Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🔪|Capítulo 0|🔪

Un par de gritos se hicieron eco por toda la casa y en la habitación, el sonido de la comida caerse y los platos de porcelana y tazas romperse se esparcieron por todo el piso junto con el estruendoso ruido de metal de la bandeja que traía en manos la señora de veintiún años, la pelinegra quedó tiesa al ver la escena que veía con sus propios ojos, que estos estaban al borde de soltar lágrimas silenciosas, el cuerpo no dejaba de temblar desde los pies hasta la cabeza, inclusive teniendo soniditos tiritantes de parte de ella, llevó ambas manos delgadas hasta su boca reteniendo cualquier sollozo al ver... su hijo destripando a su padre. Sintió que sus piernas se iban a derribar por completo cuando no pudo tener más fuerzas, así que, sus piernas flaquearon y cayó de rodillas al suelo, sin quitar su mirada negrísima en el contario, quien éste le daba la espalda sin siquiera mirarla a ver, lo que más le daba mucho miedo y con terror al igual que sus ojos expresaban eso, era que no dejaba de tararear una canción de cuna, como si lo que quería era: “mandarlo a dormir”.

A la mayor le daba asco como el menor sacaba con total normalidad las tripas, los intestinos, los pulmones casi todo dentro de él, lo que más le daba asco, era el sonido del apretamiento que daba el bicolor a las tripas haciendo un sonido muy incómodo, y que a la vez no quieres malpensar de lo que tiene en manos, pero ella lo está viendo, viendo como él mismo miraba maravillado las tripas de su PADRE biológico, para después olerlas y sonreír con un sonrojo, sacando por último un suspiro de placer. Unas risas leves se hicieron eco en los oídos de la señora pelinegra, soltando por último un sollozo.

—¿Acaso no es perfecto? —La mayor miró con consternación al pelinegro/blanco, escuchando sus palabras serenas y dudosas.— El interior de mi padre siempre ha sido muy fuerte, aunque trae mucha gordedura.. demo, sin duda su intestinos, son demasiados complejos. —Cada vez que decía esas cosas, las acompañaba con unas risas que hicieron escalofríar a la ojinegra.

Sacó un hígado con facilidad, poniéndolo a un lado de él en el suelo yase manchado de sangre, todo el cuarto estaba ensuciado por ese líquido rojo con sabor a hierro, ni se diga del señor tirado en el suelo, tenía una apariencia como de un muerto siendo revisado por doctores, en este caso es revisado por su propio hijo. Sus ojos estaban sin ningún punto fijo, y su boca entreabierta, dando a entender que en el acto asesino, fue su último aliento. De igual manera en como estaba la habitación, así estaba el ya muerto hombre, bañado en su propia sangre. Tenía abierto todo su cuerpo, desde su pecho hasta el estómago, donde estaban siendo sacados por unas manos pequeñas y “delicadas” de un menor de ocho años, tocando las extremidades de su progenitor.

A-Aki-ra... —Habla entrecortadamente la madre del pequeño bicolor, su cuerpo aún no reaccionaba ante la escena que veía.— ¿Por-Por qué...? ¡¿Por qué!? —Ahora lágrimas eran soltadas con desesperación, alzando la voz junto con sus sollozos.

Siquiera le dio la cara, solamente agarró el hígado de su padre, agarrando un cuchillo de carne para después cortarla y de que esta saliera más de ese pequeño líquido, ensuciándose nuevamente de sangre, no lo pudo aguantar más y lamió el cuchillo como si fuera una paleta, con cuidado de no cortarse la lengua, que siempre la acompañaba con una sonrisa ligera.

—¡Ma-Mataste a tu propio padre, hijo... lla-llamaré a la policía! —Milagrosamente pudo ponerse de píe al fin, pero en su interior le gritaba desesperadamente que huyera mandando a la mierda los oficiales, pero no podía dejar que un niño como él esté libre matando familias al azar. Dio tres pasos atrás torpemente dispuesta a irse, la voz que tanto miedo tenía en aquél entonces, se hizo resonancia en sus tímpanos.

