Baekhyun entró en la habitación y prácticamente dejó caer su mandíbula mientras contemplaba las paredes.

—Es increíble Minnie —murmuró observando maravillado como una de las paredes estaba pintada con los colores de anochecer.

En ella, había pequeños a ositos blancos con gorritos de dormir que se acomodaban en las esponjosas nubes como si estas fueran sus camas.

Mientras que en la otra pared, en la que estaba trabajando Jimin, pintaba un hermoso atardecer por encima de las nubes con los ositos jugando felizmente.

—¿Te gusta? —preguntó bajando el pincel y retrocediendo para observar su obra—. Cómo aún no sabemos si es hombre o mujer, quise hacer algo simple donde no estoy dejando de lado ninguno de los dos —explicó.

—¿Simple? —gimió Bae—. Por Dios Jiminnie, prácticamente es como si estuvieras trabajando en una de tus pinturas —señaló y el menor rascó su nuca algo avergonzado.

—¿Tal vez es mucho? Aún me faltan detalles —comentó.

—No, está perfecto —aseguró—. Tanto que ahora quiero que pintes la habitación de mi pequeña y de TaeTae —pidió—. No sabía que podías pintar murales tan bonitos.

Riendo Jimin asintió con su cabeza.

—¿Necesitas ayuda con algo?

—Nop, solo me queda esperar que se seque todo —respondió dejando la pintura y el pincel sobre la pequeña mesa a su lado—. ¿Necesitan que los ayude en algo? —pregunto girando a verlo.

Baekhyun sonrió al contemplar cómo la jardinera de mezclilla entera que estaba vistiendo Jimin estaba toda cubierta con manchas de pintura, había hasta en su rostro si algo le decía aquel azul en la abultada mejilla.

—Nosotros ya terminamos de ordenar la habitación principal, con Jin y Kyungsoo vamos a cocinar algo mientras Hoseok cuida de los pequeños y los demás siguen acomodando los muebles —respondió.

—Oh, ¿entonces ayudo a Hoseok con los pequeños? —pregunto saliendo de la habitación.

—No lo creo, Yoongi nos amenazó a todos con que no tenías permitido hacer ninguna clase de esfuerzo, deberías de agradecer que te permitiera pintar la habitación del bebé —señaló divertido.

—Yoonie está exagerando —se quejó—. Hace semanas que la doctora pidió reposo y ya no tengo ese ligero dolor —pronunció bajando las escaleras.

—Todo alfa se vuelve sobreprotector cuando su omega está en cinta —anunció—. ¿Qué no recuerdas cómo actúo tu hermano hasta que nació tu sobrina?

Jimin rió y asintió.

Deteniéndose en la sala de estar, en la cual ya estaba media ocupada por los muebles, el omega mayor señaló el sofá.

—Siéntate, ya no queda mucho que arreglar de tu nueva casa así que no te preocupes —pronunció antes de desaparecer en la cocina.

Suspirando, Jimin observó cómo el camión con los muebles estaba sin ningún alfa alrededor.

"Ayudar con algunas cajas no le hace mal a nadie" pensó saliendo de la casa.

Llegando al camión, Jimin se agachó y tomó una caja, apenas alcanzó a dar dos pasos antes de que su hermano apareciera y se la quitara, ignorándolo completamente mientras caminaba al interior de la casa.

Juntando sus cejas, Jimin volvió al camión y tomó otra caja. A medio camino Namjoon apareció y se la quitó.

—Gracias —pronunció el alfa dirigiéndose a la casa también.

Pisoteando el suelo, Jimin giró y chilló cuando se encontró con su alfa.

—Mierda Yoonie, hiciste saltar hasta al renacuajo del susto —exclamó llevando una de sus manos hasta su pecho y la otra contra su abdomen.

—¿Y qué haces exactamente aquí afuera? —cuestionó logrando que el omega riera nerviosamente—. ¿No estabas con tus amigos pintando la habitación del renacuajo?

—Terminé de pintar, Baekhyun y los demás fueron a cocinar y Hoseok cuida de los pequeños en el jardín trasero —explicó con un puchero—. Sabes que no me gusta la sensación de no hacer nada mientras los demás se mueven —se quejó.

—Quedamos que los alfas harían el trabajo pesado —le recordó.

—Pero ya terminé de pintar —insistió.

Rodando sus ojos, Yoongi atrajo a su pareja hasta sus brazos y le besó castamente.

—Entonces deberías de pensar en tomar una ducha y cambiarte de ropa, tienes pintura en el rostro otra vez —indicó.

—Pero me veo tierno con la jardinera y las manchas de pintura ¿no? —preguntó sonriente.

—Lo sabes —respondió colocando su mano en la pequeña ondulación del vientre—. No hagas fuerza y ve con Hoseok y los niños —pidió.

—¿Y si quiero ir a la cocina? —preguntó arqueando una ceja.

—Sabes que con SeokJin ahí no tienes permitido entrar —rió la pareja de Kyungsoo, apareciendo a su lado.

—Ve a jugar con los niños Jiminnie, solo no hagas fuerza —apoyo Chanyeol.

—Ugh, está bien —pronunció dirigiéndose al interior de la casa nuevamente, dejando solos a los alfas afuera.

Mientras contemplaba cómo rápidamente su casa estaba siendo ocupada por los muebles, sonrió ante el sentimiento cálido en su pecho.

Comprar la casa había sido fácil luego de convencer a su pareja de ir a verla, ocuparla había sido algo diferente.

Como aún quedaban dos semanas para terminar el contrato de arrendatario en su departamento, Yoongi había decidido que iban a permanecer en esta hasta que pudiera comprar todos los muebles que necesitaban.

Lo cual constaba principalmente en un nuevo comedor y la sala de estar, de las habitaciones solo había reemplazado las camas y la cocina venía completamente equipada por lo que no requirió ningún gasto.

Por suerte no todo en su departamento pertenecía al arrendatario por lo que Jimin se había llevado con él un clóset y las televisiones que estaban en los dos dormitorios y en la sala de estar.

La habitación del bebé era algo diferente, el omega había logrado convencer a su alfa para que ambos compraran las cosas que iban a necesitar una vez que supieran el sexo del cachorro.

Habían sido unas largas dos semanas para Jimin, pero finalmente se había cambiado a su nueva casa, a su nuevo comienzo y a su nueva vida.

Saliendo al jardín trasero, contempló a los tres pequeños corretear por alrededor, persiguiéndose entre ellos mientras Hoseok estaba sentado en el césped cuidando de los dos bebés que aún no tenían edad suficiente para jugar.

—Minnie hyung, tiene pintura aquí —dijo Tae señalando su propia mejilla.

—Lo sé, estaba pintando la habitación de este pequeño —sonrió colocando sus manos en su pequeño vientre, donde se veía un pequeño bulto ante la pequeña vida dentro de él.

—Oh, ¿podemos ir a ver? —preguntó Lisa emocionada con la idea.

—¡Shi! Yo también quiero —pidió Jungkook comenzando a saltar al lado de su hermana.

—Una vez que esté seca la pintura se los mostraré —prometió—. Sigan jugando.

Riendo, los tres infantes volvieron a correr persiguiéndose entre sí.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Jimin sentándose al lado de Hoseok.

—Tal vez con este pequeño —aceptó el menor, entregándole al pequeño hijo de Kyungsoo—. Despertó hace poco y está algo inquietó.

—Ooh, el pequeño Jihoon está aburrido —pronunció con voz melosa, haciéndole pequeñas mueca divertidas al bebé de un año y medio.

El bebé chilló alegre, soltando una risita mientras aplaudía con sus manos por más.

—¿Y a ti por qué te pusieron a cargo de los pequeños? —preguntó Jimin mientras seguía con sus muecas graciosas.

—Creía que podía llevar dos cajas a la vez y casi me caigo de las escaleras —explicó—. Yoongi hyung y Chanyeol hyung me regañaron y me prohibieron seguir ayudando con las cajas y muebles —terminó divertido—. ¿Y tú, hyung?

—Terminé de pintar la habitación del renacuajo bebé, no me dejaron ayudar con las cajas y la cocina no era algo discutible si Jin hyung está ahí —explicó entre risas.

—¿Ya tienes todo listo para mañana? —recordó Hoseok.

—Sip, ya hablé con todos y mañana con Yoonie nos vamos después de almuerzo —sonrió emocionado.

—¿Y finalmente en qué van a ir?

—La motocicleta está fuera de discusión, en avión Yoongi dice que estamos gastando dinero de más por nada y en auto ninguno quiere conducir por las cuatro horas sin parar —torció sus labios—. Finalmente decidimos irnos en tren.

—Tus padres estarán felices de verlos por allá, Hyung —comentó.

—Sí —sonrió recordando lo emocionada que había soñado su madre al contarle de su visita—. ¿Seguro de que no quieres ir? —preguntó observado al menor.

—Sip, no pueden estar siempre llevándome a todos lados con ustedes, no soy un bebé y tú tienes tus planes, Hyung —rió—. Aunque agradezco el gesto, en algún momento deben de aceptar que prácticamente me adoptaron siendo un adolescente, casi un adulto —indicó divertido.

—No importa, tienes corazón de bebé por lo que sigues siendo un bebé —argumentó infantilmente.

—Hyung —se quejó entre risas ante el infantil argumento.

—Ah, y recuerda que tienes que guardar algo de ropa porque te irás a quedar con Chanyeol y Baekhyun mañana —le recordó Jimin.

—Hoy en la noche ordenaré —prometió.

—Chicos, la comida ya está lista —avisó SeokJin—. ¿Quieren ayudar a acomodar la mesa aquí afuera? —preguntó.

Ambos asintieron emocionados, levantándose del suelo.

Pero a pesar de las palabras de Jin, realmente ninguno de los dos omegas habían acomodado la mesa afuera.

Tanto Namjoon como Jongin sacaron la mesa y la colocaron afuera junto a las sillas, solo permitiendo que Jimin y Hoseok ayudaran a colocar los servicios.

—Siento que todos están algo idiotas hoy con no permitirnos hacer nada —murmuró por lo bajo Jimin, solo para que el menor a su lado lo escuchara.

Soltando una risita, Hoseok asintió y acomodó a la pequeña bebé en su cochecito cuando esta se quedó dormida.

—Vamos niños, siéntense en la mesa —pidió Kyungsoo mientras colocaba una botella de zumo y unas cuantas latas de cerveza.

—Uy, vamos a tomar para celebrar —pronunció Jimin tomando asiento luego de que Kyungsoo tomara a su hijo.

—Tú no puedes —le recordó Yoongi, dándole un ligero golpe en su nuca mientras se sentaba a su lado.

—¡Hey! yo solo decía, nunca dije que iba a tomar yo también —refunfuño.

Riendo, Hoseok tomó asiento al otro lado de Jimin mientras los demás iban llegando y se acomodaban también en la mesa.

Cuando todos estuvieron sentados, comenzaron a comer.

—¿Y? ¿Ya terminaron de arreglar todo? —pregunto Baekhyun a mitad de la comida.

—De hecho sí —asintió su pareja.

—Papi ya terminamos, ¿podemos pararnos? —pregunto Lisa junto a los otros dos pequeños.

—¿Se comieron todo? —preguntó Jin desde el otro extremo.

—¡Sí! —gritaron los tres infantes.

—Se comieron todo —afirmó Hoseok al estar sentado cerca de ellos.

—Bien, pueden ir a jugar pero no corran tanto —aceptó Jin, logrando que los infantes dejaran la mesa.

—¡Si! —gritaron los tres infantes en respuesta.

—¿Cómo te va en el trabajo ahora que te ascendieron, Jongin hyung? —pregunto Jimin.

—Bien —sonríe—. Tal vez trabajo una hora más pero la paga definitivamente hace la diferencia, y tengo los fines de semanas completamente libres para estar con mi familia.

—Cierto, odiaba cuando te llamaba de la oficina un sábado a medio día y te tenías que ir —recordó su pareja.

—¿Y ustedes chicos? ¿Algún nuevo caso? —preguntó con curiosidad Chanyeol.

—Afortunadamente, no —respondió Namjoon tomando un trago de su cerveza.

—Solo hemos estado ayudando en otros casos —agregó Yoongi, terminando de comer se recargó hacia atrás y colocó su brazo sobre la silla de su pareja.

—Lo cual igual es bueno —comentó Jimin, tomando de su zumo—. O al menos para mí, que significa que no están en peligro.

—Siempre estamos en peligro —le recordó Namjoon—. Es un riesgo en nuestra línea de trabajo.

—Déjame ser feliz aunque sea solo un minuto —se quejó.

—Con el tiempo no te acostumbras, Minnie —dijo SeokJin.

—Bueno, gracias —contestó obteniendo una risa colectiva.

—Bueno, ahora que todos terminamos de comer... Siento que es un buen momento para darles una buena noticia —pronunció Chanyeol con una sonrisa, llamando la atención de todos en la mesa.

—¿Ugh? ¿A caso vas a ganar más dinero? —adivino Yoongi.

—No idiota, es sobre Hoseok —bufó el hermano de su omega.

—¿Yo que hice? —pregunto el menor sorprendido.

—Bueno, creo que oficialmente ya es hora de decir... Bienvenido a la familia Park y Min—dijo con una sonrisa.

—¿Uhm? —musitó el menor algo confundido.

—¿Podrías hablar más claro, Hyung? —pidió Jimin colocando su mano en el muslo de su alfa—. Ya sabes, en términos para simples mortales.

Bajando su mano, Yoongi tomó la de su pareja y entrelazó sus dedos.

—Bueno, que de ahora en adelante serás oficialmente el hijo de ese par de idiotas —pronunció Chanyeol señalando a Jimin y Yoongi—. Ellos te adoptaron.

—¿Cómo lograste eso? —pregunto sorprendido la pareja de este—. ¿Y qué pasó con el juicio y todo?

—¿Y no que ellos deben de estar casados para adoptar a alguien? —pregunto también Jongin.

—Bueno, con la ayuda de Yoongi, moviendo algunos hilos y cobrando algunos favores, adelanté todo sin la necesidad de ir a juicio —sonrió satisfecho—. Obtuve incluso una orden de alejamiento del estúpido tío de Hoseok.

—¿Con tu ayuda? —pregunto Jimin observando a su alfa.

—Nada que un poco de presión no pueda lograr junto a una placa —se encogió de hombros—. Y contactos de más arriba.

—¿Ustedes me adoptaron? —chillo aún sorprendido el menor.

—Ya eres parte de la familia Hobi, ¿por qué te sorprende tanto? —preguntó con una sonrisa Baekhyun.

—Cierto, que esté en un papel solo lo hace más oficial —asintió SeokJin.

—Es que yo... Pensé... Solo... Yo... —balbuceó—. ¿Quieren ser mis padres? ¿Realmente? —preguntó observando la pareja.

—No queremos, nosotros somos tus padres —corrigió Yoongi con una sonrisa.

—Oh, yo... —balbuceó sintiendo como las lágrimas bajaban por su rostro—. ¡G-gracias! —grito sonriendo entre lágrimas.

—Oh bebé, no llores —sonrió Jimin atrayéndolo a sus brazos.

Observando a su pareja, Jimin no pudo ni trató de esconder todo el amor que sentía por su alfa.

—Bueno, ya quiero ver cómo lo llevan ambos al tener un hijo en plena pubertad —señaló Kyungsoo con una sonrisa.

—Oh, yo quiero ver eso —rió Namjoon.

—¿Serás igual de idiota como eres con Jimin? —se burló Chanyeol de Yoongi.

—Yo no soy el que tiene una hija —canturreo el alfa, logrando que Namjoon y Chanyeol dejaran de reír y observaron a sus pequeñas.

La mesa estalló en risa al contemplar como toda diversión se iba de los rostros de los alfas para ser reemplazada por un ceño fruncido en sus rostros.

—No hables antes de tiempo —indicó Jin entre risas.

Yoongi solo se encogió de hombros. Pobre de los idiotas si llegase tener una mujercita.

—Bienvenido a nuestra pequeña familia —susurró Jimin en el oído de Hoseok.

—Gracias —sonrió el menor, contemplando con felicidad a todas las personas que le rodeaban.

Por fin tenía una familia entre sus manos, y no era el único, porque Yoongi se sentía exactamente igual.