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7 de enero

Apartamento de Kazuki y Rei

La emoción de Kazuki tras la decisión de Rei con respecto a lo de tener el bebé lo tenía encantado; era algo que no podía ocultarlo, realmente no. Este nuevo sentimiento se le notaba desde que habían salido de la consulta queriendo complacer a su compañero en todo lo que le pidiese, ya que, después de aquella eventualidad solo quería que se sintiera de lo mejor para no repetir dichos errores.

Evidentemente, ante eso, Rei mantenía su misma actitud de ser de cortas palabras y que por ahora aspiraba a que solo estuviesen tranquilos como lo garantizó su obstetra para que nada le pasase a la carga valiosa que llevaba dentro de él.

Si bien, aún se sentía raro de que hubiese tomado esa decisión de tenerlo por no ser una actitud tan propia de él; su mente lo pensaba mucho, últimamente, pues, su lado Omega como el lado que su padre domesticó se peleaban constantemente en hacerlo sentir un poco vulnerable y, en consecuencia, hacía que se sintiera inseguro al punto de esparcirlo con sus feromonas que llamaban al Alfa que lo embarazó.

Eso era una buena reacción ahora, porque, al menos, esta vez no lo ocultaba como el incidente del nido y, ante eso, Kazuki correspondía a su llamado cuando estaba cerca para presenciarlo.

Así fue como en esos dos días siguientes, por obligación de su compañero, empezaron a dormir juntos. Claro que, no en la cama porque Rei en su estado consciente no se acostumbraba a la suavidad de un colchón, por lo cual, ambos decidieron compartir la bañera, pero esta era un poco estrecha para el cuerpo ancho del Alfa, sobre todo, si había una que otra prenda que el Omega tomó por la necesidad de crear un refugio con esa esencia a hogaza.

Fue ahí donde no tuvieron más remedio que pegarse cuerpo a cuerpo en esas noches sintiendo como la calidez del torso al desnudo de Kazuki chocaba con la espalda cubierta de ese suéter azul de Rei siendo acompañados de sus esencias de pudin y pan mezcladas en el aire ante esa comodidad que se transmitían.

Ninguno afirmaba que les incomodaba estar durmiendo de esa forma. Al contrario, les agradaba, sobre todo, por ser la primera vez que se presenciaban estando con sus sentidos activos como persona y no como animal. Se dejaron llevar en esa tranquilidad en ese corto periodo de tiempo hasta que el mayor de ambos hombres en la hora del desayuno sacó el tema que no podían ignorar más.

—¿Y cómo haremos con el trabajo?

—Puedo seguir después del reposo —le respondió comiendo su panecillo bañado en mermelada.

—No empieces, Rei.

—¿Qué? Sí esto pasó un mes desapercibido es motivo suficiente para volver.

—Ajá, sí, y en ese mes no habías parado de fumar. Te hacías daño.

—No lo sabíamos. No te pongas dramático.

Kazuki suspiró para no hacerle ver que ese comentario lo ofendió.

—Está bien, pero, aun así, debemos hablar con Kyu-chan —le dijo cruzándose de brazos—. No podemos ocultarle después de todo este tiempo lo de que eres un Omega, lo que pasó y lo que está por pasar.

—Claro que podemos. Tú se lo dijiste: es pasajero.

La expresión del Alfa se puso seria, mientras que, el Omega se limitaba a soltar esas acotaciones para molestarlo como usualmente lo hacía como también disfrazar la verdad en la que mantenía esa razón, ya que, no quería decirle que, si iba a estar cesante en esa organización, su persona debía de regresar con su padre por esa promesa que le hizo, aunque era obvio que en esta condición no era la mejor opción.

Especialmente, si reconocía que él mucho menos quería volver al sentirse mejor que a como estaba antes.

—Hablo en serio, Rei. Ahora afrontamos una nueva realidad.

Ambos se pusieron a debatir la situación. Estaban dispuestos a seguir con ella, a los dos les emocionaba mucho esa idea de tener un bebé por sus diferentes motivos: Kazuki por sentir que la vida le estaba dando una nueva oportunidad como Rei queriendo descubrirse a sí mismo en el proceso.

Fue una larga charla, donde quedaron en el acuerdo de que irían hoy mismo a hablar con su jefe e informarle de la situación. Ambos se levantaron juntos de la mesa, Kazuki tomó los platos del desayuno para lavarlos entretanto Rei subía escaleras arriba en dirección a su habitación para cambiarse.

Rei al entrar en su cuarto estuvo en piloto automático buscando en su armario que ponerse. Divagó un poco viendo que pudiese ser un poco más holgado que de costumbre a sus prendas habituales y cuando supo lo que usaría se empezó a desvestirse, dirigiéndose al espejo por la mera curiosidad de cómo se vería ahora con su ropa; se quedó observando y detallando su cuerpo lleno de muchas cicatrices y esa herida de bala en su hombro derecho, preguntándose cómo un embrión de pocas semanas había logrado sobrevivir dentro de él.

Estaba analizándose de arriba abajo y de lado a lado; estando en esa perspectiva, se detuvo al percatarse que su cuerpo había cambiado un poco, específicamente, en la parte de su abdomen parecía que estuviese algo hinchado, como si hubiera ganado peso, y eso le hacía sentirse hipnotizado al verlo y como reflejo posicionó su mano sobre esa zona.

En ese momento, reconoció en definitiva que era real lo que vio en esa ecografía; la diminuta cosa que parecía una mancha estaba ahí siendo tan pequeña, pero notoria. Decidió acariciarlo y, ante ese contacto, volvió a ignorar el mundo a su alrededor sintiendo un cosquilleo en su glándula de Omega que le hizo emanar, inconscientemente, sus feromonas de pudín por disfrutar del momento.

—¡Rei! ¿Estás listo? —preguntó Kazuki desde abajo, pero otra vez no recibió respuesta—. Ah, te dejo ir solo a un lado del departamento y haces lo mismo de siempre...

Desde hace unos minutos debieron de haberse ido a ver a Kyutaro para hablar e informar sobre la razón de sus errores en estas últimas misiones, así que, decidió subir a buscarlo. Así que se aproximó a la puerta que se encontraba abierta, donde vio otra de las escenas que Rei había estado haciendo de forma involuntaria por su instinto Omega, la cual le parecía adorable.

También podría decir que al darse cuenta de que esa fragancia dulce que lo caracterizaba estaba por los aires, logró hacer que la suya con aroma a pan se esparciera sin problema para indicarle a su compañero que estaba presente al ser esto como un llamado entre almas gemelas.

Si bien, sabía que estando en esa burbuja no se percataba de su presencia, pero, al menos, se enternecía de que Rei a su ritmo dejaba de tener algunos prejuicios. Lástima que ver esa escena de su compañero tocando su vientre no podía durar para siempre.

—Rei, te estaba hablando desde abajo, pero me di cuenta de que no me oías, ¿todo está bien?

El nombrado reaccionó de golpe ignorando lo que acababa de hacer para ponerse la camisa holgada que escogió y encima de esta su característico suéter azul para indicar que estaba listo para irse.

—Sí, solo pensaba.

—¿En qué? ¿Pasó algo? ¿Sentiste algún mareo?

—No, más bien en como Kyutaro se tomará todo esto.

Ahí la expresión de quien entró a la habitación cambió a una nerviosa haciendo que sus feromonas de pan se pusieron un poco añejas.

—Esperemos lo entienda. Los dos reconocemos que él puede ser despiadado, pero... —el Alfa rascó su nuca queriendo tener una idea concreta de que decir, mas no tuvo ninguna—. Solo lo sabremos cuando le digamos, venga, tenemos que irnos.

Rei asintió para encaminarse a la puerta de su habitación y ser el primero en ir escaleras abajo en dirección a la salida, para luego ser acompañado de su socio mercenario y, de este modo, marcharse a tener esa charla pendiente con su jefe.

Yadorigi Café

Llegaron en cuestión de minutos.

Ambos supieron bien que en el momento que cruzaron por la entrada del café haciendo sonar esa campanita que estaba sobre la puerta, es que fueron recibidos por esa mirada severa de Kyutaro. Sabían que debían de tomar asiento, así que, eso hicieron dirigiéndose a la barra de forma discreta y silenciosa.

Estando cerca de los taburetes se fueron a sentar mientras su jefe les servía habitualmente las bebidas de que pedían cuando debían de hablar de sus asuntos; un café americano para Kazuki y un jugo de naranja para Rei.

Ciertamente, por muy hospitalario que era este gesto, no ocultaba el hecho de que no se podía disfrutar de la misma manera por la tensión que había en el ambiente por como percibían las feromonas a café de aquel Alfa, las cuales hacían que el hombre con la bebida caliente en sus manos la sorbiera con sus nervios a tope acompañado con una risa disimulada para agradecerle por el pedido, mientras que, quien tenía el zumo lo saboreaba para ignorar todo a su alrededor y, asimismo no hacerle contacto visual al hombre de gafas.

—Debo decir, Kyu-chan, que nadie iguala tu café —comentó el Alfa de esencia a pan para romper el hielo al ver que su igual esperaba que le dijese algo—. Ni siquiera yo que soy un experto cocinero hace uno tan bueno.

—No deberías de hablar con tanta comodidad, Kazuki. De ser así, te pido que no abras la boca si solo vas a soltar estupideces —exigió el Alfa de esencia amarga estando de espaldas guardando los vasos que recién acababa de limpiar—. Es la segunda vez que les pasa un incidente. Les hablé bien claro a los dos de que no se repitiese y no pueden mentirme, sé que ese Alfa cobarde que debían de matar solo tenía Betas cómo escoltas para que me salieran con esto.

Kazuki se tensó haciendo que sus feromonas cambiasen a una concentración agria por presentir el peligro de cualquier castigo que pudiesen darles, además de que su fragancia en ese estado era mala, sobre todo, cuando llegó a la nariz sensible de Rei, y este maldijo que no se controlara para que no sintiera que estaban en peligro, pero tuvo que disimular por el momento.

Sin embargo, sin que él lo pudiese frenar del todo, su propio instinto Omega también reaccionó queriendo darle tranquilidad al Alfa que lo embarazó. Al darse cuenta de lo que hacía, intentó dominarlo lo suficiente para hacer tiempo, mas en el aire se sentía cierto aroma dulce muy inminente por la barra de la cafetería.

En ese instante, la expresión de Kyutaro cambió a una seria. Aquel hombre sabía demasiado de las esencias y jerarquías cómo para que no identificara, ni se percatara de que "la Omega" de la fiesta de Navidad estaba cerca.

—¿Volviste a acostarte con esa Omega, Kazuki? —preguntó su jefe con severidad al sentir esa esa.

—No... —el subordinado que nombró decidió desviar su vista en dirección contraria a la de Rei para evitar levantar sospechas—. ¿Por qué lo dices? Solo fue esa noche que pasó... Ya sabes... No hay nada que...

—Suficiente.

Tanto Kazuki como Rei empezaron a sudar; ese tono con el que les habló indicaba el peor de los casos.

—Tú, de nuevo, lo hiciste con esa Omega, Kazuki —dijo Kyutaro, aproximándose a estar directamente cara a cara de ambos hombres—. Tu esencia está muy mezclada. Tú hueles pan y pudin —disimuladamente agudizó su sentido haciendo que sus ojos se intensificaran de color. Se acercó a Rei cuando identificó de donde provenía el aroma atrayente—. Y tú también hueles a ellos, Rei, ¿tan desesperado estabas que quisiste unirte a su fiesta sin decirme?

—No —respondió el Omega viéndolo con molestia de que lo acusara como que fuese una persona fácil de tentar.

—Entonces, ¿por qué hueles a Kazuki? ¿Y por qué él huele a ti?

—¿Qué quieres decir, Kyu-chan? —se interpuso el Alfa de cabellos rubios al percatarse de que ofendía al Omega encubierto a su lado—. No tienes que estar señalando cosas que no son. Sabes bien que Rei es un Beta, no segrega feromonas, menos las va a tener impregnadas en su cuerpo, claro que, en la ropa se le puede pegar la mía porque es...

—Ya deja de hablar, Kazuki. Yo ya lo sé todo.

—¿Eh? —soltó el de suéter rojo mientras su acompañante alzó sus cejas de la impresión de que lo conocía la verdad.

—Sé que Rei es un Omega desde hace un largo tiempo. No hay necesidad de ocultarlo más.

—¿Qué? Pero sí lo sabías todo este tiempo, ¿por qué no le dijiste nada antes? —Kazuki continuaba estando con muchas dudas, después de todo, han sido muchos años como para no haber tomado acción por eso.

—Él no generaba problemas. Rei está muy bien entrenado como para que se hubiese dejado llevar por su naturaleza como tú lo has hecho en otras ocasiones, Kazuki.

Esa observación le dio en el orgullo al Alfa de esencia de feromonas a pan al mismo tiempo que hizo reír levemente a Omega a su izquierda.

—¡No te rías, Rei!

—Sí, no deberías. A fin de cuentas, ambos están involucrados como dije en un asunto delicado —recordó su jefe acomodando sus anteojos—. ¿Creen que no sé qué están esperando un bebé desde esa misión?

—¿Cómo es que tú?

—Lo suponía —dijo Kyutaro alzó su ceja con determinación—. En este punto, es bastante evidente.

Rei no se inmutó con esas palabras por costumbre, pero Kazuki si palideció. Aunque, era verdad que a ambos se les olvidaba que, de vez en cuando, a ese sujeto con anteojos nada se le escapaba.

—No es nuestra culpa. Fuiste tú quien nos unió en primer lugar —dijo Kazuki defendiendo la posición la de él y de su compañero.

—Admito que en ese entonces no lo sabía. Fue posteriormente a los meses de su convivencia que comenzaron a pasar que notaba a Rei extraño en algunas reacciones leves, lo cual terminó haciendo que sus ciclos de celo como Omega fuesen evidentes —puso su mano en su mentón como si estuviese recapitulando los hechos—. Incluso, tú también te adaptabas a él. Lo dejé pasar por alto porque ambos cumplían con su trabajo, no lo vi un inconveniente, a pesar de, que tú a veces tenías tus tropiezos, pero Rei, por instinto, te salvaba.

El Omega tras escuchar esos hechos continuaba en su silencio sintiendo como la mirada de su jefe los juzgaba por ser tan torpes para no cuidarse al mismo tiempo de no ser conscientes para evitar cometer esos últimos errores en las misiones pasadas.

—En serio, pensé que no pasaría por cómo es Rei —seguía diciendo Kyutaro al verlos un poco distantes entre sí.

—Debo decir que, igual nosotros... aunque ese momento asumes fue la primera y única vez que pasó... —aclaró Kazuki sin querer que sus palabras pudiesen hacer sentir mal a su compañero como en días pasados.

—Y vaya que un regalo inesperado les trajo para la víspera de Navidad, pero como todo regalo: debe devolverse.

Tanto el Alfa como el Omega alzaron sus miradas ante esa acotación. Conocían bien que ese comentario tenía un significado bastante especifico si decidías leerlo más entre líneas.

—Pero, Kyu-chan... Nosotros...

—Yo no quiero —interrumpió Rei cruzándose de brazos. No estaba dispuesto a deshacerse después de ese susto por sus inseguridades como para volver a pensar en tomar esa decisión.

—¿Estás desafiando a la organización, Rei? —interrogó en tono controlador, por no decir que con la de un Alfa queriendo dominar a un Omega rebelde.

—No me importa. He cumplido con todo lo que me han ordenado como para no poder no elegir la decisión que mejor considere —su subordinado de rango pasivo defendía su ultimátum posicionando sus manos en su abdomen como señal de que quería protegerlo—. Esto no es un error.

Su jefe gruñó por lo bajo ante esa contestación. Verdaderamente, ese cambio de actitud se le escapó por esa postura que estaba tomando su empleado de jerarquía opuesta ante su instinto materno que poco a poco iba aflorando. Así que, antes de ser drástico, decidió seguir discutiendo el asunto de forma civilizada, no podía quedarse brazos cruzados estando al corriente de lo que figuraba esa decisión de alto calibre en el mundo en el que estaban.

—Ustedes saben lo que significa aceptar la responsabilidad de formar una familia por sus descuidos en una organización de asesinos, ¿no? —Kyutaro se los recordó con formalidad al ver que sus opiniones sobre tener al bebé eran serias—. Ustedes cobran vidas. Si nuestros enemigos se enteran ahora de que uno de nuestros mejores homicidas es un Omega, eso lo vuelve vulnerable.

Ese comentario molestó a Rei, sin embargo, no dijo nada. Sin importar a donde fuera, sabía que ese era su lugar por pertenecer a una posición inferior en ese mundo.

—Rei es capaz. Él jamás necesito ser un Alfa para demostrar que tiene lo necesario —defendió Kazuki a su compañero por ese argumento que también lo irritó—. ¡Yo estoy dispuesto a lo que sea por el bien de ese cachorro! ¡Nada va a pasar!

—No sabemos que pueda pasar cuando se enteren. Rei más que nadie sabe los problemas que acontecerán si se enteran de que un Omega embarazado es un asesino —recordó haciendo que el nombrado se sintiera un poco amenazado—. Esto puede representar un gran cambio.

—Asumimos nuestros errores como nos enseñó este trabajo, pero este bebé no lo es —aseguró el otro Alfa en el recinto para demostrarle seguridad a su compañero—. Además, lo que Rei decida es más importante porque él sabe que es lo mejor para él.

Duraron unos minutos en silencio en esa incertidumbre en las que las esencias de café, pan y pudin predominaban en el ambiente. Ninguno quería dejar su orgullo de lado, sobre todo, su jefe, no obstante, este sabía que persuadirlos no era les haría cambiar de opinión al ver que se mantenían firmes, mucho menos lo correcto, aún más cuando aquellos dos socios mercenarios compartían una misma neurona.

Él sabía bien que seguía siendo arriesgada su afán, por lo cual, buscó de relajarse para señalarles lo siguiente:

—Admito que es bueno reconocer que han estado madurando para asumir esta decisión. Sí ustedes están dispuestos a seguir con ese camino, no deben de olvidar la posición en la que están y que requerirá el doble de sacrificios ante lo que pueda pasar —aconsejó Kyutaro con firmeza al no verlos muy seguros a la nueva carga que tenían entre manos—. Sí es así, más vale que no lo lamenten.

De cierta manera, notaba que esta nueva y peculiar situación podría traer unos nuevos cambios en ese par totalmente opuesto.

¿Podrían ser buenos? ¿Podrían ser malos?

Solo el tiempo lo dirá.

HOLA, YO, AQUÍ ACTUALIZANDO EN LA ÚLTIMA SEMANA DE LOS BUDDY DADDIES. EL ANIME ACABARÁ, PERO EL FANDOM NO! SEGUIREMOS AQUÍ CON MUCHOS LINDOS DIBUJOS ACOMPAÑADOS DE FANFICS

NOS ENCONTRAREMOS EN EL CUMPLEAÑOS DE KAZUKI, EL DE REI Y MIRI! AHÍ ESTAREMOS TODOS PORQUE SOMOS UN FANDOM MUY LINDO

Aquí también mi meme más personal para el fandom:

Créditos de la imagen de "Lo suponía" a esta persona maravillosa!

SPAM TIME!

Y aquí unos de mis dibujitos que subo en mis muchas cuentas de intento de artista xd. Los base en mi lado esquizofrénico de los caps 10 y 11

Esperemos la familia pueda llegar a estar juntos hasta el final y manden con San Pedro al desgraciado de Shigeki y al cinico de Ogino! 

Y si arrestan a los Buddy Daddies, NOSOTRES LE PAGAMOS LA FIANZA!

Hasta la próxima! 

Gracias por estar :3

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