16. Haz de cuenta
...que sé lo que estoy haciendo
Jeon JungKook estuvo muy somnoliento todo el día y le tocó trabajar horas extras, por si no es ya demasiado aburrida su rutina. Pero valía la pena, se dice, si al final de su jornada podría cobrar su primer sueldo. Oh, claro que sí. Este dinero no era simplemente lo que lo salvaría de quedar sin techo o comida, o apuntes para su cursado. No, era mucho más. Era la declaración de su real independencia.
Basta de ser un niño malcriado... aunque omitiría el hecho de que seguía pidiendo a sus padres que le enviaran las golosinas caseras que preparaban. También, dejando de lado que sigue recibiendo notificaciones en su teléfono sobre las figuras de acción y comics, mangas que le gustan tanto, o que duerme en un cuarto que tiene enmarcado una foto de IU noona de esa vez que consiguió conocerla en un concierto en Seúl.
Okay, si no considerabas eso, JungKook era todo un adulto que exudaba madurez. Pensó hasta en dejarse crecer un bigote como TaeHyung haría, pero comprobó que el vello facial no le favorecía y descartó la idea.
Además, a HoSeok le daba cosquillas su barba de un día cuando él se entretenía besando la piel de su cuello y otras partes más escondidas de su cuerpo.
Al final, tal como predijo YoonGi durante una noche de pizza y cerveza en casa de JiMin, HoSeok y JungKook no tardaron en anunciar que estaban en una relación. Hubo festejos, sí, pero no expresiones o exclamaciones de sorpresa ante el anuncio porque ya todos estaban al tanto de sus sentimientos. Era un secreto a voces.
Pensar en el pelirrojo lo hizo sonreír y unas jovencitas que estaban atentas al castañito se derritieron por el gesto, aunque ignoraban que la causa de esa expresión boba era un chico atolondrado y no la propina que ellas le dejaron.
Un mensaje de TaeHyung le llega y agradece haber silenciado el móvil porque evitó ser regañado. Mira la pantalla y al comprobar que le quedaban cinco minutos para retirarse, lanza la franela con la que limpiaba el mostrador y se apresura a colgar el cartel de "cerrado". Leyó el mensaje de Tae y se preocupó al ver que decía que necesitaba verlo pronto, que lo esperaba en la plazoleta a una cuadra de la cafetería.
No tuvo oportunidad de festejar su cobre de sueldo porque fue enseguida a encontrarse a TaeHyung. Este estaba en una banca luciendo deprimido, con los auriculares puestos y mirando sin ver a la fuente. Se sienta junto a él y lo codea para que note que llegó.
—No has tardado nada. —dice Tae a modo de saludo y le sonríe como disculpándose—: no quise preocuparte, es que no tenía con quién hablar. Minie llega la semana entrante desde Busan y HoSeok no entendería lo que me ocurre.
—¿Me dices que fui tu última opción, Hyung? Me hieres. —Se queja en broma JungKook—; ¿y YoonGi Hyung? Vives con él...
—¿Alguna vez has escuchado los consejos amorosos de Yoon Hyung, Kookie? —se aguanta la risa y niega—. Pues son terribles. Ya he pasado demasiada vergüenza con sus tips de ligue.
—Así que vienes a tu dongsaeng, que sale con uno de tus hyungs, a pedirle consejos para chicas ¿qué tal crees que resulte? —La expresión de TaeHyung es de seriedad hasta que no aguanta más y rompe a reír.
Ambos se carcajean unos segundos, lo cual rompe la tensión en los hombros de Tae, quien se recuesta sobre JungKook y cierra los ojos. TaeHyung se siente patético, es verdad, mas no le importa en realidad porque desde siempre ha sabido que todo aquello que involucre sus sentimientos no debería por qué adiestrarse. Así lo cree y así lo sostiene, incluso con su berrinchudo amigo bailarín que ha decidido ignorar sus intentos de enterarse lo que ocurrió con el profesor Kim.
—No eres mi última opción, Kookie. —dice Tae de pronto y el menor sonríe y lo empuja suavemente, pero no lo aparta—. No quise hacerte sentir mal, tú eres más capaz de darme consejos de amor que cualquiera de los demás. Estás con Hobi Hyung, el chico del que no podías despegar tu mirada. Ni Minie, ni Yoon Hyung pueden dar cátedra de sentimientos cuando los dos están atemorizados de ello.
—¿YoonGi Hyung conoció a alguien? —pregunta JungKook curioso y Tae asiente—. Oh, ¿es la compañera de JiMin? ¿Cuál era su nombre?
—NamHee —aclara el mayor—: no ha parado de decir que he sido un estúpido por dejarla ir en lugar de invitarla a salir pero sé que en el fondo agradece que no lo hiciera.
—Yo también me alegro por ello, hyung, así invitas a DakRa a una cita solo los dos. —contesta JungKook y Tae resopla—. ¿Qué? ¿no querías consejo acaso? ¡Si no lo haces tú, será ella quien te invite! Y que quede claro, no hay problema en eso, pero aposté porque tendrías el coraje.
—Debemos dejar de apostar sobre nuestros amigos, JungKookie.
—Te recuerdo que debes dinero por JiMin-ssi. Por cierto, he visto a su profesor esta tarde y me ha preguntado por él. —cuenta, sin saber lo que Tae sí.
—Me dijeron que se irá al terminar el año. —contesta Tae—. Ya ni siquiera importa, JiMin no me cuenta nada y creo que está bien si pretende olvidarse ahora que va a trabajar en una serie en no sé dónde.
—¿Una serie?
—Sí, mi profesora nos puso al tanto de la oferta que recibió para hacer un personaje en un proyecto nuevo en Netflix. Ni siquiera tuvo que pasar por un casting el muy bastardo. Parece que todo le sale perfecto.
JungKook no dice nada y prefiere cambiar de tema. No es como que alguno de los dos pudiera intervenir en los asuntos de los demás.
Nota:
No hay que subestimar las historias secundarias... okay, necesitaba confirmar el HopeKook, y sí 😍😍😍 jaja
Dicho esto, adiós mundo, debo exponer en una clase hoy. Jebus.
Bye :)
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