Capítulo 44
–Eres pésimo contando chistes– Me rio.
–¿Pero te ríes no?
–De lo malos que son
–Nada, nada. Si te ríes, es más que suficiente– León sonríe orgulloso. Me lleva a su regazo y deja besos en mi mejilla.
Estamos en el Sum esperando a que inicie mi última clase. En realidad, León sólo me acompaña en la espera. Él ya tuvo sus clases del día, pero aprovechamos los últimos minutos que nos quedan juntos.
No lo veré durante todo el fin de semana porque saldrá de la ciudad con su familia.
Me invito a ir, pero no acepté. La mayoría del tiempo está conmigo y como vive solo, su tiempo junto a su familia es escaso, así que le dije que aprovechara para estar con ellos.
–Voy a extrañarte estos días ¿segura que no quieres ir? –juega con un mechón de mi cabello
–Estaré bien. Necesito un tiempo sin todo tu aire de chico egocéntrico a mi alrededor. También voy a extrañarte –acaricio con mi nariz la suya rozando nuestros labios. Justo antes de que León selle el beso, alguien se aclara la garganta.
–Que sorpresa–dice el chico nuevo, Dylan, sarcástico. Veo como se sienta del otro lado del salón y comienza a hojear un cuaderno pareciendo realmente interesado. Ni quien le crea.
–Oye–me llama León–No le prestes tanta atención. No vale la pena.
–Sólo quiero saber cuál es su problema. Desde que llego parece que le molesta todo lo relacionado a mí. ¡Ni siquiera me conoce!
–Y por lo mismo no debes darle tanta importancia.
–Me molesta su actitud de chico malo y todas mías –frunzo el ceño. León ríe abrazándome más pegada a él.
–¿Acaso no es un chico malo? Bien por él si todas son suyas, princesa. Relájate. Él es quien se pierde la oportunidad de conocer de verdad a esta increíble chica y de saber lo grandioso que se siente tener sólo a una. –se encoge de hombros como tratando de restarle importancia a lo que acaba de decir. Rodeo su cuello con mis brazos apretándolo.
–Yo de verdad no sé qué hice para merecerte. Ahora sí que estoy considerando irme contigo ¡a donde sea! –dejo besos por todo su rostro. Él ríe encantado. Pronto olvido la presencia del chico nuevo y estoy riendo de nuevo por los chistes malos de León mientras el salón comienza a llenarse.
–Bien, entonces aquí me despido–estamos en la puerta del Sum para cuando Pablo llega–Te veo el lunes. Cuídate ¿sí? Y trata de no volverte loca sin mí –asiento divertida.
–Cuídate también. Salúdame a tu familia y diviértete.
–A la orden–jala mis brazos atrapándome con su cuerpo. Inhalo su aroma. Todavía no se va y ya lo extraño. Deja un beso en mi cabeza–Te llamo en un rato ¿Está bien? –asiento tontamente sintiendo como sus labios se rozan con los míos. Veo como cierra sus ojos y los míos en automático los imitan. Atrapa mi labio inferior mordisqueándolo primero y luego succionándolo. Su lengua hace entrada y entonces estoy obteniendo un beso húmedo. Creo que suspiro. Cuando termina de besarme, deja un beso en mi frente. –Te amo.
–Te amo también – me sonríe. Veo cómo sale del Studio. Dos días separados después de dos meses juntos. Genial. Entro al Sum para cuando Pablo está explicando un nuevo proyecto.
–Todos ustedes ya son artistas y están próximos a emprender una carrera oficialmente. Unos quizás más inclinados por el arte de la música, productores, cantantes, compositores, músicos, pero tampoco debemos olvidar el arte importante de la actuación–hay varios que se emocionan con la idea– es por eso, que este proyecto tendrá una inclinación hacia ese ámbito. Van a ser los encargados de crear un guion teatral, con sus diferentes especificaciones, lo temas son libres y van a tener la posibilidad de incluir alguna otra área, es decir, pueden incluir canciones, baile. –los murmullos se vuelven cada vez más– Ojo, esto es parte creativa. Lo haremos como una especie de concurso y el mejor guion tendrá la oportunidad de ser representado, pero en este caso los creadores podrán ser los directores –eso se escucha como mucho trabajo– tendrán un lapso de dos semanas para crear, no será un trabajo individual sino de parejas y siguiendo la consigna de integración, los equipos los he creado yo– no es como que conozca a alguien aquí a quien pudiera escoger, por lo que me da igual– Muy bien, dejaré en el tablón los equipos y las especificaciones del trabajo. Suerte a todos muchachos.
