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Capítulo 66


Jimin abrió sus ojos y lentamente, una sonrisa surcó en su rostro.

—No hubo pesadillas —murmuró.

Un brazo se apoderó de su cintura y rápidamente fue jalado contra un fuerte cuerpo.

—No, no hubo ni una sola —pronunció Yoongi, presionando sus labios contra la frente del menor—. ¿Cómo te sientes?

—¿Ahora mismo? —preguntó—. Siento una extraña paz en mi interior, una tranquilidad casi... Imposible. Todo ese odio, miedo y resentimiento que tuve en mi interior alguna vez ya no está, se esfumó, es... Extraño —trató de explicar.

—Eso, significa que definitivamente le has dado un cierre a aquella etapa de tu vida —pronunció lleno de orgullo—. Enfrentaste por tu propia cuenta al hombre que tanto daño te hizo y no te perdiste en el proceso, lo superaste.

—Dios, se siente tan bien saber que ayude a atrapar a ese hijo de puta —exclamó sin poder evitarlo.

—Si, pero sigo odiando que hayas tenido que enfrentarlo —se quejó y Jimin blanqueó sus ojos—. Si algo te hubiera pasado yo...

—Pero tú nada —interrumpió—. Ya hablamos de esto un millón de veces ayer, Yoonie. Nada pasó, tú estabas conmigo a pesar de que no te podía ver e incluso me obligaste a usar un jodido chaleco antibalas, que era bastante incómodo para tu información —recordó—. Me sorprende que Jaebum no se haya dado cuenta de eso o la sudadera realmente lo cubría bien.

—Ya, no hablemos más de esa mierda —ordenó y bajó su cabeza en busca de los labios de su pareja.

Cuando el beso se comenzaba a tornar algo más apasionado, la puerta fue abierta de golpe, sobresaltando a ambos.

—Ups —exclamó Hoseok, soltando una pequeña risita avergonzada—. Perdón por no tocar, yo solo... Eh... Yo solo quería decirles que el almuerzo ya está hecho y que Namjoon hyung está en las noticias hablando del caso —dijo cerrando la puerta, volviendo a dejar a solas a la pareja.

—¿Almuerzo? —repitió Jimin girando para comprobar la hora—. Son casi las dos de la tarde Yoonie —exclamó sorprendido—. ¡Nos hemos saltado el desayuno! —dijo horrorizado.

Yoongi rió sin poder evitarlo ante lo último.

—¿En serio te preocupa no haber tomado desayuno? —preguntó divertido—. Solo descansamos lo que nuestros cuerpos necesitaban —indicó.

—Aun así —pronunció colocando una mano sobre su abdomen, torciendo sus labios en una mueca.

—¿Te duele algo? ¿Vas a vomitar? —preguntó el alfa inmediatamente sentándose en la cama.

—Creo que tengo hambre —pronunció logrando que Yoongi rodara sus ojos.

Solo tenía hambre.

—Hey, no hagas así que no es mi culpa —refunfuñó—. Nos saltamos el desayuno —pronunció como su eso lo explicara.

—Si, el bendito desayuno —resopló.

—¿Cómo está tu herida? —preguntó el omega, contemplando el costado de su alfa.

—Bien, ya te dije que fue solo un roce —le quitó importancia, sin siquiera mostrarle—. ¿Quieres comer aquí o en la cocina con Hobi? —preguntó cambiando de tema.

—Con Hobi, pero adelántate que pasaré primero al baño —anuncio levantándose de la cama.

Asintiendo, Yoongi se vistió tranquilamente antes de salir de la habitación.

Se detuvo un momento en la sala de estar junto al joven omega, ambos contemplando a Namjoon hablar sobre el caso y contestar las preguntas de los periodistas.

—¿Entonces la familia o matrimonio Yu trabajaba para él? —preguntó Hoseok.

—Según lo que me explicó Namjoon anoche, Jaebum usaba o bien los órganos o los mismos niños que tanto Hee-sook como Seung secuestraban para transportar su droga de un país a otro de forma, obviamente, ilegal.

—¿Órganos? —preguntó Hoseok con un pequeño estremecimiento.

—La principal razón por la cual los Yu secuestraban niños era para ver si alguno era compatible con su hijo, y ellos... —Yoongi dudo en seguir hablando al contemplar el miedo en los ojos del menor—. No es necesario que escuches más —anuncio dándole una ligera palmada en la cabeza—. Ambos casos están finalmente cerrados.

—Bien —asintió—. Ayer cuando llegaste con todos esos hombres, ¿a dónde llevaron a Minnie hyung y Jinyoung hyung? —recordó—. ¿Por qué fui el único que se tuvo que quedar aquí con un guardia? —arrugó su nariz.

—Porque Hee-sook, nuestra principal testigo, fue asesinada bajo nuestras propias narices cuando comenzó a hablar de Jaebum —contestó—. Por más que odiara la idea, necesitábamos de Jimin para cerrar el caso y la oportunidad se nos presentó en el mismo instante en que Jaebum quiso acabar con todo y su pareja escapó, contándole a Jimin los planes de este —explicó y se dirigió a la cocina

—¿Jinyoung hyung le dijo algo? —preguntó sorprendido, siguiéndolo—. ¿Qué fue? ¿Por qué yo no lo sabía? —refunfuño.

—Jinyoung realmente estaba enamorado de Jaebum, pero no tan perdidamente como para seguir a este en todas sus locuras. Cuando tuvo la oportunidad, escapó de él y llegó hasta Jimin para avisarle del plan de este para atraerlo a una trampa.

—No entiendo... ¿Jaebum no lo amaba...?

—No lo creo, Jaebum uso a ese hombre a su favor. Lo utilizó como cubierta para que nosotros pensáramos que ya no estaba detrás de Jimin cuando lo seguía estando, su obsesión es tan grave que lo estuvo acechando desde Busan hasta aquí, todo el maldito tiempo —gruñó bajo—. Ayer intentó nuevamente llevarse a Jimin con la excusa de que Kyungsoo estaba mal.

—Entonces... Kyungsoo hyung ¿nunca estuvo mal? —adivino y Yoongi negó.

—Si lo estuvo, pero Jimin no lo sabía y no podía confiar al cien por ciento de las palabras de Jinyoung —torció sus labios—. Jimin por primera vez utilizó su cabeza y me llamó antes de irse sin pensar en nada.

—Tenía un mal presentimiento —comentó Jimin entrando—. Con las cosas que me habías dicho, el cachorro en camino, lo que me preguntaste antes de irte sin decir nada... —sube sus hombros—. Que Jinyoung, una persona con la cual nunca entable una conversación apareciera frente de mi puerta pidiendo ayuda... Fue extraño pero al escucharlo hablar...

—Sí, para mí también lo fue —aceptó Hoseok, ambos omegas observando a Yoongi servir la comida—. Espera, ¿es por eso que te tardaste tanto mientras te cambiabas de ropa?

—Sí, llamé a Yoonie para contarle pero entonces escuche un disparo y eso me recuerda... —observando a su alfa se acercó a él.

Rodando sus ojos, Yoongi se sentó en el banquillo y dejó que su pareja le subiera la camiseta, revisando su lado izquierdo en su cintura donde había un parche.

—Fue solo un roce —reiteró—. La bala era para Hee-sook, no para mí.

—¿Te colocaron puntos? —preguntó sorprendido Hoseok mientras Jimin se alejaba por un vaso de zumo.

Yoongi asintió—. Tres.

—Bueno, me asusté como la mierda al escuchar el disparo y luego escuchar a Namjoon gritar —refunfuño Jimin, dejándole el vaso y unas pastillas—. Te ayudará con el dolor y no me digas que no duele —entrecerró sus ojos.

—Ya siéntate a comer, el renacuajo tiene hambre porque no tomaste desayuno —le recordó el alfa, pero obedientemente se tomó las pastillas.

—Entonces, ¿qué va a pasar con Jinyoung hyung? —pregunto Hoseok comenzando a comer junto a los demás.

—Namjoon lo llevó al hospital por sus heridas —se encoge de hombros—. Realmente él no participó en los planes de Jaebum, podría decirse que también fue una víctima en todo pero eso ya es tema que le toca a Namjoon, yo solo lo ayudo a investigar y atrapar al culpable —indicó.

Cuando Hoseok volvió a asentir con su cabeza, los ojos del alfa se trasladaron hacia su pareja que jugaba con la comida mientras una de sus manos posaba sobre su vientre.

—¿No tenías hambre? —preguntó.

—Ya no tanto —hizo una mueca.

—¿Jimin? ¿Qué tienes? —preguntó un poco más duro.

El omega suspiró y finalmente observó con un tinte de preocupación en sus ojos que no pudo ocultar por más que lo intentó.

—Me duele un poco el estómago —contestó finalmente—. Solo es una ligera molestia —aseguró ante la densa mirada de ambos contrarios.

—No me gusta —anunció Yoongi.

—Bueno, no es como si yo pudiera controlar-... ¡Yoongi! —chilló cuando el alfa se levantó de la mesa ignorándolo completamente.

—Hoseok, llama al hospital y consigue una hora de urgencia —ordenó tomando entre sus brazos el cuerpo de su omega, sacándolo de la silla.

—¡Yoongi! Me duele un poco, no me estoy muriendo por ello —se quejó Jimin—. Además ¡tus puntos! —le recordó.

—¿Hace cuánto te duele? —interrogó llevándolo a la entrada, bajándolo.

—Solo ahora que desperté —prometió colocándose sus zapatillas.

—Conseguí una pero es a las cuatro —avisó Hoseok encontrándose con ellos—. Pase por sus billeteras —dijo entregándoles a los dos mayores.

—Ustedes dos están exagerando —insistió Jimin viendo como ambos terminaban de arreglarse y salían del departamento.

—No perdemos nada con exagerar —contestó Yoongi encogiéndose de hombros—. Vamos —dijo estirando su mano hacia el omega.

Suspirando, Jimin salió del departamento. Tomando la mano de su alfa los tres subieron al ascensor.

—Dime que vas a esperar y no a exigir que me atiendan enseguida —pidió a lo que su alfa simplemente se encogió de hombros, causando una ligera risa divertida en Hoseok.

(***) 

La cabeza de Yoongi iba a explotar con todas las posibles respuestas que le dio la doctora ante un simple dolor abdominal durante un embarazo, y no era el único a juzgar por lo pálido que estaba su omega y la expresión asustada en Hoseok.

—Aborto —repitió Jimin en una exhalación.

—Por favor, tomen en cuenta que también puede significar nada, una de las simples molestia durante el embarazo —insistió la doctora ante la visible preocupación de las tres personas ante ella.

—Pero usted... —balbuceó Hoseok.

—Sé lo que dije —asintió—. Pero fue porque ustedes insistieron en que les diera todos los posibles escenarios —regañó logrando que los dos omegas se sonrojaran—. Precisamente por eso no los damos.

—¿Y qué cree usted que es entonces? —preguntó Yoongi.

—Bueno... —observa a Jimin—. Me dijo que no ha presentado sangrado por lo que el aborto espontáneo queda descartado por ahora. Y para descartar otros escenarios, a la camilla —pidió levantándose.

Inmediatamente Jimin se levantó seguido de su alfa y Hoseok, los tres se dirigieron al otro extremo de la habitación y ambos ayudaron al omega a prepararse.

Volviendo, la doctora esparció el gel en el abdomen del omega y tomó la máquina entre sus manos para pasarla sobre el vientre de Jimin, buscando.

—¿Y? —preguntó Jimin, mirando de la pantalla a la doctora.

—Estén tranquilos los tres, el bebé sigue bien —anunció para tranquilidad de todos—. Como les había dicho principalmente, a veces, el dolor abdominal viene como una de las molestias durante el embarazo junto a las náuseas y vómito.

—¿No es demasiado pronto? —preguntó Hoseok.

—Hay personas que los malestares comienzan desde el principio del embarazo y duran hasta el último día —comentó terminando de buscar algún mal en el pequeño, no había ninguno.

—Pero también habló algo del estrés y Jimin ha estado bajo estrés durante la última semana —recordó Yoongi, apretando la mano de su omega.

—Mm... Me gustaría que no hubiera más estrés para este joven si no quieren que ocasione un aborto espontáneo —indicó sobresaltando a los dos omegas.

—No más estrés —asintió el alfa, recibiendo las toallas de papel con las cuales limpió el abdomen de su pareja.

Jimin observó a su pareja, tenía aquella expresión en su rostro como si tuviera una nueva misión o un nuevo caso.

Ugh, algo le decía que iba a tener un tiempo aburrido muuuy largo.

—¿Pero ahora está bien, cierto? —preguntó Hoseok, solo para estar seguros.

—Sí, ambos lo están —prometió con una suave sonrisa.

—¿Alguna recomendación? —pregunto Jimin mientras bajaba de la camilla con la ayuda de su alfa.

—Reposo, nada de estrés y comer bien —indicó.

—Está bien —respondieron los tres ahora más relajados.

—Bueno señores, eso es todo entonces —sonrió.

Asintiendo, los tres salieron de la habitación y comenzaron a caminar por los pasillos.

Hoseok soltó una pequeña risita cuando caminaron frente al mostrador donde la enfermera los había atendido.

—Creo que aún está resentida por haberle ignorado —susurró el omega menor.

—Debería de agradecer que esperamos aquella hora y que no entré inmediatamente —bufó Yoongi.

—No, solo te paseaste por todo el pasillo y le gruñiste a cualquiera que se te acercó pidiendo que tomaras asiento —rió Jimin.

El alfa se encogió de hombros.

—Bueno, ¿ya que estamos aquí por qué no vamos a ver la casa? —propuso Jimin, ganándose una mirada no muy gentil por parte de los dos contrarios—. ¿Qué?

—¿Qué parte de reposo no escuchaste? —se quejó Yoongi.

—También debes de comer bien —agregó Hoseok.

—Pero...

—Pero nada —cortó su alfa—. Aunque vayamos ahora, Shin-Hye aún no te deposita el resto del dinero por lo que no podrás comprarla. Y tienes que hablar primero para hacer la cita —le recordó.

—Vamos a casa Hyung, tengamos una tarde de películas —pidió Hoseok.

—¿Con helado y pizza? —preguntó.

—Con helado y pizza —asintió Yoongi, parando un taxi.

—Está bien —accedió subiendo al automóvil junto a los demás—. Yoonie, ¿recuerdas que le dijimos a mis papas que iríamos a Busan una vez que resolvieras el caso? —le recordó recargando su cabeza en el hombro del alfa.

—Vas a descansar unos días primero y luego, pensaremos en ello —prometió entrelazando sus dedos con los de su omega.

—Y tú también irás así que no te hagas ilusiones de que te quedaras solo en el departamento jovencito —pronunció Jimin observando con sus ojos entrecerrados a Hoseok.

—Yo no dije nada —rió y luego removió sus manos nerviosamente—. ¿Puedo invitar a nuestra tarde de películas a-...?

—No. —interrumpió Yoongi, sin dejarle terminar a Hoseok.

Jimin rió sin poder evitarlo.

—Llámalo, pero asegúrate de decirle que no van a estar a solas en tu habitación —indicó Jimin, logrando que el menor sonriera.

—Y si veo que te está comiendo la boca otra vez, Jimin no será el que los separara esta vez —advirtió Yoongi.

—Está bien —asintió Hoseok, sonrojado.

Observando a su pareja, Jimin sonrió mientras volvía a colocar una mano sobre su vientre.

—Te dije que solo era una pequeña molestia —pronunció cuando su alfa apoyó también su mano en su vientre, donde había una pequeña curvatura.

—Después de lo de ayer sería un idiota si no fuera sobreprotector con los tres —se excusó sonriendo de forma ladina.


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