Capítulo 19
Tigris miró a Selena sobre el taburete mientras se miraba en el espejo.
La tela dorada caía por sus caderas a la vez que resaltaba su ligero bronceado.
—¿Y si vas a asistir a la Gala del cumpleaños? — preguntó Selena mirándola a través del espejo mientras Tigris colocaba alfileres en el filo del vestido.
—Me ha llegado una invitación — dijo Tigris.
—Es curioso — ladeó la cabeza — Eres prima del presidente Snow pero no usas el apellido.
—Nos separamos hace mucho tiempo — bajó la cabeza Tigris — Cada uno siguió por su lado. Me dediqué a mi carrera y él formó una familia.
Selena no hizo más preguntas.
Desde que Lucy Gray apareció en su puerta pidiendo ayuda, Tigris se dedicó a armar un rompecabezas mental desde el momento en que Coriolanus regresó del Doce con Lucy Gray.
Él le había dicho que los días que Lucy Gray permaneció hospitalizada fue por una especie de influencia que obtuvo en el Distrito por eso que Tigris no podía visitarla, cuando en verdad la Dra. Gaul ( esa horrenda mujer) había destrozado la mente de Lucy Gray.
Tigris se preguntaba dónde quedó su dulce primo y por qué dejó ese hombre en su lugar.
Si lo hubiera sabido antes.
Antes de que se casaran, antes del nacimiento del primer bebé.
Tigris habría hecho lo imposible para que Lucy Gray regresara a casa con su familia el Covey.
Aun recordaba los Décimos Juegos, como la gran pantalla mostró a Lucy Gray cantar con una fuerza sobrehumana mientras las serpientes multicolores se enredaban por su cuerpo, la mirada desafiante para el público.
Era un fuego resplandeciente en comparación a la Lucy Gray que portaba el anillo de compromiso en su mano, una simple llama, un simple lienzo en blanco para complacer a Coriolanus.
Estaba horrorizada por sus sobrinos, ciegos ante las acciones de Coriolanus, ciegos hacia su lealtad a él.
"Ellos aman" dijo Lucy Gray "Yo lo sé, mis hijos me aman"
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Luego de muchos años, Maude Ivory le dio la razón a Billy Taupe.
"Ese muchacho bonito del Capitolio desgarrará a Lucy Gray" dijo borracho ocultándose en una de las caravanas del Covey "Él no es bueno para ella.... sé que yo tampoco lo soy, pero no seré la perdición para Lucy Gray"
Maude Ivory era joven, y no sabía nada del mundo gris porque Lucy Gray lo pintaba de colores. Ella la crió aun siendo una niña, era la única madre que conoció.
Maude Ivory estaba furiosa porque Billy Taupe traicionó al Covey, traicionó a Lucy Gray por Mayfair Lipp.
El Covey estaba contento por Lucy Gray y Billy Taupe, esperaban que ella cumpliera dieciocho y así poder casarse, ser como el señor y la señora Baird, quienes lideraban al Covey.
Pero Billy Taupe arruinó todo y Mayfair logró lanzar a Lucy Gray a los Juegos. El Covey desterró a Billy Taupe por su traición.
Naturalmente, Coriolanus Snow se ganó el amor de todos el Covey porque trajo de regreso a Lucy Gray. ¡La regreso viva a casa!
Pero ahora, luego de cuarenta años y saber la verdad, Maude Ivory le dio la razón a Billy Taupe.
Coriolanus Snow es la ruina de Lucy Gray.
El Covey preparó un regalo para Lucy Gray.
Un atrapasueños hecho con las cuentas de un collar que a ella le gustaba de joven y con plumas de Sinsajo.
Un vestigio más de Lucy Gray Baird.
Un mensaje a Coriolanus Snow...
El Covey no olvida.
—A Lucy Gray le gustará — sonrió Haymitch viendo el Atrapasueños.
En la calidez del Covey, Haymitch dejó de llamarla Madame Snow. Era Lucy Gray Baird, una chica de alma libre y ojos brillantes, no la Primera Dama de Panem.
Haymitch aún mostraba signos de luto por su familia, Maude Ivory dijo que podía dejar que Snow se regocijara en su miseria. Debía mostrar fortaleza, así que todo el Covey evitó que bebiera alcohol estos últimos días.
—"No puedes dejar que Lucy Gray te vea en ese estado" — dijo CC — "Ella nunca soportaba ver a alguien del Covey en la miseria"
Haymitch era un Covey ahora, CC le había dado la vieja armónica de Billy Taupe, y el chico se entusiasmó, una distracción a las pesadillas que lo agobiaban.
Maude Ivory escribió una carta a Lucy Gray, con la esperanza que llegara a manos de ella y no de Snow o algunos de sus hijos.
Solia era una carta diciendo cuanto la extrañaban todo el Covey, después de todo, Lucy Gray había tomado las riendas del Covey tan pronto pudo, incluso siendo solo una niña.
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Haymitch llegó al Capitolio dos días antes del cumpleaños de Madame Snow.
Los Pacificadores revisaron el equipaje de Haymitch.
—Es regalo para la Primera Dama — dijo Haymitch cuando quisieron revisar el pequeño cofre donde residen las fotografías de ella, recuerdos de una vida hace ya mucho.
También revisaron la guitarra, el que revisó alzó una ceja al ver la inscripción que decía su nombre de soltera.
Baird en vez de Snow.
El camino hacia el Capitolio fue aburrido, Haymitch se dedicó a practicar con la armónica. El Covey lo recibió con los brazos abiertos.
"Eres el muchacho de Lucy Gray, nosotros cuidaremos de ti" le dijo el señor Tam Amber.
Al llegar fue llevado directamente a la Mansión presidencial.
Los Avoxes se llevaron su equipaje, pero evito que se llevaran la guitarra y el cofre, planeaba darselos en ese momento.
Fue guiado por el mayordomo hacia una habitación con grandes ventanas.
—¡Haymitch! — fue lo primero que escuchó luego de ser anunciado por el mayordomo. Madame Snow se levantó de su asiento dejando de lado su rueda de bordado y una bonita perra se levantó del suelo.
Los brazos cálido de Madame Snow lo rodearon, aun con el estuche de guitarra en su espalda. Haymitch también correspondió el abrazo cerrando sus ojos y el aroma a suave vanilla llegó a su nariz.
Luego los abrió y vio a cuatro pares de ojos azules mirándolos de diferentes formas: indiferencia, rencor, asco y seriedad.
El presidente Snow y tres de sus hijos estuvieron presentes en la sala.
Cuando se separaron, Haymitch saludó formalmente al presidente.
—Ya conoces a mi hija mayor, Karone — dijo Madame Snow señalando a su hija que tenía una copa de vino tinto en sus manos y un libro en el regazo. — A mi hijo menor Draconis — el menor hizo una mueca de disgusto hacia Haymitch — Pero no a mi tercer hijo, Andros.
El chico, también rubio y de ojos azules, se levantó de su asiento y estrechó la mano de Haymitch.
—Un gusto — dijo con cierta frialdad.
¿Acaso todos los Snow de sangre eran así de fríos como su apellido?
—¿Acaso eres guitarrista? — preguntó con burla Draconis a él.
—No, es un regalo para Madame Snow — contestó Haymitch con una gran sonrisa borrando la del menor de los Snow.
—¿Para mí? — dijo Madame Snow.
Haymitch asintió con la cabeza, Madame Snow se sentó nuevamente a lado del presidente, que al igual que su hija mayor tenia un libro en su regazo.
Con cuidado le entregó el estuche de guitarra, Lucy Gray pasó sus dedos encima del relieve con su nombre.
—"¿Baird?" — arqueó la mayor de los Snow.
—El estuche anterior decía "Gene Heist Baird"...
—Ese era el nombre de mi papá— dijo Madame Snow confusa y luego sus ojos se abrieron levemente. — ¿Entonces esta es...?
Madame Snow abrió el estuche, mostrando una guitarra negra, hermosa y muy elegante.
—Es la guitarra de mi papá, mi vieja guitarra — sonrió Madame Snow con los ojos brillantes — Haymitch...
—El Covey pensó que era momento de que la guitarra regresara a su dueña legítima — contestó Haymitch.
—¿Conoces al Covey ? — preguntó Andros.
—Todos en el Doce los conocen — se encogió de hombros mientras se aferraba a la correa de cuero de su bolso ligero — Uno de ellos es casi amigo. La señora Maude me invita de vez en cuando a probar sus bollos de harina.
—Pensé que ahora le pertenecía a CC o Tam Amber — dijo Madame Snow ligeramente confundida.
—Nadie ha tocado su guitarra desde que se fue — respondió Haymitch – Incluso con la nueva generación de Covey, nadie volvió a tocar su guitarra. Estaba vieja y el estuche deteriorado. Así que ese es mi regalo, Madame Snow. Yo mande a encargar la restauración de su guitarra y un nuevo estuche. El cuerpo estaba intacto, pero el Mástil y el Diapasón estaban arruinados, las cuerdas también fueron cambiadas, pero la guitarra mantiene su esencia.
—Oh Haymitch — sonrió con la voz emocionada Lucy Gray — Gracias.
—También hay un regalo del Covey — dijo sacando la caja donde estaba el Atrapasueño.
Karone recogió la guitarra para que Madame Snow para que ella abriera la pequeña caja. Ahí estaba el Atrapasueños y debajo estaba la carta.
—Un Atrapasueños— sonrió ella — Barb Azure solía hacerlos para espantar las pesadillas de Maude Ivory.
—¿Tus primas? — preguntó Draconis confundido.
—Si, Barb Azure murió hace años por enfermedad — se mostró un poco triste — Ella siempre decía que los malos sueños se enredaban en los hijos y para eliminarlos había que dejar en sol al Atrapasueños.
—El Covey se ha mostrado mucha amabilidad conmigo, Madame Snow — dijo Haymitch — Y la señora Maude Ivory le mandó esto.
Él sacó el cofrecito y los tres diarios.
—Un recuerdo de Lucy Gray Baird — agregó él y pudo sentir la mirada de seriedad del presidente.
Ella recogió sus anteojos y se colocó para abrir el cofre. Dentro destacaban una serie de fotografía.
—Mi familia — dijo viendo la primera fotografía, sus ojos estaban llorosos. Haymitch sabía de qué fotografía estaba hablando.
Una fotografía familiar, el señor y la señora Baird, los dos hermanos mayores de Madame Snow y la propia Lucy Gray siendo casi una niña pequeña de no más de dos años.
Luego siguió viendo más fotografías, muchas de ellas tenían fechas y pequeñas inscripciones.
—Mira, Coriolanus — le enseñó una que era horizontal — La primera generación del Covey.
—¿Primera generación? — preguntó Andros — Pensé que el Covey solo eran los seis que mencionaste.
—Oh no querido, yo soy segunda generación — contestó Madame Snow — El Covey a su inicio éramos como veinte, pero los Días Oscuros...sólo quedamos seis, digo solo quedamos cuatro. Barb Azure y Billy Taupe ya no están en este mundo.
Haymitch miró al presidente, frunciendo el ceño ante la mención del primer novio de Lucy Gray.
—El señor Tam Amber dijo que nunca pudieron leer los diarios por la letra cursiva y la tinta desgastada — señaló Haymitch.
—Yo puedo restaurar los diarios por ti, madre — dijo de manera rápida Andros — Ya tengo mis vacaciones.
—¿Lo harías? — preguntó emocionada.
—No hay nada que no haría por ti, madre — sonrió él.
"Menos ir en contra de tu padre" pensó Haymitch.
Todo continuó con Madame Snow sumergiéndose en los recuerdos de su yo antigua a través de las viejas fotografías.
N/a: Haymitch acaba de entrar al nido de serpientes.
El atrapasueños que hizo Maude:
Billy Taupe en algún del cielo ( o infierno) sobre Snow como algo malo para Lucy Gray:
numberfive005 nos hizos unas imagenes en AI de la foto de bodas Snowbaird.
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