Me tense. Empecé a hiperventilarme. Mi corazón latía muy fuerte contra mi pecho que sentí que podría salirse.

Sus dos palabras retumbaban en mi cabeza.

"Te Quiero"

No podía ser así. León estaba borracho. No sabía lo que decía. En cuanto reaccione en cuanto a su estado, me relaje.

Dicen que los borrachos siempre dicen la verdad pero estamos hablando acerca de León queriéndome. Es una total mentira.

Sus brazos seguían alrededor de mi cintura. Con cuidado me volteé a verlo. Estaba demasiado cerca y no quería que pasará un accidente.

Sus ojos estaban un poco dilatos y rojos, señal de las lágrimas que había derramado. Su boca estaba entre abierta y por ella salía un aroma a alcohol. Eso me recordó que León estaba inconsciente.

- Vamos a rebajarte la borrachera - Intente zafarme de su agarre, empuje sus brazos de mi cintura pero el los presiono más a mi alrededor - León, necesito terminar el café, por favor, suéltame

- ¿Por qué todas se alejan? ¿Por qué quieren dejarme? - su voz estaba entre cortada. Iba a llorar otra vez. Dios. Aquí vamos de nuevo - Nadie me quiere - soltó un sollozo, recargo su cabeza en mi hombro y empezó a llorar. Tenía que dejar que se desahogara.

Cuando termino de llorar pude alejarlo de mí. Termine de hacer su café y se lo lleve a León que estaba en la sala, sentado en su sofá con la mirada pérdida.

- Toma, te sentirás mejor

- No creo que nada me haga sentir mejor, pero gracias - tomo su café. Cuando termino se veía un poco mejor, pero la borrachera todavía la tenía encima. Decidí que era el momento para irme y que León descansara.

- Ven - pase su brazo alrededor de mis hombros - Necesitas dormir. Vamos León, coopera - apoyó algo de su peso en mí y se puso de pie. Caminamos hasta su habitación.

Abrí la puerta con un poco de trabajo. Busqué con la mirada la cama. Era una cama enorme en medio de la habitación. No me fije en detalles, ni siquiera observe como era el cuarto solo quería dejar a León en la cama. Su peso empezaba a ser más.

Como pudimos llegamos. Ayude a León a sentarse en el borde de esta. En cuanto quite su brazo de mis hombros se fue para atrás y cayo de espaldas sobre el colchón.

- El techo es bonito - solté una risilla

- Sí León, es muy bonito - empecé a desenredar las agujetas de sus botas

- Wow. Calmada mujer, apenas estamos empezando y ya empiezas a desnudarme. Sé que soy irresistible pero controla tus hormonas - en su voz estaba, su ya tan típico, tono divertido

- Eres un tonto

- Un tonto que te vuelve loca

Touché.

León seguía viendo el techo mientras le quitaba la segunda bota.

- No tienes idea de cuanto - traté que mi voz sonará lo más sarcástica posible. Aunque lo que acababa de decir obviamente era verdad.

- Ven nena, vamos a saciarnos

- Por favor León, estás borracho. Tenemos un vida juntos por delante, no te adelantes - Bromeé. Estaba de pie mirándolo. Levantó la cabeza para mirarme.

- Eso me agrada, cariño

- A mi también - Tome sus dos piernas envueltas en su pantalón para girarlo y que quedará mejor acomodado sobre la cama.

- Termina con lo que empezaste, nena. Desnúdame - su tono seguía siendo divertido. Se estaba burlando.

- Lo siento, pero hoy no tendrás tanta suerte - me acerqué a la puerta de su habitación

- ¿Ya te vas? ¿Sin despedirte? Que fea eres

- Ahora vuelvo - Fui hacia la cocina a buscar una pastilla para la resaca que seguramente le pegará duro a León mañana cuando despierte. Había visto medicamentos en la alacena cuando busque el café.

Fui por mi bolso y saque una hoja y un bolígrafo para escribirle una nota.

"Feliz Resaca. No pierdas la cabeza y por favor, date una ducha y lávate la boca antes de salir.

Sabes que te quiero. Es por tu bien ;)

-Viluncia"

Regresé a la habitación de León. Seguía acostado en la cama, solo que ahora llevaba un pantalón de chandal gris y una musculosa negra. Sus brazos bien torneados estaban a la vista.

Control Violetta, control.

Lo dejé solo cinco minutos y ya estaba cambiado. ¿Cómo hizo eso?
Malditos hombres. No tardan nada en saber que ponerse y menos en cambiarse. Son tan rápidos.

- ¿Ya bajo la borrachera?

- ¿Eres mi mamá? - las palabras le salieron "atropelladas" Le seguía costando trabajo hablar bien. - Estoy mal, no sé ni lo que digo.

Me acerqué a su mesita de noche en donde tenía una jarra con agua. Dejé la nota que escribí antes y la pastilla encima.

León se giro a mí y en un intento por alcanzarme para, supongo, abrazarme, cayó de cara al suelo. La alfombra amortiguo la caída.

- Me caí - empezó a reírse y después yo hice lo mismo. Ayude a levantarlo con cuidado de no caer encima de él pero fallé.

Quede encima de él. Seguimos riendo hasta que León paro. Sus ojos penetraban los míos. La cercanía era demasiada. Su pecho estaba pegado al mío y podía sentir como subía y bajaba. Mi corazón al igual que mi respiración, se agitaron.

- ¿Te he dicho alguna vez que tus ojos son hermosos? - estaba nerviosa. Muy nerviosa. Negué con lentitud. - Pues lo son.

Esta borracho. No piensa con claridad. No sudes, ahora no.

Su mirada bajo a mis labios. Instintivamente yo mire los suyos. Estaban entre abiertos y el aliento a alcohol seguía ahí. Mordí mi labio inferior en forma de nerviosismo.

- No hagas eso por favor - Su aliento fue como una caricia para mi rostro. Se escuchaba un poco más despierto.

- ¿Qué cosa?

- Morder tu labio - Fue como si me invitara a hacerlo. Sin pensarlo, mordí mi labio. Su mirada se dilato y sentí su cuerpo tensarse debajo del mío.

Con un pulgar acarició mi rostro. Su aliento estaba cada vez más cerca. Iba a besarme.

De verdad lo quería. Quería ese beso más que nada. Quería que mi primer beso fuera con León.

Lo sé. Que patética. A sus 17 años y no ha dado su primer beso. ¿Pues que les digo? No ha pasado porque de alguna forma sé que espere para que León me lo diera. Albergue esa idea por tantos años. Y ahora que va a pasar, no puedo hacerlo.

León esta borracho, no sabe lo que hace, mañana no recordará nada de lo sucedido y si pasara con él, por lo menos quisiera que lo recuerde y que este consciente de lo que hace.

Cerré los ojos y suspire para después alejarme. Me puse de pie y con su ayuda logré levantarlo y volver a acomodarlo sobre la cama. Vaya forma de interrumpir un beso.

- Tengo que irme - Asintió con la cabeza

- Gracias por todo.

- No es nada. No mueras - bromeé - vas a estar bien - me acerqué a la cama para abrazarlo. Me rodeo con sus brazos.

- Ahora sé que sí - hipeo - Lo siento

- Eres un asqueroso - reí - Te perdono. Nos vemos mañana - Me alejé de él para darle un beso en la mejilla pero fui un poco más atrevida y se lo di en la comisura de los labios.

No tuve mi primer beso pero algo es algo ¿No?

Me alejé de él. Caminé hacia la puerta de la habitación.

- Violetta ¿Soy un campeón? - reí. Él quería escuchar que era un campeón. Después de todo por lo que paso el día de hoy se merecía que le dijera lo que quería escuchar. Volteé a verlo.

- Eres un campeón - Vi como sonrió, recargo su cabeza en la almohada y cerró los ojos. Quedó profundamente dormido. Con una sonrisa cerré la puerta de su habitación.

En la sala recogí los pedazos de las cosas que rompió. Me encontré un portarretratos destrozado. Tenía una foto de León con Karla. León la abrazaba, tenía una enorme sonrisa, mientras que ella sonreía con los labios sellados. Contuve las ganas de arrugar la fotografía. Aún no puedo creer como alguien puede ser tan hipócrita y jugar con los sentimientos de una persona tan linda como lo es León. Deje la foto sobre un mueble cercano. León sabrá que hacer con ella.

Trate de ordenar los muebles y demás cosas. Cuando creí que las cosas en la sala estaban organizadas, tome mi bolso y salí de su departamento. Salí del ascensor y el portero me saludo. Aún no era noche, el sol estaba a punto de esconderse. Pase parte de la mañana y la tarde con León. Pedí un taxi para llegar a casa.

Tenía muchas cosas que pensar. Detalles y momentos para recordar.

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Hola de nuevo!
Antes que nada quiero disculparme por no haber subido capítulo hasta ahora.

El fin de semana pasado (01 de Noviembre) como sabrán *Sé que lo saben porque leí sus comentarios sobres que llorarían conmigo* termino el ViolettaLive y los chicos tomaron sus propios caminos. El final definitivo.
No subí porque sinceramente me sentía muy mal y no tenía inspiración.

"Todo lo bueno tiene que acabar" Y desgraciadamente nos paso. Igual estoy feliz por todo lo que se viene para cada uno de los chicos del elenco. Siempre serán una familia. Siempre serán los Violettos.

Las invito a que vean el vídeo que hice con mucho esfuerzo. Es recordando algunas de las cosas que pasamos estos años. Soy una masoquista.

Como siempre... Hasta el próximo capítulo ;)

Comenten y voten. Es gratis.