11
Los cabellos rubios de la mujer volvieron a asentarse cuando el caballo se detuvo frente a las grandes puertas que separaban el jardín delantero de la casa. La hermosa casa que no veía desde hace un año exacto, cuando Hyunsok decidió no volver a tener ningún contacto con ella a menos que fuera para alguna de sus obre de caridad. Los guardias se pusieron alertas y la apuntaron con sus armas.
—¡Identifiquese! —Uno de los guardias se acercó un poco mas a la jinete. —¡Esto es propiedad de la casa Kim!
—¿Cómo se atreven a incluso preguntarlo? —la rubia desmontó el caballo manteniendo la distancia con el guardia—Soy una de las hijas del jefe de la casa Hwang, Hwang Yura.
—Nunca en mi vida la he visto, retírese antes de que salga herida. —el hombre metió su espada en su vaina de cuero y los demás hicieron lo mismo. La chica permaneció inmóvil mostrándose necia ante las advertencias.
—No pienso irme de aquí, soy la futura nuera del jefe de la casa Kim. —Yura metió una de sus manos al vestido haciendo que los guardias volvieran desenvainar sus espadas y la apuntaran. Ante esto Yura gimió y sacó la pequeña bolsita antes de vaciarla en su mano y mostrarles el objeto—Estoy diciendo la verdad.
Los guardias se sorprendieron cuando vieron el medallón de oro con el emblema de la casa Kim. Yura sabia que tenia suerte de que la señora Kim se lo hubiera regalado el mismo dia que se comprometió con Seokjin. No sabia porque parecía odiarla cuando descubrió su relación secreta con Hyunsok. Tiempo después le habia ofrecido la oportunidad de casarse con Seokjin y de repente se había convertido en la mujer más amable que conocia.
—Incluso perteneciendo a la casa Kim no podría entrar—el guardia retrocedió por respeto, pero ninguno de ellos se aparto de la puerta—Tenemos órdenes específicas del señor Kim sobre no permitirle la entrada a nadie, asi que retírese.
—No puedes estar hablando en serio. ¡Necesito hablar con Hyunsok! —Yura intentó pasar pero los guardias no se lo permitieron—Es urgente, díganle que necesito hablar con el.
Yura no podía permitir que el pasara la noche con Haneul, tenia que impedirlo.
—Lo siento señorita pero el señor Kim no quiere ser interrumpido. —el hombre se mantuvo inamovible.
Yura no podia creer que la trataran asi, no solo era humillante sino que el pervertido de Hyunsok se había asegurado de lograr su cometido. No, el no podia hacerle eso, ella lo amaba y así se lo pagaba.
—Si no me lo permiten, esta será la ultima vez que verán la luz del dia—los guardias hicieron oídos sordos a sus amenazas, entonces alguien vino a su mente—¿No lo van a hacer? Esta bien, entonces llamen a Joongki, él me va a escuchar. —Ante la insistencia el hombre se giró hacia uno de los otros guardias y asintió. Yura sonrió al verlo correr hacia algún lugar y miro al que todo este tiempo habia hablado—al menos si escucharon esta vez.
El gaurdia no reaccionó.
Con enfado esperó durante algunos minutos, cuando ella fuera la señora Kim se aseguraría de deshacerse de todos esos guardias inútiles, al menos seria piadosa y dejaría que vivieran. Sabia que no podía condenar a un grupo de guardias por cumplir bien sus ordenes, pero con sus influencias ella podría arruinarles las vidas, por ahora solo esperaría.
—¿Qué haces aquí?
La voz hizo que ella girara para encontrar al hombre alto frente a ella.
—Necesito hablar con Hyunsok, es urgente yo..
—¿Tan urgente para interrumpir su noche de bodas? —Joongki levantó una ceja y ella solo dejo escapar un chillido desagradable para todos los presentes.
—No puedes permitir que esos dos pasen la noche juntos, no puedes—ella lo miró con los ojos llenos de lagrimas esperando apelar a su sensibilidad.
—La ordenes que el señor Kim nos dejó son claras, nadie puede interrumpirlos—Joongki hizo un movimiento y los demás guardias volvieron a sus posiciones—No sé que te hizo pensar que tu sobre todas las personas serias la excepción, pero ya escuchaste.
—¡No puedes permitir que ella y el permanezcan solos en una habitación!—Ella apretó los puños y dejó escapar un sollozo—Ella es peligrosa.
—¿Peligrosa? ¿Estamos hablando de la misma persona, señorita Hwang?
—Puede que parezca que todo esto es producto de mis celos, pero.. —La desesperación entre hablar y tratar de convencerlo solo hicieron que el guardia principal suspirara ante las acusaciones de Yura, sabia que con la misma pasión que amaba a Hyunsok odiaba tambien a la heredera Jung—¡en este momento quién debería estar con Hyunsok debería ser yo! No es justo, lo soñé toda mi vida. Yo tenía que ser la novia, su novia. Esa estúpida ha conseguido lo que yo luche tantos años por obtener, esto no puede estar pasando.
Las lagrimas no dejaban de caer de sus ojos y aunque por un momento causo pena en Joongki, no dejó que eso nublara su objetivo, el ya tenia una responsabilidad y esa era cuidar al heredero de la casa Kim. —Parece que los celos han nublado tu juicio, voy a tener que escoltarte hacia tu casa.
—No puedes estar hablando en serio, tienes que protegerlo de esa víbora—Yura golpeó el pecho de Joongki—¡Ella no lo ama como yo lo hago, no puedes dejar que permanezca a su lado!
—¡Señor! —Ambos voltearon a ver al guardia que se había acercado a ellos, Yura reconoció que era el mismo guardia que le había llamado la atención. —Ha ocurrido algo en flanco izquierdo.
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