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La bienvenida

El mayor era sadico con los nuevos presos, le gustaba ver sufrir a los presos, todos y cada uno de los que ahí estaban le habían tocado la "bienvenida", que era como el le llamaba.
Su bienvenida siempre iba de golpes y maltrato y en casos especiales maltrato sexual. Aquel chico le había hecho enojar y le tocaría lo segundo.

El menor miraba desde el otro extremo de la celda, lo miraba atento a cada acción que realizaba el mayor, sus expresiones, su manera de caminar, todo. Tomo su paralizador y le dio una descarga eléctrica al peliazul, este cayó al suelo, en el momento en que cayó el pelirrojo le esposo.

—¿Hice algo mal?—dijo "inocentemente" el peliazul—¿He sido un chico malo?—El pelirrojo le jaló de los cabellos hacía tras levantándose su cabeza.
—Si y uno muy malo.
—¿Merezco ser castigado?—dijo el peliazul mezquinamente.
—Si—otra descarga eléctrica recibió, esta vez fue más fuerte la potencia de la descarga y se desmayó.

Nagisa empezó a despertar, estaba en la "sala de juegos" del pelirrojo, o así era como le llamaba el de orbes doradas. Él peliceleste estaba amarrado a una silla.

—Vaya alguien despertó—dijo el pelirrojo quien sostenía un cigarro encendido.
—¿Fumas? Fumar es malo, te daña los pulmones—le dijo él peliceleste.
—A veces, pero los uso más para esto—sin previo aviso le enterró el cigarro en la mano al de orbes azules quien no evitó soltar un gritillo ante ello.

El pelirrojo sonrío al ver la cara de dolor del peliceleste.

—No creas que ha acabado—agarró una mordaza y se la puso al menor.

...

El menor ahora estaba en un colchón, amordazado, con algunas heridas causadas por la cera caliente e incluso algunos cortes (no muy profundos) en parte de su espalda, aunque parecía que había pasado por algo similar puesto que su espalda estaba con algunas cicatrices.
Tenía un pequeño palito metiendo en su miembro (multimedia), ahora el pelirrojo utilizaría un vibrador, pasó a la entrada del peliazul, este sabía lo que venía y le daba miedo puesto que era virgen, sin previo aviso ni preparación le introdujo el vibrador, un grito fue ahogado por la mordaza.
El peliazul sentía que le partían en dos.

—Con esto no volverás a hablarme de esa manera—le dijo el pelirrojo.

Para sostener él vibrador ue le puso al peliazul uso (no sé cómo se llama en realidad pero es como el de la multimedia 😅 sorry)

Era la primera vez que algo era introducido en la entrada del peliazul, le dolía y le empezó a doler más cuando el de orbes doradas encendió el vibrador, al no acostumbrarse le dolía más el palito que tenía insertado en su miembro era un gran dolor.

...

El de orbes azules estaba exhausto, aquel vibrador seguía en su interior a gran potencia y aquello le daba hacía sentir extraño.

El vibrador se detuvo y el pelirrojo le quito aquello, se desabrochó el pantalón y sacó su miembro semi erecto, el de orbes doradas se sobresaltó un poco ante aquello, pues el miembro del mayor era más grande que el vibrador, el pelirrojo lo tomo de las caderas y sin previo aviso se introdujo en el menor, otro grito fue ahogado, aquello le causó más dolor que antes. Sin que el peliceleste se acostumbrará empezó a embestirle, no eran embestidas fuertes ni rápidas pero le causaba dolor al peliazul.

Las embestidas seguían y sin darse cuenta el peliazul sentía un cierto placer, pero las heridas causadas no le ayudaban, le ardían. El pelirrojo le quito la mordaza al peliazul.

—Mgh! Ah!—El peliazul gemía, sus gemidos eran una combinación de dolor y placer.
—Venga, sigue gimiendo pequeña zorra—(créanme que no me gusta mucho llamar a Nagi así pero es para la historia >.<) dijo el pelirrojo aumentado las embestidas.
—¡Ghh! ¡Ahh!—La entrada del peliazul estaba dañada, tanto que sangraba (no de manera exagerada)

Las embestidas siguieron, el peliazul gemía más de dolor que de placer y al final el pelirrojo sé corrio dentro del menor. El de orbes doradas salió de la entrada del menor, este simplemente cayó en el colchón.

—Aprende que así nadie me habla—le dijo el pelirrojo de orbes doradas y sin brillo, mientras se abrochaba el pantalón. Luego de ello salió de ahí y ordenó a los otros guardias que sacaran al peliazul de ahí y lo metieran a su celda.
Ellos obedecieron pero antes lo llevaron a la enfermería a curar sus heridas.

—Perro maldito me las pagarás—dijo Nagisa.

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Vimos esta foto y fue muy a lo de "Komo lo zupo?" :v  aunque la mayoría de las veces son por el sueño.

No nos maten :v
-Zülü- & ¥Walker¥

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