Encrucijada
Encrucijada.
Emma
20 de septiembre, 2013.
— ¡Mamá! ¿Eso por qué ha sido? — se queja Doug sobando la parte baja de su cabeza en donde tiré de su cabello. Jeremy ríe hasta que le doy una mirada.
—Eso ha sido por una vez más dejar afuera a tu guardaespaldas.
— ¡Él quiso quedarse afuera! Iba a hacer videollamada con su hija y vigilar alrededor. No tienes que ser mala conmigo.
—Oh, mi pobre niño— sonríe y luego tiro de su oreja—. No te hagas la víctima y a la próxima entonces habla antes de que tire de tu cabello y deja de reírte Jeremy Nathaniel.
—Entendido.
—No es justo mamá, no es nada justo— se queja Doug cruzándose de brazos.
Río y beso su frente a la vez que lo abrazo, de inmediato me devuelve el abrazo mientras Jeremy sonríe y corta otro trozo del pastel de chocolate que horneé.
—No te lo comas todo, Jeremy.
— ¿Por qué?
Libero a Doug para alejar el pastel aun casi entero de Jeremy, tomo un cuchillo y corto un trozo extremadamente grande bajo la atenta mirada de mis hijos.
—Voy a darle un poco a Peter.
— ¿Un poco? Casi estás dándole todo el jodido pastel, mamá.
— ¿Quieres otro jalón de cabello y oreja, Doug?
—Definitivamente no.
—Entonces calladito te seguirás viendo más bonito, hijo.
No dicen nada mientras todo lo que hacen es observarme de forma sospechosa, sin embargo los ignoro. No me avergüenza que sepan que me gusta alguien, pero tampoco voy a alentarlos a sus bromitas.
— ¿Quién es Peter? — pregunta Jeremy cuando tomo el plato con el gran trozo de pastel.
—Es Pet, no pensarías que solo se llamaba así ¿Verdad? — pregunta Doug demasiado divertido.
—Bueno, no me planteé preguntar cuál era su verdadero nombre. Pero ya veo que tendría que memorizarme el nombre ¿Verdad, mamá?
—No hagas molestar a mami, Jeremy— beso su frente—, puedes comer más pastel ahora, pero deja algo para Hilary, le enviaré.
—Ella amará eso.
—Lo sé— anuncio mientras me alejo de la cocina para llevarle el trozo de pastel a Peter.
Cierro la puerta detrás de mí y tal como hace un tiempo, lo encuentro haciendo un crucigrama con lapicero.
— ¿Aun sin usar lápices?
—Creo que llenarlo con lapicero vuelve un desafío no equivocarse— sonríe abriendo la puerta del auto y saliendo—. Hola, Emma.
—Hola, Peter— me alzo en las puntas de mis pies y él baja un poco su rostro permitiéndome que bese su mejilla—. Aquí, este trozo de pastel es para ti.
— ¡Vaya! Es bastante, muchas gracias.
—Sí, la vez de las galletas comiste muchas, así que intuí que te gusta mucho el dulce, como a Jeremy— sonrío y una vez más me devuelve la sonrisa.
—Así es, soy muy dulcero, pero trato de ocultarlo de Leah ahora que vive conmigo porque cree que me volveré diabético si como muchos dulces.
—Entonces quizás deba quitarte ese trozo de pastel y...
— ¡No!
No puedo evitar reír a lo que él me responde con una gran sonrisa mientras en las esquinas de sus ojos se forman unas pequeñas arrugas. Es tan atractivo.
Toma un pequeño trozo con la cucharilla y cierra sus ojos haciendo un sonido de aprobación cuando lo saborea. Tomo un mechón de mi cabello y sorprendida me encuentro jugando con el como una adolescente mientras contengo el jadeo cuando abre sus ojos y me observa fijamente.
—Esto está absolutamente delicioso, Emma. Benditas sean tus manos.
—Gracias, me gusta hornear.
—Podría casarme contigo si prometes siempre hornear.
Ambos nos paralizamos ante su declaración. Abro mi boca mientras aún bajo su barba puedo notar el sonrojo que aparece. Mi corazón se salta unos latidos antes de comenzar una carrera de locos.
»Quise decir...
—Sé lo que quisiste decir—aclaro mi garganta—, creo que es el halago más grande que me han dado alguna vez.
Me da una sonrisa tímida mientras continúa comiendo y para no ser solo una rara persona observándolo comer, decido conversar con él. Es una de las cosas que me gusta de Peter, puedo hablar con él con tranquilidad, sin cohibirme, me hace sentir tan cómoda y a gusto.
Río de nuevo de algo que me dice sobre Leah, no he tenido oportunidad de verla más que aquella vez en el supermercado, pero por las cosas que dice, ella suena como una niña maravillosa y especial.
—Ella suele preguntar por ti.
— ¿Lo hace?
—Sí, le causaste una muy buena impresión aquella vez en el supermercado. Y quizás escuchó que hemos conversado un par de veces por teléfono.
—Sería agradable verla en alguna otra oportunidad.
—Sí, podríamos invitarte a cenar y...
—Bueno Jeremy, que va a conocer el mundo— dice Doug llegando hasta nosotros e interrumpiendo a Peter—. Pet, lamento interrumpir el momento épico del año, pero estamos volviendo.
— ¡Doug!— lo reprendo mientras siento el sonrojo en mis mejillas, en respuesta todo lo que hace es besar mi mejilla.
— Estás a poco tiempo de ser abuela, Rayito viene en camino.
— ¡Oh, Dios mío! Mi nieto va a nacer.
Estoy feliz, nerviosa, entusiasmada y a instante de enloquecer ¡Seré abuela! Doug me sorprende cuando de forma rápida y muy estable me dice todas las indicaciones sobre a dónde están llevando a Hilary; y como no quiero conocer a mi nieto siendo un desastre, me aseguraré de llegar hasta ellos luego arreglarme un poco.
Les doy una despedida rápida a todos porque incluso Jeremy está yendo con ellos. Henry se encargará de llevarme. Cuando el auto se aleja de mi vista sonrío.
Seré abuela.
Y ¡Oh, Dios! Estoy muy segura de que Peter iba a hacerme una importante invitación. No ha nacido y Jeff ya comienza a ser exactamente como su padre, interrumpiendo momentos destinados a ser épicos. Me encanta mi nieto, ya quiero conocerlo.
***
24 de octubre, 2013.
Enarco una de mis cejas cuando la puerta del apartamento de Doug la abre una señorita con un short muy corto, un cuerpo fenomenal y muy en confianza en una casa ajena.
—Hola ¿Puedo ayudarla en algo?
— ¿Quién eres y por qué estás en el apartamento de mi hijo?
—Oh, ¿Es usted la mamá de Doug?
—Así es, Emma McQueen.
—Un gusto conocerla. Soy Alana.
Se acerca y me abraza, se aleja con una gran sonrisa que siendo sincera es genuina, siempre he sido amigable y aunque no me guste notar que esta señorita no está usando sujetador con una camisa tan ajustada y pechos tan notables, le devuelvo la sonrisa.
—Muy bien Alana, me gustaría entrar al apartamento de mi hijo.
—Claro, pase adelante.
Me abro paso y al caminar hasta la sala, encuentro a Doug sentado en el sofá con los ojos cerrados mientras Jeff está contra su pecho con los ojos muy abiertos.
Sonrío. Estos bebés extrañan a Hilary.
—Está imagen la tendré siempre en mi memoria— anuncio haciendo que él abra los ojos. Me sonríe.
—Mamá— tiene unas ojeras apenas perceptible, su cabello está despeinado y seguro que el manchón en su hombro es vomito de bebé.
—Hola, mis bebés rubios— termino de caminar y beso su frente. Dejo mi bolso a un lado y tomo a Jeff—. Y hola a ti mi nieto precioso.
Me maravillo ante la belleza de mi nieto, quizás son mis ojos se abuela, pero no hay manera en la que encuentre a este ángel menos que hermoso.
» ¿Estás extrañando a mami? Porque estoy segura de que tu papi está enloqueciendo sin verla ¿Cierto, Doug?
—Ni siquiera hay necesidad de que lo diga— pasa sus manos por su rostro, frunce el ceño hacia el piso. Veo hacia Alana, muy diferente a mi amiga Alana, madre de Andrew.
—Y ya conocí a tu amiga nueva.
—Es mi vecina— me corrige— ¿Ya solucionaste el problema del teléfono de su apartamento, Alana? — Se gira a verme—. Ella no lleva mucho tiempo instalada y le conectaron mal su teléfono.
—Claro, típicos problemas ¿No, Alana?
—Sí, bueno, te veo al rato Doug. Fue bueno conocerla, señora.
—Hasta luego Alana.
Tomo asiento al lado de Doug y acuno a Jeff contra mi pecho. Mi hijo me observa.
—Esa señorita no llevaba sujetador.
—No lo noté.
—No vas a venir a mentirme a mí.
—De acuerdo, sí lo noté, pero no es como si me importara ver. Estaba más ocupado dándole de comer a Rayito y pensando en cuánto extraño a Hilary.
» ¿Cuándo podremos ser solo una familia feliz sin problemas? Todo lo que quiero es felicidad con ella y mi hijo, mamá. Se siente como tener un vacío en el pecho porque ambos nos encargarnos de empañar lo que debía ser un momento bonito y especial de nuestras vidas. Nos hicimos daño.
—Ella está sanando cariño, y tú estás entendiendo ahora todas las responsabilidades que le dejaste en su primer mes como mamá. Estoy segura que solo será cuestión de tiempo para que estén juntos como la familia que son.
—Eso espero, la echo mucho de menos y Jeff también. Estoy seguro que extraña llorarle como loco a su mamá.
—Apuesto a que es así. Pero cuéntame, cómo te está yendo siendo papá.
Sonrío viendo y escuchando la ilusión con la que Doug habla sobre ser padre, mi hijo ha madurado tanto y se siente tan feliz de ser papá. Para mí es todo un orgullo verlo en esta faceta.
—Y me encanta— concluye—. Él es como muy activo por las noches, pero entonces me pongo hablar con él y no le queda más remedio que escucharme, pero ¿Sabes? Creo que en parte Hilary le hablaba mucho, porque cuando reproduzco vídeos que tengo de Hilary bromeando durante nuestras citas o cuando pasábamos el rato, creo que busca su voz.
—Él sabe que su mami lo cuidaba y ahora seguro está echándola de menos. Cuando están así de pequeños son como una esponja, absorben todo y lo vuelven una rutina o costumbre.
—Sí...
Noto que Jeff se queda dormido y advirtiéndole a Doug sobre no dejarlo dormir sobre él, camino hasta la habitación dejándolo en la cama de Doug luego de que él pone una manta sobre la cama y otra para cubrirlo. Luego río viéndolo dejar almohadas a su alrededor.
— ¿Qué?
—Tiene un mes, no va a gatear y caerse.
—Bueno, dejándolo así me siento más a gusto.
—Está bien, cariño.
Volvemos a la sala y apenas me siento en el sofá, él lo hace a mi lado dejando caer su cabeza en mi regazo. Acaricio su cabello y se relaja.
—Así es la vida de adulto, cariño, no todo es alegrías a veces nos topamos con situaciones difíciles que debemos enfrentar.
—Lo sé, espero estar haciéndolo bien.
—Lo haces muy bien.
Permanecemos una vez más en silencio mientras acaricio su cabello. Ser madre es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.
—Mamá.
— ¿Si?
— ¿Qué sucede con Pet? — Dejo de acariciar su cabello—Estoy siendo serio sobre la pregunta, prometo que no bromearé sobre ello.
— ¿Estás molesto?
—No, no. Solo me gustaría saber si algo realmente está sucediendo.
—Ahora no está sucediendo nada.
—Pero podría suceder— dice, luego ríe por lo bajo— ¿Debo llamarlo futuro papá?
— ¡Doug Nicholas! Dijiste que no ibas a bromear.
—Ya, solo era esa pequeña broma. No te molestes. Pero siendo honesto y el intento de serio, siempre he creído que mereces grandes cosas mamá, me gusta cuando eres feliz y si aventurarte a ser una mujer enamorada te hará feliz entonces ¡Sube al tren del amor!
—Eres tan tú, mi niño.
—Y Pet es un buen hombre, en serio, es genial. Es mi favorito y creo que el resto quiere robármelo, pero no los dejaré. En fin, solo quiero que sepas que no me molesta y a Jeremy tampoco, lo hablamos antes, y a nosotros solo nos importa que tú seas feliz. Las reinas no merecen más que felicidad.
—Vas a hacerme llorar Doug.
—Pero serán lágrimas de felicidad y eso estará bien ¿Verdad?
—Sí.
—Gracias por todo lo que hiciste por nosotros. Mereces grandes cosas, mamá.
—Mi mayor recompensa es ver los hombres en los que se han convertido. Ustedes son mi vida.
—Palabras de una reina—toma mi mano y la besa.
Lo hice bien. Crié muy bien a mis hijos.
***
17 de noviembre, 2013.
— ¡Emma!
El grito de una chica me hace girar y me sorprendo cuando encuentro a Peter tropezando hacia adelante y volteando a ver a la que recuerdo como su hija. Me dirijo hacia ellos con mi carrito de compras.
—Hola, parece que una vez más estamos dirigidos a encontrarnos haciendo las compras.
—Eso parece— me sonríe Peter.
—Hola, señora Emma.
—Hola, Leah.
—Recuerda mi nombre.
—Es un bonito nombre.
—Gracias, el de usted también.
— ¿Ninguna duda está vez sobre comprar artículos femeninos?
—No, creo que tener 17 me ayudan muy bien. Además cumpliré pronto 18 años.
—Por pronto se refiere a casi terminando diciembre.
—Papá, solo debes seguirme la corriente.
Río bastante divertida viendo a Peter rodar sus ojos y palmear la cabeza de Leah. Lo poco que hemos hablado por teléfono, parece muy feliz de tener a su hija viviendo con él.
Hablamos tan poco por teléfono que se siente como no tener su número, lo cual comienza a convencerme que quizás me ilusioné demasiado con algo que no va a suceder.
—Así que papá viajará a la gira con Doug.
—Sí, eso escuché.
—Pero justo hablábamos sobre usted.
— ¿Ah, sí?
—Leah—le advierte Peter.
— ¡Así es! Pensábamos en invitarla a cenar con nosotros, pero debido a que papá debe viajar, pensamos en que podría suceder cuando él regrese.
»Ya me ha contado que usted una vez horneó galletas para él, entonces creemos que sería genial que venga a cenar a nuestro hogar.
Volteo a ver a Peter, sin desear que él se incomode en caso de que su hija esté inventando esto.
— ¿Es así, Peter? — estoy nerviosa sobre cuál será su respuesta. Es como ponerlo en una encrucijada sin que él lo sepa. En donde su respuesta decide si desisto o me aventuro a seguir en esto.
—Nos encantaría Emma, no soy un mal cocinero.
Mi sonrisa es muy amplia y Leah aplaude feliz de la repuesta de su papá.
—Entonces, estaré esperando encantada tu regreso y esa cena.
—Igualmente.
—Apuesto a que papá contará los días.
—Leah.
—Ya, ya, está bien papá. No te delataré. Iré a la sección de helados.
Vemos a Leah irse dando pequeños saltos. Tiene mucha alegría en ella, es encantadora de ver.
—Tienes a una buena hija.
—Sí, ella me da los empujones que necesito para invitar a cenar a una mujer.
— ¿Lo hace muy seguido?
—No. Solo con las reinas.
— ¿Cuántas reinas conoces? — lo miro con fijeza a los ojos.
—Una sola, y se llama Emma McQueen.
No soy una adolescente, pero en este momento me siento como una. Este hombre hace latir mi corazón mucho. Demasiado.
Holaaaa, aquí otra parte. Creo que quedan 3 o 4 partes, aun no estoy segura.
Por cierto, el actor que hace de Peter es Ewan McGregor no sé porque en el reparto sin importar cuántas veces lo pongo, wattpad me lo cambia a Ewan Anderson -.- así que no es que no sepa, es wattpad que me lo cambia.
Por cierto anteriormente les dije que sus padres tenían sexo más no los mandé a imaginarlo, lo imaginaron porque quisieron así que sus traumas se lo causaron ustedes, no yo ;) . Les recordé un hecho más no los mandé a imaginar, haya ustedes con sus impulsos y sus mentes.
Espero les guste.
Un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro