Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 45

Juro que voy a matarlo.

No literal, pero casi.

Nunca antes había estado tan cabreada con alguien.

¿Quién se cree que es? Está me la va a pagar. No sé cómo, pero lo hará.

Llevo dos malditas horas esperando.

El estúpido de Dylan Soto me dejo plantada.

Ha pasado el tiempo y yo como ilusa esperé a que él se apareciera, no importaba que ya hubiese pasado mucho tiempo, pero yo seguía con la esperanza de que iba a llegar y que su excusa tendría que ser extremadamente buena.

Pero después de dos horas y cinco malteadas, no seguiré aquí. Es claro que él no va a venir.

Y claro, a la inteligente de mí no se le ocurrió pedirle su número telefónico.

Me voy a casa y decido que empezaré sola, si no le gusta, pues que se joda.

(...)

–Vilu, cariño, hay un chico abajo preguntando por ti –es lo que dice Olga. Veo por mi ventana y sólo logro ver una motocicleta. La molestia que había sentido por la mañana, regresa.

Bajo las escaleras con rapidez y determinación. Abro la puerta y la cierro detrás de mí con, quizás, más fuerza de la debida. El golpe llama su atención y voltea a verme. Esta recargado en un árbol.

–Tú, maldito imbécil, me dejaste esperando dos horas, ¡Dos malditas horas!

–Que boca, lávala– eso sólo me hace enojar más– Te hubieses ido –se encoge de hombros

–¿Es jodidamente en serio?

–Yo nunca te dije que iría. Tú lo supusiste.

–Cabrón de mierda– voy directo a darle un golpe en el pecho, pero su mano me detiene

–Hey, cálmate fiera. No eres tan tranquila como pensaba ¿eh? No voy a disculparme, pero vine a hacer el trabajo–suelta mi mano.

–¿Qué te hizo pensar que después de hoy yo voy a querer trabajar contigo? Ahora menos que nunca. Muy bien podría valerme mi calificación.

–Sí, pero no lo hará. No seas ridícula niñita consentida y hagamos el trabajo ¿quieres?

–¿Cómo supiste donde vivía? –me cruzo de brazos. Me parece que su mirada cae por un segundo en mi escote, pero rápidamente la retira. Él bufa.

–¿Eso importa? –me quedo en silencio– conseguí que alguno con los que te rodeas me diera tu dirección –se encoge de hombros– ¿Quieres empezar ya? No tengo tanto tiempo.

–Yo no te pedí que vinieras. No puedo ahora –en realidad si puedo, pero no quiero. Es más para darle un poco de su propia medicina.

–¿Así? ¿Qué se supone que tienes que hacer?

–Eso no te importa

–Realmente no creo que tengas algo que hacer, pero como sea – comienza a caminar hacia su moto– vendré mañana a las once

–¿Y si tampoco puedo?

–Pues tendrás que cancelar lo que mierdas tengas que hacer. Tú eras la de la urgencia de acabar pronto.

Voy a responderle, pero prende su ruidosa moto y se va dejándome con la palabra en la boca. Cabrón.

(...)

Amor <3:

Te estoy extrañando demasiado. Estar con mi familia es increíble. ¡Emily está caminando! ¿Puedes creerlo? Pero aun así te extraño. Te amo.

Leo el mensaje de León y le respondo rápidamente.

–Joder, Violetta, deja de moverte.

–Ni si quiera me estoy moviendo Camila. A ti te tiemblan las manos.

–Claro que no– contesta ella intentando pintar las uñas de mis pies.

–Es cierto –contesta Fran quien está terminando de trenzar su cabello.

–Jodanse –responde la peli roja.

–¿Problemas en el paraíso? –pregunto bloqueando mi celular. Otro mensaje llega, pero lo ignoro prestando atención a mi amiga

–No, creo que ese es el problema.

–¿Se supone que es malo no tener problemas con tu novio? –pregunta Fran

–No, es sólo que Fede y yo somos tan parecidos. No tenemos problemas y eso como que me inquieta.

–Te estás aburriendo.

–Increíblemente no

–Eres rara–digo comiendo una fritura

–Pienso que está vez es diferente a los demás chicos con los que estuve y por eso me extraña. No está pasando lo mismo con los demás que me hacía querer cortarles el pene.

–Que gráfica–exclama Fran.

–Con Fede todo es nuevo y por supuesto que no quiero cortarle el pene, digo, tenemos increíble química sexual. Sólo me frustra que todo esté tranquilo, es extraño para mí, pero sé que no hay algo mal, me siento bien con él y no quiero terminarlo ¿Es normal?

–Tú eres la anormal –Camila pellizca mi pie – Auch

–Yo no sé, pienso que no debes hacerte tanto embrollo por eso. Si está todo bien, disfrútalo

–Tú lo dijiste, es extraño para ti porque es nuevo, por eso no sabes cómo reaccionar, pero no le veo nada de malo, como dijo Fran, disfrútalo

–Sólo espero que no caigamos en una rutina

–No lo creo, contigo es difícil caer en la rutina –Fran ríe.

–¿Y tú Fran? ¿Cómo vas con el asunto de Diego? –Hace una mueca.

–No hemos hablado realmente. Sólo me contó lo que tú nos dijiste, que habían hecho las pases, me pidió disculpas por nuestra última conversación, pero como que yo me enoje y no las acepte y ahora seguimos sin hablar–ruedo los ojos

–¿Por qué tienes que ser tan rencorosa? –pregunta Camila

–Soy orgullosa–se encoge de hombros

–Bueno ¿Quisieras dejar el orgullo de lado por una vez en tu vida Fran? Si no lo haces no veo ningún futuro entre tú y Diego

–Esta vez estoy de acuerdo con Camila. Fran, Diego no actuó de la mejor manera, en eso estamos de acuerdo todas ¿no? –las dos asienten– pero se disculpó. Lo conozco y sé que si pidió disculpas es porque realmente lo siente y está arrepentido. Habla con él y escucha lo que tenga para decirte y si definitivamente lo que te diga no es suficiente para ti, pues entonces pasarás de página y continuaras. Tampoco se trata de que se lastimen –Fran suspira lastimosamente, pero en el fondo sé que está considerándolo. Decidimos dejar el tema para no presionar a Fran.

Mientras Camila cuenta un nuevo chisme del studio, tomo mi celular para ver el nuevo mensaje de León que me había llegado, pero me sorprendo cuando veo que no es él, sino un número desconocido.

"Agradece que soy un chico listo y conseguí tu número telefónico, porque de nuevo a ti no se te ocurrió. No lo olvides, mañana a las once. Odio que me dejen esperando."

–¿Todo bien? –pregunta Fran. No me había dado cuenta de que tenía el ceño fruncido.

–Sí... ¿Alguna le dio mi dirección y mi número al chico nuevo? –ambas niegan

–¿Por qué?

–No sé de donde los consiguió. Resulta que Pablo nos puso como compañeros de proyecto ¿Saben lo que va a ser eso? ¡Un desastre!

–Pienso que va a ser interesante. No está nada mal el chico.

–Camila, te recuerdo que tengo novio y que al parecer no nos toleramos.

–Pero eso no quita que puedas echarle un vistazo de vez en cuando–se encoge de hombros.

Niego con la cabeza guardando el número. Me doy cuenta de lo irónicas que resultan sus últimas palabras al decir que odia esperar cuando el maldito me dejo esperando dos horas. Es algo que nunca voy a poder olvidar.

(...)

Dylan Soto:

"Estoy afuera. Ábreme."

Ruedo los ojos cuando leo su mensaje.

"¿No puedes tocar la puerta como la gente normal?"

Dylan Soto:

"Yo no soy normal. Ábreme."

No puedo evitar reírme de su respuesta.

Cuando abro la puerta lo encuentro recargado en su motocicleta. Cuando me ve tiene la delicadeza de arrojar su cigarrillo al suelo y pisarlo antes de acercarse a mí. Es el típico chico malo que fuma, tiene motocicleta y tatuajes, pero quizás lo que lo diferencia de los demás es que no lleva una chaqueta de cuero, de hecho, no recuerdo haberlo visto con una y tampoco viste de negro, justo ahora está llevando un simple pantalón de mezclilla con una playera blanca estampada.

–Uh... no sé si ahora quiero dejarte pasar –digo cuando está frente a mí. Arrugo la nariz.

–¿Por qué? –enarca una ceja.

–El olor del cigarrillo no es mi favorito–rueda los ojos. Saca del bolsillo de su pantalón una menta.

–¿Mejor? –como si una menta pudiera quitar el olor de todo él. No queriendo hacer un drama, puesto que es muy temprano, le doy el pase siguiéndolo.

–Hice una lista con ideas de lo que podemos hacer para ir adelantando un poco ya que ayer fue un día perdido. –le muestro mi libreta y él frunce el ceño.

–¿Estás son todas?

–Sí...

–No me gusta ninguna –voy a protestar–pero está bien, haremos una de estas. Yo también estoy interesado en acabar lo antes posible.

Desarrollamos la idea y nos ponemos a trabajar. Debo decir que es difícil trabajar con él, pero no tanto como esperaba. Chocamos literalmente todo el tiempo. Hay cosas en las que estamos de acuerdo y momentos en los que ambos aceptamos lo que el otro dice sólo para evitarnos discusiones.

Han pasado cuatro horas y sólo llevamos dos páginas y media, ni siquiera la mitad de un cuarto de la historia. Es decir, no hemos avanzado prácticamente nada.
A este punto tenemos que parar porque es demasiado tiempo el que hemos pasado juntos y medio que se está volviendo cansado.

–Mañana en el studio podemos tomar un tiempo extra para continuar.

–Te veo a las nueve en el salón cuatro–dice poniéndose de pie–no tienes excusas. Las clases comienzan a las diez treinta mañana.

–También tendremos el tiempo de la clase de Pablo

–Como sea. Cuanto antes mejor.

Ni siquiera me deja reaccionar cuando está abriendo la puerta de casa y cierra detrás de él. Es un chico muy extraño.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro