Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO III

Las cosas estaban tan tranquilas por el lugar, pues todos estaban celebrando la unión de estos dos reinos de diversas maneras como banquetes y más en el centro de la aldea, pero la zona de los Uchihas demostraba una gran calma excepto en una casa. El hogar del líder Uchiha y de su familia, pues todos se preguntaran ¿Qué sucede en aquel lugar?

Se podían oír gritos en cada rincón de aquella casa, pero el culpable no era nada menos el azabache con aquella gran cicatriz que tenía en su cuerpo o más conocido como Obito.

— Madara y Fugaku, me van a matar — se repetía constantemente mientras perseguía aquellos niños para que no hagan travesuras

Un estruendo se pudo escuchar en aquella casa obligándolo a llevar sus manos hacia sus oídos, su cuerpo se tensó por completo al ver de donde provenía aquel bullicio... El cuarto de Madara.

Al momento de entrar aquel dormitorio lo único que pudo observar fue observar al pequeño Sasuke como había hecho caer la armadura de guerra de tío Madara, su cuerpo se tensó por completo ahora si estaba muerto dentro de su familia, así solo trago grueso mientras se acercaba aquel niño que estaba llorando en piso.

— Tranquilo Sasuke, ya voy a limpiar esto — mencionó mientras a marcaba aquel niño buscando calmarlo, pues había tenido un talento nato para tranquilizar a los niños cuando lloran, pero el problema es que ninguno le hacía caso.

Solo soltó un suspiro mientras observaba como aquel niño de cinco años llevaba sus pequeños brazitos hacia su cara en un intento por calmarse ante lo que había hecho.

— Anda jugar con Itachi, Shisui y Kagami — mencionó bajando al niño de sus brazos al momento de ver cómo sus lágrimas habían cesado

El más pequeño de Uchiha se fue corriendo por el pasillo mientras se reunía con lo demás niños que estaban en aquella casa, al momento de ver que las cosas se tranquilizaron un poco dejó escapar, pues tan difícil era cuidar a una bola de niños, pero lo que causaba indignación dentro de él,  era que todos se habían ido al festejo del tratado paz mientras lo dejaban solo en casa, aunque al recordar como había terminado se daba cuenta como su familia había conspirado en su contra.

FLASH BACK

Todos se habían arreglado para salir aquella noche al festejo que iba haber en aquel reino que estaba surgiendo y por una nueva era llena de paz dejando los antiguos rencores, aunque fuera difícil.

El azabache con la cicatriz se estaba arreglando con su mejor traje que tenía, pues no pensaba desperdiciar aquella porque tenía la idea de disfrutar cada momento.

— ¿Quién va a cuidar a esos niños? — el líder del reino Uchiha mencionó cruzándose de brazos

Tres miembros de la familia se veían mutuamente. Estos eran Izuna, Fugaku y Obito, pues ninguno estaba dispuesto a perder aquella noche del banquete cuidando tres mocosos.

— Arreglemos esto como los adultos que somos — mencionó el de coleta

— Que los cuide Fugaku, el es el padre de Sasuke e Itachi... así que problema resuelto, ya nos podemos ir — mencionó desesperado Obito, pues si seguían así perderían el tiempo.

— Tu no pasas tiempo con tus sobrinos, así que deberías cuidarlos —  dijo el pelicafé con un tono serio al de la cicatriz

El segundo al mando del reino sólo avanzó a sobarse su sien, pues nadie quería quedarse a cuidar niños...

Esta discusión continuaba, donde cada uno decía los motivos de porqué su contrario debía cuidarlo, así surgió una gran idea

— ¿Qué tal si los niños deciden? — mencionó el coleta mientras sonreía leve

Esa idea fue la más razonable que habían dicho, pues sólo habían perdido el tiempo diciendo tonterías, pero un grito se pudo escuchar y eso era el de Madara llamando a Obito, algo que facilitó su plan para esto, al percatarse que el azabache del pelo corto se había ido ambos aprovecharon para ir directo hacia los niños.

— Digan que quieren quedarse con tío Obito, pues dijo que les daría algo de sus dulces — mencionó en azabache mientras una sonrisa entre sus labios mientras sus cómplices afirmaba aquello.

— Crees poder sobornarme con dulces — mencionó el niño de trece años, Kagami — Puedes sobornar a ellos con eso, pero no a mi —

— Te presto mi colección de espadas, pero ni una palabra de esto —

El joven de trece años pareció analizarlo, pero al final terminó cediendo ante esto, pues sería una oportunidad grande para seguir mejorando sus técnicas de combate. Esto era algo que lo enorgullece.

Al momento que llegó aquel azabache con aquella marca pudieron actuar lo más normal posible para no levantar ninguna sospecha del trato que ha ian hecho, así este trío se acercaron ante los niños que estaban jugando.

— Niños y Kagami ¿Ustedes con quién desean pasar su tiempo? —

Los menores se aquel hogar se miraron entre sí analizando la situación que estaba ocurriendo, pero al final todos tres apuntaron hacía su tío Obito.

El azabache al ver aquella reacción de los infantes sólo dijo un montón de blasfemias en sus pensamientos, pues ahora esa bola de mocosos sí lo preferían, así soltó un gruñido mientras se cruzaba de brazos con indignación.

— Sabes lo que tienes que hacer — mencionó el pelicafé yéndose junto a Izuna dejando a un pobre azabache cuidando a los niños.

FIN DEL FLASH BACK

Después de algunas horas había logrado controlar al pequeño Sasuke e Itachi, pues ambos estaban tranquilos jugando con alguno de sus juguetes, pues se podía escuchar el choque de las espaditas de madera que ambos tenían simulando una pelea entre ellos.

Kagami solo se dedicaba a mirar su alrededor, pues todo esto era aburrido para él, el creia que estaba muy grande para tener una niñera o niñero que lo cuide, así suspiro frustrado, tal ves estando solo lograría divertirse, donde apareció una leve sonrisa en su rostro, pues su tío Izuna le había prestado su colección de espadas ero nunca había dicho cuando podía utilizarlas, así una sonrisa se asomo entre sus labios porque su mente ya estaba elaborando lo que necesitaba para salir.

La mente de aquel joven comenzó actuar loas rápido posible, pues moría de aburrimiento de eso estaba seguro... Así mientras el tiempo transcurría logró poner su plan en marcha, el conocía por completo a su familia como conocía sus hábitos, sabía que su tío en cualquier rato se quedaria dormido con los niños porque la palabra responsable no existía en el vocabulario de su tío Obito, así solo tuvo que esperar una horas para escabullirse de ahí y coger una de las espadas de la colección de Izuna, así con el sigilo de un gato logró salir de su casa perdiéndose entre la oscuridad de la noche.

Solo podía dormir plácidamente en aquel lugar, pero tenía una corazonada, aunque decidió ignorarla porque estaba demasiado cómodo para lograr moverse, pero las cosas no resultaron nada bien.

— Kagami-chan — se podía escuchar los gritos de los infante buscando a su primo.

Obito se levantó resignado del lugar, donde se había acomodado para buscar aquel joven, pero no se veía ningún rastro de él, esto preocupo al adulto de la casa llevándose sus manos en la cabeza, pues donde se había metido aquel mocoso... Lo más seguro es que se había salido y sabía que si algún familiar lo veía lo iban a matar, así fue a su cuarto mientras agarraba las primeras prendas que encontró para ir salir a buscar... Al momento de acercarse a la puerta sabía que no podía dejar a los niños solos en casa, así como buen niñero que era decidió llevárselos.

— Kagami ¿Dónde estas? — se podían oír los gritos de los pequeños niños en los alrededores.

El adulto sólo estaba maldiciendo en su mente aquel joven porque si descubrían que se había perdido uno de los niños sería persona muerte.

— Voy a morir tan joven que no voy a conocer el amor — dijo de manera exagerada mientras en sus pensamientos rogaba por salvarse de esta situación que vivía.

Aquel joven azabache que había escapado había termina en un lugar por las afueras de aquel reino, pues podía sentir una enorme tranquilidad ante los miedos que de repente lo agobiaban.

°¶

Las cosas estaban por completo tranquilas, pues parecía que no había nadie por aquellos lugares, así dejó escapar un suspiro mientras observaba aquel filo de la espada que tenía disponiéndose a practicar, era una enorme tranquilidad, donde lo único que se podía escuchar el choque de la espada contra un árbol, así había pasado todo este tiempo que estuvo afuera, pero cuando logró sentirse cansado se sentó debajo de aquel roble que estaba practicando para dirigir su mirada al oscuro cielo que lo acompañaba, pues sabía que tenía que volver a su casa disponiendo a eso.

°¶

El adulto con aquella marca en su cuerpo todavía estaba preocupado porque no encontraba a ese terrible mocoso, pues ya había buscado por todas las zonas de aquel reino de Konoha, así decidió buscar por los alrededores, siendo una zona más desolada... Así iba caminando en aquel lugar cargando a Sasuke en su brazos mientras su otra mano tenía agarrada la mano de Itachi.

— ¿Dónde se ha deber metido? — mencionó con molestia mientras su mente lo maldecia, pero las cosas mejoraron para él.

Mientras caminaba con los niños se pudo escuchar como una espada impacta a contra algo, pues ya sabía el provenir de aquel sonido, así fue directo aquella zona, donde había percatado aquel sonido, pero sólo se llevó un gran susto, pues unos de esos arbustos del lugar comenzaron a moverse, pues Itachi se escondió detrás del adulto mientras el pequeño Sasuke ocultaba su carita, pero grata sorpresa fue lo que vio salir de ahí... Nada menos que kagami, así funcio leve sus ceño mientras soltó al pequeño Sasuke e Itachi para ir directo al joven y jalar su oreja.

—Nos diste un gran susto— mencionó frunciendo su ceño y soltaba un suspiro de alivio.

— Podemos ir a casa — mencionó Itachi mientras todos se juntaban

— ¿A dónde fuiste Kagami-chan? — mencionó el pequeño Sasuke, mientras el contrario mostraba una sonrisa de satisfacción.

— Fui a entrenar — mencionó la espada que le había prestado el tío Izuna

— Espera a ti te preste eso y a mi no — mencionó el adulto indignado, pues tendría que hablar con él sobre este tema, así fue refunfuñando por el camino a casa.

Todo estaban tranquilos mientras se disponían irse a casa, pues se podía percibir la tranquila de aquella noche mientras las estrellas lograban acompañar su camino de vuelta... Pero las cosas terminaron saliendo de control o eso fue lo que considero Obito, mientras caminaban por una ruta para ir directo hacia su hogar, así iban entretenidos todos conversando, pero se dignaron a querer pasar por una pradera para reducir su camino y regresar pronto, pero grande fue la sorpresa que lograron presenciar.

La mayoría se ha de preguntar que fue lo que vieron, pues lo que observaron fue aquella escena entre Madara con ese Senju. Los niños estaban con la boca abierta al ver como aquel omega que siempre era estricto con ellos estaba en una situación comprometedora con aquel alfa del reino contrario.

— Tío Madara que está haciendo — mencionó el pequeño Sasuke

La mayoría estaba con la boca abierta ante lo que estaban viendo, esto parecía de otro mundo, pero Obito al escuchar la pregunta de Sasuke comenzó a toser como loco, pues no sabía que era lo que iba a decir.

— Están jugando a las luchas — mencionó avergonzado por su respuestas, pero los dos niños del lugar le lanzaron una mirada de "es enserio"

— Solo vámonos y ustedes ni una sola palabra — habló en un tono de amenaza porque el se encargaría del chantaje para Madara, pues esto valdría oro para él.

Las tres personas en aquel grupo mantenían una mirada de asombro ante lo visto, mientras el pequeño Sasuke estaba en los brazos de Obito sonriendo.

— Yo también quiero jugar a las luchas con alguien — mencionó el más pequeño de la familia, ahora Obito se estaba arrepintiendo de aquella mentira piadosa que había dicho a su sobrino.

— Sasuke esas luchas juegan los niños grandes, así no las menciones — mencionó en un intento de que no dijeran nada sobre esto.

Al momento de llegar a su hogar pudieron percatarse que todavía nadie había venido, así que el pellejo de Obito estaba salvado por el momento, ahora todo era cuestión que los niños guardarán este secreto para no morir tan joven, pues Sasuke se había dormido en sus brazos en el regreso a casa, así llevó aquel infante a su dormitorio para descanse plácidamente.

— Ustedes dos ninguna palabra — dijo a los dos niños manteniendo una mirada severa.

Las dos muchachos al ver aquel gesto de su tío ni siquiera pudieron tomarle en serio lo que menciono, así ambos se vieron entre sí para luego extender su mano en un gesto que su silencio tendría un precio.

El adulto maldijo por la forma de ser para sólo gruñir leve.

— Ahora ¿Qué quieren? — se cruzó de brazos soltando un bufido

— Una funda de tus mejoré dulces — añadió Itachi con una sonrisa de victoria

— Pero para cada uno — añadió Kagami

El adulto solo los maldijo mentalmente, pues murmuró cualquier tipo de blasfemias para ese par.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Espero que les haya sacado una sonrisa por lo menos este capitulo, pues deseaba dar un poco más de protagonismo a Obito con los demás...

Leinrad10~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro