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21


Las personas clasifican la obsesión como algo oscuro, triste y poco cuerdo. No saben específicamente cómo surge o se desarrolla, pero sí cómo se manifiesta tanto en el motivo de la obsesión como quién es el que la posee.

Él no puede decirlo por qué o cómo inició, pero sí puede precisar cuándo.

Gulf era un chico cualquiera en una escuela de prestigio, no tenía nada especial como cualquier adolescente, pero cuando lo conoció por primera vez lo sintió.

Estaban en la misma escuela, pero no se habían topado nunca y cuando lo hicieron fue demoledor.

No fue solo un vistazo cualquiera, fue una conversación trivial sobre un tema que les competía a ambos, pero lo sintió.

Toda su mente se había centrado sobre el doncel y todo su ser se reorganizó a lo que de ahí en adelante sería su nuevo centro.

Fue abrumador, impactante y sabía que lo que sea que se hubiera instalado en su ser era permanente, tanto que lo sentía arraigarse a sus huesos y volverse parte de ellos, por lo cual se volvía parte de sí mismo.

Desde ahí el doncel se volvió algo tan normal y tan abrumador que no sabía cómo describirlo.

Quiera saber en dónde estaba todo el tiempo, qué hacía y con quién tenía contacto. No era correcto, no era moral, pero no le importaba porque lo necesitaba, como el maldito aire que respiraba.

Con el paso de las semanas determinó la rutina del doncel y fue tranquilizador saber dónde estaba y con quién estaba, así que si en medio de su día a día sentía ese deseo de ver al doncel, tenía acceso a él porque conocía sus pasos.

Rara vez Gulf cambiaba su rutina y cuando lo hacía no era algo drástico sino algo sutil.

El suceso que lo cambió todo fue cuando él tenía quince años y el doncel catorce, por algunos años estuvo tranquilo con saber lo que hacía el doncel, pero mientras más crecía, más maduraba, más evolucionaba su devoción.

Cuando Gulf inició con las citas tuvo que intervenir y la oscura satisfacción de saber que nada podía tocar a su Gulf fue adictiva. Porque Gulf era suyo para lo que quisiera hacerle.

Estuvo consciente de que en algún momento su doncel tenía que experimentar situaciones cotidianas, pero se tenía que asegurar de que fuera con él.

Cuando el doncel perdió su virginidad, estuvo calculado. Había planeado que lo mejor sería que fuera a una fiesta.

Tenía la habitación para que sucediera, así como también el paño de seda que confirmaría que había tomado su virginidad y así lo hizo.

El paño aún formaba parte de su colección privada y estaba muy feliz por ello.

El haber tomado algo que era de él que le pertenecía fue simplemente perfecto. El saber que él era quien provocaba el placer de su doncel fue espectacular. El sexo en ese momento fue exquisito y no era como si pudiera compararlo con otra experiencia porque no la tenía.

Claro, ahora podía comparar la experiencia y debe decir que aun así le parecía que había sido la mejor experiencia que hubiera tenido.

Cuadro Gulf había viajado hace tanto tiempo donde todo se inició a perder, durante ese viaje pensó que todo seguiría igual, solo con su doncel viajando para inspiración.

Al parecer vino con inspiración extra, había regresado con un sucio parásito que no se despegaba de él.

Para su terrible mala suerte formaron una sucia relación de traición hacia él. Gulf le estaba siendo infiel con ese desgraciado sucio hombre.

Intento llegar al hombre y quizás ofrecerle dinero o algo que en verdad quisiera, por lo cual lo investigó antes y, para su terrible suerte, el desgraciado de Suppasit no necesitaba una mierda.

Lo tenía todo: dinero, prestigio, familia. No entendía por qué había tenido que fijarse en su doncel, el hijo de perra podía tener a cualquiera, pero tuvo que poner sus sucios ojos en su dulce Gulf.

Todo fue una mierda desde ahí, las rutinas de su doncel dejaron de existir por culpa de Suppasit, fue tanto el odio que le tenía que incluso quiso provocarle algún accidente.

Algo que no pudo lograrse porque su némesis tenía un equipo de seguridad que cuidaba su trasero, aunque notó que su doncel no.

Cuando tuvo conocimiento de que Suppasit compró un anillo de compromiso, perdió su mierda porque sobre su cadáver ellos dos se casarían. Tuvo que intervenir y, si no podía hacer nada con respecto a Suppasit, lo haría con su doncel.

Tuvo que raptar a su propio doncel y luego observó detenidamente cómo Suppasit se hundía él solo en la mierda que creía.

Fue tan dulce verlo en la mierda que puedo decir que está entre los momentos favoritos de su vida.

Con respecto a Gulf, tuvo que tomar otras medidas, no quería dañar a su doncel, pero tampoco podía perdonar tan fácil lo que hizo.

Tomo la decisión de castigarlo. Su dulce chico no recordaría cuántas veces lo hizo suyo y cómo inmortalizó los momentos en videos.

Claro que al final, luego de algún tiempo, tuvo que dejarlo ir, no quería que todos vieran su relación con malos comentarios por la forma en la que se originó, así que tenía que buscar una manera suave para poder quedarse con su doncel.

Lo que no espero en lo más mínimo era el regalo que su doncel le había dado porque cuando regresó a lo que sería su familia biológica se enteró de que no recordaba a Suppasit.

Entonces era ideal para sus planes, no tardó demasiado tiempo en crear toda una trampa para sus suegros y estos fueron tan estúpidos que cayeron directamente a ella.

Cuando cumplió su propósito de comprometerse con el doncel fue el hombre más feliz, y para hacerlo más conmemorativo planeó la boda en Italia, sabía que Suppasit era originario del país y que mejor que ganarle a su doncel en su propio país.

Había saboreado todo el proceso y el sentimiento de haber ganado fue tan dulce incluso un día antes de la boda había brindado con una selección especial para celebrar su triunfo.

Nada lo había preparado para que Gulf nunca llegara a la boda y, aparte de ira, se sintió con miedo por saber si algo le había sucedido.

Había movido casi toda Italia buscándolo y no pudo encontrarlo. La impotencia que se coló en su ser fue tan brutal que nunca más quería sentirla y todo terminó con el hecho de que su doncel se había fugado con Suppasit.

De todos los putos hombres del mundo, tuvo que irse con el malnacido de Suppasit y que obtuvo él aparte de vergüenza social.

Nada.

Exacto no obtuvo nada porque el desgraciado ese se lo había robado todo nuevamente.

Y cómo tuvo que enterarse ¡¿Cómo?! Si había sido por una controversial y puta rueda de prensa.

En donde pintaron el mayor romance del puto siglo, incluso más cursi que el maldito cuento de Romeo y Julieta, era tan estúpido y lo peor era que todos se lo creyeron como si fuera una verdad universal.

Esos días había estado tan enojado e irritable, que cruzarse en su camino era un claro NO, que al parecer todos aquellos que lo conocían lo sabían.

Para él solo había palabras de consuelo o de odio, para algunos era un puto sol que había tomado la noticia de lo más tranquilo; para ellos era como un santo.

Para otros era el maldito diablo que obligó a un doncel enamorado de otro a casarse con él.

Maldición, esos días habían sido raros, realmente bizarros a su punto de vista.

Hubiera estado recordando sus tristes días de no ser porque se habían comentado que por fin tendría al doncel y no pensó en nada más, así que rápidamente fue hacia la habitación que por el momento sería de su doncel.

Cuando llegué a la habitación, notó al doncel recostado sobre la cama, inconsciente, y frunció el ceño. Cuando se acercó notó cómo la sangre seca había quedado en la nariz del doncel y su furia surgió al ver cómo habían lastimado a su chico.

— ¿QUIEN SE ATREVIO A TOCARLO? —ninguno de los presentes dijo nada y se apresuraron a salir de la habitación.

Cuando Antonello se enojaba era mejor no estar cerca.

Rápidamente, una de sus empleadas había llamado al doctor que tenía en nómina para cualquier situación.

Antonello observó a su doncel y, aunque estaba furioso con quien tuvo la osadía de lastimarlo, sabía que más tarde se ocuparía de ello, pero ahora teniéndolo bajo su techo, lo observó y le encantaba su chico.

Aunque aún debía saber si recordaba o no a Suppasit, aunque no era relevante porque una era suyo, sin embargo, tenía curiosidad.

Pasó sus dedos sobre las mejillas de su doncel tocando la suavidad de ellas, luego bajó hasta su cuello en donde moría por enterrar su nariz cuando estuviera muy adentro de su chico.

Recorrió el cuerpo de su doncel hasta que notó cómo de su bolsillo sobresalía lo que presentía era papel, cuando los tomó y lo sacó el aire escaso en la habitación.

Cuando notó lo que era se dio cuenta de que eran imágenes y la verdad sabía lo que significaba, un bebé.

Su doncel estaba embarazado, iba a tener un hijo de Suppasit y eso no podía permitirlo. De ninguna manera.

Sabía que debía deshacerse de ese bastardo porque Gulf, su Gulf no daría a luz ningún bebe que no llevara su sangre.

Con todo el dolor que pudiera causarle a su futuro esposo, tendría que deshacerse del engendro y la verdad no fue demasiado difícil sedarlo y hacer que el doctor se deshiciera del feto.

Era un montículo de células que apenas tomaban forma y no podría poner alguna defensa. Sus padres no estaban en condiciones de ayudarlo, por lo cual podría decidir sobre el montículo de células.

— ¿Ha retirado por completo el feto? —El doctor asintió ante la pregunta.

—Por completo, señor, el doncel ya no tiene en su interior nada; sin embargo, debo advertirle algunas situaciones. —Antonello asintió ante ello un poco desconcertado.

— ¿Cuáles? Me encargaré de todo lo relacionado con la salud de mi doncel —el doctor asintió e inició a darle las respectivas indicaciones.

—Considerando la situación en la que se le practicó al doncel el procedimiento, estoy seguro de que no tenía el consentimiento necesario para hacerlo, por lo cual el decirle de manera abrupta lo que ha sucedido no sería lo más ideal —ante ello Antonello arqueó una ceja, presentía que no le gustaría mucho lo que escucharía.

—El útero de un doncel es más complicado que el de una mujer, en específico el útero del paciente está sensible y tendrá que tener su tiempo prudencial de recuperación de tener exabruptos o corre el riesgo de tener una hemorragia que pueda afectarle o que cause heridas que cuando sanen serán tejido cicatrizado que posiblemente reduzcan la esperanza de un embarazado —bueno él quería tener hijos con Gulf así que debía asegurarse de que este estuviera bien.

—Especifique —el doctor le dio algunos documentos que tomó encantado.

—Debe consumir ciertas comidas para reponerse lo más rápido posible, oculte la pérdida del embarazo hasta que su salud física esté repuesta, podemos poner en los medicamentos prenatales los verdaderos medicamentos que debe tomar para evitar futuras complicaciones. además, es más que claro que no puede mantener relaciones sexuales o penetración de cualquier tipo, el útero está tan débil por el proceso que incluso esa fricción al momento del coito puede ser los causantes de hemorragias —noto que eran varios alimentos los que debía ingerir, así que los llevaría hacia el encargado de la cocina para que se asegurara de que su chico tendría lo que necesitaba.

—Si se siguen al pie de la letra las indicaciones, ¿podremos instar un embarazo en el futuro? —ante la pregunta de Antonello, el doctor lo observó unos segundos frunciendo el ceño, pero contestó rápidamente la pregunta.

—Si se siguen las instrucciones y no se presenta ninguna complicación en el futuro, se puede manifestar un embarazo exitosamente —el doctor no entendía por qué no quedarse con el anterior bebé, pero viendo cómo estaban las cosas, seguramente el doncel lo habría engañado, dando como resultado un embarazo, del cual acababa de deshacerse.

— ¿En cuánto tiempo? —El doctor se llevó la mano a la barbilla considerando el tiempo que sería prudente.

—Un año —bueno, Antonello estaba bien con ese tiempo, durante ese transcurso él podría encontrar el punto para que Gulf aceptara quedarse con él.

— ¿También con el sexo? —el doctor negó ante ello.

—Con el mantener relaciones dependerá de la evolución del doncel, puedo decir que como máximo serían unos cinco meses, aunque podría ser mucho menos si se tiene una buena evolución —eso fue todo antes de que Antonello despidiera al médico.

Notó como en los utensilios aún había restos de sangre y una parte del odio lastimaba a su doncel, pero la otra estaba tan feliz de haberse deshecho de ese parásito que llevaba parte de los genes de Suppasit.

Era una lástima que la parte de su doncel se perdiera, pero más adelante tendrían una preciosa parte de ambos que se transformaría en su primogénito.

Con sumo cuidado tomó al doncel en sus brazos y lo llevó a la habitación que anteriormente le había asignado. El doncel estaba como si nada hubiera pasado.

Aunque sabía que tendría que tener cuidado en los próximos días, al final este proceso desagradable serían las bases para su futuro.

Dejó al doncel en la habitación a cargo de una enfermera que tenía las órdenes del doctor, así como también de mentirle al doncel para que este estuviera en calma y que no se complicaran las cosas.

Mew presentía que quizás alguno de sus antepasados había cometido alguna masacre o quizás un sacrilegio, porque eso era lo único que podía explicar por qué carajos estaba viviendo la pesadilla que ahora tenía en su presente.

Gulf había ido al hospital con Mild y de todo lo que pudo haberse imaginado era que el auto en donde iba su doncel explotara junto con los guardaespaldas que tenía.

Si era sincero, no fue solo el auto de Gulf, sino que todos, en realidad, habían explotado como fuegos artificiales y habían incluso hecho mierda las puertas del hospital.

Cuando todo su cuerpo supo que algo andaba mal y lo confirmó cuando hombres armados habían tomado el puto hospital, Andrews tuvo que detenerlo de irse directamente hacia el hospital a que le metieran una maldita bala en la cabeza.

Antes de que la policía pudiera ingresar al hospital bien fortificado, ellos se retiraron y cuando ingresaron los servicios de emergencia, estuvieron dentro ayudando y verificando la seguridad del lugar. Fue cuando supieron qué había sucedido.

Toda la mierda que había sucedido había sido destinada para poder raptar a un solo humano y para el dolor eterno de Mew había sido Gulf.

Fue en sí una maldita pesadilla que se hacía realidad y temía que en esta ocasión no tuviera suerte de volver a encontrar a su esposo.

Entonces habían encontrado a Mild con cinta en la boca, así como con varios huesos rotos. El gustoso hubiera cambiado a Mild por su doncel, pero era imposible.

Un segundo rapto era terrible y tanto la policía como su equipo de seguridad estaban haciendo todo lo posible para dar con el paradero de Gulf.

No era necesario darles aviso a sus suegros porque bueno, prácticamente habían cortado la relación, pero sí quería darles aviso a los demás.

—M-amá —la voz llorosa y quebrada fue todo lo que Aurora Suppasit escuchó en la llamada.

—Mew ¿Qué sucede cielo? ¿Está todo bien? —maldición. Mew jamás hubiera querido hacer esa llamada.

—Lo p-erdi mam-á, se lo l-levaron — Aurora no sabía de qué hablaba, pero antes de que pudiera preguntarle la llamada se cortó y aunque intentó llamarlo nuevamente nunca obtuvo una respuesta.

Aurora casi se vuelve loca intentando contactar a quien pudiera saber algo, pero nadie atendía sus llamadas y sabía que las cosas se habían puesto malas para que su hijo estuviera tan mal como cuando lo escuchó al teléfono.











Creado: 09/05/2024

Publicado: 25/09/2024

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