
Teru
- Esta vez ganaremos
- Pe… Pero mi equipo gano la vez pasada
- Lo se, intento motivarme - Dije algo nervioso
- ¡Lo… Lo siento!
- Tranquilo, nosotros lo lograremos, mi plan es infalible, nadie podrá superarlo, creeme no me llaman el chico de los mil planes por nada - Dije orgulloso
- Toma tus palabras, chicos de los 1000 planes
Ambos estábamos atrás de unas cajas que estaban apiladas en forma de muralla en una tranquila charla… Pero se vio interrumpida por una bestia descomunal que salió de arriba de aquella muralla.
- ¡Woa! ¡Un gigante! - Dije de golpe
- ¿¡A quién llamas gigante!?
Una de mis amigas agarró una caja y me la tiró en toda la cara.
- ¡Ari! - Dijo Teru preocupado por la fuerza de aquel golpe
- Para tu información está gigante vino a pedido de la profe para darte las palabras, has perdido de nuevo - Se ríe mi amiga
- Pe… Pero, si recién empezó, como pudo terminar tan rápido - Dijo Teru confundido
- Solo debian darle a los objetivos con la resortera, pero ni siquiera lo intentaron
- Un segundo, ¿Ellos pudieron? - Sorprendido me levanté del suelo y los vi, era claro, a cada uno le toco con una de las chicas y ellas tienen muy buena puntería - ¿Porque no lo imagine? - Eleve la mirada
- Así es la vida - Nos dejó los papeles y se fue
- ¡L...Lo siento!
- ¿Por qué te disculpas? Esta vez fue mi culpa, debí alardear menos y actuar más
- Aun así, si no te hubiera respondido aquello no hubiésemos perdido la oportunidad de intentar, aunque de seguro no podría serte ni de ayuda, tengo muy mala puntería
- Teru calma, veo que te tienes muy poca confianza - Lleve mi mano a su cabeza - Debes dejar de pensar en que dirán los otros de ti, y empezar a actuar con seguridad
- Pe... Pero si lo que hago está mal...
- Pues ahí si discúlpate y se sincero, la gente que te quiere y te conoce sabe que tu nunca harás nada con malas intenciones
Aquel chico asintió con la cabeza, entendiendo lo que le decía, pero sintiéndose mal igualmente.
- Me...Mejor empecemos - Dijo Teru
- Si, veamos - Mire aquellas dos palabras - "Impotencia" y "Arrepentimiento" No son palabras muy amigables
- ¿De qué género será nuestra historia?
- Mmm, ¿Una historia de estilo de vida?
- ¿Cómo sería eso?
- Es una historia realista, pero se centra en un persona en específico contando su transcurso y evolución en cotidianidad
- Pe...pero esas palabras no harán que sea una historia… no se…
- ¿Triste?
- Si
- Lo se, eres genial escribiendo sobre lazos, amistades y uniones, pero si te soy sincero no se me ocurre cómo usar esas palabras de otra forma
- Bi… Bien… Lo haré
Lo mire un segundo y suspire.
- No, esto no está bien - Me senté a su lado y apoyé mi mano sobre la suya
- ¡A...A...A...ARI! - Dijo rojo de vergüenza
- No me alejare de ti hasta que me digas que es lo que quieres tu
- ¿Po… Por qué? T… Tu idea esta bien
- Mientes, no te gusta esa idea, pero no tienes el valor para decirme que no quieres
- N… No, yo jamás…
- Vamos Teru, no me mientas, solo quiero ayudarte - Lo mire preocupado
Él me miró a los ojos y rápidamente miró para otro lado mientras su cara empezaba a tornarse roja.
- Yo… Yo… - Suspira - ¿Estaría mal si sugiero cambiar tu idea? - Dijo apenado
- Claro que no, somos un equipo ¿Recuerdas? Esta historia es una creación de ambos, lo que significa que los dos tenemos que estar conformes con el resultado final, sino nada habrá valido la pena
- Lo se, pero… - Hace un breve silencio - ¿¡Qué pasa si lo arruino!? ¡Odio discutir con los demás, odiaría que me dejaran de lado por mi ignorancia!
- Sabes Teru, todas las personas pecamos de ignorancia al menos una vez en la vida, pero no cualquiera tiene la valentía de disculparse luego de darse cuenta, por eso al verte disculparte tanto se que sientes miedo de fallar en cualquier cosa que suceda, pero el culparte tanto también te ha dado esa sensación de inferioridad, que hace que no puedas decir lo que quieres, lo que sientes, lo que sueñas… Es doloroso ver cómo te desmoronas por ese miedo, que te hace creer que jamás serás capaz de nada, porque sientes que eres hasta inferior que tus hermanos
Aquel chico me miraba y tragaba saliva, sentía que lo que decía era tal cual lo que sucedía.
- Es verdad… Siempre me disculpo porque siento que así nadie llegara a odiarme, y podré vivir feliz junto a las personas que quiero… ¿Está mal sentirse inferior para cuidar los lazos que uno ama?
- No, no está mal… Esta terrible
- ¿Eh?
- Es verdad que así podrás lograr que aquellos lazos sigan igual, porque las personas solemos sentirnos bien cuando vemos a una persona aún más miserable que nosotros, pero de qué sirve mantener esos lazos si ni siquiera podrás aportarle nada a aquella persona, más que un sentimiento de superioridad - Entrelace sus dedos con los míos frente a sus ojos - ¿Sabes porque los invite a aquel festival cuando apenas habían pasado días de que nos conocimos?
- No, ¿Por qué?
- Porque tenía miedo
- ¿Miedo?
- Si, miedo de perderlos, cuando los conocí por primera vez sentí que cambiarían mi vida por completo, sus identicas y valiosas sonrisas acompañadas de sus diferentes personalidades, pintaron de un color más brillante mi mundo, por eso sentí que si los perdía jamás me lo perdonaría, sin embargo como dije, tuve miedo, siempre me cuestione si estaba siendo demasiado rápido o si lo estaba haciendo de la forma correcta, ya que mis únicas dos amigas se acercaron a mí para ser importantes, y ahora era mi turno de hacer eso con ustedes
- Nunca lo había pensado, pero te esforzaste en llegar a nosotros cuando nadie nunca se animó ni siquiera a escucharnos, pero… ¿En serio fue tan difícil?
- Obvio que si, pero no fue culpa de ustedes, sino mía, porque jamás fui bueno con los lazos de amistad, sin embargo... - Apreté un poco su mano que aún tenía sus dedos entrelazados con los míos - … No se si fue suerte o un milagro, pero si de algo estoy seguro, es que agradezco poder estar hablando contigo en este momento, porque así puedo conocerte cada vez más tanto en tus cosas buenas como en tus errores… - Le solté la mano y lo abrace - … Por eso equivócate todo lo que debas, decí todo lo que quieras, expresa todo lo que sientas y demuestra que tu y tus sueños valen más que cualquier lazo falso de superioridad y si aun así te arrepientes de corazón de hacer algo de eso, recién ahí discúlpate, por que esa disculpa valdrá más que todas las disculpas que has dicho hasta el día de hoy… Capaz no soy quien para decirte esto, pero lo hago porque como dije aquel día… Tus hermanos y tu se volvieron más importantes para mi de lo que imaginan
Tras esas palabras sentí sus manos en mi espalda haciendo así que me diera un gran abrazo.
Su corazón palpitaba con fuerza, y sus lágrimas mojaban mi ropa, pero de cierto modo me sentí feliz de poder estar ahí para él… ¿Qué hubiese pasado si no me hubiese animado a estar con ellos?
Si… Cada vez pienso que ese milagro no era más que mis ganas de al fin avanzar.
"Las hermosas flores de primavera, siempre estan listas para proporcionar ese polen necesario que utilizan las abejas para fabricar aquella dulce y fina miel, pero... ¿Las abejas le preguntaron a las flores si podían hacerlo? No creo, pero a las flores no les queda otra opción que quedarse con aquella impotencia al no poder hacer nada al respecto, después de todo las abejas deben hacer esa miel para sobrevivir, pero… ¿Por qué los humanos se las arrebatan sin ni siquiera consultar? No hay un porqué que convenza a las abejas, los humanos nunca se arrepentirán de eso aunque miles de compañeras mueran en combate defendiendo lo que es suyo… ¿Y los humanos lo hacen por un instinto de supervivencia o superioridad?... No se, pero estaba muy rico"
(...)
Salí de allí junto a los quintillizos, y lo primero que hice fue disculparme con Akira por pegarle la semana pasada, era consciente de mi error, por eso aunque él me dijera que no pasaba nada y pusiera su mano en mi cabeza para sonreirme, me sentía realmente culpable.
- Tranquilo, gracias a ti he podido darme cuenta de que he estado equivocado todo este tiempo
- Lo se, pero no debí pegarte de ese modo
- Bueno si quieres arreglarlo, hay algo que puedes hacer por mi - Se me acerco demasiado
- A... Akira
Sin previo aviso, ambos somos separados con rapidez por Teru.
- ¿Teru que haces?
- Te iba a preguntar lo mismo - Le dijo a su hermano
- Na...nada - Dijo muy avergonzado
- Ya veo - Se acerca a mi y me besa la mejilla
- ¡T...Teru! - Dije rojo como un tomate
- No creas que me disculpare... - Levantó su cara que estaba aun más roja que la mía - … ¡Po… Porque no me arrepiento!
- Teru…
Al escuchar las voces de su hermanos este se quedó helado y trago saliva
- Jeje, Ho… Hola - Les dijo nervioso a sus hermanos
Mientras ellos se llevaban a aquel chico, yo no podía dejar de sentirme feliz y orgulloso, porque sabía que al fin podría tener un poco más de confianza y objetivos por cumplir.
De a poco él se convertirá en lo que quiere ser y no en lo que los demás quieren que sea.
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