[Seis años antes de la Primera Rebelión]

—¿Lucy Gray Baird? — dijo la señorita del registro mirando sobre sus anteojos.

Gene Heist observó a su esposa abrazar a la bebé contra su pecho ante la mirada de la mujer.

—Si — contestó Gene.

—Nunca había oído un nombre similar — volvió a decir la mujer mientras anotaba el registro.

El médico les había dicho que era obligación registrar cada nacimiento en el Capitolio. Sus otros dos hijos habían nacido en los Distritos.

Charles Dean en el Tres y Levi Onyx en el Cinco, y ninguno registrado porque fueron atendidos por parteras. Solo Lucy Gray nació en un hospital gracias a la generosidad de un médico que los había escuchado tocar.

—De acuerdo — finalizó la mujer para luego entregarle el portapapeles a Gene — Necesito la forma de ambos y sus huellas.

Sacó de su maletín una almohadilla de tinta.

—Yo no tengo firma — dijo Jolene meciendo a Lucy Gray que tenía una mueca de querer llorar.

—Solo colocó su nombre y apellido con eso bastará —contestó la mujer — ¿Por que ustedes tienen sus huellas registradas, verdad?

—Si — respondió Gene — Hace años nos hicieron tomarnos las huellas y cuando llegamos con nuestro dos hijos igual.

Gene sostuvo a Lucy Gray en brazos y empezó a imitar el sonido de pajaritos para hacerla dormir mientras Jolene escribía su nombre y colocaba su huella. Luego la devolvió a los suaves brazos para colocar su firma, Gene si era un chico de Capitolio de nacimiento así que si tenía firma.

Piensa que quince años después de haberse fugado y cambiado el apellido se habrían olvidado de él hasta que un militar lo había señalado en la cena de los Snow diciendo : "¿No eres el hijo repudiado de los Graham?"

Gene había forzado una sonrisa y afirmado aquello pero agregando: "Ahora soy Baird"

Gene Heist no se arrepentía de nada sobre la decisión que había tomado a los dieciocho, salirse de esa casa con su violín y dinero ahorrado para nunca más pisar ese lugar de pesadillas.

Que su hermano se encargará de la familia Graham, después de todo era un hombre sin corazón como el resto de la familia.

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[Después de los Décimos Juegos del Hambre]

Coriolanus dejó la morfina envenenada al alcance de Highbottom.

—¿Cuanto creen que durará ese castillo de cristal que estás construyendo, Snow? — preguntó Highbottom en su puesto.

—Durará para siempre, Decano.

Él lo vio con desprecio, como lo ha hecho por años.

—Un día, ese pajarito cantor se irá volando — siguió hablando — Está en la naturaleza humana.

Coriolanus lo miró con el mismo desprecio. Lucy Gray jamás se iría de su lado, sería su esposa, llevaría su apellido, tendría a sus hijos. 

—Al menos que se corten las alas — finalizó Coriolanus para luego irse.

Sabía que Casca Highbottom no vería un mañana.

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[Antes de los Décimos Primeros Juegos del Hambre]

Euphemia Snow tuvo que tragarse en parte su orgullo pero lo hizo porque su amado nieto estaba empezando a traer de nuevo la grandeza al apellido Snow.

Primero, los Plinth lo han nombrado heredero absoluto de su fortuna luego que su hijo rebelde fue colgado en el Doce.

Su perfecto Coryo le había confesado lo sucedido. Bueno, el muchacho de los Plinth se había ganado esa cuerda alrededor de su cuello por colaborar con rebeldes.

Luego ser el único pupilo de la Jefe Vigilante de los Juegos.

Y después, la chica como recompensa por advertir de los planes rebeldes en el Doce. Su mente encerrada y al servicio del Capitolio.

Su nieto expresó la decisión de tomarla como esposa una vez ella haya alcanzado la mayoría de edad. Euphemia era creyente que su nieto necesita a una chica de cuna noble, hay chicas del Capitolio que cumplia con los estándares de Euphemia.

Pero se dio cuenta, que al igual que Crassus, Coriolanus era testarudo.

Así que su nieto le dio completa autonomía de enseñar a Lucy Gray. Si bien la muchacha no nació en el Capitolio, puede moldearla como una chica del Capitolio.

The Horn of Plenty!

One Horn of Plenty for us all!

And when we rise the cry

The brave shall heed the call

And we shall never falter

One Horn of Plenty for us all!

Euphemia escuchó a Lucy Gray cantar el himno de Panem. Coriolanus dijo que como ella lo cantaba cada mañana era la más indicada para que le enseñara a Lucy Gray.

—Tomemos un descanso — dijo Euphemia. Lucy Gray asintió con la cabeza y cerró el folleto que contenía la letra del himno.

El Avox les sirvió el té en su jardín de rosas. Euphemia volvió a decirle a la chica la manera correcta de sentarse y tomar el té.

Debía tenerla lista ahora que muchas damas importantes del Capitolio la habían invitado a tardes de té. Lucy Gray era del interés de la ciudad, todos querían verla cantar o invitarla.

Así que Euphemia la presionaba para que fuera perfecta.

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[Antes de los Trigésimo Juegos del Hambre]

Karone miró el teléfono, observando el video que le habían enviado.

"¿Ese no es tu novio? ¿Con Violet Anderson?"

Karone vio a Tiberius besarse con esa perra de Violet Anderson en lo que parecía un rincón alejado de la fiesta de Joseph Vickers.

Ella soltó un grito molesto y lanzó el teléfono a la pared. Solo la pantalla se rompió un poco, pero lo demás parecía estar bien.

Violet Anderson, esa perra. La había soportado años en la Academia, burlándose de que ella era mitad de Distrito.

Por supuesto Karone era mejor que ella. Siempre la alumna destacada, la favorita de los maestros. 

Una digna hija del Capitolio.

—¿Karone? — Octavian tocó la puerta de su cuarto.

—Adelante — dijo Karone sentándose en su cama abrazados a un peluche grande de pingüino, luego recordó que era regalo del infeliz e infiel Tiberius y lo lanzó al piso molesta.

Octavian entró a la su habitación y vio el teléfono en el piso, lo recogió para entregárselo.

—¿Supongo que por tu grito viste el video? — dijo tranquilo.

—¿El de Tiberius y Anderson?

—Si ese — contestó pasándole el teléfono de él a Karone. Ahí estaba nuevamente el video de ellos besándose. — Lo publicaron en el muro social de la academia.

Karone soltó otro grito molesta y lanzó el teléfono de su hermano al suelo, para suerte de Octavian encima del pingüino de peluche. Ella tomó un cojín y presionó su cara para dar un tercer grito.

Para tener dieciocho se creía buena manejando la presión, pero esto se salía de sus manos.

—¿Qué harás? — preguntó Tavvy sentándose a su lado y tomándola de la mano.

—Tengo ganas de tirarle ácido a la cara de Violet Anderson — contestó Karone — Pero soy una dama, no me rebajare a tanto.

Karone se mordió la mejilla tratando de tragarse sus lágrimas. ¿Cómo Tiberius pudo haberle hecho esto?

Lo había presentado orgullosa a sus padres, diciendo que era el chico perfecto para ella.

El teléfono de ella sonó y aun con la pantalla rota vio que era Sebastian Cardew que la llamaba. Karone respiro y contestó la llamada.

—¿Hola? — dijo ella.

—Karone. ¿ supongo que sabes para lo que te llamo? — preguntó Sebastian.

—¿Mi novio y tu novia besándose? ¿Y que nos deja ver como unos completos idiotas? — contestó ella — Si lo vi.

—Tengo una reservación en el Estelar para las ocho de la noche — le comentó Sebastian — Quiero hablar contigo. De humillado a humillada.

Karone vio el reloj de su mesa de noche, tenía hora y media para prepararse.

—Bien, te veo allá — accedió Karone — Adiós Sebastian.

—Nos vemos, Karone.

Sebastian cerró la llamada y Tavvy la vio con una ceja arqueada.

—¿Para que te llamó el novio de Anderson? — preguntó con los ojos entrecerrados.

—Quiere llevarme a cenar — dijo Karone — Charla de corazones rotos. Ahora, fuera de mi habitación, tengo hora y media para arreglarme.

Tavvy recogió su teléfono y se fue de su habitación. Karone se baño, se cepilló el cabello y se colocó un vestido color palo de rosa sin mangas, se maquilló sutilmente y tomó su bolso.

Un proceso que tomó alrededor de una hora, luego salió de su habitación y vio en la sala a sus padres.

Padre veía las noticias de la noche y a su lado estaba madre, con un pequeño plato con galletas balanceándose en su abultado vientre mientras bordaba la manta para el bebé.

—Cariño te ves linda — dijo mamá sonriendo — Bueno, siempre te ves linda.

—Gracias mamá — sonrió Karone — Iré a cenar.

—Mandale a Tiberius saludos de nuestra parte — dijo padre mirándola — Y no llegues más tardar a las once.

Karone quiso decirles sobre Tiberius, pero sería otro día.

—De acuerdo — contestó Karone — Nos vemos.

Ella salió del departamento sacando las llaves de su carro del bolso mientras pensaba en cómo vengarse de Tiberius y Anderson. 

N/a: Si, digamos que el padre de Lucy Gray tiene un lore parecido al de Sirius Black, un heredero de una familia pudiente que huyó cuando tuvo oportunidad.

¿Y qué pasó con los Graham? Fácil, no soportaron los días oscuros y pasaron a mejor vida. 

Y me gusta el Baird porque tiene un juego de palabras interesantes. 

Bard, que es Bardo (persona encargada de transmitir las historias, las leyendas y poemas de forma oral además de cantar la historia de sus pueblos en largos poemas recitativos.) 

Y suena como Bird, que es pájaro en ingles. 

Además que Gene es por el bajista de KISS, Gene Simmons. Y Jolene es por la canción de Dolly Parton.

¿Estamos de acuerdo que Abuelatriz poco le habría importado que la Dra. Gaul le hizo a Lucy Gray? Esa mujer vio la oportunidad de oro que formar a una mujer digna y a la medida de Coriolanus Snow. Un simple elemento para perpetuar el apellido y la familia. 

Mas o menos asi me imagino a los padres de Lucy Gray: 

Karone yendo a cenar con el heredero del Banco mas grande del Capitolio: