Pov's Natasha's.

Las personas que son tan cambiantes, me desesperan.

Es decir, si yo de por si, soy voluble y ni me soporto, ¿Cómo rayos esperan qué tolere a los demás?

Me hago ese cuestionamiento una y otra vez, mientras llamó a la agencia de eventos que contrate, para cancelarles el pedido que ya habia hecho en la mañana.

Mi plan para Clint era una cena romántica a la luz de la luna en el parque central, ya habia pedido el permiso tanto a los guarda parques, como a las autoridades, para llevar a cabo tal cena.

Habia encargado la comida de un buen restaurante italiano, nada ostentoso, simple, delicioso y sencillo.

La agencia de festejos ya había calculado el presupuesto de sus servicios esa noche, me costó un mundo el que me hicieran espacio en su agenda de clientes, debido a que estaban saturados.

Tuve que amenazarles, si no me daban lo que les pedia.

Al final lo obtuve, un buen par de balas, siempre motivan a las personas.

Cada cosa estaba lista, sólo hacia falta una pareja que acudiera al lugar y lo ocupara.

Pero no.

Clint Barton, decidió al último minuto llamarme y pedirme cancelar todo.

Sólo recordar la llamada me hacia hervir la sangre de la rabia.

*Llamada telefónica*

-¿Bueno?

-¿Hola? ¿Nat? Soy Clint.

-Se que eres tú genio- rodé los ojos -Los celulares vienen con identificador de llamada.

- Le oí bufar -Ja ja ja, que chistosa eres Tasha.

-Lo sé, ¿verdad que soy hilarante?

- volvió a bufar -Te llamaba para decirte algo sobre lo de esta noche...

- le interrumpi -Tú descuida Hawkeye, todo está listo, comida, bebida, el lugar, la decoración, todo, inclusive conseguí a una pequeña banda que me dio un buen precio para tocar jazz suave en el lugar...

- seguí hablando, sin dejar que el pudiese decir nada, hasta que de un momento a otro gritó -

-¡NATASHA YA CALLATE, LLEVÓ YA MEDIA HORA TRATANDO DE DECIRTE QUE YA NO QUIERO LO QUE HICISTE!

-Incluso hay un fotógrafo que grabará todo... Espera... ¿Qué tú no quieres, qué?

-Lo que escuchaste Tasha, ya no necesito ni quiero, lo que preparaste.

-¿Estás de broma verdad? ¿Tienes alguna idea de lo que me costó hacer todo esto, para que vengas a decirme que ya no quieres nada? ¡MÁS VALE QUE SEA UNA MALDITA BROMA CLINT BARTON!

-No bromeo, decidí al último algo mejor para Bruce y para mí, por lo que ya no quiero lo que te tomaste la molestia de hacer.

-Te voy a matar Clint.

*llamada finalizada*

Y eso fue lo que sucedió.

Llevó ya media hora discutiendo con la agencia, no estaban dispuestos a cancelar la reservación, o se ocupaba o se ocupaba, me habían dicho en un principio que no habría reembolsos, y eso me fastidiaba.

-Bueno, tomaré la estúpida reservación, pero que sepan que conmigo están ya en números rojos, imbéciles.

Colgué, y suspire.

¿Qué se supone que haré ahora?

Pero ah no, esta me las pagas y bien pagadas Barton.

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Narración Normal.

La pareja se encontró al final del pasillo del teatro, el musical estuvo bien, bien aburrido.

La mitad de los espectadores estaban dormidos, y Clint no fue la excepción, Bruce disfrutó el espectáculo, aunque admitia que en ocasiones, bostezo más de la cuenta.

En fin, debido a que Clint cayó dormido Bruce no tuvo de otra, y no es como que se quejase de ello, así que cargó a su pareja al estilo princesa, hasta llegar al estacionamiento, lo acomodó en el asiento de copiloto, luego de desactivar la alarma del auto.

Condujo tranquilo hasta llegar a su hogar, no se quejaba, disfrutó de un momento agradable, con su novio.

Nunca esperó llegar a su hogar y encontrar una espléndida cena servida.

Traía a Clint semi adormilado en sus brazos, por lo que le extrañó mucho el encontrar la mesa preparada.

¡Incluso la comida seguía caliente!

Dejó a Clint en la habitación, dejó un beso en su frente y fue a la mesa.

Tenia hambre, y aunque era extraño que todo estuviese servido y aún caliente, admitía, que lucía apetitoso.

Sentado y con cubiertos en mano, comenzó a degustar tranquilamente los alimentos.

El filete estaba delicioso, los vegetales increibles, y que decir de la ensalada. De esta se sirvió doble ración.

Bruce no era muy amante de los dulces por lo que, el postre lo dejó de lado.

Una vez acabó de cenar, guardó el resto de la comida en viandas, y lavó los utensilios usados.

Mientras aseaba los platos, sintió como su cintura era abrasada suavemente, y sonrió.

-¿Qué haces despierto Clint?

-No te sentí en la cama, y sentí frío...- respondió adormilado.

-Voy en un momento, estaba cenando.

-Mmm...

Clint seguía sujeto de su cintura y se apoyaba en su espalda, para evitar caer por el sueño.

-¿No quieres comer algo cariño?

-Tengo más sueño que hambre, Brucie...

- sonrió -Oh vamos, aunque sea un poco, últimamente estás dejando de comer a causa del cansancio. Y eso no me gusta.

Clint lo pensó un poco, pero no tanto, por lo que al final accedió a comer.

Pero, el prefirió algo dulce, así que Bruce le sirvió algo del postre que había.

Mientras comía, o mejor dicho, mientras Bruce le daba de comer, el estaba sentado en la encimera de la cocina, y Bruce a su lado de pie, le alimentaba con el postre.

Estaba muy rico, era un pastel de chocolate con trozos de fresas y malvaviscos.

El arquero, aún adormilado, estaba deleitandose con tal postre, que no notó que el Doctor comenzaba a hiper ventilar.

-Clint...- le llamó algo desconcertado.

-¿Mmm...?

Bruce comenzó a sudar mucho, le ardía el cuerpo y la cabeza le daba vueltas.

Sintió nauseas, he incluso dio pequeñas arcadas, más nunca expulsó nada por la boca.

Barton escuchó las arcadas, y se espabiló.

-¿Bruce...?

Este le miró entre su nube de calor, y lo primero que atinó a hacer fue agarrarse la cabeza mientras caía al suelo, su cuerpo estaba convulsionando, cómo si Hulk, quisiera tomar control de su cuerpo.

Clint entró en pánico, y despertó por completo, debía actuar rápido antes de que "el otro sujeto" apareciera.

Examinó la situación, Bruce estaba en el suelo luchando por evitar que el hombre verde llegara, pero se veia que no era por estar enojado, sino por que sucedia y ya.

Eso fue desconcertante, Hulk no aparecía así cómo así.

Debia actuar rápido.

Bajó de la encimera, y se acercó a Bruce, al cual su piel comenzaba ya a tornarse verde, y su cuerpo empezaba a crecer.

-¡Bruce...!

El aludido volteó, y le miró, eso significaba que aún tenía leve consciencia de sí mismo.

-¡No dejes que te controle!

Al decir esas palabras se acercó a él inmovilizándolo como pudo, sentándose encima de su espalda.

Lo curioso fue, que al hacer contacto con la piel de Bruce, este soltó un gruñido de gusto, casi un gemido.

Barton se sorprendió.

¿Estaba excitado y por eso Hulk quería tomar posesión de su cuerpo?

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Bueno... ¿Quién era él para decirle que no a su Doctor?

Decidió comenzar a calmarlo, ya que aunque al inició relajó sus movimientos, no significó que estos cesarán.

Masajeo con sus manos la espalda de Bruce que ya estaba casi del tamaño de la de Hulk, y al hacerlo movia su cadera de adelante hacia atrás.

Estos movimientos calmaron de a poco al pelinegro, pero, estos no evitaron que la transformación fuese completada.

Debido a lo relajado y excitado que se encontraba Hulk, este no rugió en respuesta, como solía hacerlo cada vez que llegaba.

Increíblemente no estaba enojado, más nunca era malo seguir alerta, sólo por si las dudas.

Clint seguía con sus suaves toques, y caricias, estaba disfrutando esto.

Además había pasado ya mucho tiempo desde que Hulk había tomado su cuerpo.

Admitía que, estaba excitado por volver a tener esa oportunidad en sus manos.

-Date vuelta por favor...- le susurró precavido.

Este le obedeció y giró su cuerpo.

El arquero aprovechó de sentarse justo encima de au entrepierna, y volvió a retomar los movimientos de antes, pero ahora masajeaba y besaba los pectorales de Hulk, mientras le restregaba su trasero.

Ambos comenzaron a jadear y gemir, Hulk usando sus enormes manos desgarró la ropa de Clint, y al dejarlo desnudo prosiguió a bajarse su pantalón.

Clint palideció.

¿Lo penetraría sin preparación?

Pero contrario a sus pensamientos, algo mucho mejor ocurrió.

De repente se vio a si mismo en el reflejo del horno, dando saltos desnudo encima de la cara de Hulk el cual degustaba y preparaba con gusto su entrada.

La lengua del hombre verde lamia todo lo que estaba a su paso, y con la punta de uno de sus dedos fue estimulando la entrada.

Un delicioso beso negro se llevaba a cabo, y un Clint poseido por el deseo gemía sin parar.

Tras un rato de dilatación Hulk cambió de posiciones, acostando a Clint en el piso y levantando al aire su trasero, abrió sus nalgas a las cuales masajeo cual suaves almohadas, y procedió a restregar allí su enorme erección.

Barton mordía sus labios por la sensación de semi penetración que sentía.

Y aunque no era su Bruce, le daba mucho morbo el ser penetrado por "el otro sujeto"

Comenzó a gemir pidiendo más, y Hulk entendió que ya era el momento de actuar.

Separando aún más sus nalgas, tanteó su miembro entre ellas y poco a poco comenzó a entrar en la cavidad anal de Clint.

-¡AHHJ...!- gritó/gimió el arquero, al sentir la intromisión.

Era claro, que había recibido más de lo que podría haberse permitido, pero, no había vuelta atrás.

Hulk, tomó sus brazos presionándolos con cierta dureza contra la baldosa del piso de la cocina mientras se impulsaba a penetrarlo con ansias.

-¡AAHH...! ¡DUELE...- gritaba el arquero.

Reconocía que le dolía inmensamente, pero no estaba dispuesto a dejar pasar esa oportunidad.

No lo malentiendan, amaba mucho a Bruce y que el le hiciera el amor era lo más hermoso y delicioso que podía hacerle.

Pero, el que Hulk apareciera a veces y lo tomara como suyo, era algo simplemente excitante y divino.

Las penetraciones aumentaron de ritmo y continuaron con velocidad.

De su entrada fluidos seminales, mezclados con sudor y sangre salían.

Hulk gruñía de gusto, al sentir como su miembro era apretado y engullido por la entrada del joven de bajo de él.

-¡Más...! Mmm... ¡Rápido...! ¡AAHH¡- rogaba y gemía Clint.

-¡ARGH...!- gruñía Hulk.

El hombre verde siguió con las arremetidas, sin inmutarse de nada.

Siendo Clint el que más disfrutaba de aquello.

Con lágrimas de placer, se masturbaba al compás de las embestidas, mientras Hulk seguía entrando y saliendo de su entrada.

Sintieron sus cuerpos temblar de placer y con un gruñido convertido en grito junto a un gran gemido se corrieron en un orgasmo inefable.

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Tras un momento de descanso en el que Clint perdió la conciencia, despertó y se vio si mismo aún en el piso de la cocina.

Una ve su vista nublada se aclaró, se percató de que tenía un peso encima.

Al ver su reflejo en la cocina, vio que era Bruce, Hulk se había ido.

Sonrío. Su Bruce estaba con él, lo que significaba...

Otra ronda.

-Brucie...

-¿Mmm...?

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-Mmm Bruce...

-Clint, argh...

Estaban en la cama, y si, iban ya por la segunda ronda.

Tal parece que Clint era insaciable, y como ya estaba lo suficientemente dilatado no tuvo dificultad de volver a ser penetrado.

Bruce disfrutaba de hacerle el amor a su pareja, mientras se movía entrando y saliendo de él, estimulaba su miembro al compás de las embestidas.

Estaban tan inmersos en darse placer que no notaron que ya amanecía.

Continuaron asi, un poco más, se besaban con locura y gemían con gran pasión.

Y con una última y profunda embestida, ambos alcanzaron el clímax del placer.

Se recostaron en la cama, agotados y exaltados, aún temblaban por los espasmos del orgasmo, Clint sin duda estaba exgasiado ante tanto placer.

-¿Te encuentras bien...?

-Si... Ufffs... Estoy agotado, amor.

-Disfrutaste demasiado este dia amor...

-Si, asi fue bebe, sólo espero, no estés celoso de "el otro sujeto" por llegar antes.

-No, supongo que, el también tiene sus necesidades- dijo mientras acariciaba el pecho de su rubio.

-Aún asi, no entiendo porqué apareció...

-Yo tampoco lo comprendo en realidad. ¿Recuerdas algo antes de que él llegara?

-No, la verdad, lo último que recuerdo fue darte de comer el postre, y antes de eso yo lavaba los platos de la comida que comí.

-Espera... ¿De qué comida hablas?

-De la que estaba en la mesa anoche. Estaba deliciosa de hecho. Aunque pensé que cenariamos en un restaurante.

-Bruce...- le llamó.

-¿Si...?

-El plan era comer en un restaurante luego de la obra, esa comida no la pedí ni la cocine yo.

-Entonces, ¿quién lo hizo?

En ese momento el celular de Clint sonó, alertando qué, un mensaje nuevo había llegado.

Mensaje número desconocido:

*Espero hayan disfrutado la cena, la preparé de forma especial para la ocasión*

Conocería esa manera de hablar donde fuese.

-¿Clint...?

-¡La muy perra de Natasha se vengó de mí!

-¿Ah...?

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En algún lugar del parque central...

Natasha tuvo que utilizar la reservación, y amaneció en el parque mientras aún comía un poco de la comida.

Espero no puedas caminar maldito traidor- dijo dando un bocado a su ensalada.

Las ensaladas a veces saben de formas distintas, incluso si tienen algo de "coca" en e ellas, como saborizante.

Sonrió ladina mirando el amanecer.

Fin.