Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

01 | La mota rosa y el poke


Mientras observaba detenidamente a la compañera de su hijo menor quien, acabada de recibir en su casa, Fugaku pensó que el color de su cabello era un tanto peculiar y que no era la primera persona que veía con ese tono rosado. Solo que no recordaba en dónde.

La habitación estaba completamente iluminada, por lo que la observó con descaro, asumiendo su posición de jefe de la Policía Militar de Konoha. No era nada contra de ella, simplemente estaba acostumbrado a estudiar a las personas que conocía y que tenía frente de él. También recordó pequeños retazos de las conversaciones de sus dos hijos sobre ella. Entendiendo que aquella mota de color rosa guardaba sentimientos amorosos por su hijo menor, pero este no la quería o al menos eso decía, aunque su querida esposa Mikoto, juraba que su niño pequeño estaba enamorado de su dulce compañera y que no lo quería reconocer. Un mal que aquejaba a todos los Uchiha, el no querer demostrar sus sentimientos. Además, sabía perfectamente de las habilidades que la pequeña niña poseía al ser alumna de Tsunade-sama.

Le lanzó una mirada aún más severa que la anterior y preguntó: —Haruno Saruka, ¿verdad?

—Sí, señor. —Haciendo una ligera inclinación de su cabeza. —Yo vengo a buscar a...

—Sasuke, lo sé. Él vendrá en un momento. Siéntate —ordenó—. Aguardaré contigo.

Sakura miró a su alrededor y optó por sentarse en un cómodo sillón individual, mientras su anfitrión hacía lo propio en un sofá que le permitía estar frente a frente de la chica. Inmediatamente Fugaku cruzó los brazos manteniendo su seriedad y mirada penetrante. Esa actitud le hizo recordar a Sasuke, quien también tenía esa mirada inquisidora y tenía la mala costumbre de buscar incomodarla, aunque dudaba mucho que esa fuera la intención del papá de su compañero.

Pasaron los minutos y su compañero no llegaba. Empezaba a dudar que apareciera, por lo que, sin notarlo, comenzó a jugar con su bolsa, estaba oscureciendo y no quería llegar tarde a casa para cenar, además que sus padres se preocuparían. Pero no era la única con algo de impaciencia. El líder del clan Uchiha quería salir tanto o más que ella. Una persona tan ocupada como él, no tenía tiempo de esperar a Sasuke hasta que decidiera presentarse.

—Sakura, ¿te gustaría un poco de té? —preguntó con algo de brusquedad en su voz.

Lo cual fue suficiente para que me pusiera de pie.

—No, se lo agradezco, ya me tengo que ir —dijo al mismo tiempo que buscaba en su bolso la razón de su visita—. Me pidió Kakashi-sensei que le entregara este sobre a Sasuke. Se lo puede dar, por favor.

—No será necesario —respondió una voz detrás de ella—. Ya estoy aquí, Sakura.

La pelirrosa no puedo evitar sonrojarse ni sorprenderse. Teniendo como testigo de Fugaku con una leve sonrisa en sus labios, aquella escena le sirvió para comprobar que aquella niña no le era indiferente a su hijo, ya que en el tiempo que los hizo esperar; se bañó y cambió de ropa, puesto que había llegado hecho un desastre luego del entrenamiento con Itachi.

Sin duda su querida Mikoto tenía razón. Sasuke estaba enamorado. Lo que se preguntó asimismo ¿por qué si era tan evidente para su familia, para la mota rosada no lo era?

—Sasuke-kun, hola.

—¿Qué sucede? ¿Existe algún problema? Le dije a Kakashi que hoy entrenaría con mi hermano.

—¡Eh! No, no, Kakashi-sensei me pidió entregarte esto. Toma. —Extendiendo su brazo para entregarle el mensaje.

Sasuke sonrió de lado, pero no le agradeció, sino más bien aprovechó para burlarse de ella, llamándola: mensajero de lujo. La pelirrosa no dijo nada a su provocación. Mientas Fugaku notó las faltas de su hijo y que ya eran varias: primero no la saludaba, segundo no le agradeció el gesto de traerle el mensaje y tercero se burlaba de ella. En pocas palabras al menor de los Uchiha le faltaba educación. Su padre tuvo ganas de reír, no solo le faltaba educación, sino una enseñanza de de buenos modales. Pero ya tendría oportunidad de hablar con él. Si madre lo viera comportarse así, se decepcionaría.

—Ya me tengo que ir, buenas noches —anunció para luego despedirse de Sasuke y luego de Fugaku muy cortésmente.

—Espera, Sakura. Sasuke te acompañará.

—¿¡Qué!? No, padre, tengo hambre y quiero cenar.

Sakura sonrió un poco tratando de disimular la vergüenza y la decepción que le invadía. Claramente, Sasuke se negaría a la petición de su padre y por su actitud, él también no esperaba una buena respuesta.

—No es necesario —dijo, caminando hacia la puerta—. ¡Muchas gracias! —Realizando una inclinación. —Buenas noches.

—Sakura, aguarda. No puedo permitir que vayas sola. Si Sasuke no puedo, entonces Itachi te llevará. —Su hijo mayor solo asintió, sin ningún tipo de reparo.

«¿En qué momento había llegado?» Pensó Sakura.

—Bien, ya está decidido. Sakura, el hermano de Sasuke te acompañará.

—Pero no es...

—No discutas conmigo, como jefe de la policía militar es mi deber procurar tu regreso a salvo.

Itachi dio unos pasos hacia la pelirrosa. —Sakura, pequeña ¿cómo has estado? ¿Cómo te ha ido en el entramiento? Sé que te han felicitado.

—Hola, bien. —Sonrojándose. Itachi siempre le hablaba de una forma cariñosa.

—¡Mhp! Estás siendo muy modesta. Sé que Tsunade-sama está muy orgullosa de los progresos de su tan brillante alumna, ¿o no, hermanito? —Sasuke solo gruñó. La situación no le estaba gustando nada. Itachi estaba coqueteando con Sakura, frente a su padre y lo peor frente de él. Ya no había respeto.

—¿Qué más secretos guardas, pequeña? —La pregunta fue realizada con mucho interés por parte de Fugaku mirándola fijamente.

—No, nada especial. Me gustaría retirarme, sino les importa, mis padres me esperan.

—Itachi, yo la llevaré. Vamos, Sakura. —Tomándola de la mano.

—Espera un momento, Sasuke. —Le detuvo su padre. —Creí entender que no deseabas acompañarla.

—Es mi compañera, por tanto, mi deber. —Tomándola de la mano, dándole solo unos segundos para despedirse de manera muy rápida antes de salir del Distrito Uchiha.

Para el líder del clan e Itachi fue muy evidente que Sasuke buscaba alejar a Sakura de ellos.

—¿Lo disfrutaste?

—Claro, padre —dijo con total satisfacción—. A mi tonto hermano pequeño le gusta Sakura, pero no lo quiere reconocer. Es demasiado testarudo y cabeza hueca.

Fugaku solo asintió. —Esa mota de color rosa tiene buena educación y es muy linda. Estoy seguro que tu madre estará de acuerdo.

Sasuke corría, llevando a Sakura con él. Su enojo era palpable. —Vamos, camina más rápido, tu casa aún está muy retirada de aquí y no quiero que el tonto de mi hermano mayor se coma mi cena. Siempre causándome problemas.

La pelirrosa se detuvo usando su fuerza bruta. Logrando con ello liberarse del agarre. —Regresa a tu casa. Les dije claramente que yo no necesito ninguna escolta. —Pasándolo de largo en dirección a su casa. —Adiós.

El Uchiha gruñó y corrió hasta alcanzar a su compañera, aún y cuando eran unos pocos segundos de ventaja. —Espera, Sakura. Le dije a mi padre y a mi hermano que te acompañaría.

—Solo diles que lo hiciste. —Aumentando su velocidad para alejarse de él.

—Espera. No huyas. —La sonrisa burlona de Sasuke dejó en claro que le estaba gustando el juego. No pasó mucho tiempo para cuando alcanzó a su compañera. Deteniéndola, sin darle oportunidad de seguir su camino.

—Ya, déjame pasar, ¿por qué no te has regresado a tu casa?

—Ya te lo dije. Tengo que acompañarte.

—Si, si, ya lo entendí, pero si tanto te molesta, hubieras dejado que tu hermano me acompañara. Creo que me agrada más su compañía que la tuya.

¿Qué? Sasuke se detuvo de golpe al escuchar tan aberrante declaración. ¿Acaso Sakura le gustaba su hermano? No, sencillamente eso no podría estar pasándole. Ella siempre había estado enamorada de él. Una angustia se generó en todo su ser, su corazón comenzó a latir con gran fuerza. Itachi. ¿Por qué Itachi?

—¿Por qué te detienes tan repentinamente?

La pelirrosa se quejaba pues había estado a punto de caer al chocar contra la espalda de su compañero.

—Sakura.

El tono de voz de Sasuke rara vez lo escuchaba. Era un tono con tintes de preocupación combinado con un deje de tristeza. Ahora, ¿qué rayos le pasaba? Luego se quejan de que las mujeres cambian de estado de ánimo a cada momento, aunque en los últimos días, Sasuke tenía serios cambios en su temperamento.

—¿Lo dices en serio?

—Decir, ¿qué?

—Que prefieres a Itachi.

—¡Eh! ¿De qué hablas? —Sakura en verdad no tenía idea qué le estaba preguntando y desde cuándo le interesaba lo que a ella le gustaba o no; más bien lo único que le interesaba es que estuviera a varios metros de distancia, muy lejos de él y de su espacio vital. Algo que claramente no estaba respetando en estos momentos.

—¿Y bien?

—Francamente no entiendo lo que me estás preguntando.

El Uchiha rodó los ojos, ahora te haces la inocente. —En serio prefieres la compañía de Itachi antes que la mía.

—Es más agradable conmigo y no es grosero, así que tal vez podría preferirlo a él, antes que a ti.

—Tiene novia —dijo, sintiéndose realmente ofendido.

Sakura elevó los hombros. —Eso que importa.

—¿Cómo puedes decir eso? Él quiere mucho a su novia. No estaría bien interferir en una relación sólida como la que tiene mi hermano con Izumi.

Sakura decidió no prestar atención y caminar a paso lento a su casa, ya no faltaba mucho después de todo.

—Ya casi hemos llegado, yo puedo ir sola desde aquí. Gracias por acompañarme —dijo realizando una pequeña inclinación—. Te veré...cuando tenga que verte.

—Espera, Sakura, quiero saber si vas a intervenir entre mi hermano y su novia, porque no será una tarea fácil por no decir injusta y traicionera. Ellos llevan mucho tiempo en una relación y se quieren, ¿lo entiendes?

La pelirrosa no comprendía su necedad de saber su respuesta, por lo que la hizo suspirar cansinamente. —No tengo que contestar a esa pregunta, pero aun así lo haré. No sería capaz de hacer tal cosa. En primera, porque eso estaría mal y en segunda, porque simplemente no me gusta Itachi. Me gusta alguien más.

Esa declaración era peor.

—¿Alguien más? ¿Lo conozco? —Su repuesta no le agradó en nada. No era Itachi, pero había alguien más y eso no lo dejaba tranquilo. —¿Es Naruto?

La pelirrosa siguió caminando, en tanto constaba las extrañas preguntas de su compañero. —¿Naruto? No, claro que no, él es como mi hermano, y a Naruto le gusta Hinata. Bien, ya estamos frente a mi casa. Gracias por acompañarme. Buenas noches.

—Espera, ¿me dirás quién es?

—No es tu asunto.

Sasuke estaba a punto de replicar ese punto cuando una voz proveniente de la casa Haruno se escuchó: —Sakura, ¿eres tú? Entra a casa, te estamos esperando.

—Voy mamá —respondió al llamado que le hacía Mebuki desde la ventana—. Tengo que irme, luego hablamos. ¡Ah! Y descuida que no eres tú. Hace mucho tiempo entendí que tú y yo solo seremos compañeros de equipo y si acaso una amistad algo forzada.

—Entonces, ¿estás bien con eso?

—Sí, en el corazón no se manda. No te insistiré nunca más.

—Y si te dijera que yo no estoy bien con eso, ¿qué harías?

Sakura sonrió. —Tal vez podrías solicitar un cambio de equipo, así sería menos el tiempo de verme o hablarme... —En la mirada de Sasuke reconocía el enojo que le invadía, pero ahora ¿por qué estaba enojado? Ella no renunciaría al equipo siete, que renuncie él si eso le hace feliz. —Me tengo que ir. Últimamente te has vuelto más irritable, amargado. Buenas noches.

—¿Irritante?, ¿amargado? No me hagas reír. Aquí la única que debería de recibir esos apelativos eres tú, niña caprichosa y vacía.

Los ojos de Sakura se abrieron de par en par, mientras su enojo se extendía. Esto era lo último. Lo único que hizo fue realizar una tarea de su sensei, ¿y qué había ganado? Insultos y malos tratos.

—Tú eres un engreído. Me alegra no ser nada tuyo.

—¡Hija! Estás con Sasuke-kun, ¿verdad?, invita a tu novio, es buen momento para que cene con nosotros.

Sakura se sonrojó tanto que no lograba controlar su vergüenza. —¡Ya voy! Pero no es mi novio, además él ya se va —respondió al instante, sabiendo que Sasuke se haría ideas y se enojaría bastante.

—¿Tu novio? —preguntó de forma divertida, su enojo se había evaporado al instante— Deberías decirle que eso nunca pasará.

—Olvida lo que dijo, no prestes atención a sus palabras. Mi madre sabe muy bien que tú... que yo —Comenzó a tartamudear, ya que Sasuke dio varios pasos hasta quedar poco espacio entre ellos.

—Solo somos compañeros.

La pelirrosa abrió los ojos y lo empujó. —Eso mismo, compañeros de equipo. Ya tengo que entrar, adiós.

Pero antes de que la chica diera un paso; Sasuke la detuvo. —Te veré pronto. —Dándole un poke.

—¿¡Qué!? —Tocando su frente donde lo había hecho Sasuke.

—Entra —le ordenó.

En ese instante desapareció. Dejando a Sakura confundida y enojada. ¿Qué había sido eso? ¿Una broma por su enorme frente? Si fuera lo último lo odiaría mucho. No estaba bien jugar así con los sentimientos de una chica. No cuando sabía de antemano que ella estaba enamorada de él. No, no, no, eso no era cierto; ¿en qué estaba pensando? Ella ya no estaba enamorada de él. Estaba molesta, muy molesta por burlarse de ella y de su enorme frente.

Podría preguntarle cuando lo viera nuevamente, o mejor no, pero y si sentía algo por ella. ¡Ah! Solo la quería burlarse y jugar con ella como era su costumbre. Lo odiaba.

—¡Hija!

—Ya voy, mamá —Golpeó el piso con su pie, haciendo una gran grieta en el pavimento. La chica solo retuvo la respiración lo había vuelto hacer.

—¿Qué fue eso, Sakura?

—Nada, mamá.

—Entonces, ya entra.

—Sí —gritó, sin dejar de mirar el daño hecho en la calle, cuando lo descubriera su madre la reprendería, su huella había quedado impresa confirmando su nueva fechoría. —Sasuke —murmuró—, tú eres el único culpable.

°*∞*°∞°*°∞°*°∞*°∞*°

Fin del capítulo 1 | 30112020

¿Qué les pareció? Ojalá que les haya gustado esta nueva historia. La cual planeo que sea corta.

Muchas gracias por su tiempo y todo su apoyo.

¡Saludos!

°*∞*°∞°*°∞°*°∞*°∞*°

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro