Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

One-Shot

Un poco de humor negro... bueno, tal vez mucho, aunque...es más ataque y burla hacia la Iglesia, puede ser algo ofensivo, no leer si son sensibles :P

Ahora, no se que mierda escribí o si tiene sentido, como cualquier historia mia dxxx.

—————————–—

"83 pasos..."

Una voz perteneciente a un joven chico susurró, mientras corría y se escondía de sus perseguidores.

Su pequeña figura lo ayudaba a ocultarse, los grandes troncos y hojas cubrían su baja figura, dificultando a sus perseguidores observarlo, perdiéndolo de vista en repetidas ocasiones.

"20 segundos...más"

Impulsándose entre una de las grandes ramas de un bosque en Rumania, suavizó su caída rodando por el suelo,   volvió a correr.

Echando un vistazo atrás, pudo ver que sus captores cada vez estaban más cerca de él, distinguiendo unas caballeras azul y naranja.

Las capas y la vestimenta que llevaban debajo las delataban como pertenecientes a la iglesia.

"12 segundos"

Suspiro internamente, ¿realmente era algo muy malo infiltrarse en el vaticano?, era un niño, más curioso que los niños comunes, no debería ser algo malo eso.

Pero, esos señores dijeron que si, todo porque...¿había estado leyendo los secretos que ocultaban allí?

"4 segundos"

La biblia no daba mucha información, su curiosidad no tenía límites, no debería ser tachado de criminal por querer averiguar más.

Deteniendo su andar, alzó las manos en señal de redención y encaró a sus perseguidores.

"¿No saben que esta mal visto acosar a un pequeño niño? ¿En la iglesia no enseñan modales o moral?".- sus palabras burlonas solo sirvieron para enfurecer más a sus perseguidores.

Dando un paso hacia adelante, la peli-azul, con un mechón teñido de verde, lo encaró, mirándolo con furia.

Su mano se apretó en un puño, dando otro paso más, su cuerpo cayó pesadamente al suelo, y un instante después, el de su compañera peli-naranja.

" Deberían ingeniar una estrategia y no lanzarse a lo bruto cuando ven a un niño, ¿acaso esos viejos de la Iglesia no les enseñan nada?"- sus palabras, de nuevo provocaron la furia y frustración de sus perseguidores.

Acercándose a ellas, se puso en cuclillas frente a la chica de cabello azul.

" Y tú, mirándome con esa mirada tan furiosa~, que me provoca escalofríos~*- su voz y las palabras que decía no coincidían con el tamaño o edad que aparentaba tener el joven.-" Oh, nos conocemos creo, no~?"-

Colocando dos de sus dedos frente a su antebrazo, transfirió algo de su magia.

¡Puff!

Una gran espada salió e impactó en el suelo, escapándose de las manos del niño por lo absurdamente pesado que era.

Una inmensa espada, de un tono azulado con bordes y toques dorados, el mango de un dorado brillante, oro propio.

"T-tu...d-devuélvelo...AHORA!"- sus palabras salieron entrecortadas, su cuerpo se sentía absurdamente pesado, como si toneladas de un objeto invisible la estuviera empujando, debido a su resistencia y fuerza sobrehumana, pudo aguantar y no desacatarse, lástima que su compañera peli-naranja no pudo tener el mismo destino, cayendo en la inconsciencia.

"Vamos, lo encontré, no había nadie cerca, por lo que por ley, me pertenece, lo encontré yo~"- sus palabras sacaron de quicio rápidamente a la exorcista, quien apretó los dientes y lo miro con furia y frustración.

Sus ojos burlones y una sonrisa serena, el cabello rubio y ojos azules cual zafiros, su pequeña estatura y edad joven, lo marcaban, como uno de los 'criminales' más buscados por la Iglesia.

Pero no solo era buscado por la Iglesia, algo que las exorcistas que lo siguieron no sabían.

Sino que, también muchas facciones del mundo sobrenatural, lo buscaban por crímenes hechos igualmente hacia su propia facción.

Acusado de robar material del Vaticano, incendiar la mitad del territorio de los Vampiros de la facción de Carmilla, y por dejar estériles a una gran parte de la facción de Tepes.

Acusado de cortarle parte de una cola a la líder Yokai de Kyoto, robarle el rayo al mismísimo dios del rayo y el
cielo, Zeus. Culpado de robar el escudo Aegis de la diosa Athena y robarle el arco y tiara a la diosa de la caza, Artemisa.

Cómplice de rebelión en varias guerras civiles de diversos países del mundo humano.

Pero, algo más importante y porque el cual era objetivo de persecución, aliarse con Ophis.

Y muchas otras cosas de las cuales aun no se enteraban, que atribuiría que fueron hechas por curiosidad y aburrimiento.

¡La curiosidad no puede ni debe ser contenida!

Dejando aquellos 'crimenes' que él obviamente no cometió, encaró a su perseguidora atrapada.

"De nuevo, esos ojos...esa mirada que me pones es muy atrayente~, uhm~, si tan solo tuvieras unos años más, quien sabe en qué hubiese acabado esto~"- las palabras trajeron un sonrojo a sus mejillas, que trató de ocultarlo con una mirada inexpresiva.

"Pero, aún así eres interesante, te importaría si tomo algo tuyo?"

"No."

"Gracias~"

Llevando sus dedos a su largo cabello azul, agarro una pequeña cantidad de las puntas entre dos de sus dedos, simulando un corte con sus dedos, mechones del cabello de la chica fueron cortados.

"Perfecto, y ahora..."

Lo hecho por el rubio atrajo una mirada de sorpresa y confusión, cuando estaba a punto de preguntar a qué se debía todo, un dedo fue introducido en su boca, sondeando su cavidad bucal.

Después de unos segundos, sacó su dedo, enguantado en saliva, chasqueando los dedos con su otra mano, un pequeño recipiente de cristal salió de una nube de humo.

Coloco su dedo en el recipiente, dejando que la saliva que humedecía y manchaba su dedo cayera en el recipiente de cristal.

Gracias a esto, al fin podría hacer eclosionar ese huevo que le dio Ophis.

Con una sonrisa satisfecha, palmeo el cabello de la peli-azul, acariciandola como a una pequeña y adorable mascota.

"Muchas gracias, realmente eres una persona muy amable al cooperar sin pedir nada a cambio"

Se levantó, con todos sus planes y curiosidad satisfecha, camino hacia su compañera exorcista inconsciente, y también palmeó su cabeza.

Mirando en dirección opuesta al sol, calculo en qué dirección debía ir ahora, después de unos segundos, reanudó su caminata antes de que fuera perseguido.

Antes de irse, le dio una mirada a la peli-azul. Una sonrisa y ojos brillantes, su cabello rubio era iluminado por el sol.

"Los sellos son realmente maravillosos"

Fue la primera vez que sus destinos se cruzaron, pero no sería la última, algo que atraería su atención por ella durante mucho tiempo.

—————————–—

Otra vez aquello.

Sus párpados empezaron a moverse, su cuerpo se sentía pesado, más específicamente, en su pecho.

Abriendo los ojos, otros le devolvieron la mirada, unos ceruleos brillantes, sobre un rostro joven e infantil, una sonrisa traviesa y alegre que le 'desagrado' hasta el alma.

Movió rápidamente su mano derecha, en un puño, golpeando el aire, el chico que descansaba sobre su pecho había desaparecido.

Lo busco con la mirada, encontrándolo sentado sobre una lanza, la cual flotaba suavemente sobre el aire, un ridículo sombrero grande de mago en su cabeza.

El chico seguía mirándola con aquella sonrisa traviesa y divertida- "Vaya, siempre es raro descubrir que las chicas de la Iglesia tienen sueños tan traviesos".

Alzó los dedos índice y el del medio en su dirección, húmedos.

"Un sueño divertido, ¿ eh?...espero que no me involucre~, quien sabe que sueños tan pervertidos tienen las exorcistas~, rodeados de tanta lujuria suprimida en este hermoso y puro lugar como lo es el vaticano~"

"Tú, bastardo rubio, que haces aquí...otra vez"- sentándose sobre la cama, miro el arma en la que estaba sentado tan cómodamente el joven niño.

"Bonita, ¿verdad? Fue un 'regalo'~"- hablo con un tono cantarín y jovial, casi burlón, trazando con suavidad el mango y el filo, que reaccionó violentamente y sacó sangre de su dedo índice, el color de su sangre era distinto, no era roja, era difícil describir el color, intuyo Xenovia.

Pudo reconocer la lanza, con frustración y resignación le dio una larga mirada al rubio sonriente.

"La True Longinus...la arma que mató a Cristo...aquí, en la Iglesia..."- sus duras y largas palabras trajeron una nueva mirada burlona del rubio, como si supiera algo que muchos otros no sabían.

"Supongo que puedo dártelo como regalo, una ofrenda de paz a la...~Iglesia~...o, tal vez...¿un regalo de bodas?"- su tono fue coqueto y travieso, levantándose de la lanza y flotando hacia ella, sentándose en su regazo y colocando sus manos detrás de su cuello.

Una relación prohibida.

Una relación secreta.

Miro alrededor de su habitación, a su compañera dormida, la peli-naranja, Irina, quien se encontraba aun en los dominios Morpheus, en un principio, sino conociera al estupido y bastardo rubio que tenía entre sus piernas, se le haría raro y pensaría que su compañera tenía un sueño pesado.

Pero, pasar tiempo con el rubio mágico, hacia que su percepción fuera distinta, concentrándose en su alrededor, pudo ver como una capa, casi transparente, e imposiblemente difícil de ver para gente normal, los cubría.

...bueno, realmente ella no podía verlo, solo lo sabía por lo que el rubio le dijo.

Volvió a mirar al rubio, quien tenía su cabeza al lado de su cuello, inhalando su aroma. Con sus dientes, mordió y tomó el ridículo sombrero de mago de su cabeza y lo arrojó lejos, cayendo encima del rostro de Irina, tapando y silenciando sus ronquidos.

"No me gusta cuando estas en esta apariencia.."

"¿Enserio?...vaya, creí que todos los de la Iglesia tenían un pequeño fetiche con los menores de edad~"

Esto le valió una fuerte palmada en el trasero del chico, que provocó un gemido de dolor y una mirada traviesa.

Xenovia colocó sus manos en la cintura del chico, atrayéndolo más a ella, acercándolo y apegándolo a su cuerpo.

Soltó una de sus manos de su cintura y la llevó al cuello del chico, moviendo un poco del cabello largo que ocultaba parte de su cuello, encontrándose con un tatuaje de un infinito.

Un dragón comiéndose su propia cola, formaba un infinito.

Apretó con algo más de fuerza su cintura y mordió su cuello, más en concreto donde estaba el tatuaje del infinito.

Mordió con fuerza, luego chupo y succionó un poco su piel, dejando una marca de un moretón en el.

El moretón ahora eclipsaba y tapaba el tatuaje del infinito, satisfecha consigo mismo, se separó un poco de él, mirándole a los ojos.

Esos ojos azul zafiro, que siempre la miraban con travesura, coquetería, deseo, y absoluta obsesión.

"Aparte de abusar de un pobre e indefenso niño, también debes muchos meses y años de manutención, es increíble como el Vaticano guarda y oculta toda esta información, no~? "- a su tono sarcástico y burlón, le siguió una risa burlona, que le valió otra palmada en el trasero al chico.

Otro gemido y sonrisa fue lo que provocó, separándose de mala gana de ella, escuchó de Xenovia un gemido de reproche y molestia.

"Si, si, a mi también me desagrada, pero un padre soltero y luchador debe traer dinero a casa y alimentar a sus hijos, no, después de todo, la madre ni se aparece en casa o envía la pensión alimenticia..."- estirandose cuando estaba de pie, hablo con sarcasmo, otra palmada y un gemido provino de aquello.

Mirándola por encima del hombro, una sonrisa y mirada coqueta le siguieron a la suave nalgada.

El peso de sus suaves y algo pesados montículos en espalda evitó su despedida, unas manos en su cintura que lo atraían a un cuerpo más grande y más musculoso, seguido de una cabeza apoyada en su hombro.

"Vamos, bastardo, al menos quédate a pasar de la noche, quien sabe que perversas y lujuriosas criaturas están fuera, buscando a pequeñas e inofensivas presas a las cuales cazar y devorar."

Un empujón, de su entrepierna a su trasero le siguió, lo que provocó la mirada acalorada y traviesa del rubio.

"Aquí la única criatura perversa y lujuriosa eres tú, monstruo, atrayendo a un pequeño e indefenso niño a su cueva oscura del placer, acaso todos los que pertenecen a la Iglesia son tan maniacos y perversos"- el sarcasmo fluyó de su boca , algo que parecía ser lo que caracterizaba al rubio, el sarcasmo, las bromas y la travesuras.

Un suave aliento en su oído le erizo los pelos de la nuca, unos dientes raspando los lados de su oreja.

"No respetas a Dios, tal parece que de niño no te enseñaron a respetar las figuras superiores, afortunadamente, aun estas a tiempo para aprender"- el tono ronco, y las manos que acariciaban su cintura, que luego se apretaron y agarraron su cintura, para atraerla y cargarlo a su cuerpo, todo significaba algo, en 9 meses volvería a ser padre.

Arrojado con fuerza en la cama, rebotó en ella suavemente, seguido de eso Xenovia se lanzó y lo miro desde arriba, sus manos fuertes y con más músculos, tomaron sus dos manos y la sujetaron con solo una de las suyas.

Con fuerza, se encargó de desgarrar la ropa de chico mago.

"Eres muy complaciente, ¿no?, vistiéndote como un chico mágico para mi, con esa actitud tan traviesa pero pidiendo sumisión a gritos, esos ojos no pueden mentir, prepárate, ahora no solo tendremos a un dragón, sino que ahora si vas a tener un hijo, bastardo rubio"

Nadie pudo ser testigo de lo que sucedió entre esas cuatro paredes, y la que podría hacerlo, solo vio a Xenovia durmiendo, el espacio-tiempo siendo deformado y viendo algo que sucedió hace horas.

—————————–—

Al día siguiente.

Fuertes alarmas la despertaron de su agradable sueño, levantándose con mal humor, miro a la preocupada compañera suya, Irina, quien la miraba con preocupación y cautela.

"Xenovia...no quiero que te alarmes, pero...las espadas Excalibur han sido robadas"

Rodó los ojos ante aquello, ¿las espadas Excalibur?, estaba segura que las revisó bien anoche y aún seguían allí, claro...antes de...

Abrió los ojos fuertemente, y una mirada de furia se formó en su rostro, intentó levantarse, pero sus piernas aun estaban doloridas y no respondían, pidiendo descanso.

Mirando hacia sus piernas desnudas, miro una fotografía pegada a su muslo derecho.

Una foto de ella, mirando con indiferencia a la cámara, mientras tomaba de la cintura al bastardo rubio, quien tenía una sonrisa feliz y pura en su rostro, abrazando en sus manos, un gran huevo de dragón.

"...¡¡¡¡NARUTOOOOOO!!!!"

—————————–—

Fin~

Algo de humor negro para perseguir y dar motivos para ser baneado.

Comenten sus dudas, las responderé...tal vez.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro