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11.

A chofiimartinez porque ambas compartimos un amor por James Sirius.

29 de Octubre de 2021

"Me encontraba de rodillas con las manos atadas, el dolor inundaba mi espalda. Giré mi vista a un lado y allí estaba James con el rostro golpeado, a su lado mis padres casi idos de mente por completo. Delphini se hallaba impaciente por algo que yo misma desconocía.

"Lo haré, lo haré, sólo libera a mis padres."
No parecía querer razonar.
"He esperado suficiente, niña estúpida"

En unos segundos ambos caían al suelo por la maldición asesina."

Una nueva pesadilla sin explicación hizo que despertara muy agitada, deseaba con el corazón no haber gritado demasiado esta vez. Octubre ya estaba por terminar, los sueños malos habían sido un enorme problema estas últimas semanas. Bien dicen que la víspera de Halloween es aterradora, tal vez era sólo eso y mi cerebro tratara de expresarlo de aquella forma cruel.

—Diana, ¿estás bien? —Tocaron la puerta de mi habitación dos veces, no podía responder, solo quería que todo esto acabara. La sensación de alerta que tenía en ese sueño seguía presente en mí como si acabara de suceder en realidad.

Al quinto golpe sin respuesta abrieron la puerta, el chico que apareció por ella parecía más que preocupado.

—Tuviste otra pesadilla sobre ellos ¿no es así? —asentí para confirmar, James se quedó en el marco de la puerta ya que el encantamiento que tenía mi habitación no le permitía pasar. Así habían sido los últimos días, yo soñando con mis padres y él despertando para acompañarme hasta que pudiera dormir de nuevo.

—Tengo miedo, esta se sintió más real que de costumbre —mencioné en un hilo de voz, recordé que la pesadilla también involucraba a James. Sentía genuina preocupación.

Relajó el rostro y me llamó para que fuera hacia él. A duras penas me levanté de la cama, aferrándome a una almohada pero caminando con seguridad hacia donde estaba.

—Tranquila, todo estará bien —Me sentó en el sillón de la pequeña sala de estar y abrazó cómo de costumbre.

¿Por qué hacía más difícil todo esto de alejarme de él?

Porque ese plan se fue al tacho la noche en la que estuvieron juntos, Diana.

Acepté el abrazo la primera vez solo porque lo necesitaba, además no podía salir de la torre a las dos de la madrugada a buscar a Elaia. Después de ello no hubo vuelta atrás, el calor y la tranquilidad que me brindaba eran todo lo que hacía falta para calmar mis pesadillas.

—¿Y si nunca los vuelvo a ver?

—Ellos estarán bien, mi papá está buscándolos por cielo, mar y tierra. Además, la academia de aurores estos últimos años se ha fortalecido, tiene el mejor equipo encargado de su búsqueda —susurró a mi oído —, él los encontrará cómo lo hizo con mi hermano y Scorpius.

—Pero ya ha pasado más de un mes y aún no hay nada de información sobre ellos ¿Y si Delphini les hizo algo? —se separó ligeramente del abrazo y negó firme.

—No pienses en eso, Diana, los encontrarán y estarás con ellos de nuevo —me dió una ligera sonrisa pasando su pulgar por mi mejilla —. Además, aún está pendiente la cena que me ofreció la señora Victoria.

Sonreí al recordar el inicio de las vacaciones de navidad en sexto año, cuando todo entre nosotros estaba bien. Mis padres conocieron de forma oficial a James —que casualmente ese día parecía ser el ser más educado de la tierra — en la estación de tren. Como era costumbre, fue mi madre la que lo invitó a casa a cenar algún día.

—No pararon de hablar de ti el resto de la semana en casa —recordé —, hasta a mi hermana le dió curiosidad conocerte.

—¿Tanto así? —se oía halagado —. No era para menos, soy espectacular.

Rodé los ojos.

—De verdad tienes el ego en las nubes —arrugué la nariz con falso desagrado —. A veces me pregunto ¿de dónde lo sacaste?

