Nadie entenderá los versos que conté, nadie podrá descifrar las historias que mostré.

Simplemente aquí enseñé lo que cada día observé.

Rara vez yo rime, puesto que para la poesía, inexperta por un largo tiempo yo estaré.

Les contaré de un amor, que soñó con encontrar alguna vez, una chica a quien agradecer.

Él nunca jugo por placer, pero siempre fue objetivo de su amigo fiel.

Las chicas nunca llamaron su atención, pues era su compañero de quien él se enamoró.

Discriminado por su gusto fue, y nadie le quería de cerca ya que, temían ser maltratados por andar o jugar con él.

Él nunca lloró o se quejó, simplemente continúo con su vida e ignoró a los demás, que se burlaban de sus gustos sin piedad.

Su amigo al saber aquello no lo abandonó, lo apoyó y con el tiempo aquel chico también se enamoró.

Dos jóvenes apasionados cultivaron un gran amor, del cual año tras año se cuenta como sucedió.

Fin.