Veo como Pablo pega las hojas y todos empiezan a amontonarse para ver con quien les toco. No le veo sentido a acercarme si de cualquier modo no podré ver nada, por lo que recojo mis cosas y espero a que se despeje un poco el área. Al parecer Dylan pensó lo mismo que yo porque permanece sentado en su lugar. León tiene razón, debo dejar de darle tanta importancia.
Cuando por fin logro acercarme a las listas busco mi nombre y de inmediato quiero retractarme porque no me está dando igual mi compañero, de hecho, quisiera darme un tiro por haber pensado eso anteriormente. Quiero buscar a Pablo, pero un gran "NOTA" en la parte inferior de la hoja llama mi atención: "Las parejas son determinadas y no se permite hacer ningún cambio. Gracias" Oh, pero que amable es al poner ese gracias al final, como si eso ayudará en algo.
–Genial–ese sarcasmo se me está haciendo demasiado familiar. Dylan se encuentra a mi lado y por su tono de voz sé que se ha dado cuenta de que vamos a ser compañeros y al parecer le gusta la idea tanto como a mí –Debemos hablar con Pablo. Yo no quiero trabajar contigo –dice escéptico.
–¿Crees que yo si quiero trabajar contigo? –se encoge de hombros mirándome –¡Pues no! No quiero, pero por si no te habías dado cuenta chico listo –señalo la nota en la hoja– no podemos cambiar de pareja –frunce el ceño leyendo.
–Que estupidez. Yo no quiero trabajar contigo –bufo cansada de su actitud. Este chico me molesta de muchas formas.
–¿Y qué propones? ¿Qué no lo hagamos? – parece que lo piensa–¡Por supuesto que no! Yo no voy a perder mi calificación por ti. Podríamos hacerlo cada uno por su lado.
–Chica lista, se te olvido la parte de "somos un equipo" y la otra nota.
–¿Qué otra nota?
–La que está debajo de la primera –dice exasperado. ¿Qué demonios? ¡Si esa soy yo! El chico idiota está en lo correcto, hay una segunda nota: "cualquier trabajo entregado individualmente, será cancelado. Gracias." ¿Cuál es el problema con Pablo y las notas? Por no hablar de sus "gracias". Casi quiero rodar los ojos. Respiro hondo.
–Bien. Al parecer no tenemos opción y tendremos que trabajar juntos. Y no hagas esa cara que no eres el único molesto aquí. Yo tampoco quiero trabajar contigo, pero quiero una buena nota así que será mejor calmarnos.
–Yo estoy tranquilo, la que parece una loca eres tú–eso de cualquier forma es ofensivo para mí –Yo puedo soportarlo, pero al parecer tú no. Si el trabajo sale mal posiblemente sea por tu culpa–se encoge de hombros. ¿En dónde se puede comprar paciencia? Juro que la estoy necesitando demasiado. Decido ignorarlo.
–En cuanto antes nos pongamos a trabajar, antes terminaremos el trabajo y no tendremos que convivir de nuevo –lo digo más para mí que para él– Así que podemos empezar hoy mismo
–¿Acaso estás loca? Hoy es viernes.
–¿Y?
–Y yo tengo una vida que disfrutar. De ninguna manera pasaré mi viernes contigo y menos haciendo un trabajo estúpido.
–¿Mañana?
–¿En fin de semana? ¿Es que tú no te diviertes o tienes algo que hacer?
–¿Y eso te importa por qué...? –sonríe burlón – Podemos hacerlo en la mañana y...
–¿Hacer que cosa, preciosa? –enarca una de sus cejas. Ruedo mis ojos.
–Como decía, podemos empezar con el trabajo mañana por la mañana. No creo que tengas que hacer algo "divertido" un sábado en la mañana –se encoge de hombros. ¡Hasta que! –Bien. Voy a darte los datos de en donde nos veremos. –anoto en un papel la dirección de una cafetería no muy lejos de casa. Por supuesto que no voy a llevar a este sujeto a mi hogar –Nos vemos mañana a las once–Cuando estoy a punto de irme, me volteo a verlo–Y no vuelvas a llamarme preciosa.
Salgo del sum y creo que lo escucho silbar. Imbécil.
(...)
–Dime, por favor, ¿Qué fue lo que hice para que justo me tocara él de compañero? –ríe–¡Oye! No te burles de mi sufrimiento.
–Lo siento amor, me burlo de tu mala suerte
–Eso no es ni un poco alentador–bufo
–Es sólo que creo que te estás estresando y preocupando antes de tiempo ¿Qué tan malo puede ser?
–Él me odia León
–No creo que te odie, princesa, no puede hacerlo porque no le has dado motivos ¿o sí?
–¡No! Si no me odia, por lo menos no le agrado
–¿Cómo no vas a agradarle si eres una chica increíble?
–Adulador. Lo dices porque me amas.
–Mucho, pero, de cualquier forma, eres increíble. Cualquiera que se rodea de ti queda encantado contigo.
–¡Va a ser un desastre!
–Tranquila. Tú haz lo que mejor sabes hacer. Si él no aporta nada o valora tu talento y lo desaprovecha, pues allá él. No te martirices, amor. Tal vez resulta un buen compañero y tú aún no lo sabes porque te estás adelantando. Sí, no tiene la mejor actitud, pero tenle paciencia.
–Ese es el problema. No hay paciencia que dar.
–Yo sé que sí. Relájate. Y si no, pues a la mierda, él se lo pierde –rio– Sólo quiero que no olvides la capacidad que tienes para hacer las cosas y que trates de disfrutar lo más que puedas este proyecto.
–Gracias, en serio. ¡Uy! Quisiera tanto que estés aquí para poder darte un abrazo.
–¿Sólo un abrazo?
–Sabes que siempre podría darte más–ríe–Entonces, ¿cómo es el lugar?
–Agradable. Si estuvieras aquí, te encantaría. Está haciendo bastante frío.
–¿Qué esperabas de estar en las montañas? –rio irónica
–Listilla. Lo sé, sólo que no espere que fuera demasiado, pero es agradable. Las personas que nos rentaron la cabaña fueron suficientemente amables como para dejarnos leña y no tener que ir a buscarla nosotros.
–Puedo imaginarte cortando leña... uh, un leñador. Lindo.
–¿Acaso ese pensamiento enciende algo en ti? –guardo silencio. La imagen no es para nada desagradable– Sucia –rio– ¿Es algún tipo de fantasía?
–No lo sé, puede ser. Aún no descubro cuáles son mis fantasías sexuales. Recuerda que estoy iniciando en la carrera.
–¡Y qué carrera!
–¿Tú tienes alguna? –pregunto curiosa poniéndome más cómoda en mi cama.
–Muchas. Y cada una de ellas te incluye a ti.
–Interesante
–¿Quieres saber una?
–Ilumíname
–Tú con una lencería sexy, esposas incluidas, yo siendo sumiso. Podrías hacer conmigo lo que quisieras y como quieras.
–¿No lo estaba haciendo antes? –rio. Mi risa tiembla. Definitivamente esta conversación está teniendo efecto en mí.
–Tienes razón.
–¿Te gusta el masoquismo?
–No, pero podríamos intentarlo alguna vez. Ya hemos cumplido una de mis tantas fantasías.
–Ah, ¿sí? ¿Cuál?
–Hacerlo en un lugar público. Igual me gustaría en otros sitios. Aquella vez no hubo tanto riesgo porque estaba prácticamente deshabitado ese lugar, y ¿sabes? Eso es lo excitante. El riesgo.
–Vaya
–Sí
–Estoy pensando que hacerlo en una piscina, mar o en el coche no sería mala idea–siento calor. Mucho.
–Mira, te estás poniendo creativa. Sí, no sería para nada mala idea. Tampoco sería mala idea tú con un poco de chocolate en tu cuerpo.
–Uh
–Estamos teniendo una conversación bastante caliente por teléfono ¿Te das cuenta? –asiento. Y luego me doy cuenta que soy estúpida porque claramente él no está viéndome –Como que está afectándome un poco, princesa.
–Entiendo a lo que te refieres– Porque a mí también está afectándome. No lo digo, pero lo pienso.
–Bien, será mejor que terminemos la llamada. Veré si puedo llamarte antes de dormir, si es que mi familia no me acapara.
–Está bien, no hay problema, tú disfruta.
–Suerte mañana, cualquier cosa me llamas. Descansa.
–Tú igual. Te amo.
–Te amo–hace el sonido de un beso y después de reír, termina la llamada.
No ha pasado ni un día y ya lo extraño.
Decido ponerme a leer para distraerme y olvidar la conversación que acabamos de tener. Nunca he hecho la cosa de yo sola calmar la excitación. Para ser sincera, ni si quiera sé cómo hacerlo. Y tampoco es como que antes me ponía caliente seguido, pero cuando llegaba a pasar sólo despejaba mí mente. Ahora es diferente, porque es la primera vez que sucede y que no tengo a León presente para darme calma.
Y dentro de la distracción, viene a mí el pensamiento de que mañana me encontraré con el chico nuevo para trabajar. Que Dios me ayude.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro