[Después de los Décimo Juegos del Hambre]

Casca entró al laboratorio de Volumnia. Se había enterado que Snow había regresado del exilio levantado por el presidente con la Vencedora.

Eso no debía pasar. Casca le dio suficiente dinero a la muchacha para que viviera un par de años con su familia y que olvidara los juegos, pero de alguna manera Snow se las había arreglado para traerla de nuevo al nido de serpientes.

En el laboratorio solo había una cama y una delgada figura acostada. Casca se acercó y vio a la señorita Baird recostada, con un catéter en su mano y la mirada ida.

—Veo que ya supiste del pajarito cantor — escuchó la voz de Volumnia. Tenia una charola de plata con una pedazo de tela sumergido — El presidente Ravinstill pensó que era apropiado en darle una linda jaula en el Capitolio

Ella exprimió la tela y le dio toquecitos en la frente, con una delicadeza que nunca había visto.

—¿Qué quiere el presidente con ella? — preguntó Casca

—Un lindo adorno para el Capitolio — contestó dejando el cuenco de lado — Su mente era demasiado... salvaje, incontrolable como una tormenta tocando tierra. Así que me dio la autorización de hacerla maleable a nosotros.

—¿Y quien se quedara con la chica?

—Snow. El presidente decidió recompensarlo por cierta información que encontró en el Doce — se sentó en la silla a un lado de la camilla. Con cuidado abrió la boca de la chica para dejar caer gotas de lo que parecía un medicamento — No se lo que pasó en el Doce, pero la chica tenía la herida de una bala cerca del muslo. Solo un pequeño roce, nada que reparar.

Casca no quiso saber nada más, solo se fue del laboratorio y mientras se alejaba escuchó gritos amortiguados por las paredes del lugar.

[ Décimo primeros Juegos del Hambre]

Mags Flanagan miró hacia el techo de la enfermería.

No podía dejar de sentir su corazón latir con tanta fuerza que sentía que se saldría del pecho.

La puerta de la enfermería dejando pasar a una figura femenina. Mags la había visto, la Vencedora del año pasado. Vestía como una dama rica del Capitolio, con el cabello cepillado y ondulado, usaba un vestido azul brillante con guantes a juego y sombrero de terciopelo.

Lucy Gray Baird la había venido a ver.

—Hola, señorita Mags — dijo acercándose, en su brazo derecho tenía un bolso del mismo color del vestido — Felicidades por su victoria.

—Gr...gracias — contestó Mags.

Lucy Gray se sentó al borde de su cama, quitándose los guantes dejando ver manos delicadas, con una manicura sencilla y un anillo de diamantes brillando en su mano izquierda.

Le tomó las manos y le sonrió levemente.

—¿Cómo te sientes?

—Aturdida

—¿Quieres que llame a un médico? — le preguntó y Mags negó con la cabeza.

—¿Qué va a pasar conmigo?

—Estarás una noche más en el hospital bajo supervisión médica — dijo Lucy Baird — Luego tendrás una entrevista como Vencedora, y en un mes será tu gira de la Victoria.

Gira de la Victoria.

Mags tendría que viajar por todo Panem, por cada distrito y ver entre la multitud el rostro de los familiares cuya sangre manchaba sus manos.

—¿Te gustan las cosas dulces?

—Los comía muy pocos — contestó Mags sentándose en la cama. — En el Cuatro trabajo como grumetilla del señor Quanelly. Pero su hijo Allyn me daba caramelos cada viernes.

—Traje galletas — contestó Lucy Gray sacando una bolsa transparente con galletas redondas.

Con cuidado sacó un elegante pañuelo de seda en color perla y lo colocó en la cama, luego los sacó todos sobre el pañuelo.

—Las hice yo mismo — sonrió Lucy Gray tomando una galleta y mordiendo la mitad.

Aun débil por su tiempo en la arena, con algo de lentitud tomó una galleta y la mordió, el sabor a leche y azúcar invadieron la lengua de Mags, el dulce sabor se disolvió en su boca, la falta de buen aliento la llevó a comerse lo que quedaba de la galleta.

—Por la Vencedora — dijo Lucy Gray levantando la parte de su galleta.

—Por la Vencedora — Mags chocó una segunda galleta con la de Lucy Gray.

—¿Sabes Mags? — Lucy Gray la miró — ¿Crees que podamos ser amigas?

—¿Amigas? — preguntó Mags y Lucy Gray asintió con la cabeza.

—Tu y yo somos vencedoras — contestó para después terminar su galleta — Somos de Distritos. Pasamos por lo mismo, quiero que seamos amigas. Por llamadas, por cartas. Me gustaría tener a alguien que pueda entender que es sobrevivir a los juegos.

Mags miró a los ojos castaños de Lucy Gray, vio sinceridad en ellos, como un pájaro perdido buscando refugio.

—Me gustaría ser su amiga, Lucy Gray — respondió Mags. Y miró el anillo — Linda joya.

