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20


La vida no podía ser más dulce, pensaba Gulf.

Después de que Mew se hubiera sincerado, Gulf tuvo algunas preguntas más que su marido pudo resolver con éxito.

Ahora podría decir que las cosas estaban más que bien, Adriano, el hermano de Mew, se había encargado de las demandas que su familia le había colocado tanto a él como a Mew.

Fue bastante fácil que Adriano manejara el caso, siendo que ellos ya habían contactado con los abogados de Mew, sin embargo, Adriano había insistido en ello. No habían podido negarse, así que delegaron esos asuntos.

Adriano les había llamado hace unos cuatro días comunicándoles que ese asunto embarazoso había sido solucionado, no sabían a detalle cómo había logrado que las cosas fueran tan rápido, pero sabía que era su campo, así que él sabía cómo manejarse por él.

Sus abuelos habían estado furiosos cuando se enteraron de las demandas y todo lo relacionado que habían hecho sus padres, según ellos era una vergüenza para la familia que actuaran tan descarados y se comportaran como si estuvieran en la ruina.

Aunque sus abuelos no estaban lejos de la verdad, sus padres tenían problemas de liquidez además de problemas de negocios.

Habían colocado toda la liquidez que tenían para hacer un negocio que no fue rentable y terminaron perdiendo todo.

Perder un negocio no era algo tan problemático, sin embargo, de ahí venía el problema: utilizaron crédito para solventar los gastos de mantenimiento así como los del día a día.

Era claro que al no tener dinero líquido para pagar las deudas, el interés se incrementaba con cada mes y al final, luego de varios meses, el monto de la deuda era enorme.

La deuda se podría cancelar si ellos decidieran vender al menos una de sus propiedades, sin embargo, sus padres no lo harían, eran demasiado orgullosos para hacerlo.

En sus mentes ellos podrían comprar y comprar para solo acaparar, sin embargo, el dineral que se gastaba mensualmente en el mantenimiento de las propiedades era abismal, considerando que no tenían dinero líquido y no cambiaron su estilo de vida.

Era claro que habían estado desesperados para obtener el dinero, sabían que no podían dejar que la deuda subiera más, por lo cual su esperanza eran las demandas, pero ahora que las habían perdido era más que claro que los rumores correrían.

En medio de la demanda por daños, sacaron a la luz el contrato de inversión, el cual, a pesar de ser legítimo, fue desestimado. El contrato era claro que para que su antiguo prometido invirtiera tenía que haber una relación de matrimonio entre ambas familias, sin embargo, no se especificaba que él era quien tenía que contraer matrimonio.

Al inicio había sido claro que él tendría que casarse porque era el único soltero de la familia, pero no tenía bases legales porque su nombre había estado excluido, así que no pasaba nada.

La inversión no se había llevado a cabo porque la boda no se había efectuado, por lo cual era lo que sus padres reclamaban, pero fue desestimado.

Según Adriano, lo demás fue relativamente fácil considerando todo lo demás, por lo cual ahora era libre de esas molestias. bueno, no tanto en realidad, porque a pesar de que sus padres habían explotado con él en una llamada telefónica, luego de oírlos determinó que posiblemente sería el serial final de la relación padres e hijo.

Su hermano era una historia diferente teniendo en cuenta que lo acosaba prácticamente por todos los medios que tenía disponibles a pesar de que no haya recibido respuesta, lo que era un claro indicador de que él no quería responderle, pero al parecer su hermano no entendía el mensaje.

Bueno, eso no importaba, ahora lo que era importante era concentrarse, por lo cual estaba en el hospital.

Desde hace semanas se había sentido de la mierda, había iniciado con fuertes dolores de cabeza que se asemejan a jaquecas terribles, en ocasiones sentía sus músculos pesados aunque no hubiera hecho nada en los días.

El apetito se le fue como por arte de magia e incluso había bajado varios kilos, lo cual podía sentir que andaba casi solo en los huesos. Hace unos días había notado durante una placentera sesión de sexo que sus pezones estaban sensibles, lo cual hubiera sido normal, pero había sentido cierta incomodidad a la hora de tener relaciones sin importar si estas fueran suaves o rudas.

Lo que lo asustó fueron las punzadas de dolor que presentó en el vientre bajo, así como también en la espalda. Se alarmó porque a pesar de que eran momentáneas, eran dolorosas y en los últimos días se habían mostrado más frecuentes.

Sabía que debía ir al hospital, pero no quería alarmar a Mew más de lo que estaba con lo de su acosador. Sin embargo, era necesario que recibiera un chequeo.

Sabía que al ir al hospital, ya sea por una consulta para él o como acompañante, Mew les elegiría a todos los guardias para que lo mantuvieran a salvo, así que no había una diferencia real.

Al inicio había tenido la intención de decirle la verdad a Mew, pero solo mencionó que en el hospital su hombre se había tensado tanto y lo había revisado de arriba hacia abajo y luego inició con una diatriba que en verdad no comprendió.

Fue una imagen que no le gustó teniendo en cuenta que Mew se veía cansado, resaltando eso con las bolsas bajo sus ojos y como siempre lucía en alerta.

Habían recibido dos paquetes desde que habían regresado de Australia, que había sido hace como dos meses, y el último tuvo que ser extremadamente perturbador para que Mew incluso velara su sueño por temor a que lo volvieran a raptar.

Así que decidió que lo mejor era decirle que iría con Mild y que necesitaba que le revisaran la próstata. Claro que Mew había lucido confundido porque al parecer todos tenían la idea de que su amigo era doncel.

Ja, cuando Mild fuera al doncel él sería la mujer maravilla. El shock de Mew había sido más divertido cuando proceso que Mild quería ser revisado de la próstata y necesitaba apoyo.

Cuando le había comentado a Mild los hechos, estuvo tan indagando de que dudaran de su masculinidad, así como también por la mentira de Gulf de que le abrirían el culo cual pasivo para que lo tocaran todo.

Así que, como era de esperarse, Mild había ido con él hacia el hospital y ahora se encontraban en el área de obstetricia. Siendo doncel, no podía ir a ginecología porque era obvio que no tenía una vagina, pero sí eran enviados al departamento de obstetricia con un especialista en donceles.

Habían tenido una consulta en emergencias porque no reservaron alguna cita y luego rápidamente fueron enviados donde estaban actualmente.

—Siento tus nervios a flor de piel —le comentó Mild casualmente intentando completar alguna fase de un juego en su celular.

— ¿Y si es grave? ¿Si muero? ¿Sabes cuántas personas viene por nada y terminan siendo enfermos terminales? —Gulf cuestionó con todo el dramatismo.

—En primer lugar, realmente no sé cómo están las estadísticas actuales y, segundo, no creo que mueras y, si lo haces, te escribiré un precioso obituario y publicaré alguno de tus libros, siempre tienen éxito los libros póstumos. Es como si la muerte atrajera el éxito —antes de que pudiera decir algo, la enfermera llamó su nombre.

Ambos ingresaron al consultorio y bueno, Gulf estaba nervioso por saber qué le sucedía mientras que Mild observaba fascinado el lugar, sabiendo que quizás no tendría oportunidad de volver a un lugar así.

—Bueno señor Suppasit, comprendo que lo han referido de emergencias —Gulf asintió aunque la doctora no lo observó —Oh, por favor suba a la camilla para confirmar —el doncel se confundió, pero terminó subiendo a la camilla pensando que seguramente tendría cáncer o alguna enfermedad de trasmisión sexual.

La doctora se colocó un par de guantes y Gulf se estremeció ante las posibilidades, así que estiro su mano hacia Mild, quien estaba cerca de él.

— ¿Qué? —le cuestionó observando cómo le extendía la mano.

—Dame la mano —Mild negó ante ello —No seas insensible —rodando los ojos y muy renuente, Mild lo tomó de la mano.

—Si sabía que para esto me traías, juro que no vengo —la doctora los miraba raro, pero al final ella no era nadie para juzgar a sus pacientes.

—Muy bien Gulf, te levantaré la camisa y colocaré un gel que puedes sentirlo frío, pero solo será un momento —Gulf asintió y, antes de preguntar por qué le revisaba el estómago en lugar de otros lugares donde se concentraban las infecciones, sintió el gel frío y se erizó ante ello.

La doctora inició a revisar detalladamente hasta que sonrió y pulsó algunos botones para luego verlos a ambos con una sonrisa dulce.

—Felicidades, señores Suppasit el feto se encuentra saludable y, por cómo se desarrolla, está en la octava semana de gestación —ante lo dicho, el par de amigos quedó petrificado ante ello.

— ¿Qué? —fue todo lo que dijo Gulf ante la revelación.

—Este embarazado señor Suppasit —bueno, definitivamente no se iba a morir.

—Mierda. ¿Por eso tenía todos esos síntomas? ¿Es acaso normal? Sé que los embarazados tienen un lívido muy alto, pero a Gulf le incomoda incluso solo la puntita. ¿Está eso bien? — Gulf se tornó de un rosa brillante y logró darle un golpe a su amigo, quien soltó un gritillo más por susto que por el golpe.

— ¿Qué? Tú también querías saber, pero sabemos que te da pena —Gulf intentó pegarle nuevamente, pero esta vez Mild fue más rápido y se apartó.

—Aquí vergüenzas no, ¿verdad doctora? —Ambos amigos miraron a la mencionada, quien se notaba incómoda con ellos.

—Señor Suppasit, es normal que su esposo esté preocupado por su bebé y por usted —ante la declaración Gulf frunció el ceño.

— ¿Quién es mi esposo? —le cuestionó Gulf, notando cómo la doctora dirigía su mirada hacia Mild.

— ¿Yo? Está usted equivocada, yo no quería de esposo a Gulf, aunque fuera la última esperanza de la humanidad, es más, ni siquiera de amante lo quisiera tener, mucho menos del padre de mis preciosos hijos, imagínese que uno de ellos saliera con su carácter que horror —Gulf jadeó indignado ante lo declarado por quien se supone era su amigo.

— ¿Qué tengo de malo para que hables tan feo de mí? —ante la pregunta, Mild rodó los ojos y levantó el dedo índice para iniciar a enumerar lo que según él tenía de malo Gulf.

—No lo sé tal vez tu familia, tu ex prometido, tu mala reputación desde que dejaste a tu ex prometido, tu personalidad, tus manías, tus nulas virtudes, además de la multitud de defectos —al final no le había alcanzado una mano para seguir enumerando.

— ¿Eres mi amigo o enemigo? —ante la pregunta, Mild levantó su mano en donde tenía la cicatriz que se había hecho hace bastante tiempo.

—Me he herido así por ti, así que tú dirás —el doncel rodó los ojos ante ello, Mild siempre le recordaría el suceso y Dios sabía que nunca se le olvidaría.

—Puede limpiarse, señor Suppasit —la doctora le dio con que limpiar el gel y observó cómo imprimió varias ecografías.

Ahora se suponía que vendría la parte de los cuidados y todo eso quería saber cómo llevaría este proceso.

—Bueno, ahora que hemos revisado que el bebé está bien, procederemos a iniciar con la atención prenatal. Deberá tomar ácido fólico para evitar realizar fuerzas excesivas. También le recomendó evitar las situaciones estresantes y evitar ciertos alimentos que podrían causarle malestar o en específicos alimentos que pueden dañar el embarazo. Le dijo dándole una lista con los alimentos que debía evitar durante la gestación y otra con los alimentos beneficiosos.

Sabía que para el ácido fólico tenía que ir a la farmacia para obtenerlo, pero no importaba.

—Los cambios en su cuerpo son normales, así como también los síntomas que ha estado sintiendo, son un poco atípicos sí, pero están dentro de lo normal. Con respecto a las punzadas que comentas que tienes, son normales porque significa que tu útero se está adaptando al feto.

—Pero debo advertirte que las punzadas cortas son normales en algunos casos, aunque si estas inician a ser más largas y más dolorosas, no tarde en acudir al hospital porque pueden ser una señal de alarma —Gulf asintió ante lo dicho.

Luego de ello, ambos salieron del consultorio con un Mild aún en las nubes.

— ¡Oh, por Dios, estoy embarazado! — Mild rodó los ojos ante ello — ¡Seré padre! Maldición, no sé cómo ser padre. Mild ¡Ayúdame! — Gulf había tomado a Mild de los hombros para iniciar a sacudirlo.

—Solo cálmate, quieres? Hay muchos libros sobre la paternidad, también hay clases prenatales, además tienes a Mew. —Ante la mención del hombre, Gulf solo sonrió.

Por supuesto, tenía a Mew, su hombre.

Con solo pensar en Mew una calidez se extendía por todo su cuerpo. Ahora no imaginaba cómo se tomaría la noticia Mew.

Si estaba en lo correcto, este se emocionaría demasiado, lo conocía muy bien para saber que un bebé no sería rechazado, uh, ellos serían padres juntos.

Su viaje en el ascensor estuvo lleno de pensamientos en cómo sería su embarazo y de cómo sería su bebé cuando naciera. Sería un excelente padre o al menos trataría de serlo y esperaba tener éxito en ello.

Mew sería su fiel compañero en esa travesía. Estaba tan emocionado.

Cuando llegaron a las puertas de cristal listos para salir hacia el exterior, el sonido estrepitoso de una explosión se escuchó.

Como si fuera en cámara lenta. Gulf pudo ver cómo fuera del hospital el auto SU auto el que se suponía que iba a utilizar junto con algunos de sus guardaespaldas había volado por los aires por una explosión que de estar ellos dentro no hubieran sobrevivido.

El cristal se agrietó por la fuerza de la explosión y cuando menos pensaban, los cristales volaron tan rápido que ni siquiera sintió cuando fue lanzado por el aire. Fue una terrible suerte que prácticamente impactara con otras personas, lo cual amortiguó el golpe. Claro, terrible suerte para quienes recibieron todo el golpe.

Mild lastimosamente no obtuvo esa suerte porque cuando fue enviado por los aires no impactó contra personas sino que este fue directo hacia el mostrador de información en donde impactó tan fuerte que Gulf si no hubiera estado en el aire casi hubiera hecho una mueca.

Mild había terminado con un brazo en una posición antinatural, notando cómo su amigo lloraba dramáticamente, sin embargo, cuando su mirada se desvió hacia afuera, notó el pánico en sus ojos.

— ¡CORRE, GULF! —ante el grito de Mild no evitó dirigir su vista hacia donde miraba y notó cómo hombres vestidos de negro se dispersaban e indicaban a ingresar al hospital.

Fue como si una señal de alerta se filtrara por sus poros porque sabía que por quién venían esos hombres era por él. Su amigo estaría bien porque no lo buscaban a él.

El instinto de supervivencia se activó en él e inició a caminar sobre sus manos y rodillas intentando alejarse con el mayor cuidado posible.

Fue fácil lograr llegar a las escaleras por las cuales subió, teniendo cuidado de no hacerse notar por quienes lo buscaban.

Sabía que dentro de poco llegarían los oficiales de policía, por lo cual debía esconderse antes de que los perpetradores llegaran hacia él.

Las manos le temblaban y sentía un dolor punzante en el vientre y, aunque estaba en un hospital, sabía que lo primordial era evitar que esos dementes de mierda se los llevaran.

Se inmiscuyo en lugares en donde no podrían buscarlo, así que terminó en un quirófano con lo que presentía era un muerto, si contaba la sangre que estaba en los utensilios y el cómo el cuerpo estaba cubierto por esa tela azul.

Estuvo ahí por lo que considero unos treinta minutos. Lo cual creía que sería el momento ideal para que los intrusos se fueran, él fue crédulo.

Salió del quirófano con un bisturí en manos, por si tenía que defenderse, había tenido cuidado en extremo teniendo esa sospecha clavada en su mente.

—Bebé papá necesita que te portes muy bien, ¿de acuerdo? —habló viendo su vientre y tocándolo para hacerle saber a su bebé que en efecto la conversación era con él.

Su cuerpo estaba erizado al notar que todo el piso estaba despejado, así que no quiso utilizar el ascensor, e inició a bajar las escaleras notando que los tres pisos que pasó estaban igual de desiertos.

Era una muy mala señal que eso sucediera. Con cuidado llegó hasta el primer piso y la verdad estaba dividida entre agradecer o maldecir a su instinto porque el lugar estaba lleno de personas del hospital, tanto pacientes como doctores.

Todos ellos estaban custodiados por los hombres que había visto anteriormente y en su mente pensó que tal vez solo tal vez no habían ido por él sino que lo habían secuestrado al hospital por motivos diferentes.

Con cuidado de no ser visto, siguió observando lo más discreto posible y, para su desconcierto, notó cómo Mild estaba con su brazo anteriormente en un ángulo antinatural. Ahora lo tenía al menos en la posición correcta, pero era claro que le dolía como la mierda por cómo tenía la frente perlada en sudor y su gesto de dolor.

Su amigo tenía cinta en la boca y estaba seguro de que se la habían puesto porque no había podido tener la maldita boca cerrada.

Como si sus críticas le llegaran a la psique, Mild dirigió la vista hacia donde estaba y era claro que lo había visto por la forma en que sus ojos se abrieron con reconocimiento. además, luego frunció el ceño.

Fueron malas noticias.

Los ojos de Mild se movían frenéticos y Gulf no tuvo que ser un adivino para saber lo que le decían. Aléjate, huye como amante atrapada por la esposa.

No necesitó más convencimiento porque sabía que Mild le decía eso por algo, así que dio media vuelta con cuidado para irse, pero como el maldito destino no lo quería, tuvo que resbalar y caer.

No fue una caída silenciosa porque las cosas que le pasaban siempre tenían que ir en contra de lo que necesitaba. El sonido de sus palmas impactando el piso fue escandaloso más con ese terrible eco.

Todos los ojos se dirigieron hacia él y como cualquier persona normal corrió como atleta en olimpiadas, no se detuvo incluso cuando por el rabillo del ojo notó cómo lo seguían y hablaban por un objeto negro, que la verdad en esos instantes se le olvidaba el nombre.

Estaba tan concentrado en escapar que no notó cómo frente a él se colocaba un hombre vestido completamente de negro con el rostro cubierto.

Cuando lo notó fue tarde porque lo notó justo cuando este le lanza el puño directo a la cara. Sintió el dolor, pero rápidamente todo se desvaneció a su alrededor.

Y así tan fácil Gulf Suppasit había sido raptado nuevamente por su desconocido acosador.










Creado: 06/05/2024

Publicado: 25/08/2024

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