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Capítulo 8

Maysilee suspiro mientras su pierna rebotaba una y otra vez de los nervios.

Había vomitado en la mañana de la sesión privada, devolviendo todo el desayuno por el retrete ante la perspectiva de esta una última oportunidad de hacerse notar.

Madame Snow había estado presente en la mañana.

Para su sorpresa, Madame Snow la peinó. Le trenzó el cabello en una trenza lateral en forma de espina mientras que a Dara fueron dos trenzas apretadas para no tener que preocuparse de su cabello.

Antes de ser llevados al Centro. Madame Snow pasó un poco de incienso por ellos mientras decía oraciones del Doce. Algo que muchas familias realizaban cada semana por la seguridad de sus mineros o las madres a sus hijos de doce, cuyos nombres por primera estarían en la urna de cosecha.

—Les deseo mucha suerte, chicos — dijo Madame Snow preocupada por ellos.

—Gracias, Madame Snow — contestó Maysilee.

Maysilee alzó la mirada al ver salir a Haymitch de su sesión privada, se revolvió el cabello rubio ( algo fuera de lugar para un chico de La Veta) y la miró por unos segundos.

"Distrito Doce, Dara Underwood preséntese a su sesión privada"

—Suerte — la animó Maysilee.

Dara la abrazó para luego ir a la sala donde sería evaluada. Maysilee empezó a arrancarse un poco los pellejos alrededor de sus dedos, dejando un poco de sangre y la zona enrojecida.

Luego de minutos la puerta se abrió dejando ver a Dara, le dio una leve sonrisa.

"Distrito Doce, Maysilee Donner preséntese a su sesión privada"

Maysilee apretó el pin de Sinsajo dentro de su bolsillo y caminó hacia la sala privada. Como siempre en un palco que daba vista a toda la sala, estaban varios hombres entre ellos el Vigilante en Jefe.

—Distrito Doce — dijo Maysilee con voz clara — Maysilee Donner.

El señor Prince asintió con la cabeza y Maysilee miró la mesa de trabajo, noto las cuerdas y los maniquíes de entrenamiento. Rápidamente cogió las cuerdas y empezó a tejerlas entre ellas para hacer una especie de red.

Luego usando más cosas como hilo de pescar la uso para colgarla, luego dejó la red en el piso, y haciendo demasiada fuerza tomó un muñeco, e imitando a los chicos que cargan las bolsas de carbón a los camiones, lo lanzó directo a la red, que atrapó al muñeco como una mosca en una telaraña.

Maysilee miró hacia el palco, la mitad de los presentes la ignoraron por la mesa de buffet que estaba en el lugar, pero notó que el hijo mayor de Madame Snow estaba viéndola. Esa mirada azulada fría y con uniforme formal de militar.

A su lado estaba una bonita mujer de cabello negro y figura exuberante ( Maysilee evitó mirar sus pechos para poder compararse con los pechos de la mujer) , de labios rojos oscuro y ojos claros.

Un poco cerca de ellos, estaba un chico que escalofriantemente se parecía al presidente Snow en esa grabación del zoológico. Rubio dorado y ligeramente rizado, vestido en traje negro.

Haciendo memoria, Madame Snow dijo que tenía cuatro hijos: La mayor Karone, el militar Octavian y el estudiante Draconics.

Así que él debía ser su tercer hijo, Andros.

—Gracias por su atención — dijo Maysilee para después retirarse

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—¡Madame Snow! — sonrió Calliope, se soltó del brazo de su novio para acercarse a la Primera Dama.

Calliope besó las mejillas de su futura suegra.

—Hola querida — le devolvió la sonrisa Madame Snow — ¿Cómo has estado?

Octavian a su lado las miró, Calliope evitó rodar los ojos. Desde hace años notaba la sobreprotección que su novio y hermanos tenían con Madame Snow.

Es una mujer, no una figura de cristal que se fuera a romper por una simple ventisca.

—Tranquilo como siempre — contestó Calliope — He estado practicando nuevas piezas en el Arpa y ahora que me han dado el puesto de institutriz en el Conservatorio estoy contenta.

—Me alegro por ti, querida Calliope.

Calliope quería ser del agrado de Madame Snow. La había visto desde pequeña en el Conservatorio, siempre tan elegante y con esa aura de ser una mujer muy maternal.

Muy a diferencia de su propia madre, que nunca estaba a la vista y la dejaba al cuidado de niñeras. Solo se aparecía en sus recitales para jugar a la madre presente y amorosa.

"Maldita hipócrita" pensó siempre Calliope "Ni siquiera recuerda mi cumpleaños"

En contraste estaba Madame Snow, siempre la ha visto ser maternal con sus hijos, siempre atenta y cariñosa.

Por eso estaba emocionada con la idea de casarse con Octavian.

Una vez que fuera su esposa, Lucy Gray Snow sería su nueva madre.

—¿Les parece si vamos a almorzar? — preguntó Andros junto a ellos. — ¿Puedo llamar para hacer una reservación?

—Esa sería una buena idea — dijo Calliope de inmediato. Sería genial tener más tiempo junto a Madame Snow.

—Tendré que declinar, iré a ver mis tributos y esperar sus calificaciones — contestó Madame Snow. El rostro de Calliope dejó ver su decepción, su futura suegra rápidamente la tomó de las manos — Pero me gustaría invitarla a tomar el té mañana, querida Calliope.

—Estaría encantada — respondió Calliope.

Madame Snow se despidió de sus hijos. Octavian le besó la frente diciendo que lo llamara si sucedía cualquier cosa.

Custodiada por un Pacificador camino hacia el ascensor.

—Bueno, tengo cosas que hacer — dijo Calliope.

—¿No era tu idea libre? — preguntó Octavian.

—Tu madre me acaba de invitar al té — contestó Calliope con mucha seriedad — Ahora tendré que comprar un bonito conjunto para la ocasión.

Octavian rodó la mirada ante su respuesta diciendo: — Es solo té.

—Hombres — murmuró Calliope.

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A Haymitch le sorprendió ver a Madame Snow tan de noche aquí, pero al igual que ellos, estaba esperando los resultados de la sesión privada.

Había comida en la mesa, y Madame Snow tenía una taza de té de rosas en sus manos mientras veían a Caesar Flickerman explicar la dinámica.

Pasaron lista por Distrito. El Uno, sus cuatros tributos obtuvieron un diez.

Así pasaron del Dos hasta el Once.

—Sky Flich. Tiene un puntaje de siete — dijo Flickerman — Haymitch Abernathy, un puntaje de Diez.

—¿Qué hiciste en tu sesión privada? — preguntó Dara.

—Lance cuchillos — contestó Haymitch.

—Dara Underwood — se escuchó en la pantalla — Una calificación de cuatro.

Dara rompió a llorar, Madame Snow rápidamente dejó de lado su taza mientras Flickerman anunciaba que Maysilee obtuvo un nueve.

Madame Snow se acercó a Dara cerca de ella, acariciándole el cabello mientras la reconfortaba , diciendo que esas calificaciones solo eran un estimado.

Que todo estaría bien.

—Tranquila Dara — dijo Haymitch — Tal vez los profesionales se maten entre sí. Solo asegúrate de esconderte. 

N/a: Si se dan cuenta que los capítulos están narrados por diversos puntos de vistas menos por Lucy Gray. Esa la manera de representar su falta de libertad en su mente. 

Solo los Flashback antes del Lavado cerebral es que son narrados por Lucy Gray. 

Y déjeme decirles, que aun sin el lavado cerebral, Lucy Gray es esa madre amorosa con sus hijos y tributos.  Y que Calliope este celosa de que los Snow tengan a tal cariñosa madre. 

Y rezo al incienso vendría a ser la bendición que dan las abuelitas  a sus nietos. 


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