[Seis años antes de la Primera Rebelión]

Astronema Snow caminó por el centro del Capitolio a lado de su suegra Euphemia mientras sostenía a su pequeño Coryo en sus brazos.

—Debemos tener todo listo para la cena de los altos militares — dijo Euphemia observando la lista — Ya tenemos el vino y los entremeses.

—¿Sería prudente tener acompañamiento musical? — sugirió Astronema — Algo suave como jazz o un violinista.

—Sería prudente, pero no sabemos los gustos musicales de los invitados.

Las dos siguieron caminando hasta la gran fuente. Astronema vio a varias personas reunidas, arrullando un poco a su hijo caminó hasta ellos.

Cerca de la fuente había un pequeño grupo de cuatro músicos.

Un chica de cabello muy rizado y pelirrojo con una pandereta, un sujeto alto de piel muy blanca y cabello oscuro con una guitarra negra, y pasando frente a los espectadores había una chica de piel morena con un protuberante vientre cantando mientras una adolescente de pelo rubio pasaba con un sombrero lleno de monedas.

The moon will sing a song for me

I loved you like the sun

—Astronema —dijo su suegra a su lado. Ella la escuchó bufar — Esos campesinos. Míralos.

La chica embarazada tenía un largo vestido de flores de muchos colores, tenía una alianza de oro en su dedo, indicando que era casada, luego miró al guitarrista que tenía una igual.

I shine only with the light you gave me

(I could have been anyone, anyone)

Cuando terminó de cantar, la niña con el sombrero pasó frente a Astronema, ella sacó unas monedas de su bolso y las echó al sombrero.

—Gracias, señora — sonrió la niña.

Cuando terminaron de cantar todos se dispersaron menos Astronema que se quedó viendo. Luego se acercó a los músicos.

—Buenas tardes — saludó Astronema — ¿Quería saber si alguno de ustedes sabe tocar el violín?

—Yo, Madame — dijo el hombre de la guitarra.

—Astronema — dijo su suegra impaciente. Ella la miró y su suegra suspiró — Señor....

—Gene Heist Baird — contestó el señor. El se quitó la correa de la guitarra y se la pasó a la mujer embarazada. La pelirroja de la pandereta le pasó el violín,

—Quiero escucharlo tocar una pieza — dijo Euphemia — Queremos ver si se ajusta a lo que buscamos.

—Por supuesto, Madame — accedió el señor Baird.

El se colocó en posición y empezó a tocar melodía calmada y armoniosa. Astronema cerró los ojos pensando en que este tipo de música sería ideal para la cena que Crassus ofrecería a sus compañeros militares.

El sonido era suave, como un arrullo nocturno.

Abrió los ojos encontrándose con su suegra, ella asintió levemente la cabeza. El señor Baird terminó de tocar y miró expectante a la señora Euphemia, la mujer embarazada jugueteó con la correa de la guitarra negra.

—Es lo que buscamos. — dijo su suegra aceptando al músico — ¿Qué tal 200 por tocar en nuestra cena?

Él miró directo a la mujer embarazada, Astronema vio que tenía un sencillo collar de oro con el nombre "Jolene" escrito en él. La mujer asintió con la cabeza.

—Si, 200 está bien — aceptó el señor Baird.

Su suegra sacó su pequeña agenda de notas mientras decía el lugar y a la hora que deberá estar. Además de sugerir usar algo formal para el trabajo, luego le extendió el papel.

Las dos regresaron a sus compras luego de escucharlos.

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[Luego de los Décimos Juegos del Hambre]

Lucy Gray se encogió ante la mirada del hombre a cargo de los Agentes de la Paz.

—Veo que te has adelantado a un pedido del Capitolio — dijo el hombre a Coriolanus.

—¿Del Capitolio? — preguntó Coriolanus.

—Quieren a la Vencedora en el Capitolio — contestó el hombre de mirada fría — Pedido de la Jefe de Vigilante y el presidente Ravinstill

Lucy Gray tembló. ¿Por qué la querían en el Capitolio? ¿La iban a ejecutar?

Ella sabía que si se resistía el Covey pagaría su rebeldía.

—Y a ti también, Snow — dijo el hombre — Han levantado con tu sentencia y la Dra. Gaul solicita tu presencia. Iremos a la Capital mañana en la mañana

Ella permaneció callada. El hombre la vio y sonrió burlonamente: —¿Le quitaron la voz al pajarito?

Ella negó con la cabeza

—Hemos preparado una habitación para la señorita Baird — dijo el hombre — Y un pequeño equipaje. No deberías arriesgarnos a que vaya por sus cosas y desaparezca.

Bueno, eso es bueno.

Si la iban a ejecutar no tenía sentido que ella se llevara la guitarra de su padre, o sus diarios que nunca pudo leer porque su letra era demasiado cursiva que casi era ilegible para cualquiera del Covey. O las pocas fotografías que tenía de sus padres.

Era mejor que el Covey las conservará por ella.

Tal vez Lucy Gray al fin se podría reunir con sus padres y hermanos.

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[Luego de los Décimos Séptimos Juegos del Hambre]

Woof Casino había recibido una invitación luego de su gira que terminó en el Capitolio, una reunión con los demás Vencedores en la tarde.

Al llegar vio a Mags Flanagan y a los otros seis Vencedores.

—Woof Casino, bienvenido al Club de sobrevivientes de los Juegos — le dio la bienvenida, extendiendo la mano.

Woof se dio cuenta que todos tenían una copa de vino o un vaso lleno de dorado Whiskey en su mano, excepto por la tetera de porcelana blanca que olía a té de vainilla.

—Es un grupo de autoayuda con alcohol incluido — dijo Honorius Perthsire, el Vencedor de los Juegos Dieciséis — El proximo año tu tendras que traer dos botellas de los que sea para recibir al nuevo o nueva Vencedora.

Mags Flanagan alzó una botella de vino y una botella de whiskey, una pregunta silenciosa de que quería tomar.

—Tengo dieciséis — dijo Woof señalándose

—Amigo, acabas de sobrevivir a una masacre — hablo Savera Ichnape, la Vencedora de los Juegos Trece — Ahora eres un Vencedor, tiene el privilegio de beber antes de los dieciocho años.

Los demás Vencedores asintieron con la cabeza.

—Mmmm.... ¿Whiskey? — contestó Woof sentando junto a Honorius.

—Buena elección — le sonrió Mags Flanagan. Le dieron un vaso con hielo y le sirvieron la mitad.

Cuando dio su primer sorbo la puerta se abrió dejando pasar a una mujer con una bandeja de algo que olía delicioso, en su brazo colgaba un bolso negro que parecía costoso. Llevaba un vestido celeste metalizado con detalles en flores blancas donde resaltaba un collar de perlas

—Lamento la demora, muchachos — dijo la mujer. Woof la reconoció como la mujer que cantaba el Himno al inicio de todos los Juegos — Con dos pequeños es difícil arreglarse. 

Ella dejó la venda en la mesa y Woof vio que eran rollos de canela.

—Lucy Gray Snow, un gusto conocerte en persona — le sonrió ella extendiendo la mano en un saludo — Vencedora de los Décimos Juegos.

—Un gusto, señora Snow — saludó Woof aceptando el apretón de manos

Ella se sentó junto a la Mags Flanagan. Se sirvió una taza de té e invitó a los demás presentes a agarrar un rollo de canela. Woof tomó uno para acompañar su vaso de Whiskey, le dio una mordida y abrió los ojos ante el delicioso sabor.

La plática continuó por un par de horas, la señora Snow le recomendó ciertas infusiones de té para dormir sin pesadillas. Ella admitió estar aprendiendo a tejer para calmar sus nervios.

—... pero con dos pequeños pegados en mi cadera ya no tengo tantas pesadillas como antes — rió la señora Snow.

Se acabaron tres botellas de vino y Woof notó que la señora Snow no bebió ni un solo sorbo de alcohol.

La puerta se abrió dejando ver a un hombre alto y de cabello rubio, Woof notó como todos se enderezaba y un poco tensos menos Lucy Gray que sonrío.

—Buenos chicos, mi esposo llegó por mí — dijo la señora Snow levantose. Beso las mejillas de Mags Flanagan como despedida, se colocó el bolso en su hombro — Disfruten lo que queda de los rollos de canela.

Ella se despidió de todos y rápidamente caminó hasta el señor Snow, entrelazando su brazo con él y yendo del lugar.

—¿Por qué tanto miedo hacia él? — preguntó Woof.

—Es un vigilante y participa activamente en la realización de los Juegos — contestó Honorius.

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[Un mes antes de los Trigésimo Juegos del Hambre]

Coriolanus vio como sus tres hijos miraron por medio del cristal a Draconis.

—Es muy pequeño — dijo Karone a su lado. Con dieciocho años mostraba una belleza que muchos admiran o envidian.

Coriolanus vio los cuneros y como su cuarto hijo estaba envuelto en mantas celestes que Lucy Gray bordó ella misma.

—¿Y madre? — preguntó Andros, con diez años dejó de ser el menor hace una hora.

—Ya fue pasada a la habitación y está descansando — contestó Coriolanus a sus hijos.

Karone se apartó un poco y él se acercó a su hija mientras Octavian y Andros seguían viendo a Draconis en el cunero.

—Vi el historial — susurró Karone — ¿Preeclampsia?

—El médico dijo que lo mejor era que Draconis fuera el último hijo — contestó Coriolanus a su hija.

—Y tiene razón — dijo Karone — Un embarazo pasando los cuarenta no es sencillo.

Ella sonrió y le dio un abrazo.

—Solo siendo seis estamos bien, padre — se separó del abrazo — Esta bien lindo. Pero tanto como yo, se que fue la bebé más linda del mundo según la tía Clemensia.

Coriolanus sonrió levemente por la gran autoestima y soberbia que tenía su primogénita.

—Iré a comprarles algo de comer — dijo sacando las llaves de su carro — La comida del hospital es horrorosa. Madre y tú merecen algo delicioso que comer. 

N/a: En el canon dice que los padres de Lucy Gray y sus dos hermanos murieron en los días Oscuros. Y jamás se especifica donde nació ella, así que me dije, ¿Por qué no en el Capitolio?

Seamos lógicos, el primer Covey vería que son muchas las ganancias tocando en el Capitolio y ventajoso para Jolene ( así se llama la madre de Lucy en este dic) dar a luz aquí por el acceso médico. 

Más adelante tendremos más vestigios al primer Covey. 

Lucy Gray en la reunión anual de Vencedores: 

Los Vencedores mayores de 30:

Los Vencedores menores de 30: 

El vestido de Lucy Gray: