Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 65


Observando a su alrededor, Jimin sacudió suavemente su cabeza y respiró profundamente antes de internarse en el conocido bar.

—Hola —pronunció cruzando las puertas—. ¿Kyungsoo? ¿Jaebum hyung? —llamó observando inquietamente el oscuro interior.

Mordiendo su labio inferior al no recibir respuesta, ingresó más en el interior. Pegó un pequeño brinco cuando la puerta se cerró envolviéndolo momentáneamente en el oscuro y vacío lugar.

—¿Kyungsoo? ¿Jaebum? —llamó—. Si es una broma ya no me está gustando —exclamó nervioso, estar en la oscuridad a solas le estaba colocando los pelos de punta.

Una suave luz en el bar se encendió.

—Jimin —pronunció el alfa, saliendo de la oscuridad—. Es bueno verte.

—¿Dónde está Kyungsoo? —preguntó metiendo sus manos dentro del bolsillo de su gran sudadera—. Me llamó y no se oía bien, me pidió venir aquí —explicó.

—Si, alguien nos intentó robar y lo lastimó, no quería llamar a su pareja por lo que decidió llamarte a ti y Jinyoung salió diciendo que estabas tardando mucho —respondió y observó a su alrededor—. ¿Y Jinyoung?

—No lo sé, salí del departamento apenas termine la llamada y no lo vi —respondió incómodo, teniendo un mal presentimiento de ello.

—Mh... Tendré que llamarle para avisarle que ya estás aquí. Vamos —dijo dirigiéndose a la escalera que los llevaba a su oficina.

—¿A dónde? —preguntó sin moverse.

Tenía un mal presentimiento de todo.

—Kyungsoo necesita de tu ayuda, Jimin —le recordó—. No le hagas esperar más —pronunció subiendo las escaleras con rapidez.

Respirando profundamente, el omega observó a su alrededor nuevamente, comprobando, antes de subir.

Cruzando la puerta, esta se cerró con fuerza. Volteando rápidamente, observó al alfa colocarle seguro.

—¿Jaebum hyung? —pronunció frunciendo el ceño, de pronto... Estaba sintiéndose asustado.

—Toma asiento, Jimin —pronunció caminando hacia un extremo de la habitación—. Te prepararé un té.

—¿Dónde está Kyungsoo? —preguntó observando a su alrededor.

El alfa simplemente se quedó en silencio mientras preparaba dos tazas, ignorando completamente al menor.

Incómodo y asustado, Jimin tomó asiento y esperó mientras contemplaba a su alrededor.

El aroma de Kyungsoo estaba en el aire, podía sentirlo.

Jimin trató realmente de no saltar cuando Jaebum colocó una taza de té frente a él.

—Por favor, es té de hierbas —pronunció, parándose del otro lado del escritorio—. Escuché que es bueno para los mareos y vómitos.

—Uhm, sí —asintió Jimin observando la taza frente a él—. Hoseok también me lo prepara en casa.

No iba a tomar esa cosa, tenía una peor apariencia de la que le preparaba Hoseok.

—Entonces... Kyungsoo... —pronunció retomando el tema principal por el cual estaba ahí.

—Ah, sí... —respondió tomando un sorbo de su propia taza—. No te preocupes por Kyungsoo.

—Dijo que estaba lastimado —repitió—. ¿Dónde está Kyungsoo?

—Paciencia mi chico —respondió tranquilamente.

—... ¿Kyungsoo realmente está aquí? —pregunto asustado.

—Sí, convenientemente me vino a visitar —asintió y tomó otro sorbo con tranquilidad, una que estaba comenzando a inquietar a Jimin.

¿Dónde estaba su amigo?

—La llamada...

—Sí, necesitaba una excusa para que vinieras —torció sus labios y colocó una de sus manos en su silla, girándola y revelando a un inconsciente Kyungsoo.

—¿Qué le pasó? —cuestionó el omega, levantándose.

—Asiento —ordenó y Jimin le contempló—. No lo repetiré dos veces, Jimin.

Lentamente, volvió a tomar asiento mientras contemplaba preocupado a su amigo.

—Buen chico —asintió y dejó su taza sobre el escritorio—. Solo necesitaba que te llamara pero luego comenzó a hacer demasiadas preguntas —se encogió de hombros—. No lo lastime mucho así que no te preocupes.

Jimin tragó nerviosamente, encontrando la situación una de locos.

No podía creer que realmente estaba ocurriendo lo que pasaba frente a sus ojos.

—Jinyoung... —balbuceo.

—No le gusto mi plan y se fue, tal vez se alejó de mí o intentó advertirte cosa que no logró obviamente —sonríe—. Jinyoung es un buen omega después de todo pero uno que se puede matar y reemplazar fácilmente —respondió con franqueza.

—¿Matar? —preguntó comenzando a observar a su alrededor de forma asustada.

Necesitaba buscar una forma de salida para ambos.

—Oh, vamos Jiminnie —sonrió—. Creo que ya es hora de que me reconozcas, ¿o no, pequeño? ¿Aún quieres seguir jugando? —preguntó arqueando una ceja—. Porque sinceramente, yo ya me aburrí —resopló.

—¿D-de qué hablas? —tartamudeó asustado el menor.

—Me gusta la apariencia que tienes ahora —asintió satisfecho, ignorándolo—. Me recuerda al primer momento en el que te conocí y nos enamoramos.

El omega juntó sus cejas.

—¿De qué estás hablando? —cuestionó confundido—. Yo te conocí un año después de que me mude aquí y para entonces mi pelo ya era rosado —recordó.

El alfa rió.

—Nosotros nos conocimos hace nueve años, chocamos frente a la tienda de instrumentos y desde entonces nos estuvimos viendo en la escuela y fuera de ella —corrigió.

—Ehh... No —respondió el menor—. Nosotros nos conocimos hace dos años mientras buscaba un trabajo.

—Oh, vamos bebé —pronunció acariciando el cabello de Kyungsoo, cosa que tensó a Jimin—. No puedo creer que en verdad me hayas olvidado luego de las hermosas marcas que dejé en tu cálida y hermosa piel —tiró del cabello de Kyungsoo logrando que este gimiera suavemente de dolor—. Dime, ¿siguen entre tus muslos y espalda baja o tendré que volver a hacerlas?

—¡¿Cómo sabes de eso?! —grito volcando su silla contra el piso ante la rapidez con la cual se levantó de ella.

—Nosotros nos conocimos en Busan e incluso me invitaste personalmente a tu fiesta de 16 años —indicó con tranquilidad—. Aquella noche estabas tan precioso con esos jeans negros y camiseta a cuadros roja —recordó—. Pero debo de admitir, que lo más hermoso fue ver tu cuerpo desnudo entre las sábanas de tu cama —sonrió—. Exactamente en aquel momento donde me entregarte lo más precioso.

—¡Dónde me robaste y obligaste! —corrigió con dolor y miedo—. ¡Tú me violaste, maldito enfermo! —gritó limpiando las lágrimas que escapaban de sus ojos.

—No. Nosotros hicimos el amor, un acto de amor mutuo —corrigió feroz.

—¡Me violaste! —apuntó—. ¡Ni siquiera te conocía en ese entonces, como mierda puedes decir que yo te amaba!

—Amabas no, amas —corrigió y observó con desagrado la marca en su cuello—. Ya esperé lo suficiente, fue entretenido jugar con otros pero no puedo esperar más, ellos no son tú.

—¿Ellos quiénes? ¿De qué estás hablando? —cuestionó y gritó sorprendido cuando Kyungsoo se levantó empujando su cuerpo con el del alfa.

—Corr-... —la vista del omega se volvió borrosa nuevamente al recibir un fuerte golpe en su nuca.

—Maldita mierda, solo debía seguir inconsciente —gruñó dándole una patada al levantarse—. Intentas correr de mí, y él sufrirá —advirtió observando fríamente a Jimin.

—Eres un monstruo —susurró aterrado de moverse y que su amigo sufriera las consecuencias, maldición.

—Tu alfa, no monstruo —corrigió.

—Tú... Tú fuiste quien violó y mató a esos chicos, ¿no? —preguntó al comprender.

—Esos omegas —sonrió de forma vacía y perversa—. Admito que fue algo entretenido, muchas personas realmente pueden parecerse a ti a pesar de que obviamente no tienen exactamente la misma belleza —explicó—. Ninguno de ellos eran tú, ninguno de esos omegas podían realmente compararse a ti, nadie me hace sentir lo que tú me hiciste sentir.

Jimin apretó sus labios con fuerza cuando una oleada de asco se apoderó de él.

Estaba aterrado, frente a sus ojos estaba presenciando como un hombre a quien creía conocer hace dos años se transformaba lentamente en un monstruo, revelando su verdadera cara.

—Los violaste... Los mataste —susurró con asco.

—Me enfado que tengas un cachorro que no es mío amor, tenía que desquitarme con alguien —explicó.

—Estás loco —susurró alejándose cuando el alfa avanzó un paso hacia él.

—No, estoy enamorado y yo nunca te haría daño —corrigió.

—¡Me seguiste y violaste! —gritó—. Tú no estás enamorado, estás obsesionado y demente —corrigió.

—Jimin —gruñó apretando el puente de su nariz—. Ya me están aburriendo las palabras que salen de tu boca, será mejor que guardes silencio si no quieres ser castigado por ello —advirtió.

—¡Silencio! —repitió respirando agitadamente—. ¡Arruinaste mi vida! ¡La destruiste y jugaste con ella!

—¡Ya cállate! —gritó Jaebum.

Pero mientras más gritaba Jimin, más se alejaba de Kyungsoo por lo que el menor no se detuvo, a pesar de que estaba temblando de miedo.

Necesitaba crear distancia entre los dos, lo sabía.

—¡Y no satisfecho con arruinar la mía, arruinaste la de otras personas! —gritó Jimin—. ¡Estás enfermo! ¡Eres un monstruo!

—¡Deberías de agradecer que un hombre como yo te ame! ¡Tú eres mío Park Jimin! ¡Solo mío! —gritó comenzando a avanzar mientras Jimin retrocedía.

—¡No! ¡Yo soy de Min Yoongi! —chilló—. Y tú irás malditamente a la cárcel cuando se entere de esto —prometió finalmente chocando con la puerta a su espalda.

—Tengo dinero amor, mucho, y con el dinero se pueden hacer muchas maravillas —rió de forma macabra—. Si no, pregúntale a los Yu, harían cualquier cosa por mantener con vida a su muerto hijo.

—Tú... —sintiendo náuseas, Jimin se inclinó sobre su costado y vomitó.

Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar a aquel pobre cachorro que luchaba contra la vida y la muerte.

—Vamos cariño, tendrás que limpiar este desorden —dijo con desagrado—. Pero no te preocupes, ya me ocuparé de la mierda que hay en tu vientre —prometió.

—¿Cómo sabes de los Yu? —preguntó limpiando su boca con el dorso de su mano.

—Ellos trabajaban para mí —contestó sonriente—. Una excelente forma de que movieran mis cosas junto a los cachorros.

—Yoongi te detendrá —anunció seguro, mirando lleno de asco a la persona frente a él.

¿Cómo no pudo darse cuenta de que todo ese tiempo el monstruo estuvo a su lado?

¿Cómo tan idiota?

—Ya me encargué de ese estúpido —rió contemplando como el omega intentaba abrir la puerta que estaba con seguro—. Y lo haré con quién sea que se meta en nuestro camino, en nuestro amor.

Jimin gritó y corrió al otro extremo de la habitación cuando Jaebum se lanzó sobre él.

—¡Ayuda! —gritó.

—Grita todo lo que quieras amor, solo somos nosotros dos, ya que tu amiguito ahí no es de mucha ayuda —rió el alfa señalando a Kyungsoo.

—Jódete —chilló observando desesperadamente a su alrededor.

—No hay escapatoria —sonrió y Jimin sonrió de forma temblorosa.

Antes de que abriera su boca, Jaebum se adelantó. El omega chilló cuando se escuchó un disparo.

Pero a pesar de la bala que había atravesado el hombro de Jaebum, este alcanzó a llegar a él y rodearlo colocándose a su espalda mientras sostenía una arma contra su sien.

Automáticamente los brazos de Jimin se movieron rodeando su abdomen.

—Pero mira quién llegó —pronunció Jaebum, contemplado a Yoongi apuntarle con un arma—. Dime, ¿dónde te llegó la bala?

—Baja el arma —ordenó Min, contemplando el lloroso rostro de su pareja antes de volver al alfa—. Ahora.

—Bájala tú —ordenó—. O le disparo.

—No serías capaz —negó Yoongi.

—Cierto, pero siempre puedo hacérselo a él —sonrió rodeando el cuello de Jimin mientras apuntaba ahora a un inconsciente Kyungsoo—. ¿Qué mierda? —exclamó cuando no lo vio.

—Al suelo —ordenó Yoongi y automáticamente el menor obedeció.

Sin pensarlo dos veces y en cuestión de segundos, Yoongi disparó a la mano del alfa al mismo tiempo que otra bala traspasaba la ventana y daba en la espalda de Jaebum.

El hombre gritó de dolor y Jimin aprovechó de levantarse y correr hacia su alfa, con sus piernas temblorosas.

Acercándose, Yoongi lo atrapó antes de que el menor cayera al suelo y lo estrechó entre sus brazos mientras más personas entraban en la habitación y rodeaban al hombre herido.

—Sabía que era una maldita mala idea —gruñó Yoongi.

Entre llanto, Jimin rió ocultándose en el cuello de su alfa.

—Pero ahora tienes todas las pruebas que necesitaban para arrestarlo —pronunció cansado—. Confesó todo, desde mi violación hasta lo que le hizo a los otros omegas —susurró.

—Casi te pierdo —gruñó.

—No lo hiciste, me rescataste justo a tiempo —susurró—. También tengo un chaleco antibalas y los dos sabíamos que Jaebum realmente no me iba a ser daño, el único que estaba realmente en peligro era Kyungsoo.

—¿Estás bien? —preguntó.

—Estoy cansado, quiero mi cama y sacarme esta cosa incómoda —se quejó—. Pero primero quiero saber cómo está Kyungsoo.

—Vamos a verlo y luego director a casa, cosa corta —pronunció besando su frente.

—¡No! ¡Tú eres mío Park Jimin! —gritó Jaebum, intentando luchar contra los policías que lo apresaban y retenían, parecía no importarle la balas que estaban en su cuerpo.

—No, él es mío —gruñó Yoongi llevando a su pareja lejos de ese loco de mierda.

A mitad de camino, se encontraron con Namjoon.

—Nunca más vas a volver a hacer de cebo —gruño Namjoon abrazándolo—. Sabía que no debía de haberte escuchado cuando dijiste que tenías una idea, tu hermano me va a matar si se entera de esto.

—Entonces simplemente no tiene que enterarse —pronunció volviendo a los brazos de su pareja, después de que este le ayudará a quitarse el maldito e incómodo chaleco—. Nadie sabía si Jinyoung estaba diciendo la verdad o no cuando llegó a mi departamento todo lastimado, teníamos que comprobarlo.

—Aun así esto fue una mala idea —suspiro Namjoon.

—¿Y Kyungsoo? —pregunto Jimin.

—Lo están subiendo a la ambulancia, van directo al hospital pero por lo que dijo el paramédico, solo estaba desmayado por el golpe en su cabeza —respondió—. Tal vez lo dejaran en observaciones.

—Ahora, dime que se grabó todo —pidió Yoongi a lo que Namjoon asintió cómo firmeza.

Luego de que Jinyoung apareciera en su departamento lastimado y diciendo que Jaebum tenía a Kyungsoo atrapado en el bar, Jimin había ido a su habitación para llamar directamente a su pareja.

Enterarse de que Jaebum había sido aquel hombre que lo había violado ocho años atrás le había dolido.

Pero aun así había querido ayudar para detenerlo y salvar a Kyungsoo en caso de que Jinyoung no estuviera mintiendo al respecto.

Así fue como entre los tres habían llegado a ese plan, fingiendo que había ido solo al bar para comprobar a su amigo pero realmente había ido respaldado por su pareja.

—Esta será la última vez que hagas una estupidez —prometió Yoongi.

—Hey, al menos esta vez te avisé —pronunció suavemente—. Se acabó...

—Si, lo terminaste —asintió orgulloso de su omega.

—Tomen mi auto, vayan a casa —pronunció Namjoon—. Yo me encargo del resto y les mantendré informado de Kyungsoo.

—Su esposo...

—Le informé a penas confirmamos que estaba aquí, ahora debe de ir camino al hospital —prometió Namjoon.

—Vamos a casa, bebé —pronunció Yoongi prácticamente sosteniendo él solo el cuerpo del menor.

—Si, así me explicas cómo es eso de que una bala te lastimó —recordó algo abrumado, tal vez tomaría una siesta antes al llegar a su hogar.

—Solo fue un roce, en verdad intentaban matar a Hee-sook —explicó dirigiendo a su pareja fuera del bar.

Viendo como la pareja se alejaba, Namjoon suspiro con alivio de comprobar que Jimin estaba bien, además del pequeño shock que parecía estar enfrentando al enterarse de la verdad.

—Jefe, debe de ver esto —llamó uno de sus trabajadores.

Asintiendo, Namjoon siguió al hombre a la parte trasera de la tienda.

Cuando un tarro de madera fue abierto ante él, abrió de más sus ojos al contemplar la droga en el interior.

—Bueno, ya sabemos de donde obtenía todo ese dinero —pronunció sonriente de encontrar más pruebas contra Jaebum.

Lo iba a hundir en la cárcel, se aseguraría de ello.

—Vamos, quiero que revisen todo este maldito lugar —ordenó obteniendo un sí de respuesta.

Por fin, podía dar por terminado este maldito caso.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro