Capítulo 38
León conduce su auto mientras ambos ponemos atención al locutor en la radio y bromeamos sobre él. Se me está volviendo costumbre dejar que él pase por mí para llevarme al Studio. No me molesta, pero tampoco paso por alto el hecho de que nuestra relación aún es motivo de cotilleo en los pasillos del Studio. Es algo lógico considerando que Karla sigue resentida; ella es la reina cotilla. Pero a pesar de todo eso, León y yo estamos avanzando mucho en nuestra relación.
Hace poco más de una semana que conocí a su familia. Hace más de una semana que nos dijimos "Te amo". Y en el transcurso de ese tiempo a ahora, por supuesto, y como se está haciendo costumbre, hemos tenido nuestros momentos calientes e intensos; oficialmente no podemos mantener nuestras manos fuera del otro.
También durante ese tiempo he estado observando a Franchesca y Diego, más a Franchesca porque Diego aún esta distanciado de mí y supongo que es lo mejor para él. Ahora que "Leonetta" como han estado llamando a la pareja de León y yo, se hizo pública Diego está más distanciado de mí. He querido preguntarle que ha pasado con su vecina porque varias veces me cuestiono si es cierto que entre Diego y Fran hay algo, después de todo él besó a esa chica. Pero entonces dentro de mis observaciones está el hecho de que Fran lo busca mucho, ella habla más con él que yo. Siempre tengo la tentación de preguntarle abiertamente, pero me arrepiento. No quiero que por falsas sospechas ella se llegue a molestar conmigo.
Como ha estado pasando últimamente, León y yo entramos al Studio tomados de la mano. Hay miradas y murmullos, pero cada día son menos, como que están acostumbrándose a vernos juntos.
-¡Hey, consíganse un cuarto! - grita León. Yo rio. Camila y Fede dejan de besarse.
- Amigo, tú no puedes sólo llegar e interrumpirnos
- Claro que puedo, siempre y cuando sea para detener una escena pornográfica en público - Le doy un golpe en el brazo.
- ¡Oye! Me ofendes - Fede pasa un brazo sobre los hombros de Cami
- Lo siento Cami, pero trato de proteger que este marrano no te exhiba - Fede le da un golpe en la cabeza a León - ¿Quieren dejar de golpearme? Si me duele.
- Si dejarás de decir tonterías, lo harían. Debes controlarlo Vilu, por cierto, hola amiga
- Tú eres quien debe controlar a Fede - ahora es Cami la que, riendo, le da un golpe en la cabeza. - ¡Enserio, paren!
- Faltaba yo
Camila y Fede se ven y están muy bien juntos. Me alegro por ellos. Su relación funciona bien para ambos y eso es bueno. Se complementan mutuamente.
- ¿Podemos hablar Cami?
- Claro ¿Te alcanzo en el salón? - Fede asiente, le da un pequeño beso.
- ¿Vienes Lion?
- No me digas así - voltea a verme - ¿Esta bien si no te espero?
- Ve, en un rato nos vemos
- Claro - deposita un suave y pequeño beso en mis labios - Te amo - susurra
- Y yo a ti - vemos como los dos se van empujándose y bromeando - Son tan tontos, pero se aman.
- Sí... A veces me da miedo que León me robe al novio - rio - ¿Y bien? ¿De qué querías hablar? ¿No deberíamos esperar a Fran?
- Es justo de ella de quien quiero hablarte.
- ¿Qué pasa con ella?
- ¿Tú sabes si a Fran le gusta alguien? A mí no me lo ha dicho y quiero pensar que no es porque le gusta León
- No me lo ha dicho tampoco a mí, así que creo que podemos estar tranquilas sobre que no le gustan nuestros novios. Ni siquiera sé si le gusta alguien - bufo - ¿Por qué lo preguntas? ¿Quieres hacerla de cupido?
- Sí... No... No sé. No es eso, podría hacerlo si se necesitase. Pasa que León me dijo algo hace algún tiempo sobre quien puede gustarle a Fran y he estado analizándolo y observándola, llámame acosadora o lo que sea, pero necesito saber y lo que me dijo León tiene un poco de sentido.
- ¿Y qué fue lo que te dijo?
- Que a Fran puede gustarle Diego
***
- Creo que es momento de hablar con papá – dejo de pasar mis dedos por el cabello de León. Él me mira para después incorporarse y estar frente a frente.
- ¿Estás segura? – asiento - ¿Por qué ahora?
- Porque ha pasado mucho tiempo, porque no le estoy ocultando cualquier relación o a un novio del kinder al que solo le daba la mano. Porque eres mi primer novio formal, porque te amo y yo no puedo ocultarle a mi papá que amo a un hombre que no es él y porque no es justo para ti, no mereces estar en las sombras.
- No quiero que tú lo sientas como una obligación porque yo te he presentado a mi familia, no lo hice para presionarte Violetta, yo entiendo que necesites tiempo y voy a esperar el que necesites, no lo hagas por mí
- Quiero hacerlo, lo hago por ti, por nosotros, pero sobre todo por mí, créeme que no me siento cómoda ocultándole lo mejor que me ha pasado en este último tiempo a una de las personas que más amo.
- ¿Quieres que te ayude a hacerlo? – con una de sus manos acaricia mi mejilla
- Yo puedo hacerlo sola
- Pero sabes que me gustaría hacerlo bien ¿No? Me refiero a presentarme como el novio de su hija
- Lo sé, y lo haremos, es solo que no tengo idea de cómo vaya a reaccionar y quiero que el golpe de la noticia le llegué solo estando yo presente, no sé, es solo una idea. Después podremos organizar una cena ¿Qué dices?
- Como tú quieras, pero si necesitas algo no dudes en decírmelo ¿Está bien? – Asiento.
- Sé que todo saldrá bien, solo que no puedo evitar estar nerviosa
- Supongo que es normal. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué no te deje salir conmigo y te encierre en tu casa y yo tenga que escalar por tu pared para poder verte a través de tu ventana? Creo que podría con eso y sería emocionante
- ¿Y si llegarás a caer?
- Eso sería gracioso sin duda, yo me reiría ¿Tú no? – me sonríe
- Claramente si – rio – Gracias León
- ¿Por?
- Porque lograste distraerme y relajarme
- Solo quiero que no te preocupes y que sepas que nada va a hacer que me separe de ti, ve hasta donde hemos llegado y esto no es cualquier cosa para mí, eres importante y lo que me importa no lo dejo porque un papá se interpuso en el camino – besa mi cabeza y envuelve sus brazos a mi alrededor – si es necesario dejarle en claro y demostrarle a tu papá que te amo, no dudes que lo haré.
***
- Tenemos que hablar – Camila deja sus libros con un fuerte golpe sobre la mesa espantando de inmediato a Fran y haciendo que varios de sus lápices salgan volando
- ¡Oye! Esos los necesitaba – se queja la que momentos antes estaba entretenida en su libreta
- Lo que necesitas es hablar con nosotras – Ella nos mira confundida
- ¿De qué jodidos hablan?
- ¡Por Dios! Solo dilo ¿Te gusta Diego o no? – pregunta Camila claramente molesta. ¿En que momento se molestó? Digo, ella no tenía idea sobre la posibilidad de Diego y Fran juntos hasta que yo se lo dije, y ahora ella es la molesta. Que rayos.
- ¿Qué? – Puedo jurar que ahora el color de Fran es blanco.
- ¡Es increíble! No, ya no necesitas decirnos nada, ¡Tú sola te delataste! – Y entonces Camila empieza a reírse. ¿Qué está pasando?
- Tú, siéntate y cálmate – le digo a la pelirroja – Y tú, toma agua o algo, porque estás muy pálida. No tengo idea de que es lo que acaba de pasar, solo sé que necesitamos hablar. ¿Por qué no nos dijiste nada Fran?
- ¿Qué rayos quieren que les diga?
- Tal vez podrías empezar por el hecho de que ¡Te gusta Diego! – Camila da un golpe a la mesa. Inmediatamente Fran y yo la vemos mal. – Lo siento, es sólo que me molesta el hecho de que no nos dijeras nada y nos enteráramos por León
- ¿León? ¿Él que sabe?
- Relájate. León solo hizo una suposición según sus instintos, no lo dijo directamente
- En todo caso deberían molestarse porque León supo descifrar a su amiga y no ustedes – Se encoje de hombros Francesca.
- ¿Por qué no nos lo dijiste?
- ¡Por qué yo no lo sabía! Es decir, no estoy segura, no sé que es lo que siento ni lo que me pasa, estoy confundida y el que vengan a gritarme no me ayuda
- Lo siento por eso – se disculpa Camila
- Diego siempre ha estado atrás de ti – ella me mira – él solo empezó a hablarme por ti ¿Cómo se supone que debería sentirme?
- Ustedes ahora son amigos
- Sí, pero solo me preguntaba por ti, para saber cómo estabas porque ya no hablaban
- Te utilizó - Susurra Camila. Fran asiente.
- Le grité. Me harté y le grité y ahora dudo mucho que él vuelva a hablarme. Le dije que no tenía la culpa de que tú no te fijaras en él y solo tuvieras ojos para León, que no era justo que solo te viera a ti y no se diera cuenta de lo que estaba perdiendo. Que debería ponerse los pantalones y arreglar sus problemas contigo y que no solo esperara a que yo lo hiciera por él.
- Uy, eso debió dolerle
- Y ahora me arrepiento, solo lo dije porque estaba molesta. Él no querrá hablar conmigo de nuevo
- Alto ahí. No tienes porque arrepentirte. Tenías tus razones para molestarte, te conozco y sé que tú no te enojas por cualquier cosa Fran, él necesitaba que le dijeras todo eso, créeme. Así como te conozco, lo conozco a él y sé que va a buscarte. Sea como sea, ustedes pasaron tiempo juntos y Diego no es un desalmado, va a buscarte porque sabe que lo que le dijiste era cierto – tomo su mano – Lo siento, de verdad, por ponerte en esta situación. Yo no sabía.
- No te disculpes, sólo pasó. No creo que tengas la culpa por gustarle a alguien y que ese alguien no pueda olvidarte. No le diste alas.
- Él solo se lo busco
- Si y yo sola me busque que me gustara. Creo que realmente me gusta.
- Eso no tiene nada de malo Fran. No puedes evitar que alguien te guste y como dice Vilu, él va a buscarte y va a darse cuenta de lo que puede perder y entonces va a suplicar que lo perdones y hagas caso.
- ¿En serio León se dio cuenta antes que ustedes e incluso antes que yo?
- Él es algo nena a veces – reímos.
- Con que no sea nena en otras cosas y zonas - Dice Camila
- Oh, créanme que no tiene nada de nena en ese sentido – Las dos me miran alarmadas - ¿Qué? Oh no, no, no – rio un tanto nerviosa. Es inevitable que imágenes vengan a mi mente – No es lo que se imaginan, bueno no del todo. No he visto su pene si es lo que están pensando
- ¡Violetta! – Gritan las dos alarmadas al unísonido
- ¡Mierda! Díganme que no dije pene
- ¡Lo dijiste otra vez!
- Joder – empiezo a reírme mucho, no puedo evitarlo, la situación es muy vergonzosa. Fran y Camila pronto empiezan a reír conmigo. – Que bochornoso es todo esto – Limpio una lagrima que se me escapo gracias a la risa
- ¿Qué se supone que ha sido todo eso? – Fran ríe
- La pregunta es ¿Qué ha pasado entre León y tú? – Camila alza ambas cejas de forma insinuadora.
- Nada, nada más allá de besuqueo, un muy buen besuqueo debo decir, algo de toqueteo, roces, prendas fuera, ropa interior, unos cuantos chupetones, pero nada más. ¡Lo juro!
- ¿Ropa interior? ¿chupetones? ¡Y dices que no es nada! ¿Quién eres y que le hiciste a Violetta?
- No seas exagerada Fran. A ver esos chupetes.
- No voy a enseñárselos
- ¿Por qué no?
- ¡Estamos en una cafetería Camila!
- ¡No inventes! ¿Pues en donde te los hizo? – pregunta alarmada Fran. Camila rápidamente toma sus cosas y las de Fran, se las da para después tomar mi mano y arrastrarme hacia algún lugar
- ¡Oye no! ¿A dónde me llevas? – Ella no me contesta, solo sigue jalándome y puedo escuchar como Fran nos sigue. Camila abre una puerta y una vez que las tres estamos dentro cierra. Al menos es un baño y no el cuarto del conserje.
- Chupetes, quiero verlos ¡Vamos! Enséñalos. No me obligues a buscarlos por mi cuenta.
- Estas loca Camila. Tan fácil que era que me dijeras que viniéramos hasta acá en lugar de arrastrarme y humi...
- No dramatices – me interrumpen – Los chupetes ¡Ahora!
- ¿Tú también Fran? Solo me maltratan, uste...
- ¡Corre! – Gritan ambas
- Ya voy, ya voy – Comienzo a levantar mi playera hasta retirarla completamente y quedar en sujetador
- Mierda
Ambas tienen los ojos abiertos. Fran se tapa la boca. ¡Por Dios! No es para tanto, son solo unos cuantos chupetes, quizás unos cuatro o cinco, visibles. ¿Recuerdan que había mencionado que los momentos intensos seguían entre nosotros? Bueno, no mentí. Tal vez oculte el pequeño detalle de que cada vez son más fuertes y se acercan al momento en que sea desflorada.
Volteo para verme al espejo que está enfrente de mí para ver las marcas. La situación es esta: Tengo uno justo en el valle de mis pechos, otro en mi pecho derecho exactamente en donde empieza la copa del sujetador, hay uno en el pecho izquierdo pero ese esta junto a mi mandíbula. El cuarto está en el centro de mi abdomen y el quinto visible se encuentra en mi vientre llegando al elástico de mis bragas. Quizás los más recientes son el de mi pecho derecho y vientre.
- Es un animal – susurra Fran. No puedo evitar que eso me cause gracia por dos cosas: La primera porque Fran es como una mamá asustada y alarmada. La segunda, el causante de las marcas literalmente es un animal, bueno, por su nombre.
Lo siguiente que hago es bajar el cierre de mi pantalón. Ellas me ven confundidas, pero entienden a medida que lo bajo. No me apena hacer esto porque me conocen de siempre y esta no sería la primera vez que me vean en ropa interior y la principal razón: un hombre me ha visto de este modo, ha demostrado, de muchas maneras, que le gusta mi cuerpo y eso inevitablemente me ha dado la confianza que no tenía.
Si lo piensas bien, es un poco triste que necesitemos que alguien apruebe nuestro físico para sentirnos bien con nosotras mismas, pero lamentablemente esa es la verdad. Aunque que León adore tu cuerpo, déjenme decirles que no tiene nada de triste.
Bueno, tengo marcas en mis muslos tanto en caras internas, muy cerca de mi zona íntima, como en las caras externas, no son tantos, son como tres, creo. Tengo otro en una de mis piernas. Si, como que León es intenso. No es que tenga mucha experiencia porque él es el primero en muchas cosas, amorosas, sexuales y todo lo que implica un noviazgo, bueno, él es mi primer novio. Pero tampoco soy tonta o ignorante ante las cosas que han pasado y nos han llevado a tener estas marcas en mi piel. Puedo asegurar que León es intenso y apasionado.
- Joder.
- Eso debió doler
- Dolió, pero no era algo en lo que estuviera pensando justo en ese momento, no preste atención en el dolor, así que se puede decir que no
- ¿Te ha visto desnuda? – pregunta Cami viendo los hematomas
- No, sólo en ropa interior
- ¿Y tú a él?
- ¿Qué no les acabo de decir que no he visto su miembro? No, no lo he visto desnudo. Empiezo a creer que si lo veo correré
- ¿Por qué? – pregunta alarmada Fran
- Porque – me acerco a ellas como si fuera a contarles un secreto – Lo he sentido – Susurro. – Y puedo asegurarles que no es pequeño e indefenso – No puedo describir la cara de Francesca en estos momentos. Muerdo mi labio para no reír.
- ¿Qué? – pega el grito.
- ¡Cuenta! – Por supuesto que Cami diría algo como eso.
- La primera vez que paso, fue... - Fran me interrumpe.
- ¿Cómo que la primera vez? ¡¿Pues cuántas han sido?!
- No la interrumpas Fran
- Gracias. Como decía, la primera vez fue el día que tuvimos nuestra primera cita – Comienzo a subir mi pantalón – Después de la cena, León me llevo a su departamento
- Que listo – murmura Fran
- No queríamos separarnos tan pronto, había sido una noche increíble y la estábamos pasando muy bien, así que me invito a ver una película, que claramente no vimos. – Me coloco mi playera
- ¡Detalles, detalles!
- Empezamos con los besos, luego estuve en su regazo y dijo algo como que se moría por quitarme el vestido que después lo hizo, el momento y la situación me llevo a tocarlo por debajo de su camisa que esta terminó afuera y lo próximo que supe fue que estaba llevándome a su recamara y que terminé en su cama debajo de él. Pero paramos. Él me dijo que iba a esperar a que yo estuviera lista y que no quería presionarme y ya sé lo que estás pensando Francesca, que estos chupetones demuestran lo contrario, pero déjame decirte que León nunca ha faltado a su palabra o me ha faltado al respeto. Es él el quien siempre para y hasta me atrevo a decir que yo soy la que no quiere que pare y siga. He descubierto muchas sensaciones nuevas y les juro que son increíbles y que nunca había sentido algo igual.
<<Él me ha demostrado ser un caballero. Estas marcas son cosas de los dos, porque yo he permitido que lo haga y porque me gusta, aunque sea llegar hasta ese punto. Y no, no soy ninfómana o algo por el estilo, es sólo que él es tan lindo, intenso y tiene tanta pasión que disfruto que haga lo que quiera conmigo – rio – bueno, no tan así. Me refiero a que no tengo cabeza para nada, él me hace sentir tan bien. Me trata como si fuera lo mejor que tiene y yo no voy a ser quien se lo impida.
<<Lo amo demasiado, en verdad lo hago, que ya no me importa si es demasiado pronto para hacerlo o no, sólo pienso en vivir el momento y disfrutar cada cosa y momento que paso con él. No les voy a mentir y decir que no tengo miedo, porque lo tengo. Miedo de que todo lo que estoy viviendo no sea cierto, sea una mentira, un sueño e incluso una apuesta de León.
- ¿Le has dicho eso?
- No...
- Bueno, dudo mucho que lo admita – Camila y yo volteamos a verla - ¿Qué? Sólo digo
- No creo que lo sea, no conozco mucho a León, pero he visto cómo te trata y todo lo que nos has contado de él. No se ve que sea esa clase de chico
- Tal vez solo tengas que decirle tus inquietudes y ver cómo reacciona. Yo tampoco creo que hiciera algo así, él es bueno y se ve que te quiere... de muchas formas – No puedo evitar reír.
Sólo sé que espero que cada cosa que he pasado con León sea real y no un sueño. Y si lo es, no quiero despertar nunca.
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