Jimin volvió a comprobar el seguro de la puerta de su balcón y seguido se volvió a sentar en su sofá, subiendo sus piernas y abrazándolas mientras seguía esperando a que Namjoon llegara. Constantemente mordía su labio inferior y tironeaba del en un gesto nervioso. Cuando la puerta fue golpeada, se levantó de un salto y corrió con sus desnudos pies a abrirla.

—Namjoon —exclamó con alivio al verlo.

—Debiste de preguntar y comprobar si era yo antes de abrir —regaño entrando, quitándose sus zapatos—. ¿No piensas entrar? —preguntó a su compañero mientras se hacía a un lado, permitiendo que el omega le viera.

—¡Tú! —chillo Jimin antes de ocultarse en la espalda de su confundido amigo.

—Así que él es el famoso Jimin —Yoongi dijo observándolo con burla.

—Minnie, él es Min Yoongi ¿Lo conoces? —pregunto confundido.

—No me gusta, es un hombre grosero, gruñón y un pesado, no lo quiero en mi departamento —atacó enseguida, enfrentándolo.

—El no es...

—Y tu eres un enano escandaloso, irritante y mimado —Yoongi soltó sin poder detenerse. Dejando algo sorprendido a Namjoon, ya que no había visto más que su lado serio y profesional.

—Ves, él es malo no me gusta —se cruzó de brazos mientras recargaba todo su peso en su pierna izquierda—. Por eso tenía tantas fotos de niños, capaz y sea un pedófilo.

—¡Jimin!

—Tú —gruñó furioso—, maldita mota de mier-...

—¡Yoongi! —grito otra vez Namjoon, confundido por el comportamiento de los dos.

Ambos apretaron sus labios y observaron a Namjoon con malhumor.

—No sé qué les pasa a ustedes dos, ni siquiera se conocen para que se insulten así —regaño—. Ahora los dos van a ir a los sofás, van a tomar asiento y van a arreglar este malentendido porque tenemos cosas más importantes de qué hablar —recalco lo último observando al otro alfa.

A regañadientes, Jimin camino por su sala y se sentó en su sofá con descuido y expresión amurrada. Seguido le siguió su vecino, sentándose en el otro extremo del sofá, Yoongi quiso arrugar su nariz ante el fuerte aroma de galletas recién horneadas y canela que había en todo el departamento... Estúpidamente, le gusto aquella combinación. Y frente a ellos, Namjoon, que se sentó en la pequeña mesa de centro de madera.

Al ver el silencio que se presentó, Namjoon rodó sus ojos y decidió ser el intermediario para arreglar esta infantil discusión.

—Jimin, él es Min Yoongi mi nuevo compañero.

—¿Eso significa que te dieron un caso? —pregunto curioso.

—Sí, y es algo bastante... Grave, tiene que ver con las desapariciones de los cachorros últimamente.

El rostro del omega palideció en seguida. La culpa lo empujó y su omega se removió inquieto, bueno, se encontraba inquieto desde que había visto a su vecino alfa.

—Bueno... Ahora entiendo esas fotos, disculpa por llamarte pedófilo —su voz era sincera mientras observaba al alfa a su lado.

Yoongi alzó levemente sus cejas sorprendido por la disculpa, no esperaba que lo hiciera por como se había mostrado hasta ahora.

—Ya —respondió escasamente.

Jimin junto sus cejas y observó a su amigo. Namjoon suspiro.

—Yoongi...

—Y yo... Lamento... Lo que dije —respondió con algo de esfuerzo, como si realmente le costara o no estuviera acostumbrado a decir esas palabras.

Jimin abrió su boca dispuesto a burlarse de ello pero guardó silencio al ver el rostro serio de Namjoon.

—Bueno ¿Y ahora qué? ¿Por qué están aquí? —pregunto relajando notablemente su cuerpo.

A su nariz llegó un aroma de menta y cacao, sabía que no le pertenecía a su amigo así que lo más seguro era que provenía de Yoongi.

Maldijo en su mente cuando para sus adentros lo aceptó fácilmente, reconociendo que le encantaba dicho aroma además de su apariencia.

—¿Realmente no puedes recordar nada de lo que te pasó en ese accidente? —pregunto Yoongi ya olvidando todo, solo concentrado en su investigación.

—Uhm nop, lo único que se podría decir que recordé, fue esa pintura del río.

—¿Y me llamaste solamente porque tuviste la sensación de era algo malo? —Jimin se incómodo un poco.

—Ayer... Acompañe a Bae a comprarse ropa para ayudarle a cuidar a Tae, intentaron llevárselo pero lo alcanzamos a encontrar antes que la estúpida mujer saliera de la tienda. Quede con esa extraña sensación en mí y hoy vi las noticias mientras pintaba lo que mi mente quería y simplemente sentí que debía decírtelo, no sé por qué —explicó observando su regazo donde estaban sus manos, jugando con sus regordetes dedos.

—Bien —Namjoon estaba seguro como el infierno que llegarían a investigar lo que acaba de contarle Jimin—. ¿Sucedió algo más ayer? ¿En tu trabajo tal vez?

Jimin colocó su dedo sobre su mentón en un gesto pensativo que llamó la atención de Yoongi aunque no quisiera.

—No, escuche las conversaciones de varias personas, otras pocas me hablaron y prepare tragos, lo usual.

—¿De qué trabajas? —pregunto Yoongi.

—Soy barman —sonrió.

—¿Batman? —pregunto, burlándose sin poder evitarlo.

—No tonto, es barman —gruño viéndose tierno ante los ojos de los dos alfas.

—Minnie —llamó Namjoon teniendo una idea—. No crees que ese día de tu accidente, escuchaste algo que no te gusto y metiste tu naricita donde no debías —señaló algo duro.

El omega mordió su labio inferior y lentamente giró su rostro para observar una interesante pared a su izquierda.

—Podrías ser... Ya lo he hecho antes...

—Mierda, ¿Sabes en el problema que estás metido? —pregunto Yoongi frunciendo el ceño.

—Yo no recuerdo nada así que aquí no hay nada —pronunció como niño pequeño.

—Jimin, esto es realmente grave —señaló Namjoon—. La carpeta que le viste a Yoongi son los niños que están desaparecidos y el lugar que me dijiste que fuera hoy, hay cuerpos de cachorros, ¿Entiendes a lo que quiero llegar?

—Que Chanyeol me va a matar —susurró comprendiendo en el peligro que se había metido.

—¿Le dijiste a alguien más lo que le dijiste a Namjoon? —pregunto el otro alfa.

—No, bueno, en el trabajo me preguntaron pero les dije que estaba bien pero que no recordaba al idiota que me lastimó y que el doctor me había asegurado que lamentablemente no recordaría que pasó por la leve amnesia que me causó el golpe en la cabeza y también yo les dije que no estaba interesado en recordar.

—Al menos sí hiciste algo inteligente —ironizó Yoongi.

Jimin le observó entrecerrando sus ojos. No le era para nada agradable aquel alfa, por muy apuesto que fuera el desgraciado.

—Bueno, eso nos da algo de tiempo —anuncio Namjoon llamando la atención del menor otra vez.

—¿Tiempo?

—Es obvio que seguramente le viste el rostro a esa persona, y seguramente te estará vigilando para ver si en algún momento recuerdas o no.

—¿Y supongo que ustedes quieren que recuerde, no? —suspiro dramático.

—Tienes qué recordar —aclaró Yoongi—. Eres la única pista directa que tenemos con esta persona.

—Pero si me esfuerzo en recordar no pasa nada, ya lo intente —exclamó preocupado—. Si hoy pude recordar algo fue simplemente porque el recuerdo llegó a mi y no completamente, ya que tuve que pintar para reflejar lo que mi subconsciente me quería mostrar.

—Seguramente lo que sucedió con Tae más la noticia le dio un empujón a tu subconsciente para trabajar, viste como esa persona atrapaba a un cachorro o viste a un cachorro con esa persona y lo relacionaste —dijo pensativo Namjoon—. Tendrás que hacer cosas que te den el impulso para recordar, como por ejemplo hacer lo mismo que hiciste ese día desde que despertaste hasta lo que recuerdes.

—Es una buena idea pero... ¿No sería muy obvio que intento recordar si hago algo así? —cuestionó inseguro.

—Tendrías que tener protección —señalo Yoongi.

—Eso es fácil, con lo exagerado que es tu hermano, a nadie le extrañaría si te ven con un guardaespaldas por así decirlo. Mientras Yoongi sigue investigando, yo puedo cuidarte la espalda —ideó el mayor.

—Me gusta —aceptaron los dos contrarios.

—Bien, necesito arreglar cosas así que lo mejor sería empezar mañana.

—Hoy tengo trabajo —murmuro.

—Faltar hoy no le hará mal a nadie, reportate enfermo —ordenó Namjoon ya parándose.

Los ojos de Jimin brillaron mientras con fuerza se obligaba a asentir con la cabeza, tensando su mandíbula.

—Bien, entonces nosotros nos vamos —anunció Namjoon caminando a la entrada del departamento con Yoongi.

El pequeño omega no dijo nada más, simplemente sonrió cuando pensó que nadie le veía y se ocultó en su habitación.

—No pensé que fueras el vecino de Minnie.

—Ni yo que mi vecino fuera tu amigo —respondió observando el departamento contrario.

(***)

—Sabía que ibas a ir de todas formas —Jimin pego un pequeño brinco y rápidamente se dio vuelta.

Yoongi le esperaba recargado en su puerta con los brazos cruzados sobre su pecho.

—No sé de qué me hablas —murmuro ignorando lo bien que le quedaba la ropa negra. Aquella camiseta con su chaqueta y esos jean.

—Sentí que algo planeabas luego de que Namjoon te ordenó quedarte en casa.

—Voy a comprar.

—¿Así todo arreglado y con una mochila? —se mofó observando la ropa en la que se había cambiado.

—No es tu problema —gruño Jimin haciendo un puchero mientras hacía puños sus manos a sus costados.

—Te equivocas —señaló separándose de la pared, acercándose peligrosamente al omega con una expresión dura—. Eres la única persona que podría reconocer a un maldito secuestrador o traficante de órganos en serie, eres prácticamente la única pista que tengo desde varios meses —Jimin retrocedió hasta que su cuerpo estuvo apegado a su puerta—. No voy a permitir que nada te pase —graznó estando a centímetros de su rostro y cuerpo, pero sin llegar a tocarlo.

El corazón de Jimin se removió con aquellas palabras en contra de su voluntad. Su omega levantó sus orejas más que interesado, su aroma se fue liberando levemente ante la cercanía del alfa.

—¿Algo que decir? —pregunto inhalando el aroma del menor.

—P-primero, espacio personal —pidió usando sus pequeñas manos para alejar el cuerpo ajeno, ignorando su tartamudeo—. Segundo, porque entiendo perfectamente eso, es que voy a ir.

Yoongi rodó sus ojos por la pequeña cosa obstinada frente a él.

—Ignoraste completamente lo que te dije —gruño sin poder acercarse más, aquellas pequeñas y cálidas manos seguían sobre su pecho manteniendo la distancia que el omega consideraba buena.

—No, no las ignore —frunce el ceño—. Porque te escuche muy bien, es otra razón para ir. Necesito empezar a recordar para atrapar a ese loco o loca, no puedo aguantar estar en mi departamento sin hacer nada mientras esa persona esta por las calles de Seúl, tomando a niños a su antojo para hacer Dios sabe qué atrocidades con esos pequeños.

—Te pones en peligro a ti al ir solo —pronunció retrocediendo. Jimin se encogió de hombros y bajó sus manos lentamente.

—Si puedo hacer algo por ellos, no esperare nada ni nadie —se mantuvo firme, enfrentando aquellos azules ojos oscuros.

Una lenta sonrisa se asomo por los labios del alfa, pequeña y casi imperceptible. Reconociendo y admirando la determinación del omega frente a él.

—No eres como me imaginé, o al menos no del todo —el rubio platinado arqueo su ceja.

—Bien, me lo tomaré como un halago. Te lo devolvería pero hasta ahora no has comprobado ser lo contrario de lo que te dije.

—No me interesa —comentó dándose vuelta, dirigiéndose al ascensor.

—Eres un amargado —refunfuño el omega siguiéndolo—. ¿Y tú a dónde vas?

—Seré tu niñera por hoy.

—Lo qué me faltaba —volvió a refunfuñar mientras se cruzaba de brazos.