- ¡Por fin!

- Fran baja la voz - dije en un murmuro

- ¡Es que no lo puedo creer! Por fin se dio cuenta de la clase de persona que es Karla

Llegué al Studio en mi horario normal, así que tuve tiempo de contarle a Fran todo lo que había pasado ayer. Estábamos en el salón de canto y como supuse León todavía no llegaba.

- ¡Estuvieron a punto de besarse!

- Franchesca Caviglia juro que si no te callas voy a golpearte

- Deberías estar emocionada en lugar de amenazarme

- Lo estoy, pero alguien podría escucharte

León entro al salón de canto. Traía puestas unas gafas negras. Se detuvo en cuanto vio a Fran

- Emm... ¿Hola? - Su voz estaba ronca

- Hola... Bueno mejor me voy, nos vemos al rato Vilu - le dio una última mirada a León, me guiñó el ojo discretamente y después de verme rodear los ojos, se fue. León me miraba con el ceño fruncido. Fue un momento un poco raro.

- ¿Cómo te fue con la resaca? - dejo de fruncir el ceño, cerró la puerta y se acercó a la mesa que estaba a un lado de mí. Se quito las gafas - Veo que nada bien - tenía unas enormes bolsas negras debajo de los ojos, ojeras, y estos los tenía un poco rojos e irritados.

- Me duele todo ¿Por qué dejaste que me emborrachara así? - bromeó - Juro que no quiero ingerir otra gota de alcohol, bueno no de esa manera. Linda tu nota

- ¿Hiciste lo que decía?

- Sí, gracias por la pastilla. Yo no hubiera podido encontrarla con el dolor de cabeza que traía encima

- Denada

- También gracias por ordenar todo el desastre que hice. Y perdón, no me hubiera gustado que me vieras así, en ese estado

- No te preocupes, yo entiendo.

- Gracias por acompañarme en todo esto - seguido de eso me envolvió entre sus brazos. Bajo un poco y puso su rostro en el cuenco de mi cuello. Rodeé su cintura con mis brazos. Amaba poder tener esta cercanía con él. Era todo lo que necesitaba. Lo que necesitábamos.

- ¿Ella? ¿Me dejaste por ella? ¡Como pudiste cambiarme por alguien así!

En cuanto escuche su voz supe quien era. León y yo nos separamos para poder verla. Karla estaba de pie en el marco de la puerta, viéndome de una manera extraña.

- No te atrevas a insultarla ¿Me oíste? No seas sinica. Sabes perfectamente bien porque te dejé.

- Tenemos que hablar León. Solos. Vamos a otro lugar. - se acercó a él pero León la detuvo

- No, no tenemos que hablar. Lo que tenía que decirte ya lo hice

- Pero yo no he hablado, no me dejaste hablar

- ¿Y que me vas a decir? ¿Mentiras, como lo has hecho todo este tiempo? No gracias. Estoy cansado de todo esto, Karla

- ¿Ya no me quieres? - sentía unas enormes ganas de arañar su bonita falda de zorra. Sobraba una vez más en la escena.

- Ese siempre fue el problema. Te quise mucho, tanto que no me di cuenta de las porquerías que estabas haciendo. Ahora mismo te despreció

- No puedes hablarme así León. Nos queríamos mucho - se acercó un poco más, León se movió.

- Nos, tu lo dijiste, nos queríamos. Pero realmente tu no me quisiste. Quien quiere no es capaz de hacer algo así

- León...

- No te me acerques. Te quiero lejos de mí Karla. Y de Violetta. - ella me miró - si te atreves a hacerle daño no me voy a apiadar de ti y es enserio. Ella no tiene nada que ver en esto. Ya perdí a mis amigos por tu culpa, lo mínimo que puedes hacer es dejarme en paz - se acercó a la puerta y la mantuvo abierta para ella - ¿Nos puedes dejar solos por favor? Tenemos trabajo que hacer - Karla salió enojada. La pusieron en su lugar y no le gusto para nada.

(...)

"-Nunca nada sucede como imaginas que lo hará
-Sí, eso es cierto. Pero por otro lado, si no imaginas, nunca pasa nada en absoluto"

Me encontraba en uno de los jardines que había alrededor del Studio. Mi espalda estaba recargada en el tronco de un árbol. Sobre mis piernas estaba mi libro "Ciudades de papel". Subrayé esa frase que tenía que ver justo con lo que me estaba pasando ahora.

León y yo.

Jamás me imagine que pasaría esto con León, nuestro acercamiento, nuestra amistad. Nunca me paso por la cabeza que él fuera tan abierto, divertido, inteligente, talentoso, amable, lindo. Yo tenía una idea. Pero como siempre ganaban los estereotipos y los prejuicios. Pensaba que León era alguien engreído por ser popular. Que no se rebajaría para hablar conmigo. Y ya ven, fue todo lo contrario.

Quedaba un mes para la presentación. Aún no teníamos la coreografía del baile, pero teníamos la canción y todo iba bien. También faltaba ensayar la canción en cuanto a la presentación. Como lo íbamos a hacer y esas cosas.

León y yo éramos muy buenos amigos ahora. Fue increíble la manera en que empezamos a acercarnos y lo seguimos haciendo. Aunque yo quisiera que todo fuera más rápido entre nosotros tenía que tener paciencia. Tiempo. Hace falta tiempo. Poco a poco todo se va acomodando entre nosotros.

Él solo me tenía a mí y a Fede. Todos sus demás amigos trataron de acercarse a él para pedirle disculpas por lo que pasó con Karla, pero él siempre los rechazó. Ya no quería seguir fingiendo algo que no era.

Lo acerque un poco a mis amigas. Era inevitable que no lo hiciera porque también Fede lo acercaría tarde o temprano. Él y Camila tenían un tipo de relación. Salían a citas, estaban conociéndose e incluso ya se habían besado en dos ocasiones, pero aún no lo formalizaban.

Mientras tanto Franchesca no decía nada acerca de algún chico. Siempre ha sido reserva en esas cosas. Pero yo sé que alguien le gusta. Solo no lo dice.

Diego ha tratado de dejar las cosas en paz conmigo. Hace una semana fue la última vez que intento algo, pero hace poco nos dio la noticia de que iba a salir con su vecina. Un poco raro pero estoy feliz por él.

León como siempre ha sido muy cariñoso conmigo. Siempre esta tomando mis manos entre las suyas, abrazándome por logros o por lo que sea, siempre se despide de mí con un beso en la mejilla que siento que dura minutos. Son maravillosos. Siempre estamos mandándonos mensajes de texto. Él es el de la iniciativa, yo aún no me atrevo a hacerlo. Sigo siendo algo penosa.
Tuvimos una segunda vez de casi beso. Fue intenso. Y más porque él ya no estaba borracho.

Es increíble como de pronto la confianza llego a mí. Me siento alguien realmente segura. Hago y pienso cosas que jamás imagine que podría hacer. Todo se lo debo a León.

Sin darme cuenta, León estaba sentándose delante de mí dándome la espalda.

- ¿Qué haces? - no pude evitar reír. Era tan extrañamente loco. Me divertía.

- Estoy sentándome adelante de ti ¿No ves? - seguía dándome la espalda

- Sí pero ¿por qué así? Date la vuelta, no puedo verte ni hablar contigo así. - negó con la cabeza. Reí - ¡Vamos León! Voltea

- No

- ¿Por qué no? - estaba realmente divertida

- Si mi memoria no me falla, recuerdo que la segunda... ¿Segunda? Bueno, según yo sí fue la segunda.

- ¿La segunda que?

- No me dejas terminar de hablar. ¿Así como quieres? Bueno, la segunda vez que hablamos en el salón, tú me hiciste una oferta muy tentadora

- ¿Yo? ¿Cuál? - ahora me sentía confundida. Giro un poco para verme. Me sonrió.

- Dijiste algo como: "Si alguna vez quieres volver a hablar, ya sabes, estoy detrás de ti" - trato de imitar mi voz, obviamente le salió pésimo pero hizo que soltará una carcajada - Espero que siga en pie esa oferta

- Claro que sí. Pero sabes que puedes hablar conmigo cuando quieras, no tienes que hacer esto

- Por eso me agradas - me guiño un ojo - pero era para darle más amor a la escena.

- Ya veo

- ¿Funcionó?

- Por supuesto, es lindo que lo recuerdes. Gracias.

- Eso es lo que trataba de demostrar querida Viluncia - reí. Era raro que me dijera así fuera de los mensajes de texto.

- ¿Y? ¿De que quiere hablar señor Leoncio?

- Mm.. Señor... Me siento viejo justo ahora - Se acomodo de modo que ahora ya estaba frente a mí y podía verlo completamente - Del tema que ahora me desagrada demasiado

- ¿Popo? - soltó una carcajada

- Eso me desagrada, pero sobre algo que es muy parecido a la mierda

- Mm.. ¿Karla?

- ¡Bingo! - reí

- ¿Está acosándote otra vez pequeño León?

- Sí. Y no es agradable. De verdad no sé como pude andar con alguien como ella. Es desesperante.

- Aún recuerdo tu borrachera por ella

- Fue lo peor que he hecho. No lo valía.

- Pero la querías mucho. Es justificable

- Puede ser. Pero ahora quiero quitármela de encima

- ¿Qué ha pasado ahora?

- Estaba tranquilamente en mi locker y la loca se me abalanzó. Me hizo un teatrito porque quiere que volvamos. Estuvo a punto de besarme si yo no la paraba.

- ¡Que zorra!

- Lo sé

- ¿Sabes? Justo ahora me da pena

- A mí igual. Debe seguir con su vida. Dejarme en paz de una vez por todas.

- Después de que terminaron su popularidad decayó. Todos en el Studio se enteraron de lo que hizo. Esta buscándote porque quiere la atención de antes. Va a tratar de llamar la tuya a como de lugar

- Tienes toda la razón. Es que soy un encanto. Me necesitan para salir de su oyó - dijo en forma de juego

- Si lo dices por mí, también tienes razón. Desde que hablo contigo parece que existo para todos

- No digas eso, yo no me refería a ti. Tú lo haz logrado sola.

- Sé que no te referías a mí, pero también tiene algo que ver. Gracias a ti tengo confianza y lo sabes.

- Yo sólo te di un empujoncito, solo eso. El crédito es todo tuyo.

- Como sea, tengo un montón de cosas que agradecerte.

- Ya lo harás después - se sentó a mi lado - Ciudades de papel - dijo viendo el libro que seguía en mi regazo - Buenas frases y principio de la historia. Sinceramente el final no me gustó. Me parece que el final arruina todo.

- ¿Ya lo leíste?

- Por supuesto que sí. No sé porque lo estás leyendo hasta ahora.

- No soy muy fanática de John Green. Sus historias no me agradan demasiado. Son buenas, pero no me agradan.

- A mí tampoco. Es buen escritor y todo, pero sus historias son tristes y me estresan. Con este libro quise aventar todo. ¿Qué es eso de que al final...

- ¡Calla! ¡No spoilers! Los odio - dije cortándolo

- Bien, no te spoileo

- León

- ¿Sí?

- Definitivamente eres un encanto - me sonrió para después pasar su brazo sobre mis hombros acercándome a su cuerpo.

- ¿Te he dicho lo mucho que me agradas? - negué con la cabeza - pues lo haces. Mucho.

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Capítulo 22 recién hecho para ustedes. Como siempre, espero que les haya gustado.

Les pido que tengan paciencia para que empiece leonetta formalmente. Ya va empezando, y tiene que ser de a poco porque si no sería ilógico que de un día para otro León este enamorado de Violetta. Les prometo que la espera será recompensada con muchos y lindos momentos leonetta.

Tengo una pregunta: ¿Cuántos años tienen mis queridas lectoras?
Yo tengo 15 años ;)

Respondan, comenten y voten que siempre es gratis. Lol.

Hasta el prox. Cap.