—Es un gusto conocerte, Katniss Sienna Everdeen...

Katniss se erizó como un gato cuando Venus Cardew la llamó por su nombre completo.

Era una especie de tradición dentro de la familia llamada Covey, aunque Katniss o Prim no se identificaban con aquella familia de músicos, solo atesoraba las canciones de la abuela Maude Ivory que heredó a su padre y él le enseñó a Katniss.

Las canciones como The Hanging Tree y Deep In The Meadow eran sus mayores tesoros que luego de la muerte de su padre, Dean Sage Everdeen, solo eran para Prim.

Su padre decía que eran canciones la abuela aprendió de su figura materna.

La mención de su segundo nombre, Sienna, llenó de dudas en la mente de Katniss. ¿Cómo esta chica del Capitolio sabía su segundo nombre?

—Sienna, que lindo nombre — aplaudió Effie Trinket — Es como el Rubi de Venus.

—¿Cómo supo que mi segundo nombre es Sienna? — preguntó Katniss a Venus Cardew.

—Yo le dije — dijo Haymitch — Ya saben como son....

Katniss vio como Venus Cardew saltó sobre Haymitch tapándole la boca. El idiota de Haymitch casi suelta en frente de Peeta que de alguna manera las Everdeen estaban relacionadas con la Primera Dama de Panem.

—Haré que sirvan el almuerzo — Effie Trinket levantándose de su asiento.

Katniss se quedó con los brazos cruzados. Los Avox empezaron a servir la mesa, Katniss alzó un par de veces la vista para notar que Peeta Mellark la estaba viendo, ella le frunció el ceño y él rápidamente desviaba su mirada.

Venus Cardew estaba escribiendo mensajes en su teléfono.

—Tu mentora querrá tomar contigo el té, Katniss — dijo la señorita Cardew dejando de lado su teléfono. — Preparan todo en el Edificio de Tributos en el Capitolio.

—¿El té? — preguntó Katniss.

—Debes sentirte honrada, Katniss — sonrió Effie con una copa de agua en sus manos —Muchas damas del Capitolio morirían por recibir una invitación al té con Madame Snow.

—¿Solo será Katniss? — preguntó Peeta.

—Así es — contestó Venus

—¿Y cómo es la Primera Dama?— volvió a preguntar Peeta.

—Bueno, es mi abuela, así que en cierta forma no seré imparcial — dijo Venus — Es como toda abuela. Le gusta bordar y tejer.... uhh, y prepara un delicioso cheesecake de cerezas azucaradas que son el cielo.

Katniss permaneció en silencio. La figura de Madame Snow fue como una presencia no física luego del accidente de las minas.

A través de Haymitch les enviaba artículos del capitolio, sobre todo ropa de invierno. A Prim le encantaban los listones de fina seda que enviaba o los cálidos abrigos. El tío Tam Amber y el tío CC hablaban de ella, de la cantante del Doce, no de la esposa del Presidente.

"Tienes una voz similar a ella" le dijo en una ocasión el tío Tam Amber. "Escucharte cantar es como recuperar a nuestra Lucy Gray"

Recuperar.

El tío Tam Amber usó esa palabra como si Lucy Gray hubiera sido arrancada en contra de su voluntad cuando en las emisiones del Capitolio se la veía devota al presidente Snow.

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Venus permaneció acostada en la cama junto a Haymitch, pensando en el tal vez...

La mano de Haymitch permaneció sobre su plano vientre, hace casi diez años su vientre se habría redondeado por su hijo que estaba destinado a crecer debajo de su corazón.

Ella solo tenía veinte y cuatro cuando quedó embarazada pero ese bebé se perdió. Su familia ( menos la abuela) había estado decepcionada de ella.

"Embarazada de un hombre de Distrito" había escupido a su padre luego de haberla abofeteado. Recordó mirar hacia su abuelo buscando consuelo, pero era la primera vez que sus ojos azules la miraban con frialdad.

"Es una suerte que haya perdido el embarazo" fueron sus únicas palabras. Además de la orden de no comentar de este asunto a la abuela Lucy Gray.

Ella y Haymitch permanecieron separados tres años. Cuando prometió a su familia tener más cuidado, Venus regresó a los cálidos brazos de su amante y colaborador a la rebelión.

En lágrimas le contó de su bebé y él solo la abrazó.

—... él sería como tu — dijo Venus. Durante años ambos imaginaban cómo sería su bebé — testarudo hasta la médula.

—Tendría tus ojos — continuó diciendo Haymitch — Aunque se parecería mucho a Jake.

Jake, el hermano menor de Haymitch, muerto a manos de su abuelo. Durante años se imaginaron a su bebé.

A veces era un niño o en otra una niña. Pensaron en mil nombres para el bebé, un nombre Covey, se llamaría como el padre o hermano de Haymitch, o Venus habría insistido en llamar Lucy o Jolene por su abuela o bisabuela.

En algunas ocasiones era rubio como Venus o Haymitch, o los genes Baird de la abuela ganaban como lo hicieron con Gene, Thadeus y Rhiannon.

Sus ojos serian azules, castaños o grises ( Jake tenía los ojos grises)

Alguien tocó la puerta y Venus gruñó molesta. Su "pijama" era una de las camisas que Venus le compró a Haymitch, ella se abrochó los botones superiores tapando sus pechos.

Abrió la puerta del vagón y en vez de ver a alguien del personal vio a Katniss. La niña abrió los ojos.

—¿No es el cuarto de Haymitch? — preguntó confundida.

—Haymitch — llamó Venus. Él rápidamente se puso unos pantalones de dormir y se colocó a su lado.

—Katniss — saludó Haymitch sonrojado.

—¿Sabes qué? Hablamos mañana — Katniss le dio una rápida mirada a Venus — Estás ocupado en estos momentos.

Katniss se fue del corredor y los dos cerraron la puerta.

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Durante casi sesenta años Coriolanus despertaba y lo primero que veía era a Lucy Gray a su lado.

A veces acurrucada cerca de él, con su respiración sobre su cuello profundamente dormida o en otras ocasiones sentía sus suaves manos acunar su rostro para luego darle un beso.

En la época en que sus hijos eran bebés, lo primero que veía era a Lucy Gray sentada en la cama, con una gran almohada en su regazo para sostener a su bebé que se prendía del pecho en busca de alimento.

Pero esa mañana, no sintió la presencia de su esposa a su lado.

—¿Lucy Gray? — la llamó.

Su teléfono a su lado brilló la pantalla. Rápidamente vio que era Draconis quien llamaba.

—Draconis — saludó mientras se sentaba en su cama.

—Buenos días, padre — le devolvió el saludo — ¿Dejame adivinar? Te acabas de despertar y no viste a mamá a tu lado.

—Draconis... — dijo Coriolanus presionando a su hijo menor.

—No te preocupes, padre — contestó Draco — Ella está aquí con Florence. Vino con una pequeña maleta y dijo que se quedaría unos días.

—¿Ella dijo eso?

—Si. Le acabo de preparar pancakes — pudo escuchar una sonrisa — No te preocupes.

—Tu madre salió sin avisar y ahora dice que estará en tu departamento.

—Exacto. Mi departamento, con su hijo que la ama — señaló Draco — Florence trajo su medicina. Creo que lo mejor es que se quede, ya sabes de su crisis cuando vio la Cosecha del Doce.

Por supuesto, las Everdeen.

Su esposa la confundió con sus fallecidas primas Barb Azure y Maude Ivory.

—¿Está el guardaespaldas con ustedes?

—En posición y alerta — dijo Draco — Bueno te dejo. Debo ordenar algunos exámenes de mis estudiantes. Cualquier cosa, te aviso.

—Adiós Draconis.

—Adiós padre.

Draco cerró la llamada y Coriolanus suspiró. No pensaba que la Cosecha de este año llevaría a Lucy Gray irse con su hijo sin decirle nada. 

N/a: Adoro que ni bien inician los Juegos y Katniss ya le esta dando problemas a Snow. 

Y si, mi gente. Oficialmente termine la universidad.