Encendió la chimenea y se recostó en el sillón aún más.

—La gente dice que de mi abuelo paterno, aunque no lo conocí en persona, desde pequeño veían gran parte de él en mí tanto en el físico como en el comportamiento —se alzó de hombros —. Hubo un tiempo en el que amaba la comparación por las bromas y travesuras con sus amigos, pero después puso mucha carga en mis hombros. Es alguien a quien admiro demasiado, pero no soy él aunque tengamos más cosas en común de las que quiera admitir. Supongo qué aunque me esfuerce por no hacerlo cumplí parte de la "maldición Potter".

—¿Maldición Potter? —arrugué el entrecejo.

—Es un rumor que la gente corrió sobre mi familia desde la antigüedad, si quieres saber hasta lo hice rimar a mi manera —reclinó la cabeza para atrás y empezó a recitar con los ojos cerrados como si se tratara de un poema —. Todo Potter varón el cabello indomable tendrá, ojos que su madre le heredará, ceguera extrema a cierta edad obtendrá, y al final...

Hizo una pausa de pronto.

—¿Y al final qué? —pregunté divertida, lo oí suspirar.

Y al final, de una pelirroja se va a enamorar —levantó una ceja divertido —. Albus es un suertudo, o tal vez no, tiene los ojos de mi padre después de todo. Igual ninguno de los dos completamos la dichosa maldición.

Se acarició el cabello despeinado.

—¿Qué te falta para cumplir la maldición, entonces? —consulté algo tímida por lo que iba a responder por lo que dijo en la torre semanas atrás.

"Yo estaba enamorado de ti"

¿Quieres que te quiera otra vez, Diana?

Sí conciencia, aún quiero que él me quiera y todo sea cómo antes.

—La ceguera por supuesto, mis bellos ojos están muy saludables y lo seguirán estando por mucho más tiempo —respondió con obviedad, quedé petrificada, aunque pareció que lo había soltado por accidente siguió hablando —. Cuando me dijeron lo de las pelirrojas en primer año, me hice una promesa a mí mismo.

Sentí el calor subir por mi rostro.

—¿Y qué te prometiste? —lo vi levantar las cejas unos instantes pero no dudó en contestar.

—Yo sería el primer Potter en romper ese rumor. Lo evité con éxito hasta tercer año, pero cuando mis amigos lo notaron renuncié a ese plan de negar mis sentimientos —crucé una mirada de añoranza con él —. No quería caer en la maldición de los Potter, yo no planeaba enamorarme de una pelirroja hasta que te conocí.

—James yo...

Nunca había sido buena en expresarme por otro medio que no fueran mis diarios, así que cuando me lo dijo habían rastros grandes de escepticismo en mi respuesta. De cualquier forma el chico no se veía molesto o decepcionado, me conocía lo suficiente como para tomar las cosas personales.

—No tienes la obligación de decir algo, Diana —sonrió ligeramente y dió un bostezo —. Creo que lo mejor será volver a la cama. Descansa.

—Si tan solo me confesarás porqué besaste a Jacqueline, yo...—dudé en continuar. Él se detuvo.

Lo sé, quería olvidar a James, pero para hacerlo tenía que cerrar por fin el único tema que me unía a él.

—Jamás te haría daño, mis sentimientos por ti nunca fueron un juego —respondió con la expresión preocupada —, pero no puedo decir más aunque quiera.

—¿A qué te refieres, Potter? —fruncí el ceño.

—Es Dax, él no es lo que parece.

—¿Qué tiene que ver en esto? —negó con cierto temor —¿Él hizo algo?

No dijo nada, sin embargo antes de entrar a su habitación me miró suplicante. Quedé sola y confundida frente a la chimenea pensando en hablar con Dax al día siguiente, cosa que no sería tan fácil.

[...]

30 de octubre de 2021

—¡Espera, Dax! —el muchacho se detuvo ante mi intento de hablarle en los pasillos. Su túnica escarlata ya no estaba tan impecable como siempre y eso me pareció extraño —. No huyas de mí.

—Pero miren quién se ha dignado en volver a dirigirme la palabra, Diana Gryffin ¿qué necesitas? —se oía la molestia en su voz.

Desde la vez en la que dió a entender que no hubiese importado que Lorcan muriera estuve ignorando al que era mi mejor amigo. Esto duró unas cuantas semanas.

—Dax, lo que dijiste fue grave y me molestó, pero no quiero que nos alejemos por algo que no vas a repetir ¿verdad?

Me miró de arriba a abajo como si buscara algo extraño.

—Diana, no estoy para regaños. Además sé que necesitas algo por esa es la mirada extraña que haces siempre —levantó una ceja.

Así que quería ir directo al grano. Continué aún más empeñada en buscar la respuesta a lo que trató de decirme Potter ayer.

—No puedo engañarte, Dax —fingí inocencia —, puede que tengas que soportar una corta y sencilla pregunta ¿Sabes algo acerca de Jacqueline Murray?

—Sé lo suficiente si sabes a lo que me refiero —se alzó de hombros —, la mayoría de chicos del castillo también.

—Entonces habría una pequeña posibilidad que el día en el que vi a Potter besándola en realidad solo sea cosa de mi imaginación y nunca haya sucedido eso si no todo lo contrario, tal vez ello lo besó a él... —dramaticé para observar su reacción.

Ni yo misma creía ese relato.

Genial Diana, demuestra cuánto aprendiste del teatro muggle.

No te burles, conciencia.

—No Diana, lo que viste si es real —se apresuró a decir algo nervioso, lo miré ceñuda —. Es decir, yo no estuve allí, pero... es James Sirius Potter, su reputación de casanova ya lo hace obvio. Lo suyo jamás tendría futuro.

—¿Cómo sabes eso? —tenía que relajarme pero esta situación me estaba poniendo de los nervios. Dax parecía buscar argumentos.

—Eres la chica más tranquila que conozco, además de ser la bruja más inteligente de tu generación. Potter en cambio, es un cretino, una mala influencia y además te rompió el corazón porque cayó en los encantos de otra chica —hizo un gesto desesperado con las manos —¿Algo más para que te des cuenta? Fuiste un juego todos estos años Diana, acéptalo, eres mejor que eso. Creo que hay chicos interesados en ti de manera genuina y no te das cuenta.

Me miró fijamente. Contuve un carraspeo.

—Estoy dudando de todo ahora, Dax, yo no creo que... —me interrumpió.

—¿Potter te ha dicho algo? —quedé en silencio unos segundos.

Genial, yo sola me estaba delatando.

—No entiendo que tendría que decirme Potter —levanté el mentón —¿Hay algo que deba saber, Dax?

De pronto el pasillo se llenó de alumnos y el rubio se excusó diciendo que iba tarde a clase. Antes me hubiera sentido mal de sospechar de él, ahora me daba intriga acerca de lo que sería capaz de hacer u ocultar.

[...]

Caminaba por los pasillos buscando a mi mejor amiga en todos sus lugares favoritos y los que no tanto. La biblioteca por supuesto no era uno de ellos, Elaia no era de las personas que leían por afición, sin embargo en los últimos días estaba admirando con atención demasiados libros por lo que decidí ir allí. Estaba en lo cierto, la vi de espaldas, sus trenzas de siempre y su flequillo estaban algo desaliñados. Para no asustarla la llamé varias veces y no respondió a ninguna de ellas.

—Tierra llamando a Elaia Zabini —mi amiga ojiverde dió un sobresalto espantada.

—Ay por Merlín ¿Qué pasó? —nunca la había visto tan distraída cómo estás últimas semanas, ni con un ánimo tan bajo —Ay Diana, eras tú, me asustaste.

Se tomó el pecho, tomando bocanadas de aire. Tenía más ojeras que de costumbre y su estado no era el mejor.

—Me puedes contar lo que sea y yo estaré aquí para ti ¿Sabes eso, verdad? —asintió con desgano y siguió leyendo. Desearía saber que estaba causando esa actitud en verdad.

Pensé en una posible discusión con Louis, pero descarté la idea de ir a buscarlo. Aunque era muy buena opción, no creía que este quisiera hablarme desde lo que sucedió en el tren. Al instante otra persona apareció en mi cabeza.

¿Cómo no lo pensé antes?

—Te veo en la cena, Diana —comentó y se fue de allí antes de que pudiera preguntarle algo.

[...]

—...y desde entonces no hablo con ella —explicó Zacharie, que comía una rana de chocolate entre quejidos junto a la entrada del gran comedor.

Sus ojos eran oscuros y su piel canela, eso lo hacía un mini-clon de su hermano mayor Blaise II. Elaia por su parte tenía rasgos más finos, era algo más parecida a su madre, a quien tuve el "placer" de conocer una vez en casa de ella, sobra decir que salió mal el asunto y me corrieron.

—¿No te visitó estos últimos días, cariño? —pregunté algo asombrada, mi amiga jamás dejaría de visitar a su hermano si es que algo grande estuviera pasando.

—No lo hace desde hace tiempo —añadió desanimado.

—¿Pero siguen hablando, verdad?

—No. Me ignora en los pasillos, ya no me acerco tanto. Tal vez mamá le mandó la carta a ella también —sacó de su túnica un pergamino arrugado y me lo dió —, me lo entregaron la semana pasada.

"No le dirijas la palabra a los sangre sucias"

"No te juntes con algún miembro de otra casa"

"Detestamos a los traidores de sangre, así que haznos el favor de ignorar a...

Leí el pergamino con cuidado, cuando terminé lo único que quería era romperlo, salir corriendo a la mansión Zabini y decirles a sus padres todo lo que opinaba de ellos.

—¿Te prohibieron tener contacto con Elaia? —la sangre me estaba hirviendo del enojo.

—Nos lo ordenó desde antes de venir a Hogwarts, pero no hizo caso hasta que mi madre le envió la carta, supongo.

¿Cómo unos padres podían hacerle eso a sus hijos?

—Hablaré con ella, lo prometo Archie, todo será cómo antes.

—Muchas gracias, Diana —Me dió una corta sonrisa, y asintió conforme. Para ser un niño de su edad, mantuvo la fortaleza de un adulto.

Me despedí y salí rumbo a mi torre. Así que por fin sabía  lo que le pasaba a Elaia.

[...]

Eran las seis de la tarde y no encontré a mi amiga por ningún lado, además de eso, James juntó a todo el equipo de quidditch en la sala común de Gryffindor por lo que decidí ir a buscarla luego.

—Hoy es sábado —empezó a hablar —¿Qué día? No tengo idea y no importa, la cuestión es que como no pudimos salir a Hogsmeade por órdenes del ministerio, se me ocurrió...

—Primer punto James, hoy estamos treinta de octubre y segundo punto ¿Por qué no quedarte tranquilo y terminar tus pergaminos para el lunes? —le dijo Rose desde el sillón.

—¿Preguntas "por qué", querida prima? En noviembre tenemos que ganar el partido contra Slytherin, hacer papilla a las serpientes y ganar la copa.

Los gemelos Thomas daban vítores muy emocionados, Eleonora y Frank contuvieron una carcajada, su prima y yo rodamos los ojos.

—¿Qué planeas hacer, Cornamenta? —mala pregunta de Lorcan ya que al mencionado se le formó una sonrisa de oreja a oreja que compartía con Fred a la perfección.

—Esto se pondrá muy interesante —señaló su escoba con fascinación.

¡Hola, rarezas! Aquí el capítulo 11 para que inicien el lunes con más ganas.🥰🦋🧡

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