tienes que sentarte para lo que tengo que decir —ella apresó con más fuerza su cartera porque sabía que lo que venía no le gustaría y lo confirmó cuando su hijo no tuvo ninguna cortesía en ofrecerle algo.
— ¿Es grave? —fue la pregunta que ella realizó para ver cómo su hijo asentía.
—Gulf fue raptado hace cinco días —ella se quedó en silencio ante la revelación, comprendiendo por fin por qué el estado de la llamada de Mew.
— ¿Cuánto han pedido de rescate? — sí, era dinero lo que tenía que dar para que el doncel que ella ya consideraba como otro hijo, a pesar de que no habían convivido mucho, regresara. No tenían por qué escatimar.
—No han pedido rescate, mamá, este no es un secuestro por dinero, es personal —Dom lucia está cansada y su madre lo notó.
— ¿Personal? —ante la pregunta, Dom inició el relato de los acontecimientos.
Aurora nunca esperó estar tan espantada en su vida, el relato de su hijo era espantoso y en verdad esperaba que el pobre Gulf estuviera bien.
El saber que su hijo y Gulf habían tenido una relación desde hace tanto tiempo le sorprendió pero cuando el doncel desapareció la primera vez todo haya ido cuesta abajo, según el relato de su hijo.
Mew en ese tiempo había dejado de tener contacto con ellos pero habían estado tranquilos porque Dom había estado con él y les decía que solo estaba ocupado con el trabajo y que le estaba ayudando.
Lo que no imagino era cómo su hijo había sufrido tanto.
—Estaba realmente mal, mamá, nunca lo había visto en ese estado. —Aurora sintió las lágrimas e intentó contenerlas.
—Lloraba y luego se emborrachaba, era como si todo hubiera dejado de tener sentido para él, tuve que hacerme cargo de los negocios porque no le importaban, tenía el corazón roto y yo nadie a Gulf —ante la revelación, Aurora por fin comprendió por qué había sucedido aquella disputa con el doncel en su casa.
— ¿Por eso lo trataste tan mal cuando Mew lo llevó a casa? — Dom asintió ante la pregunta.
— No podía creer que Mew hubiera caído ante la fuente y tuve miedo de que si esta vez volvía a desaparecer, Mew no lo soportaría pero él estaba seguro de que habían sucedido cosas que no saciamos y se aferró a eso yo no le creí y cuando las cosas iniciaron a ponerse feas Mew no pudo acudir a nosotros porque le di la sensación de que todo lo relacionado con Gulf no sería tomado en cuenta.
Aurora pudo ver el arrepentimiento de su hijo por cómo sus ojos se volvían vidriosos. Los cuatro eran unidos y siempre que uno necesitaba ayuda estaban dispuestos a ayudar, pero por la forma en la cual su hijo relataba las cosas, sabía que tuvieron que tener una brecha, al menos entre él y Mew, para que todo resultara de esa manera.
—No te mortifiques con ello, hijo, has cometido un error, si, pero repáralo. Aprende una lección de ello y sigue adelante. Todos nos equivocamos y tu hermano lo sabe. Lo único que puedes hacer ahora es apoyarlo y ayudarlo, así como cuando todo esto pase, discúlpate con ellos. —Dom asintió ante ello y continuó con el relato.
Le comunicó cómo Andrews, el jefe de seguridad de Mew, le había dado los informes acerca de las investigaciones, así como también le había comentado sobre los perturbadores regalos y todos los detalles para finalizar con el hecho de que cuando Gulf había estado en el hospital lo habían raptado.
Aurora estaba genuinamente asustada de lo que era capaz de hacer el ser humano, Gulf no tenía que pasar por tales situaciones solo porque alguien lo quería para quien sabe qué situaciones o motivaciones sin embargo las palabras finales le helador la sangre y rezo para que tanto su hijo como Gulf pudieran superar todo.
—Gulf está embarazado mamá, Mew estaba llevando todo relativamente bien pero cuando se enteró del bebé fue como si toda la esperanza se fuera de él —Aurora solo tomó la mano de su hijo.
— ¿Dónde está Mew? — Dom de pronto pareció como si hubiera envejecido unos quince años porque se veía tan cansado y muy diferente de lo que solía ser.
—En el jardín, frente a las rosas blancas, nunca se va de ahí —Aurora asintió e inició su trayecto hacia ahí pero antes de irse tuvo que darle un tipo de consuelo a su hijo.
—Él estará bien, yo me aseguraré de que lo esté, ustedes solo traigan a Gulf —Dom asintió sabido que ahora su madre podría con Mew.
Aurora se dirigió hasta el jardín y, en efecto, ahí estaba su hijo sentado bajo la sombra de lo que ella creía ser una improvisada construcción para evitar el fuerte sol.
Desde la lejanía no se veía como si estuviera tan mal como decía Dom, sin embargo, al acercarse ella sabía que sí lo estaba.
Lo primero que notó era cómo su piel parecía estar más pálida y hasta un poco reseca, así como tenía una camisa de botones que estaban mal colocados en sus manos. Tenía lo que ella estaba segura era una ecografía, así como también tenía una camisa que por la forma era de Gulf.
Le dolió el corazón al ver a su hijo en tal estado, ella sabía que era doloroso pero no estaba al tanto de qué tanto. Tampoco podía adivinarlo porque ella no había pasado por ese dolor pero ver cómo su hijo estaba tan mal le rompía a ella el corazón.
Antes de acercarse más a su hijo, el encino envió un mensaje a Benedetto para que este también llegara. Era su padre y sabía que le gustaría estar ahí dando apoyo no solo a Mew sino también a sus otros hijos para que pudieran dar con el doncel rápidamente.
—Mew cariño —el mencionado no respondió durante un tiempo pero cuando Aurora le tocó la mano este por fin dejo de ver hacia los rosales.
— ¿Mamá? —ella asintió con lágrimas en los ojos.
—Si, cariño, estoy aquí —ante ello, las lágrimas de Mew no tardaron en caer.
—Lo perdí, mamá, tenía que cuidarlo y no pude hacerlo —ella lo tomó en sus brazos dejándolo que llorara.
Cada lágrima que derramaba le rompía el corazón, a ella como madre le dolía el ver cómo sus hijos sufrían y sin poder hacer nada.
—Cariño, lo hiciste muy bien, no es tu culpa nada de lo que pasó y cuando Gulf regrese porque va a regresar, estarás ahí para él para ayudarlo a sobreponerse de todo. —Mew paro su llanto y la observó por primera vez esperanzada.
— ¿Regresar? ¿Él puede regresar? — Aurora nunca esperó que su hijo no esperara que Gulf regresara.
—Claro que si, cariño ¿Por qué piensas que él no puede regresar? — Mew le mostro lo que en efecto era una ecografía.
—Está embarazada mamá y quien lo tiene no está muy cuerdo, está obsesionado con él, no sé qué pueda hacerle cuando se entere de ello —Aurora lo entendía.
Tenía miedo de que quien tuviera a Gulf lo terminara asesinando en un arrebato. Era conocido que cuando el objeto de obsesión no reaccionaba o estaba como se deseaba, se tenían episodios psicóticos que terminaban generalmente en consecuencias terribles.
—Oh cielo, no pienses en eso. Tus hermanos están haciendo todo para recuperar a Gulf, tú solo céntrate en que regresara contigo, ya lo hizo una vez, estoy segura de que así volverá a hacer. —Mew asintió esperando que las palabras de su madre fueran ciertas.
Un mes, había pasado un mes completo desde que se inició la búsqueda de Gulf.
Bueno un mes desde la búsqueda publica, habían estado dos semanas en una búsqueda privada para no alertar a quien tuviera a Gulf.
Pero cuando eso no dio resultado y siendo aconsejado por policías decidieron que lo mejor era hacer público el secuestro para poder obtener más pistas o incluso dar con el paradero.
Fue toda una noticia el saber que del secuestro del doncel, muchos mostraron el apoyo a la familia.
El dilema fue cuando la familia del doncel se enteró, los abuelos fueron bien recibidos por orden de Mew pero solo ellos los demás hayan sido como decirlo amablemente vetados del lugar.
Claro que lastimosamente eso no los haya detenido, los habían desalojado de la propiedad con todo el decoro necesario fue una verdadera pena que no entendieran el mensaje.
Habían nuevamente intentado ingresar a la propiedad solo que esta vez Dom no pudo hacer nada y quien ladeo con la situación fue su madre, cabe decir que no fue nada amable o agrávale.
Dom sabía que su madre siempre había sido una mujer tranquila que prefería el dialogo antes que la violencia y por primera vez fue testigo de cómo su madre se volvía una mujer con tendencias a la violencia.
Había tomado de los cabellos a la madre de Gulf gritándole lo mala madre que era así como también que era una perra y no sé cuántos insulso mas.
Fue perturbador ver a su madre de esa manera sin mencionar que quien intento intervenir término con alguna bofetada por parte de su madre y luego de los dos golpeados ninguno quiso intervenir.
La saco de la propiedad tirando del cabello y con gritos e insultos y Dom pudo ver a su padre quien la observaba muy orgulloso aunque si debía de decir quién le dieron lástima fueron los abuelos de Gulf.
Los había visto llorando y realmente estaba conmovido porque entendía que en tal situación las cosas no eran fáciles. Ver cómo su familia se desmoronaba y ellos solo intentaban aprovecharse de la situación.
Su madre, como era de entender, había dado la orden de que esos dos no ingresaran a la propiedad y quien desobedeciera se las tendría que arreglar con ella.
Fue claro que cuando volvieron a intentarlo, ninguno los dejó entrar por temor a su madre.
Lo que sucedió después fue algo que ni en sus más locos sueños pensó tener.
Una llamada, eso se necesitó para que las cosas iniciaran a cambiar.
Como era de esperarse, fue una llamada anónima de una mujer que intentaron triangular, pero no pudieron lograrlo porque se aseguraron de ello.
Lo que sí pudieron obtener fue que se decía que tenía la información de dónde estaba Gulf y realmente no pidió nada a cambio, simplemente que se apresuraran.
Cuando el nombre de Antonello Vítale salió a la luz y la dirección no se dudó en ir al lugar, sabían que debían estar preparados porque no querían poner en peligro a Gulf.
Sin embargo, quien había realizado la llamada les había dicho que era de suma urgencia que se apresuraran debido a que el doncel estaba en un muy mal estado.
Oficiales de policía así como también la seguridad privada que tenían trabajaron juntos para poder ingresar al lugar y poder rescatar al doncel.
El ingreso al lugar no fue como en las películas o en los libros porque llevaban orden emitida por un juez sin embargo tuvieron que ser rápidos para evitar que se fugaran por vías desconocidas.
Lo que no esperaron es que las cosas evolucionaran de esa manera. Cuando menos lo sintieron, el sonido de cristal rompiéndose fue lo que escucharon y cuando dirigieron la mirada, notaron cómo un cuerpo fue el causante.
Un cuerpo que seguramente fue empujado porque con la espalda había roto el vidrio, fue desde una altura considerable, pero verlo no fue agradable porque el hombre impactó contra el duro concreto tan fuerte que su cabeza rebozó ante el impacto.
No fue adíale de ver así como tampoco el oír, el sonido espantoso que realizó él creando al impactar en el lugar fue horrible ni que decir de cómo la sangre le había salido a borbotones.
Como era de esperarse, los policías corrieron en auxilio de quien haya caído, sin embargo, el, así como sus hermanos y los hombres de seguridad, no porque notaron quién era.
Antonello Vitale había sido quien había caído de la ventana y, para espanto de Dom, quien lo había empujado, era el mismo Gulf quien lo había hecho.
Dom estuvo realmente perturbado y aliviado en partes iguales, aliviado porque Gulf estaba vivo pero también perturbado por la manera en la cual haya acabado con quien se suponía era responsable de todo.
Pero después de ello vino el pánico que le atenazó desde lo profundo de su ser. Él tenía más que cociente que su hermano, que estaba más que azotado por el doncel y sabe que si algo realmente grave le sucedía, Mew cometería una locura.
Sin mencionar que si el doncel no sobrevivía era capaz de morirse también solo para irse con Gulf, su madre decía que era como la maldición Suppasit.
Decía que ellos, cuando se enamoran, lo hacían con tal fuerza que nada se interpondría entre ellos y su amor, claro que ello no lo había creído cuando su madre bromeaba con el, sin embargo, ahora podía decir que ella no mentía.
Tanto él como sus hermanos no podían describir el sentimiento porque seguían sin haberse enamorado pero con Mew lo confirmó. Su hermanito, que había sido un gran hombre, que para muchos donceles y mujeres era inalcanzable.
Y qué callera tan fuerte por uno fue sorpresivo, sin embargo, el ver hasta qué magnitudes llegaba solo por el doncel fue cuando entendió la magnitud de lo que decía su madre.
Por ello, cuando Gulf observó a Antonello medio explotado y luego los vio a ellos, pensó que el doncel estaría un poco feliz, sin embargo, que se tirara desde ahí no fue algo que esperó.
Tuvo que correr para evitar que el doncel muriera porque la verdad aún quería que Mew estuviera entre los vivos y si el doncel no estaba ahí sería muy difícil.
Cuando el cuerpo del doncel impactó su brazo, fue doloroso no solo el impacto sino también por cómo cayeron. Él sintió el dolor lacerante en su brazo, así como también el dolor se extendió por un lado a su cara en donde la cabeza de Gulf golpeó.
Además estaba seguro de que tendría muchos morados y raspaduras por el nivel del golpe sin embargo notando que al menos Gulf estaba bien, bueno no tan bien porque estaba inconsciente sin embargo sentía su respiración por lo cual sabía que estaba vivo.
Así que cualquier dolor valía la pena si la razón de vivir de su hermano estaba literalmente viva.
Creado: 20/05/2024
Publicado: 25/12/2024
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro