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¿Realmente me dolía?

La dureza y severidad de sus palabras hizo que me lo planteara de nuevo y que recapacitara. Como si no tuviera opción y esa fuera la última palabra que dijera, pero sabía que eso no era cierto.

Nuestros cuerpos se congelaban por la fresca brisa que chocaba en nuestra húmeda y arrugada vestimenta.

El cerró los ojos de nuevo, conteniendo una mueca de dolor sin poder evitarlo. Lo miré como si fuese un pajarillo herido que necesitara atención.

—Por muy terca que seas, por favor, Kira, escúchame, por una vez en tu vida. Yo si estuviera en tu lugar tampoco me iría y te dejaría sola, pero te lo estoy pidiendo, vete y deja que pase lo que tenga que pasar, no me hagas rogarte— el tono que aplicó tuvo la sensación que quizás no me conocía tan bien como pensaba.

Yo realmente apenas cambiaba de idea, pero la desesperación era palpable en su voz. Una parte me decía a gritos que dejase de ser tan patética y le hiciese caso, pero en cambio, otra parte me decía que me quedara donde estaba y no me dejara llevar por sus “exageraciones”.

El frío me calaba hasta los huesos y apenas podía mover un dedo. Si yo tenía frío, seguramente él ya estuviese al borde de la hipotermia.

Tiritaba de pies a cabeza y me preguntaba cómo podía haber tanto frío en un pueblo caluroso como este.

—¿Tienes frío?— pregunté empezando a desprenderme del fino abrigo de lana que llevaba.

—Ten por contado que me congelaría para que tú, querida, entraras en calor.

—No digas tonterías— le espeté antes de abrigarlo con la prenda de ropa.

Estuvo intentando convencerme sobre que yo la necesitaba más y muchas más habladurías. Al final no tuvo más remedio que ponérsela porque supongo, que ya conocía esa parte de mí.

Las nubes que empezaron a acumularse en el cielo hizo que se tornara por completo de gris, maldije por lo bajo, a lo que el respondió con una risita por lo bajo. Nos resguardamos bajo una vieja palmera que se hallaba en un lugar un poco alejado del agua, a punto de estar entre la variedad de árboles que se extendían a nuestro alrededor creando un ambiente poco seguro.

—Kira, o tú te vas, o yo me voy.

—¿Intentas hacerme cambiar de opinión?— fue una pregunta entre la duda y el sarcasmo.

—¡Estoy intentando hacerte entrar en razón! ¿No lo entiendes?— chilló.

Me sorprendió la manera en la que gritó como si ya estuviese harto, parecía frustrado, oh no, peor, parecía decepcionado. Y lo peor fue cuando lo miré “desintencionadamente” con una mueca de confusión, con lo que él me respondió con una de incredulidad.

Al ponerme de pie, parecía sumamente sorprendido, abrió los ojos y entreabrió los labios levemente.

—No… no pensaba que realmente lo harías— dijo en casi un susurro.

Yo únicamente me ponía de pie para dar un paseo y que me dé un poco el aire, pero ya que piensa eso ¿Por qué no seguirle el juego?

Deseaba que no se me haya elevado una comisura del labio o se me haya escapado una risita, porque eso sin duda alguna me hubiese delatado.

Quería esperarle en la cara tantísimas cosas, pero de alguna manera, las palabras no salían de mi garganta. Quedaban escondidos en algún rincón de mi mente, sin poder salir a la luz.

La última vez que estuve en el castillo, opté por ponerme un sencillo vestido rosa pastel, del que naturalmente me arrepentía de haberme puesto. Yacía lleno de arena y arrugado, al igual que mi corazón. Los zapatos me daban incluso pena, unas piezas tan bonitas actualmente estaban llenas de tierra y arena, el blanco color anterior se tintó de un color marrón y sobre todo, la tela que rodeaba los tacones estaba muy desgastada y rota, dejando una sensación desagradable.

Me sobresalté al escuchar un «¡Suerte!» agudo y chillón, al ver a Axiel actuar con normalidad, deduje que simplemente habría sido mi imaginación, que sería lo más seguro.

Pocos instantes después escuché otra vocecita, está vez no pude entender lo que decía o simplemente no lo escuché bien, pero ahora sí estaba segura de que era cierto, que no me estaba inventando nada.

Cuando que Axiel se levantaba, ahogué un gritito de horror al ver que la herida del brazo estaba empeorando, ya casi parecía inhumana y a él posiblemente le diera igual.

Ahora mismo, la vocecita de antes era la menor de mis preocupaciones.

—¿Cuál es el plan?— preguntó él con aire alegre.

Me lo tomé como un chiste malo, de esos que no le ves la gracia que tienen.

—No hay ningún plan— afirmé.

La isla en la que estábamos era sumamente grande, con múltiples palmeras y arena. Había muchísima, más que cualquier playa.

Al otro lado simplemente había mar, agua, ninguna señal de vida.

Una enorme ira me embargó por dentro, sentía mi cuerpo arder y mi cabeza estaba a punto de explotar, estaba enfadadísima, más que nunca. El corazón me dolía, mucho, y cuando recordé, vi actuaciones falsas, ninguna muestra de amistad verdadera.

Sin poder evitarlo siquiera, clavé los pies en la arena, al parecer, Axiel se percató de ello, por lo que dirigió la mirada hacia mis pies.

Quería desaparecer, sumirme en el agua y no volver a salir jamás. Cuanto más le daba vueltas a lo de suicidarme, no me parecía tan malo.

Quería llorar, gritar, hacerme daño hasta que pare el dolor que sufría por dentro.

Me sentía como un papel doblado millones de veces, usado una y otra vez, sin cesar.

No podía creerlo o no quería creérmelo, quería seguir engañándome a mí misma que era mentira, que solo era un mal sueño, que pronto me despertaría y estaría con mi familia felizmente.

Parecía tan real que dudaba que fuese verdad.

«Es la realidad, y no puedes escapar de ella, es la cruda y cruel realidad».

Me lastimaba tantísimo esa oración que se repetía una y otra vez, como un disco sin fin.

Sentía como si fuese la villana de esta historia, en vez de la heroína.

«Si no puedes hacer el bien, no hagas el mal».

Tanto tiempo ayudando a las personas sin desear nada a cambio para que en un abrir y cerrar de ojos hagan como si nada hubiera pasado.

Pensé en tantas cosas que me temblaron las piernas y caí de rodillas.

N/a: Gracias a tantísimas personas por acompañarme hasta este capítulo, estoy enormemente agradecida, os quiero a todxs, un beso y un abrazo.  ಥ⁠‿⁠ಥ ❤️🤧
I love you so much!! ♡♡

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