08
Mi mente estaba en blanco no sabia que pensar o que hacer, no entendía la reacción de Jae, quien era la chica que estaba a mi lado y por qué llamaba al chico con otro nombre.
-Logan!!!- escuche una vez mas ese nombre salir de la boca de unos niños, el mencionado volteo a su dirección y con una sonrisa alegre se les acerco para jugar con ellos.
-lo conoces?- volvió a preguntar la chica quien parecía ser una doctora del hospital, reaccione y conteste con la cabeza un "Si".
-Hola, yo soy Kristian, soy doctora en este hospital, te gustaría dar un paseo mientras hablamos?-pregunto amable como lo había hecho desde que había llegado.
-claro- comenzamos a caminar en dirección opuesta a la que esta Jae, voltee una ultima vez para poder verlo, el también estaba viendo a mi dirección, entonces me regalo una sonrisa, me sentía mas tranquila con ese gesto.
-Logan llego al hospital hace dos años, un grupo de personas lo encontraron inconsciente cerca de la entrada al pueblo, cuando llego estaba muy mal, hicimos todo lo posible, Logan estuvo en estado de coma durante tres meses, cuando despertó no recordaba nada, las personas que lo habían traído no habían encontrado nada junto a el, algo que nos dijera quien es y de donde viene, tratamos de buscar en algunas ciudades cercanas pero en nuestra situación era un poco difícil, me alegra de que haya aparecido alguien que lo conozca, alguien que sabe sobre su vida, aunque el no lo diga ha sido difícil para Logan vivir de esta forma, un lugar que no conoce y sin recordar nada de su vida-
La doctora me explico la situación de Jae, quería correr a el y abrazarlo para nunca soltarlo pero me contuve, todo este tiempo pensaba que nosotros estábamos sufriendo mucho pero Jaeson estaba en una situación incluso peor, en medio de personas que no conocía sin saber quien era él mismo, las lagrimas seguían su camino en silencio por mi rostro.
-aun no recuerda nada?- me atreví a preguntar aunque fuera obvia la pregunta.
-así es, en otros casos el paciente puede llegar a recordar sólo pero en este caso necesitábamos alguien que lo hiciera recordar, así que fue difícil para todos.
-entiendo- a lo lejos pude ver a Jae acercándose, me limpie las lagrimas rápidamente, no quería que el me viera de esa forma.
-todo bien?- pregunto llegando junto a nosotras, quería decirle algo pero las palabras no venían a mi, me quede completamente muda cuando mi mirada cayo sobre las manos entrelazadas de Jae y Kristian.
-Logan tengo buenas noticias para ti, hay alguien que te conoce- Kristian estaba feliz por el chico- que tonta yo, no te pregunte como te llamas.
-Jae- conteste, ellos parecieron no entenderme- no es Logan, es Jaeson yo solía llamarlo Jae- dije saliendo de mi trance.
-Jaeson, me gusta ese nombre, que tal si te llamamos de esa forma desde ahora?- los chicos estaban bromeando pero ninguno se percataba del dolor que estaba sintiendo la chica que tenían enfrente, o eso le parecía a ella.
-y tu nombre?- pregunto esta vez Jae.
-Sarah- dijo tratando de no hacer notar su dolor.
-bonito nombre- dijo regalandole una sonrisa- me gustaría hablar contigo un poco mas si no tienes ninguno compromiso.
-claro, pero es un poco tarde, estoy un poco cansada, te parece si quedamos para mañana?.
-claro, no te preocupes, puedes darme tu contacto?- Jae estaba sacando su teléfono para poder anotar el numero, pero la chica saco su tarjeta de negocios y se lo entrego.
-tengo que irme, no vemos luego- dicho esto Sarah se retiro del lugar, cada segundo ahí se le dificultaba respirar, quería estar en un lugar a solas y llorar con ganas, sacarlo todo y comenzar desde cero con un nuevo mañana, pero antes de entrar a su propia burbuja para desahogarse recordó llamar a la madre de Jae, y darle esa grandiosa noticia.
-no estas jugando cierto?- pregunto una vez mas la madre, no podía creer lo que sus oídos escuchaban, todos estaban reunidos en el salón a petición de Sarah, todos habían escuchado la grandiosa noticia y todos lloraban por ella, la joven solo le había contado parte de lo que había pasado, obviamente omitiendo la parte mas dolorosa para ella.
-iré mañana mismo a buscarlo- dijo el hermano mayor.
-no es necesario, hablare con el mañana, y lo convenceré de que venga conmigo, no queremos asustarlo, hemos esperado tanto tengamos un poco mas de paciencia si?.
-tienes razón, estoy muy feliz y no se que hacer.
-hija, se que traerás a mi hijo de vuelta, suerte y cuídense si?- hablo el padre para luego despedir a la chica.
Al día siguiente los dos jóvenes se encontraron, estuvieron hablando por horas, ella le contaba algunas cosas de él, le enseño la foto familiar y le hablo sobre ellos y cómo lo estaba esperando en casa, aunque el chico quería conocer a la familia aun dudaba un poco, pero al final acepto ir pero solo por un tiempo, la chica le hablo muy poco sobre ellos, trataba de omitir esas partes pero al final el chico curioso le pregunto.
-me has contado tanto pero aun no me has dicho que relación tenemos tu y yo.
Sarah no quería mentir pero tampoco quería decir lo que eran en realidad, no después de ver que su amado estaba feliz incluso junto a alguien mas que no fuera ella.
-Buenos, mejores e inseparables amigos, nos conocemos desde pequeños así que también soy tu amiga de la infancia.
-amigos eternos- dijo el chico sonriendo, aunque eso le dolió a Sarah por otra parte estaba feliz, por lo menos podía permanecer a su lado como su amiga eterna.
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Abrí mis ojos aunque fuera un poco difícil, todo a mi alrededor era blanco, podía escuchar un sonido extraño lejano, me dolía la cabeza y no podía entender nada, cerré y volví a abrir los ojos varias veces, escuche unos pasos acercarse, dirigí mi mirada hacia ese lado, un hombre algo mayor se acerco, y detrás de él habían algunos jóvenes.
-como te sientes?- pregunto mientras me revisaba con la mirada.
-me duele la cabeza- logre decir.
-es normal, te duele algo mas?- no me había percatado del dolor en otras partes de mi cuerpo hasta que me preguntaron, le indique al hombre quien era un doctor lo que me dolía.
Después de unos chequeo y mas entendí que había tenido un accidente y ahora estaba en el hospital, pero el dolor y las molestias desaparecieron cuando me preguntaron mi nombre, quien era y de donde venia pero no pude responder ninguna de las preguntas, el doctor dijo que había perdido la memoria y que lo mas probable era que fuera algo temporal, me angustiaba el hecho de no recordar nada.
Entre los doctores aprendices había una doctora, dijo que se llamaba Kristian, era muy amable, con el tiempo nos habíamos acercado mucho y ahora eramos amigos, ella me ayudaba con mis terapias y me acompañaba en su tiempo libre para que no me aburriera solo, incluso me había regalado un nombre Logan, con el pasar del tiempo hice mas amigos y conocidos, ya me habían dado de alta pero no tenia donde ir, con ayuda de Kristian pude conseguir un pequeño cuarto en el hospital en el que vivía, también conseguí un trabajo a medio tiempo para poder mantenerme, no podía permitir que me pagaran todos mis gastos, después del trabajo ayudaba en el hospital a cuidar de los niños y jugar con ellos, el tiempo se fue volando y sin darme cuenta ya habían pasado dos años, aun no recordaba mi vida, aveces tenia sueños e imágenes aparecían en mi cabeza pero no estaba seguro si eran recuerdos o solo ilusiones, extrañaba a mi familia incluso sin saber si tenia o no una, aunque mi mente no recordara nada, mi corazón me gritaba que había alguien esperando mi regreso en alguna parte del mundo.
la amistad entre Kristian y yo había avanzado mucho, los conocidos del hospital nos molestaban a los dos, era cierto que me sentía cómodo con ella, podía hablar libremente con ella sin preocupaciones, pero nunca llegue a sentir algo mas que una bonita amistad, era como si mi corazón ya pertenecía a alguien mas y era completamente fiel a esa persona, pensé en Kristian, ella lo había dado todo por mi le explique lo que sentía, y como siempre entendió, solo me pidió permitirle estar a su lado y yo no me rehúse, después de todo era a la que mejor conocía de entre las personas del pueblo.
Un día como cualquier otro estaba caminando por los solitarios pasillos del hospital cuando vi a una chica parada frente a mi, no parecía del lugar, y tampoco un paciente, nuestras miradas se encontraron, una sensación extraña recorrió mi cuerpo y no paso tanto tiempo cuando sentí a aquella chica abrazándome tan fuerte, como una niña chiquita abrazando a su oso de peluche con miedo a que se lo quiten, yo estaba confundido, ella estaba confundida y no dejaba de llorar, Kristian llego a mi salvación.
Resulto ser alguien que me conocía, me emocione estaba feliz, alguien que me conocía me podía hablar de mi familia y mi vida, quería preguntar tantas cosas pero ella seguía con los ojos aguosos y dijo estar cansada así que me contuve y la deje ir, al final había prometido hablarme al día siguiente, lo que yo no sabia en ese momento era que la imagen de esos ojos buscando los míos y esa extraña sensación al tenerla cerca de mi no me dejarían dormir toda la noche.
A la mañana siguiente estuvimos hablando por horas, noté que estaba evitando hablarme sobre ella así que le pregunte directo, su respuesta estaba combinada con tristeza, dijo que eramos amigos, amigos eternos en pocas palabras.
No se exactamente que me estaba pasando pero antes quería recuperar mis recuerdos para saber de mi vida, pero ahora quiero recordar para saber exactamente que papel jugaba mi amiga eterna en mi vida, y cada vez me convencía mas de querer hacerlo cuando sus labios decían una cosa pero sus ojos otra.....
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