—¿Verdad? — el rostro de Lucy Gray pareció iluminarse, miró el anillo en su dedo — Me acaban de proponer matrimonio.

—¿Y quién es el novio? — preguntó Mags. Debía ser alguien rico en el Capitolio por lo hermoso que era el anillo de diamantes.

—Mi mentor, Coriolanus Snow — sonrió ella — Nos casaremos tan pronto cumpla los dieciocho. La señora Plinth junto a la abuela de mi prometido y su prima están emocionados con la boda que ya comenzaron a organizarla.

[ Después de los Décimos primeros Juegos del Hambre]

—La novia y sus damas por aquí, por favor — dijo el fotógrafo.

Tigris arregló la cola del vestido blanco de Lucy Gray mientras las damas se acercaban. De las cuatro damas, Tigris y dos, Clemensia Dovecote y Lysistrata Vickers, eran cercanas a Coryo mientras que Mags Flanagan era la única amiga de Lucy Gray.

A Tigris no le gustaba saber que todas las llamadas de Lucy Gray del Cuatro eran monitoreadas, pero Coryo dijo que fue la única condición que la Dra. Gaul puso para que Lucy Gray pudiera contactarse con la señorita Flanagan.

—El velo — señaló la señorita Mags. Las cuatro usaban vestidos de color azul oscuros que dejaban ver sus tacones.

Tigris arregló el velo de su cuñada. El fotógrafo les indicó cómo debían colocarse , Mags y Tigris se pusieron a los costados de Lucy Gray mientras Clemensia y Lysistrata a los lados de ellas.

—Bien, señoritas y señora Snow — dijo el hombre — Sonrían.

El destelló de tres flashes aturdieron un poco a Tigris. Luego Coryo vino hacia ellas, el fotógrafo dijo que era momento de una fotografía de los novios.

Coryo entrelazo su brazo con el de Lucy Gray, él con la mirada de victoria en sus ojos azules y Lucy Gray con una encantadora sonrisa.

—Ahora otra mirándose — pidió el fotógrafo.

Tigris vio una suave sonrisa en el rostro de Coryo y como sus ojos solo parecen existir para Lucy Gray mientras ella demostraba devoción absoluta en su mirada castaña.

—Ese es una pareja enamorada — exclamó contestó él fotografió a los novios.

[ Antes del Primer Vasallaje de los Veinticinco]

Octavian miró hacia la recamara de su habitación. Su madre temblaba en los brazos de su padre, como si alguien le hubiera tirado agua helada.

—Tu... serpiente — masculló madre en los brazos de padre.

—Tranquila, Lucy Gray — dijo padre acariciándole el cabello — Tu mente te está jugando una mala pasada.

—Conozco mi mente — madre se calló por un momento — Quiero ir a casa. Necesito ir a casa.

—Estás en casa, amor — su padre se separó un poco para pasarle un vaso de agua.

Octavian miró que a lado de la jarra había un vial de color violáceo con gotero, padre le extendió el vaso, madre negó con la cabeza, pero padre apretó un poco la muñeca derecha de madre diciendo: "Bébete el agua, Lucy Gray"

Madre bebió todo el vaso y sus espasmos parecían calmarse, padre le besó el cabello oscuro y alzó la mirada para verlo a él.

Madre se acostó en la cama, y su padre caminó hasta él. Luego de minutos los reunió a él y Karone que ya estaba en camisón de dormir.

—Su madre era alguien errática cuando era joven — dijo padre sentado frente a ellos — Pero ahora ella está mejor. Pero como Octavian presenció, su madre aún tiene ciertos episodios. Por eso toma esta medicina — les enseñó el vial con el líquido violeta.

—Entonces madre no debe ir a la Cosecha del Doce si está en ese estado — contestó Karone.

—Si bien tampoco es algo que me guste que su madre regrese al Doce — siguió hablando padre — Son órdenes de superiores, pero no se preocupen, encontré a alguien de confianza que procurará que su madre reciba su medicina.

—¿Y por qué nos cuentas esto, padre? — preguntó Octavian.

—Cuando se den los Juegos, estaré en el centro de mando todo el tiempo — contestó padre — Así que le designare la tarea a Karone que permanezca junto a su madre todo el tiempo y en las noches le de la medicina.

—Cuenta conmigo, padre — aceptó rápidamente su hermana la tarea.

—Conmigo igual — se unió Octavian.

—Lo que hago es por nuestra familia y por su madre — dijo padre — Lo hacemos por nosotros.

Su padre les sonrió, orgulloso de los dos. 

N/a: Y si, todos los hijos de Lucy Gray son cómplices de su padre. 

Mags será la amiga más cercana a Lucy Gray en los años posteriores, pero claro, toda comunicación será vigilada de cerca por Snow.

Y como imagino los looks de Lucy Gray antes de los 50 juego. Vean la serie La maravillosa señora  Maisel 

Lucy Gray visitando a Mags