Crassus sonrió levemente al sentir las pequeñas pero firmes manos de Johanna sobre su garganta.

—¿Te gusta esto, niño bonito? — preguntó Johanna sentada sobre su torso.

Crassus no contestó, solo pasó sus manos por los muslos opuestos de su amante.

Él sabía que Johanna odiaba a su familia, en concreto a su abuelo, pero Crassus era mucho más que el apellido Snow.

Justo cuando estaba a punto de llegar al punto que más le gustaba de su amante, su teléfono sonó matando la atmósfera.

—Maldita sea — gruñó Johanna bajándose de él.

Crassus estiró su mano hacia la mesa de noche a su izquierda, deslizó la pantalla y vio un mensaje de su madre.

"¿Vendrás al Capitolio para los Juegos? Tu abuela quiere una cena familiar, dice que extraña mucho tener a sus nietos reunidos. Avísame para decirle.

Recuerda comer sano"

—¿Quién es? ¿Algún pavo real del Capitolio? — preguntó Johanna.

Los dos habían acordado que podían salir con otras personas,además, Crassus estaría en el Distrito Siete para el entrenamiento de los Pacificadores. Sabía que su padre o abuelo pronto lo instantaliarían en el Dos de manera semi permanente.

Johanna se levantó y se sirvió un vaso de un líquido amarillento que olía fuerte. Ella lo tomó de un sorbo y luego sirvió otro ofreciendo a Crassus.

—¿Celosa? — preguntó Crassus divertido.

—Ya quisieras, niño bonito — sonrió Johanna.

Crassus soltó una carcajada.

Le encantaba Johanna, sabía del gran Elefante Blanco en la habitación. Y estaba bien si ella odiaba a cualquiera que llevara el apellido Snow, pero el año y medio que estaba estacionado en el Siete los había llevado a interactuar poco a poco hasta que se volvió físico el asunto.

—Es de mi madre el mensaje

—Ohhh el niño de mamá — se burló Johanna. —¿Qué dijo mami?

—Preguntan si iré para los Juegos al Capitolio — contestó Crassus dándole un sorbo al whisky que le brindó Joanna — La abuela quiere hacer una cena con toda la familia.

—¿Y cómo ha estado Madme Snow?

—Medicada, como siempre.

Johanna hizo una mueca, Crassus se acabó de golpe el licor en su mano y Joanna le sirvió la mitad del vaso entre sus dedos.

—Bueno, él mundo es cruel — contestó Johanna — En una semana debo volver a servir como mentora a dos chicos que probablemente no regresen a casa.

—La vida es una perra.

—Concuerdo contigo, niño bonito.

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Rhiannon dejó su mochila en una de las sillas del estudio personal de la abuela. Ella estaba sentada leyendo un libro con sus anteojos puestos.

—Buenas tardes abuela — saludó Rhiannon.

La abuela Lucy Gray alzó la mirada y le sonrió, Rhiannon se acercó y le dio un beso en la coronilla.

—Mi preciosa niña — le sonrió la abuela.

Rhiannon se sentó a su lado y Neron entró al estudio, sin el saco rojo de la Academia y las mangas de su camisa subida.

—Abuela — Neron también se acercó y le besó la frente.

—Que bueno que ya llegaron los dos — les dijo — Lucille ya está en casa. Vayan a lavarse las manos, pediré que sirvan el almuerzo.

—¿Y el abuelo? — preguntó Neron

—Con Seneca Crane — contestó la abuela dejando una tira de seda verde en las páginas del libro como separador para luego — Como la cosecha es pasado mañana.

—¿Entonces Venus ya partió al Doce? — preguntó Neron.

—Ya esta en camino al Doce— contestó la abuela.

Rhiannon se quitó el saco de la Academia y lo dejó sobre su mochila. Ella y su hermano caminaron hacia el baño para lavarse.

—Oye.. ¿Cómo vas con... — rompió el silencio Neron

—¿Con las prácticas con Frederick Creed? — dijo Rhiannon —Bien. Dice que ya estoy en el nivel de alguien de segundo año de Ingeniería informática. Le comenté al abuelo que puedo ingresar a la facultad en la Universidad en dos años sin ningún problema.

—No, lo otro

—Oh, eso — asintió con la cabeza Rhiannon — Ya estoy trabajando en una segunda consola móvil.

Rhiannon sabía lo que estaba formando en las sombras, lo sabía desde hace meses. Si bien quería mucho al abuelo Coriolanus, pero sabía que él era un mal hombre y el gobierno actual debía disolverse.

Venus, Crassus y Thadeus estaban reacios a que Rhiannon o Neron formaran parte de la rebelión. Pero Rhiannon era una genio en la informática, y que ser pupila del Jefe de Sistemas Operativos Informáticos del Capitolio la volvían una pieza de sumo cuidado.

Su abuelo vio su habilidad con todo lo que tenga que ver con computación y decidió que merecía la mejor educación

Y Rhiannon aprovecho esto para trabajar en las noches en sistemas de comunicación no detectables en los radares del Capitolio. En una de sus clases vio los distintos tipos de ondas electromagnéticas que emiten dispositivos de comunicación militar a los de usos civiles.

"Las ondas que emiten las consolas de videojuegos son pasadas por alto por los sistemas del Capitolio, ya que no tienen la potencia de otros dispositivos." le dijo el señor Creed. Y a Rhiannon se le encendió un foco en ese momento.

Estaba empezando a usar consolas móviles de tercera generación ( ya estaban en la séptima) como dispositivos de comunicación. Solo estaba esperando el momento en que sean de ayuda.

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Como cada año, la cosecha dio inicio y Haymitch estaba rezando que el nombre de Katniss no sea anunciado o el Primrose al ser su primer año.

—Como cada año repasamos la lista de Vencedores del Distrito Doce — dijo el alcalde Undersee frente al micrófono. —Haymitch Abernathy, ganador de los 50th Juegos del Hambre. Lucy Gray Baird, ganadora de los 10th Juegos del Hambre.

Haymitch conocía el procedimiento como la palma de su mano. Creció toda una vida escuchando el nombre de Madame Snow como la única vencedora del Distrito Doce, pero recordaba vagamente sus primeros años.

Pero nunca estaba en el escenario como los demás vencedores de los otros distritos. Su madre estaba presente desde el primer Vasallaje, cuando se instauró la figura del Mentor.

"Era hermosa. Tenía un vestido amarillo que la hacía ver elegante" le dijo su madre cuando era niño "Pero el Doce no le tiene amor a su única vencedora. Es una traidora que vive entre oro en el Capitolio y nunca ha regresado a un tributo a casa"

Y cuando Snow se volvió presidente, Lucy Gray, la única mentora del Doce dejó de aparecer en la Cosecha.

Haymitch se perdió de las palabras de Effie Trinket hasta que nombró a la tributo femenina de este año.

—¡Primrose Everdeen! — anunció y la sangre de Haymitch se le congeló.

El pequeño patito rubio de Dean Everdeen salió del grupo de niñas con la mirada asustada para caminar hacia el estrado.

Haymitch escuchó a Katniss llamar a Prim saliendo de su grupo para luego ser retenida por dos pacificadores.

—¡Soy voluntaria! ¡Soy voluntaria!

Ahí estaba, la hija mayor de su fallecido amigo. La cazadora del Doce, caminando hasta su pequeña hermanita, la envolvió en en sus brazos mientras besaba el cabello sujeto en dos trenzas.

—¡No! ¡No! — dijo con voz llorosa Prim. El chico de Hazelle salió del grupo de los chicos y cargó en brazos a Primrose que empezó a gritar al ser llevada a la fuerza.

—Un dramático giro en el distrito Doce — dijo Effie mientras Katniss era escoltada por cuatro pacificadores hasta el escenario. — En este distrito es la primera voluntaria.

Haymitch no perdió de vista hacia el grupo de los padres, Sara estaba aferrada a Primrose que seguía llorando. Katniss subió al escenario con la mirada perdida mientras Effie le hacía señas para que se acercará.

—¿Cómo te llamas? — preguntó Effie.

—Katniss Everdeen — respondió Katniss.

—Y apostaría a que ella es tu hermana — dijo Effie — ¿No es así?

—Si — contestó cuando Effie le puso el micrófono cerca de la cara.

—Demosle un aplauso a la primera voluntaria — sonrió Effie — Katniss Everdeen.

Nadie aplaudió, todos los presentes hicieron el ceño de los tres dedos. Un signo de respeto en el Distrito. Haymitch cerró los ojos no queriendo ver, casi pidiendo perdón al fallecido Dean.

Effie continuó y sacó un papel de la urna de los varones.

—Peeta Mellark — anunció Effie.

Un chico rubio fue sacado del grupo y escoltado por pacificadores. El pobre chico se notaba abrumado.

Era un comerciante, con solo pocos papeles a diferencia de muchos chicos de La Veta que solicitaban Teselas.

—Aquí están — dijo Effie cuando el chico subió al escenario — Los Tributos del Distrito Doce. Saludense.

Katniss y el chico Mellark se miraron y se apretaron las manos.

Y Haymitch quiso beber un trago. 

N/a: Es solo sexo la relación de Johanna y Crassus, por el momento. 

Johanna: Que se jodan los Snow

Johanna: Que me joda a un Snow

Y si, Rhiannon es lista a usar ese bache de seguridad de los videojuegos para la rebelión. ¿Quién desconfiaría en los videojuegos?

Lucy Gray es anunciada como Vencedora con su apellido de soltera, ya que Snow quiere separar por completo el pasado en el Doce de su esposa. 

Lucy Gray en la Cosecha de los Juegos 25.