Volume I:Two
Sintiendo algo cálido en su cabeza, suavemente levantó sus párpados. El recuerdo de la noche oscura y aterradora en el bosque fue desapareciendo con la luz brillante. A medida que parpadeaban sus ojos, pudo ver el cabello negro a primera vista.
—¿Se encuentra usted bien?
Giró los ojos ante la voz tranquila y familiar. Tan pronto como lo miro, frunció el ceño y golpeó la mano caliente que tenia apoyada en la frente.
—...¿qué estás haciendo?
Preguntó con disgusto. Puede haber lastimado los sentimientos de la otra persona, debido a sus palabras mordaces, pero él se apegó a su habitual expresión seria.
—Te dije que no me tocaras sin permiso
Miró fijamente al hombre que se le acercaba. Por lo general, otros se estremecerían y tratarían de evitar el contacto visual, pero este se encontraba plantándole cara con bastante calma.
No le gustaba eso.
Este sujeto nunca ha evitado sus ojos desde que se conocieron hace casi medio año ya. No importaba lo amenazador y frío que pudiera llegar a ser con él, su cara siempre estaba en calma ante su mirada.
El hombre, que se inclinaba ligeramente para alcanzar su frente, dijo con calma como si nada hubiera pasado.
—Mis disculpas si le cause alguna molestia. Usted no se despertó cuando era el momento de partir, así que comprobé su condición por un momento.
Mientras miraba al tipo, abrió el primer cajón del escritorio con una mirada desagradable. Cuando tomó una caja de metal con cigarrillos y sacó uno, el sujeto se acercó a él como si fuera natural y lo encendió con un encendedor de bolsillo.
—La inspección de hoy será programada, para que pueda mirar a su alrededor desde el Distrito 1 al 5 de Sungil. ¿Le gustaría salir de inmediato?
Exhaló una calada profunda del humo de cigarro en la cara del tipo. El olor ahumado del cigarrillo que entró a sus pulmones lo hizo sentir refrescado.
—Pensé que dijiste que hubo un disturbio en el Distrito 5 ayer
Recordó lo que se había informado por escrito. Al igual que en las zonas de reurbanización, hay pocos casos en los que todos los hogares están de acuerdo al 100%. En el pasado, algunas de las generaciones que no estuvieron de acuerdo con la reurbanización habían llegado a la oficina y hecho un escándalo. Pensó que podría pasar lo mismo.
Kim Taehyung, el hombre que cumple su función como secretario y guardia personal, respondió inmediatamente.
—Algunos residentes organizaron una protesta frente a la oficina del Distrito 5, pero ahora todos han sido retirados por el personal de servicio.
Odiaba los disturbios. Era una suerte que tuvieran un equipo bastante duro, listo para esta ocasión.
Apago en el cenicero el cigarrillo a medio fumar sin dudarlo. Un cuerpo bastante largo se estiró por completo.
Se levantó del asiento y caminó hacia el guardarropa. Kim Taehyung; quien se acercó primero, cogió la chaqueta ajustada que colgaba allí y la extendió de tal manera, que fuera fácil para él introducir sus brazos. Naturalmente el secretario estira y sacude el traje entre sus hombros y pecho.
Ya vestido con un abrigo negro de calidad, ordenó.
—Llama a Sung Jihwan para que pase por casa al anochecer
Se sentía enfermo, quizás porque tuvo un viejo recuerdo. Tal vez se sentirá un poco mejor cuando termine con su trabajo.
—...de acuerdo
Parecía haber pasado algún tiempo antes de que la respuesta saliera, pero no me importaba mucho. ¿Alguna vez se preocupó por alguien en primer lugar?
Pasó por al lado de Taehyung, que estaba inmóvil. Podía sentir una sombra siguiéndolo. Solía odiar sentir a alguien parado detrás suyo, pero ahora su actitud ante esa presencia era tan natural como para estar acostumbrado a ella durante ya medio año.
La seguidilla de vehículos que avanzaban uno detrás de otro, desde el Distrito 1 de Sungil llegaron al sitio en construcción del Distrito 5. Tan pronto como llegó el sedán negro de lujo, que estaba fuera de lugar en la obra en construcción. Aparecieron innumerables ojos curiosos de los trabajadores del lugar.
Kim Taehyung, fue el primer pasajero en salir del coche cuando este se detuvo y abrió la puerta trasera. Jeon Jungkook, director ejecutivo de Shinwoo Construction al salir del coche, miró a su alrededor y frunció el ceño. Se observaba lo mismo en cada zona, pero la cantidad de viento y polvo que se levantaba en el ambiente era diferente en la Zona 5 debido al trabajo activo, especialmente con una gran cantidad de mano de obra y materiales de construcción.
Un hombre de mediana edad que reconoció el coche desde lejos se acercó rápidamente.
—¡Director Ejecutivo, está aquí!
Con una sonrisa en la cara, el jefe de obra del lugar, se inclinó ante Jeon Jungkook, y lo guió hacia dentro. Kim Taehyung le dijo al conductor que esperara un momento y los siguió de cerca.
No había mucho de que hablar, ya que que era una inspección. Se conversó del avance hecho en la obra, cuánta mano de obra adicional se había contratado, y cómo era el ambiente de trabajo. La reurbanización acababa de comenzar, y fue justo alrededor del tiempo en que los edificios existentes fueron demolidos y se creó un nuevo plano para su construcción, pero se tuvo un montón de reuniones para crear los planos finales y posteriormente iniciar la obra.
—Volveré en un futuro cercano. También estamos revisando los nuevos materiales.
—Sí, lo veré y le informaré tan pronto como llegue.
El jefe de obra se inclinó ante las palabras de Jungkook. Justo cuando estaba a punto de volver al coche se escuchó un grito.
—¡Ustedes son unos idiotas!
Se preguntó a quien iba dirigida esa maldición, cuando algo voló hacia él. Justo antes de que le golpeara en el hombro, Taehyung, que lo seguía silenciosamente como una sombra, rápidamente se dio la vuelta y tomó su lugar.
¡Crack!
El sonido un pequeña explosión. El huevo crudo; que iba dirigido a Jungkook, fluyó desde el pelo de Taehyung hasta su barbilla. La cabeza de su secretario impidió que el proyectil llegara a él, pero algunos fragmentos del huevo crudo roto salpicaron el hombro de Jungkook.
El viejo que tiró el huevo crudo se estremeció ante los ojos apagados de Taehyung, y luego sacó dos más del bolsillo de su chaqueta flácida. Cuando levanto el brazo y lanzó huevos crudos a Jungkook, Taehyung lo bloqueó con su propio cuerpo sin dudarlo. Se escucharon otros dos sonidos similares, y el traje de Taehyung rápidamente se puso húmedo con un líquido amarillento y fangoso con cáscaras de huevo destrozada.
—¡Bueno, ese vejestorio!
El jefe de obra se puso pálido y ordenó a varios trabajadores cercanos que se llevaran al revoltoso. El anciano fue arrastrado por dos hombres robustos mientras gritaba. La mitad de ellos eran maldiciones, pero con solo eso se podía inferir sobre lo enojado que estaba.
Volteándose con su traje cubierto de huevos, Taehyung encontró un pedazo de cáscara de huevo salpicada en el hombro de Jungkook y sacó un pañuelo del bolsillo interior de su chaqueta. Se lo entrego a Jungkook, y él lo recogió rápidamente de sus manos.
—¿No pudiste evitar que me salpicara?
Jungkook, quien criticó a Taehyung con su voz fría, limpió la cáscara del huevo y el líquido pegajoso de sus propios hombros con el pañuelo. Luego, se lo entrego de vuelta empujando el pañuelo en el pecho de Taehyung. La mano fuerte de Jungkook tembló; pero Taehyung, que rápidamente enderezó su postura, agarró el pañuelo que le había devuelto.
El jefe de obra rápidamente se inclinó hacia Jungkook.
—¡Lo siento! Este es un anciano que se opuso a la reurbanización, y a veces viene a hacia acá así y... oh, ¿estás bien?
Jungkook frunció el ceño mientras miraba su cuerpo. Gracias a la interferencia de Kim Taehyung, él no tenía salpicaduras de huevo, pero sentía nauseas. No se sentía muy bien al ver eso.
—Cuide de si mismo. Porque no puedo estar seguro de lo que le pueda pasar a usted, si vuelve a ocurrir una situación similar en el futuro.
Jungkook, que lo advirtió con sus ojos, se giró hacia su coche y se alejó. Dejando atrás al director que estaba perdido en sus pensamientos, Kim también movió sus pies.
Cada vez que caminaba, la clara de huevo goteaba. El huevo lanzado en la cabeza empapó especialmente el costado de la cara de Taehyung. Pero su rostro estaba tan inexpresivo como de costumbre, como si nada hubiera pasado.
Más cerca del coche, Taehyung abrió la puerta trasera con la mano libre de clara de huevo. Jungkook, que estaba tratando de entrar en el coche, miró a Taehyung lo miró con ojos de desaprobación y dijo.
—Taehyung debes irte por separado. No ensucies mi coche
Entró al auto después de decir esas palabras. Para Taehyung, que evitó que el huevo crudo se estrellara en el, fue bastante triste e injusto, pero aún estaba tranquilo.
El coche de Jungkook arrancó, y Taehyung estaba mirando cómo se alejaba. Solo después de que el coche desapareciera completamente de su vista, los ojos de Taehyung cambiaron. Miró el pañuelo que tenía en la mano. La yema del huevo, que caía por su pelo goteaba en él.
Solo tardo una hora caminando para que Taehyung llegara al ático, la casa de Jungkook.
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