Llegaron al Centro de Tributos en la mañana.

Draconis salió primero del auto y extendió su mano para ayudar a bajar a su madre y luego a Venus, que llevaba su blog de dibujos y lápices de colores.

—Creo que la única ventaja que tienen los del Doce es que tienen el piso superior — dijo Draco sosteniendo la correa de cierto de su maletín que cruzaba por su pecho.

—Es muy alto el edificio — comentó Venus con la vista inclinada hacia arriba.

—Vamos chicos — dijo madre avanzando. Detrás de ellos estaban los dos Agentes de la Paz asignados a la Primera Dama de Panem.

Entraron al edificio y que persona que pasaba cerca de ellos saludó con respeto a madre, caminaron hasta uno de los ascensores y se toparon con la señora Flanagan.

—¡Mags querida! — sonrío madre, la señora Mags se acercó y ambas se abrazaron junto a un beso en la mejilla.

—Lucy Gray — sonrió la señora Mags, las dos estaban tomadas de las manos.

—¿Cómo estás querida? — preguntó madre con una expresión suave.

—Son días malos

Draco permaneció callado, sabía del hijo tributo de la señora Mags y como no ganó los juegos, y por ciertas llamadas que había logrado escuchar de su madre y amiga sabía que el esposo de la señora Mags murió dos meses después de los Trigésimos séptimo Juegos.

—¿Y esta preciosa niña? — preguntó la señora Mags mirando a Venus.

—Venus Cardew — se presentó Venus — Un gusto conocerla, señora Flanagan.

—Es muy parecida a Karone de joven — sonrió la señora.

—¿Verdad? — contestó madre divertida a su amiga. — No se parece a nada a Sebastian.

Draco evitó rodar los ojos, Karone había sido lista al casarse con Sebastian Cardew solo por ser parte de la familia de los banqueros más poderosos del Capitolio, así que como una serpiente le había estado coqueteando en la universidad.

Padre la felicitó por su noviazgo perfectamente planeado.

Sebastian no era muy agradecido, así que fue una bendición que Venus sea más Snow que Cardew.

—Y el apuesto joven Draconis — la señora Mags.

—Señora Flanagan — dijo Draco con todos los modales inculcados desde bebé — Un gusto volver a verla.

La señora Mags sonrió algo triste, pero siempre se ponía más triste cuando Andros estaba a la vista. El hijo de ella tendría una edad similar a la de Andros.

—Bueno querida, hablamos más tarde — dijo madre a su amiga — Debo ir a ver a mis tributos.

—Y yo vengo de ver a los míos — negó con la cabeza — De cuatro chicos este años, mis dos chicas se odian a muerte porque hay un chico en el Cuatro que salió con ambas, drama adolescente. Ahora debo evitar que se maten estos días.

Ambas se despidieron y luego la señora Mags de ellos. Los tres subieron al ascensor junto con los agentes de la Paz. Luego de una aburrida música de elevador

"Muy simplona" dijo madre llegaron al Doceavo piso. Al entrar los cuatro chicos del Doce estaban sentados junto a Flavius es Escolta asignado, Kore Mayfield y los estilistas para el Doce.

—Madame Snow — se levantó Flavius y caminó rápidamente hacia su madre con una sonrisa empalagosa. El hombre vestido de púrpura beso la mano de madre — Ilumina nuestras vidas con su presencia.

—Flavius Folch — saludó madre y luego miró a los chicos — Chicos, buenos días.

Madre se sentó en uno de los sillones, mientras Draco se apartó de todos junto a Venus.

—Buenos días, Madame Snow — saludo la chica rubia del grupo. Los otros también saludaron.

—Hoy nos acompaña mi hijo más joven, Draconis — madre lo presentó — Y mi nieta Venus Cardew.

Se saludaron cortésmente y uno de los diseñadores pasó los bocetos a madre, quien sacó sus anteojos de su bolso.

Draco sin hacer ruido, caminó hasta la mesa de comedor que estaba en la sala, y sacó su laptop de su bolso de cuero y se puso a trabajar en el proyecto de física para la universidad.

Venus había lanzado un cojín hacia la mesa de centro y se puso a dibujar. Draco se colocó sus audífonos y puso ruido blanco para seguir trabajando en su proyecto, de vez en cuando alzaba la mirada para observar a su madre.

Su teléfono vibró en el bolsillo de su pantalón y lo sacó.

"La señora Snow me dio la medicina de Madame Snow en caso de necesitarla" envío Kore. Draco alzó su mirada hacia la asistente de su madre que asintió con la cabeza.

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Haymitch suspiro aburrido mientras escuchaba a Madame Snow conversar con los estilistas asignados.

La asistente de la Primera Dama les había dicho que los estilistas ascendía según sus años y que los novatos siempre empezaban con el Doce.

—Es muy revelador este diseño — dijo Madame Snow al estilista de nombre Augustus, una cosa estrafalaria como pavo real — Tenemos una niña pequeña.

—Pero así llamara la atención, Madame Snow — dijo Augustus.

Madame Snow, cubrió los oídos de Dara que estaba sentada en el piso, jugando con unas muñecas que le regaló una asistente de Augustus.

—Esa ropa parece más para una escort nocturna que una niña de doce años — señaló Madame muy seria. — ¿No tienes otro diseño?

—¿Qué tal este? — le entregó otro boceto.

Madame Snow ajustó sus anteojos. Haymitch quedó sorprendido, ya que muchos decían que los ancianos del Capitolio se operaban la vista para no depender de anteojos y Madame Snow tenía los anteojos, unos sencillo de marco café con un sujetador negro sencillo.

—Mejor — dijo Madame Snow — ¿Qué te parece, querida?

Su mentora le enseñó el boceto a Maysilee a su lado.

—Es lindo — contestó Maysilee.

—¡Por supuesto que sí! — se emocionó Augustus — Cuando uno piensa en Minería, como es su distrito, piensa en el negro y los árboles de hojas rojas. No puedo creer que deje este como un diseño de respaldo.

—Y esto es para los varones — dijo la asistente de cabello azul pasándole el boceto.

Haymitch recibió el dibujo, era un sencillo traje negro con una especie de faja de un negro brillante.

Al menos no sería humillante como el diseño de los tributos del año pasado que era un traje de minero y cubiertos de hollín.

Haymitch miró hacia la mesa, Sky se había acercado a la nieta de Madame Snow maravillado por el dibujo que estaba realizando. Un paisaje, como un bosque donde había la figura de una mujer de largo cabello pelirrojo sosteniendo un cuerno de oro.

La niña de nombre Venus alzó la mirada y le saludó con una sonrisa mientras movía sus dedos.

Haymitch tragó en seco.

La nieta de su mentora ( la nieta del terrible presidente) podría ser linda y lo que sea, pero en casa le esperaba su Celia, su linda pelirroja pecosa de ojos avellanados.

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Los habían reunido en la plaza para ver el desfile de Tributos.

Maude Ivory se ajustó el chal mientras permanecía junto a su Dean, viendo el desfile. Era la única oportunidad que tenía cada año para ver aunque sea detrás del presidente a Lucy Gray.

Observó a cada distrito desde el Uno hasta el Once. Hasta que llegó el Doce. En un gran carruaje tirados por caballos estaban los cuatro chicos del distrito.

La señorita Donner y la pequeña Dara tenia un vestido negro con una capa roja que colgaba de un hombro y detalle en dorado. Los chicos todo de negro.

—Maysilee se ve linda — dijo Sara Creed que estaba aferrada al brazo de Dean.

Los dos tortolitos ahora que ya no serían cosechados se los veía más seguido. La señorita Creed iba de vez en cuando a La Veta a entregar medicinas donde aprovechaba para coquetear con Dean.

La pantalla mostró a Maysilee, tenía los labios pintados de rojo y sombra negra que resaltaba sus ojos verdes. Tenía una gran sonrisa que mostraba su perfecta dentadura blanca y su cabello rubio ondulado y recogido en una corona trenzada.

Luego la pantalla cambio hacia el presidente que se acercaba a su estrado, ahí en el fondo estaba Lucy Gray, con un vestido negro y rojo haciendo juego con sus chicas tributos.

El mismo discurso que daba cada año, sobre los días oscuros y la paz por Panem.

—¡Feliz Juegos del Hambre! — dijo la proyección del presidente Snow — ¡Y que la suerte esté de su lado!

N/a: Y si, Snow siempre mantiene vigilada a Lucy Gray, ya sea por sus hijos o por la asistente. 

*Venus le sonríe a Haymitch coquetamente*

Haymitch: 

El diseño para Maysilee y Dara: 

Haymitch y Sky

El vestido de apertura de Lucy Gray.