Aquel bello día había llegado, un día en que las personas pasaban tiempo con sus seres queridos, comían deliciosos mangares e intercambiaban obsequios, y ese era el caso de los 7 jóvenes que se encontraban reunidos en la sala de estar abriendo su respectivos regalos. Algunos ya tenían sus regalos, y el resto esperaban ansiosos poder recibir el suyo.

Cuando llegó el turno de que Yoongi entregará el regalo a quien le había tocado en el intercambio antes planeado, se levantó con pereza de su asiento y se colocó en el centro de la sala.

—Jimin— anunció rápidamente sin la intención de perder tiempo.

El antes mencionado corrió emocionado hacia donde se encontraba el pelinegro para recibir su regalo.

—Gracias hyung— agradeció y sonrió haciendo que sus pequeños ojos quedaran como dos delgadas líneas en su rostro.

Sin esperar una respuesta se sentó en el piso, y con la misma emoción de un niño pequeño desenvolvió sin cuidado la caja que le había dado el mayor, llevándose una gran sorpresa cuando observo el contenido de la misma.

— ¿Una pijama de kumamon? — Preguntó confundido, debido a que era Yoongi quien adoraba a ese personaje animado y coleccionaba todo lo relacionado con él, así que Jimin nunca pensó en la posibilidad de que su hyung le regalaría algo de ese oso.

—Si— contestó el mayor sin darle mucha importancia.

—Pero hyung, ¿por qué una pijama de kumamon? — Interrogó para entender la razón detrás de aquel regalo.

—Tú dijiste que necesitabas una pijama, y como no tenía ni la menor idea de que otra cosa te gustaría como regalo, decidí comprar la pijama— admitió e hizo que los presentes se rieran ante su honestidad.

—Pero, ¿por qué de kumamon? — Volvió a preguntar el menor, sin embargo, el contario se limitó a encoger los hombros con indiferencia.

A pesar de que Jimin quería seguir preguntando hasta obtener una respuesta, decidió no insistir más, ya que prefería quedarse con la duda antes que hacer enojar al mayor de los raperos, razón por la cual regresó a su lugar original para esperar que el intercambio terminará.

Una vez que el reloj marcó las doce, todos los presentes fueron a sus respectivas habitaciones para descansar, puesto a que era bastante tarde y estaban exhaustos por todas las actividades que había llevado a cabo.

Después de darse una ducha el castaño caminó hasta su cuarto y decidió ponerse el regalo que su hyung favorito le había dado, para dormir más cómodo y no pasar frío durante la noche.

—Al parecer no me equivoqué de talla— se sobresaltó al escuchar una voz detrás de él.

— ¡Hyung! — exclamó después de voltearse y darse cuenta que el pelinegro estaba recargado en el marco de la puerta— Casi me da un infartó por su culpa— inflo sus mejillas fingiendo molestia por la acción del mayor, pero en realidad trataba de esconder el ligero rubor que se pintó en ellas, por la vergüenza que le hizo pensar en que el rapero por poco logró verlo sin ropa.

—Me di cuenta— rio ante la reacción del menor.

— ¿Necesitas algo Yoongi hyung? — Preguntó al recordar que el pelinegro no solía visitarlo en su habitación.

—Hace unas horas preguntaste por qué te había regalado la pijama— se acercó lentamente hacía el menor, esperando que éste no lo notara—, y yo te dije que fue porque tú habías dicho que la querías— habló sin apartar sus ojos de los del contrario—pero no te dije por qué la compre de kumamon.

— ¿Me dirás ahora hyung? — Inclinó un poco su cabeza hacía la izquierda, acción que a Yoongi le encantaba porque lo hacía lucir aún más tierno y lindo de lo que era, sin embargo, no tenía el valor de admitirlo en voz alta.

—Mmm— asintió mientras trataba de encontrar el valor suficiente para hacer aquello que llevaba bastante tiempo deseando hacer—. La compré de kumamon porque necesitaba una excusa para hacer esto— envolvió en sus brazos el delgado y cálido cuerpo del menor, sin darle tiempo a éste de reaccionar.

En ese momento miles de emociones y pensamientos recorrían el cuerpo y la mente de Jimin, pero había una pregunta que se repetía constantemente en su cabeza.

— ¿Yoongi hyung me regaló esta pijama para poder abrazarme? — Pensó haciendo que todo su rostro se pintará de un tono carmesí y la temperatura de su cuerpo aumentará rápidamente.

Sin importar que no hubiera reacción del menor, Yoongi no se separó de él, puesto que le había costado mucho reunir el valor suficiente para abrazar al menor y no quería soltarlo aún, de hecho, no quería soltarlo nunca.

Después de algunos minutos, el castaño decidió corresponder al abrazo del mayor, y con timidez escondió su rostro en la curvatura del cuello de éste, para poder olfatear el olor que tanto le gustaba.

Desde ese día aquella pijama se convirtió en la prenda favorita tanto del pelinegro como de Jimin, quienes habían encontrado la excusa perfecta para darse los cálidos y cariñosos abrazos que tanto deseaban.

Quizá sea algo muy simple pero realmente me gustó, no sabía si debía publicarla y pensé en hacer una historia en vez de un solo capítulo, pero la inspiración para escribir algo más no me llegaba y estaba ansioso por publicarlo.

Apenas estoy iniciando en esto (No en escribir pero si en publicarlo y dejar que los demás conozcan lo que pasa por mi cabeza).

Espero les guste y apoyen este pequeño y simple capítulo para ver si escribo algo más o no.