19: Un regalo para ti
Mila
La casa de Alex es un sueño.
Esto es el puto Thorn Hill de Riverdale.
La casa es un palacio. Cuando me instalé no me fijé mucho, ya que estaba muy ocupada con mi dilema existencial.
Un jardín lleno de margaritas, jazmines y particularmente lo que me enamora... Rosas de todos los colores. Rojas, amarillas, rosadas y las blancas, que son un sueño. El jardín está cuidado, ya que los arbustos no tienen ni una hoja fuera de lugar. En el centro, un sendero de grava que conduce hasta la entrada, frente a la que hay una enorme fuente blanca. La entrada a esta casa es intimidante, pero grita lujo. Cuatro escalones de piedra dan la bienvenida a una puerta de roble, pintada de negro, contrasta perfectamente con la casa que está pintada totalmente de blanco, de una manera tan pulcra, que podría pensar que la pintan todas las semanas. Las paredes del salón son de color blanco, las columnas de igual manera, combinando con el piso que tiene losas negras. Las ventanas son de cristal, en su totalidad, lo que causa una iluminación óptima del salón. En el centro del techo, se extiende una lámpara de estilo antiguo, ¿oro, tal vez? Es preciosa. La escalera de color negro, queda al fondo, a la derecha una ventana que ocupa prácticamente dos metros, y a la derecha el piano más hermoso que mis ojos han visto jamás. Ahí fue que entendí la manera de Alex de hablar de su piano.
-Cuando lleguemos a mi casa-dice lentamente-, vas a amar mi piano.
-¿Me vas a dejar tocarlo?- pregunto emocionada.
-De mí podrías tocar lo que tu quisieras, Mila- responde con una sonrisa y yo siento el calor en mis mejillas.
El piano es hermoso, y si mi mamá lo viera, le daría un infarto al imaginar el precio.
Llevo poco tiempo aquí. Desde que me instalé en una habitación al lado de la de Alex. Hemos hablado mucho, y al parecer algo entre nosotros ha cambiado.
Pero me conozco lo suficiente para saber que estoy sintiendo cosas por él.
Alex me confunde, pero me cautiva a la vez.
Hemos hablado de libros, de música.
Hemos estado juntos un mes entero, que siente como una vida.
Hemos pasado noches enteras hablando trivialidades, pero que han significado mucho para mí, para nosotros.
No se si fue cuando cantó All of me de John Legend, o si es cuando el lunes, al despertar, encontré una nota anónima en mi cuarto con una rosa blanca
''Si supieras lo hermosa que eres cuando una sonrisa adorna tus labios; tal vez sonreirías todo el tiempo´´
El poeta de las rosas
Luego en mi gaveta, en el salón de clases, otra nota con una rosa blanca:
''Hoy estabas increíblemente preciosa, porque sonreías, no a mi, sino al mundo´´
El poeta de las rosas
Y después, en el horario de almuerzo, encontré otra, donde normalmente almuerzo con las chicas:
''Recuerda que todo de mi, ama todo de ti, tus curvas, tus aristas, tus perfectas imperfecciones, que ya no te veo sólo como alguien para pasar el rato. Quiero que seas mi inicio y mi final, como dice nuestra canción´´
El poeta de las rosas
Es un hecho jodido, pero creo que me estoy enamorando de Alex Santos.
~~~~~~~Días después~~~~~~~~
Las notas siguen llegando, pero ya firmadas con su nombre. Me emociono, porque una parte de mi, esperaba que de verdad él fuera mi poeta de las rosas.
Estoy tocando el piano, exactamente la canción Rewrite the Stars, de Zac Efron y Zendaya. Cuando voy a empezar a cantar, la voz de Alex comienza, y yo lo miro incrédula, porque no creí que supiera esta canción.
Cantamos juntos y cuando terminó de tocar el último acorde, me dice lo que restaba esperando escuchar.
-Sé que sabes que soy el poeta de las rosas- baja la mirada.
-Si no me lo dices, no me entero- me río.
-Adoro tu sarcasmo- acaricia mi mejilla y posó mi mano sobre la suya.
-Lo de las notas, ¿es real?- pregunto.
-Nunca he sentido algo más real en mi vida- responde.
Se sienta a mi lado en el banco del piano, y me observa. Se acerca a mi y posa sus labios sobre los míos.
10 de octubre de 2020
La escuela me absorbe totalmente. Un mes de curso y ya tenemos cuatro seminarios y seis informes por entregar.
En estos momentos, estoy sumida en el informe de Física. Que alguien por favor le diga a Newton, Einstein y a los físicos que me cago en sus muertos. Me faltan dos ejercicios, y es una mierda, porque no tengo ni puta idea de qué hacer.
-Mila- la voz de Alex me saca de mis pensamientos en contra de la Física, de Coulomb y de Lucas Harrison, el americano que nos da Física.
-Pasa- le respondo-. Está abierto.
Siento el sonido de la puerta al abrirse. Me giro y me quedo sin aire. Alex está calientemente sexy. Un pantalón que le cuelga de las caderas, dejando ver su abdomen.
¡Santa Virgen de la putería y de los cuerpos masculinos!
-Hola- <<No sonrías cabrón, que me derrito>>, agrega mi subconsciente.
-Me cago en la Física- es lo que respondo.
Alex suelta una carcajada.
-Ya veo que estás a tope con el informe- se acerca al escritorio. ¡Oh dios! ¿Por qué creas especímenes tan jodidamente calientes? ¿No ves que simples mortales como yo pueden sufrir ataques al corazón?
-¿Mila?- Alex me saca de mis pensamientos guarros-. No me mires como si quisieras violarme.
-¿Qué?- me sonrojo,
-La lujuria es un pecado, hija mía- hace como uno de los curas de Lujuria-. Dios perdone esa alma pecadora.
-¿Citando Pecados Placenteros?- enarco una ceja-. Es un viernes, son las 10:00 de la noche.
-Y como todos los estudiantes normales, deberíamos emborracharnos- se encoge de hombros-, sin embargo, estamos aquí- señala-, haciendo un informe que se entrega en dos semanas.
-¿Estamos?- inquiero-. Eres libremente de ir a emborracharte.
-¿Y dejar que una chica tan hermosa derrita su cerebro al punto de incendiar esta casa?- ahora es él quien enarca la ceja-. No lo creo.
Acerca una silla y se sienta a mi lado.
-A ver- se pasa las manos por el pelo-, en este ciclo, te dan un gráfico...
Y comienza a explicarme el ejercicio. Es lindo, inteligente, y toca piano... Es el hombre de mis sueños.
<<Te faltó la parte que cuando folla se le mete Christopher Morgan en el cuerpo>>
Sacudo la cabeza, para sacar ese pensamiento, y sin darme cuenta, bostezo.
-¿Te aburro, Mila?- pregunta divertido.
-No es eso- respondo-. Es que creo que ya deberíamos terminar de hacer los informes y seminarios- sugiero-. Al final, ya estamos aquí, y tendremos tiempo libre la semana que viene.
-Tienes razón- se muerde el labio. <<Quisiera morderlo yo>>.
Inmediatamente alejo ese pensamiento de mi cabeza. No puedo, no está bien.
-Voy, busco mis cosas y vuelvo- dice saliendo de la habitación.
Me levanto y salgo al pasillo. Nuestras habitaciones están en la segunda planta de la casa, ya que en la tercera está la habitación de los padres de Alex.
Bajo y voy directo a la cocina a preparar café, porque la noche promete ser una velada de estudio.
Diez minutos después, estoy subiendo con dos tazas de café hasta el tope y tostadas.
-Estaba en la cocina- digo al entrar-. Preparé café y traje tostadas.
-Te amo- dice sonriendo.
Comenzamos así una maratón de estudio, trabajos e informes.
De Física pasamos a Matemáticas, luego a Historia, después a Biología.
Se nos va el tiempo entre fechas de guerras, valoraciones de personalidades históricas, funciones compuestas e inversas, ecuaciones, tejidos de plantas y animales, fórmulas químicas; y cuando nos damos cuenta, son las cinco de la mañana.
Llevamos siete horas, y sólo nos falta terminar un Filosofía, y nos encontramos envueltos en un dilema.
-A ver- dice Alex-, supongamos que ahora, Prazer vende el 50% de sus acciones a un comprador anónimo, que asegura mediante un abogado que va a ser un dinero limpio, entonces...
-Das pie a fallar, o das pie a ganar- continúo-. Es como si Estados Unidos se aliara con un ejército fantasma, pero que en las negociaciones asegura que puede ayudar a crecer su poder. Entonces ahí está la situación. Puede ser un aliado fiel y real, o puede ser un aliado infiltrado de parte de sus enemigos. Puede destruir de manera fácil, porque comienza desde adentro, y una vez que lo...
-Es como en el amor- dice Alex
-¿Qué?- frunzo el ceño.
-Que es como en el amor- repite-. Te gusta una persona, porque te atrae lo que ofrece, le dejas paso libre para que entre, y entonces está ahí por un tiempo; piensas que le conoces, pero realmente es una fachada, y cuando está lo suficientemente adentro, saca el lado oculto, y comienza a romperte pedazo a pedazo, llevándose todo de ti.
-Eso es muy profundo- me muerdo el labio.
-Tengo mis momentos- sonríe-. El caso es que no deberías hacer abuso del poder que tienes, al igual que no debe subirse a tu cabeza, pues puede hacerte ver estúpido y hacer estupideces.
-Eso es profundamente gracioso- no puedo evitar reirme-, de seguro a Ashley Hayes le encantaría ver eso en el seminario.
-La tensión que hay entre ella y Phoenix Evans, la profesora de Biología es muy palpable- señala Alex.
-Sip- me río-. Creo que está celosa de que Evans y Harrison estén juntos.
-Aún me pregunto ¿cómo todos ellos terminaron dando clases en una preparatoria en España? Digo, son ingleses.
-Excepto Harrison, que es americano.
-Evans- Alex frunce el ceño-, es la dueña de Evans Corporation of Desings and Decoration, la compañía inglesa que decora interiores.
-¿En serio?- no me lo creo.
-Ellos decoran los hoteles de Prazer- asiente-, decoraron esta casa, y la tuya incluso.
-No tenía ni idea- abro los ojos-. Ellos tres, Harrison, Evans y Hayes, junto con Manuela Graham, la de Química y Christopher Brown, el de Historia, vienen de la KCL, de Londres, y están aquí hace dos años.
-Bueno- Alex bosteza-, son casi las 6:00 de la mañana y no hemos dormido.
-¿Qué hacemos?- pregunto.
-Hablar sentados en la cama hasta que nos quedemos dormidos- tira de mi brazo, haciéndome parar de la silla, y se sienta en la cama.
-Vamos, que hablaba en serio.
-OK- lo imito.
-¿Color favorito?- pregunta
-Negro- respondo- ¿Tuyo?
-El negro me gusta, pero creo que el rojo vino se podría considerar mi favorito.
-Interesante- sonrío.
-¿Te gustan los animales?
-Me encantan. Siempre he querido un lobo siberiano. Amo esos perros.
Y así conversamos hasta que el sueño me vence, y terminó en un sueño muy profundo.
Horas después
Siento como si hubiera dormido muy poco. Los ojos me pesan, y todo está muy oscuro.
Extiendo la mano en busca de mi teléfono, y me levanto de un tirón al ver la hora. Son las 4:00 de la tarde. No dormía así desde las vacaciones.
Joder, joder y joder.
Salgo de las cama y me meto en el baño de mi cuarto. Me doy una ducha me lavo los dientes. Salgo envuelta en una toalla y me visto rápido. Un short corto y un top serán suficiente, ya que hace calor. Arreglo la cama, para que Giovanna no lo tenga que hacer.
No tengo ni puta idea de donde está Alex, porque supongo que se habrá ido cuando me quedé dormida.
Bajo las escaleras y voy rumbo a la cocina.
-Buenas tardes, Giovanna- saludo a las joven de ojos verdes y cabello castaño.
-Hola, bella durmiente- me sonríe, y me extiende un plato con tostadas, queso y un vaso de limonada-. No te desperté porque al ver el montón de papeles en tu escritorio, supuse que te quedaste hasta tarde.
-Supusiste bien- respondo preparando una tostada con queso-. Alex y yo estuvimos estudiando hasta casi las ocho de la mañana. Por cierto, ¿dónde está él?- no puedo evitar preguntar.
-Hace dos horas que salió- me dice.
Giovanna es una chica encantadora de veinte años, que no tuvo la suerte de toparse con un buen hombre, y quedó embarazada a los dieciséis años, y ahora tiene una niña preciosa de ojos grises. Ella es preciosa, y está dedicada a su hija, y a su trabajo de empleada doméstica en casa de Alex.
-Hola dormilona- siento la voz de Alex.
-Hola- saludo.
-Te ves preciosa hoy- hace que me sonroje.
-Siempre- sonrío.
-Y muy modesta- bromea-. ¿Te dejé muy cansada?
-¡Alex!- chillo y me sonrojo aún mas.
Suelta carcajadas.
-Sonrojarte es muy fácil.
-No es gracioso- achino los ojos.
-Quiero mostrarte algo- me dice-, pero ponte esto.
/////////////
La situación con la pandemia está crítica.
Fuerza para esas personas del mundo que están luchando contra la COVID-19.
La Covid-19 se ha llevado a muchas personas que no merecían irse
La pandemia es algo que ha acabado con todo, y me causa dolor,ver a todos esos niños, mirando tras las ventanas de una casa, el parque donde solían jugar, o tener que saludar de lejos a sus familiares en sus cumpleaños.
Ha arrancado parte de lo que queremos pero no de lo que somos.
Yo si quiero un futuro en el que podamos ver sonrisas genuinas, miradas alegres, que hayan besos y abrazos.
Hago este llamado, para que tomemos conciencia, por favor.
Besitos con Nutella,
Nelh C.
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