—¡¿Tú?!—. Dijo incrédulo. —¡Oh no, mi madre va a llamar a la policía, qué horror! ¡Soy muy joven para andar en la prisión juvenil, debí ver más Prison Break!—. Se retorció de dolor dramático, una vez que dejó de hacer “quejidos” de dolor, se puso a reír agarrando su estomago, con lentitud se iba parando de su lugar, sin dar aún la cara a la pelinegra.

—¡N-No hijo, lo que hiciste fue un asesinato! ¡Mataste a tu PROPIO PADRE, hijo!

—¿Y eso qué?—. Responde seco el bicolor con un deje serio, teniendo la cabeza gacha. —Tu hubieras hecho lo mismo.— Se agacha al suelo manchado de sangre, agarrando un machete que estaba casi oxidado pero tenía todavía un buen filo para cortar y matar.

La mujer quedó desconcertada, ante lo de si ella de igual manera, hubiera matado a su propio esposo por voluntad propia sólo porque era un,, estorbo, para ella le sonó muy, por más fondo de su cabeza y conciencia, que sonaba muy ‘tentador’. Vio otra vez la realidad, alejando esos pensamientos y recuerdos del pasado, la asustó mucho como él seguía con el machete recargado en su hombro sin hacerle daños, ya que ese objeto debía pesar más que al muchacho, pero para él no había dificultad alguna, sólo que, le daba una sensación mala al igual que tenía un presentimiento no muy bueno de lo que iba a pasar.

Su mano izquierda se dirigía con suavidad hacia el bolsillo detrás de su pantalón de mezclilla, donde estaba su teléfono para llamar con rapidez a la policía o emergencias, a quien sea carajo, necesitaba ayuda urgente porque estaba con un loco.

—La razón del porqué lo maté, es muy simple, y tú lo sabes mu~y bien, Okā-san.— La ojinegra detuvo su acción, escuchando atentamente (y con cago del miedo) hacia el prójimo. —Sé que esto está mal, pero.. jeje, dios me obligó hacerlo. ¡PORQUE USTEDES, SON UNOS PADRES DE MIERDA QUE SIN DUDA, CUALQUIERA YA SE HUBIERA IDO A LA FREGADA POR SUS ESTÚPIDOS CAPRICHOS! ¡¡Desde hace tres años, TRES PUTOS AÑOS HE ESTADO AGUANTÁNDOME POR LOS MALDITOS GOLPES QUE ME DABAN, POR LO BAJO QUE CAÍA AL CREERME SUS MENTIRAS DE QUE CAMBIARÍAN SU ACTITUD CONMIGO!! ¡ROMPÍAN SUS PROMESAS DE ESTAR CONMIGO PARA PASAR EL RATO EN FAMILIA! ¡LES IMPORTÓ MÁS EL TRABAJO QUE POR SU ESTÚPIDO Y MISERABLE HIJO! ¡SON-UNOS-PADRES-DE-MIERDA!

Ahora ella, la mujer que le dio la vida ese pobre muchacho, se lamenta con toda su alma-.

—¡Maté a ÉSTE SEÑOR, porque cuando no estabas en casa, él iba al sótano donde USTEDES decidieron que ese sería mi lugar donde dormiría! Bueno, ese día él fue a mi “habitación”, se miraba a kilómetros que había tomado demasiado que hasta tenía una lata de cerveza en mano. Él llegó, me miró con una mirada lujuriosa indescifrable, estaba a punto de irme cuando él me acorrala al cojín donde duermo, ¡POR ENDE, EL PEDÓFILO DE MI PUTO PADRE ME VIOLÓ Y MALTRATÓ! ¡HASTA CASI VIOLA MI OJO IZQUIERDO, JO-DER!

—N-No... ¡No digas eso, tu padre no haría eso!—. Negaba con lágrimas de tristeza, no quería creer lo que su hijo de cabellos bicolor decía con tanta rabia.

—No es mi padre, ese hombre sin vida, se lo merecía.— Apretaba el mango del machete.

El aliento de la mujer se detuvo en un instante, viendo como lentamente giraba su cabeza el bicolor (en las puntas traía de color blanco y lo demás era negro) , éste le sonreía ampliamente con sus ojos entrecerrados mirándola amenazadoramente. Su rostro estaba pálido, acompañado de su flequillo en la frente por su cabello desordenado, ojos verdes sin alma, pero teniendo pupilas rasgadas como las de un zorro, con una gran cicatriz entre la punta de la nariz y en sus mejillas, tenía un rubor en las mejillas con unas manchitas de sangre hasta que lamió cerca de la comisura de sus labios.

—Hmm~.— Soltó un leve jadeo al saborear esa sangre sabor a metal, con un poquis de sabor alcohol. —Ahh, sabe a cerveza, indirectamente probé el sabor alcohólico de éste señor.

—¡¡AAHHHHH~!!—. Después de ese grito desgarrador y cómo de terror por ver a un mismísimo loquillo, se tira de trasero al suelo viéndolo en shock, ignorando los vidrios y la comida que había tirado hace unos momentos.

—¡¡JAJAJAJAJAJAJAH!!

—Hi-Hi-Hijo...— El ojiverde la miraba con locura, y su sonrisa se angradaba todavía más al acercarse a su nueva presa.

Yo ya no soy tu hijo...— Alzó el machete con ambas manos, mirando con sus ojos abiertos hasta que la pupila se volviera más pequeña por lo cegado que estaba entre la cordura y sed de sangre. —Soy Akira.

Ahora las paredes se fueron manchando de sangre, salpicando por aquí, salpicando por allá, salpicado por acullá. Solamente la habitación emanaba la tensión y la presión si alguien normal y cuerda se metería allí, alguien loco y suicida.

(...)

En la oficina del policía y jefe de todo el lugar, estaba fumando y al mismo tiempo revisando unos cuantos papeles de lo casos recientes que han ocurrido con frecuencia en las calles, más si son en barrios de vándalos y contrabandistas, cómo siempre hacía su trabajo de Jefe Policial, hasta ahora todo normal. El sonido del teléfono timbrando lo hizo sacar de sus deducciones y pensamientos, incluso casi se asusta por el repentino llamado de estas horas, que son exactamente las 10:13 p. m. de la noche, suspiró con alivio sacando el humo del cigarro que antes había aspirado, sin quitar el cigarrillo de la boca, dejó sus cosas de lado para atender la llamada.

—¿911, cuál es su emergencia?

—Hay mucha sangre aquí, la sangre manchada en las paredes se mira muy excitante...

—Si es una broma, colgaré.— Iba a colgar el teléfono, se detiene hasta que oyó un grito de auxilio.

—¡Ayuda~! ¡Policía, hay un loco en mi casa!

—Tranquila señora, digame la dirección de su casa e inmediatamente vamos para allá.

Ups, parece que terminó su turno.— De nuevo esa voz juguetona y seria, sólo sabía el oficial que si usaba esos métodos en su habla, la cagaría. No sabía porque en su espalda le estaba dando un presentimiento malo.

Él escuchaba atentamente cómo del otro lado de la vía telefónica le explicaba con toda tranquilidad y detenimiento, después de varios minutos terminó de explicarle hasta oír el sonido del *Piiii*.

—Van a tener una gran sorpresa cuando lleguen.— Voltea a ver a su madre, tirada en el suelo. —¿No, Okā-san?—. Ella no responde, sólo Akira limitó a sentirse “ignorado” soltando un suspiro triste.

Se acostó a un lado de su madre ya muerta sin inmutarse, echándole de menos lo sucio que estaba por culpa de la sangre, tenía la mirada pérdida en el techo, hasta que una sonrisa sincera se posó en sus labios.

(...)

Espero de que les haya gustado. ¡Sayōnara! 👋😆

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro