Capítulo 48
Yoongi tomó el archivo que estaba en el asiento de copiloto y salió del auto de Namjoon yendo directo a la oficina de este mismo.
—Encontré algo y saldré —informó acercándose al contrario.
—¿Ya es hora del almuerzo? —pregunto distraído, dejando de observar las fotografías de las víctimas—. ¿Qué encontraste?
—El último chico que fui a revisar, Park Min Ki, recuerda haber recibido un trago de un extraño —sonríe—, al igual que Lee Dae-hwi.
—Lo que nos confirma de momento nuestra sospecha y teoría de la droga en el trago —asintió el alto.
—Lo ideal hubiese sido que recordaran también su rostro —dijo Yoongi.
—Al menos nos confirmaron nuestra sospecha. ¿Saldrás con Jiminnie? —pregunto observándolo.
—Lo iré a ver, ayer lo noté algo extraño cuando lo fui a buscar al bar —recordó.
—¿Extraño? ¿Cómo? ¿Más de lo normal? —se burló.
—Estaba distraído y no me siguió la corriente en una estúpida discusión sobre su mascota y su tonto nuevo nombre —frunció el ceño, ignorando su burla.
—Bueno, tal vez se enteró de... —señaló la pizarra llena de información y fotografías.
—No, ya lo sabe —negó—. Fue por eso que me llamó Jin ayer. Jimin solo me pidió que no nos olvidáramos del caso como hicieron con el suyo —Namjoon gruño bajo al recordar aquel día.
—Maldita sea si llegaremos a hacer eso —bufó—. Te veo después entonces —se despidió.
—Dejaré esto aquí —avisó dejando la carpeta sobre el escritorio antes de darse media vuelta y retirarse.
Tomando su casco de su propia oficina, salió al estacionamiento donde estaba su motocicleta y antes de subirse, le envió un mensaje a su pareja para asegurarse de que estaba en el apartamento.
Cuando recibió una respuesta positiva, se colocó el casco y se subió en la motocicleta.
Adelantando algunos automóviles, Yoongi pensó que tal vez sería buena idea mudarse a un lugar más cercano a su trabajo, como Namjoon.
Tal vez más adelante se lo comentara a Jimin. Quien sabe, tal vez escoger un lugar más cerca de los sobrinos de su omega y los amigos de este, lo convenza de salir de su alejada torre.
Minutos después, el alfa estacionó su motocicleta en su lugar asignado y bajo.
Saludando al dueño del edificio se subió al ascensor y se bajó segundos después en su piso. Abrió la puerta del departamento y frunció el ceño ante el silencio y el suave olor a quemado que persistía a pesar de que la ventana estuviera abierta.
—¿Ya llegaste Yoonie? —preguntó Jimin sin moverse para revisar.
—¿Estuviste cocinando? —preguntó el mayor internándose en el departamento.
—Necesitaba distraerme —respondió el omega.
Siguiendo la voz de su pareja, Yoongi entró en la sala y sus ojos inmediatamente fueron al delgado cuerpo sobre el sofá que estaba en una posición algo extraña.
Jimin estaba sentado al revés en el sofá, con su cabeza colgando y sus brazos cruzados sobre su pecho. El apreciado minino descansaba sobre el abdomen de su dueño cómodamente.
—¿Por qué...? —agitó su cabeza y volvió a observar al menor—. Siéntate bien, Jimin.
—Estoy pensando, Yoonie —argumentó sin moverse.
—Entonces piensa como una persona normal y siéntate bien antes de que toda la sangre se te vaya a la cabeza y tengas sangrado nasal —reprochó.
—Eso no va a pasar —bufó—. ¿Cierto? —agregó un poco dudoso ante la mirada del alfa.
Suspirando el omega se sentó bien en el sofá, para el descontento de cierta gatita que sí estaba bastante cómoda con la posición de su dueño.
—¿Feliz?
—¿Por qué intentaste cocinar? —preguntó dejando su casco sobre un mueble antes de acercarse al menor y sentarse a su lado.
—¿Cómo sabes que cocine? —cuestionó arqueando una ceja.
—Todavía hay olor a quemado, por más que tengas la ventana abierta —señaló obvio—. Y como eres tú, lo más seguro es que tu nuevo experimento viviente, aún esté en la cocina.
Jimin entrecerró sus ojos mientras contemplaba al mayor, segundos después suspiró y se dejó caer de lado, colocando su cabeza en el regazo de su alfa.
—No puedo dejar de pensar en el día de ayer —pronunció tomando la mano de su pareja para dejarla sobre su cabello, buscando mimos—. Necesitaba hacer algo en lo que sabía que iba a fallar para distraerme y refunfuñar por lo que decidí cocinar —explicó.
—¿Y qué pasó ayer? —preguntó confundido, contemplando el perfil del pelimorado—. ¿Ya te metiste en un problema?
—No, aún no... —murmura decaído.
—A caso tu jefe...
—Él no hace nada Hyung, encontró una pareja al parecer —recordó.
—Algo bueno, al menos —comentó sin ocultar que aquello le provocaba cierta felicidad.
Jimin rodó sus ojos.
—Me di cuenta de que en verdad no conozco a Hobi —siguió.
—Hablamos del menor de edad que trabaja contigo, ¿no? —recordó.
—Sí —hace un puchero.
—Sigo sin ver el problema —dijo comenzando a acariciar el cabello del menor.
—Que en verdad no sé dónde vive y con quién. Lo único que sé, es que supuestamente tiene problemas económicos en su casa y eso fue porque él nos lo dijo... ¡Ni siquiera sé si sigue yendo a la escuela o si la dejo! —exclamó sentándose bien, algo exaltado a comparación del mayor que le contemplaba con tranquilidad—. Hyung, ¿puedes investigarlo?
—¿Al chico?
Jimin asintió repetidas veces con su cabeza—. Sí, por favor.
Al ver la seriedad en el rostro del menor, Min frunció el ceño. Jimin no le estaba diciendo algo, no creía que esta preocupación instantánea sobre el menor viniera de la nada. Algo sabía su pareja.
—¿Qué le sucede?
—No lo sé, por eso me preocupa.
—Pero si te preocupa ahora y no antes, es porque viste algo —dijo suspicaz.
—Ayer mientras alzaba sus brazos, su camiseta se levantó revelando hematomas por toda su espalda y costado. Puede que incluso los tenga también en sus brazos y por eso usa camisetas manga larga y no por un supuesto resfriado —pensó frunciendo el ceño—. Esto no me gusta Yoongi.
—¿Le preguntaste al respecto? —dijo con seriedad.
—Intenté hacerlo pero escapó —suspira—. No puedo sacármelo de la cabeza Hyung. ¿Y si está sufriendo? —se preocupó—. Necesitamos ayudarle.
—De acuerdo, necesitaré su nombre completo.
—Es Jung Hoseok —respondió al instante.
—Namjoon seguía en la oficina cuando me fui y no creo que se haya ido, le enviaré un mensaje para que lo busque —anuncio sacando su teléfono móvil.
—¿Y? —preguntó observándolo ansioso.
—Ya está, dijo que lo buscaría —respondió volviendo a guardar su teléfono.
—¡Gracias Yoonie! —exclamó lanzándose sobre su cuerpo para abrazarlo con fuerza—. Te quiero, te quiero, te quiero —repitió besando repetidas veces los labios del mayor—. ¿Cuándo lo tendrá listo?
—Como que di cuenta de lo interesado que eres —bromeó recibiendo los besos del menor con gusto—. Esta tarde si no estamos muy ocupados.
Jimin le observó sonriente.
—Es increíble pensar que eres el mismo hombre que conocí en el pasillo meses atrás, aquel que no le interesaba los problemas de los demás —sonrió con cariño—. Te amo muuucho.
—A veces eres tan infantil —dijo en cambio el alfa, observando con cariño al omega.
—Pero aun así me amas.
Min rodó sus ojos con diversión.
—Vamos, dilo —dijo con tono juguetón el menor.
—No.
—Vamos Yoonie —repitió con un puchero.
—No. Mejor vamos a botar a la basura tu nueva creación y cocinar algo comestible para los dos —dijo levantándose del sofá.
Observando la espalda de su pareja, Jimin sonrió y corrió para subirse sobre ella tomándolo por sorpresa.
—Mierda, no saltes sin aviso —reclamo agarrándolo de los muslos.
Rodeándolo bien con sus brazos y piernas, el menor se inclinó para besarle la mejilla.
—Sé que me amas —fanfarroneo—. Vamos caballito, a la cocina.
(***)
Jimin mordió la uña de su dedo pulgar y volvió a observar hacia la entrada con el ceño fruncido.
Cuando Hoseok no apareció, exhaló con frustración y observó a su amigo cuando este le dio un ligero codazo para llamar su atención.
—¿Qué? —espeto algo brusco.
Kyungsoo alzó una ceja ante el tono del menor, haciéndolo sentir tal vez un poco culpable por la forma en que le contestó a su amigo cuando este no había hecho o dicho nada.
Suspirando trató de tranquilizar sus nervios.
—Lo siento —murmuro y atendió a la mujer frente a ellos.
—Está bien, pero... ¿Sucede algo? —preguntó cuando la mujer se alejó—. ¿Es Yoongi? ¿Discutieron?
Jimin negó inmediatamente con la cabeza—. Nada de eso, con Yoongi estamos bien —aseguró.
—¿Entonces? —pregunto no queriendo dejar ir el tema—. Has estado mirando las puertas cada diez minutos y eso que abrimos hace dos horas —señaló—. ¿Si no es tu pareja el causante, qué ocurre?
—Solo estoy preocupado por Hobi —respondió con una mueca—. Ayer no lo vi muy bien y hoy faltó.
El omega le observó de una forma pensativa antes de que ambos tuvieran que alejarse y atender el tumulto de personas que atacaron en sincronía la barra.
—¿Extraño? —contestó teniendo un aligera sospecha de lo que hablaba el contrario—. ¿Te refieres a...?
Al ser sábado, obviamente había más movimiento tras la barra por lo que ambos tuvieron que volver a interrumpir su conversación para atender a los clientes para volver a reunirse nuevamente.
—¿Qué cosa? —cuestionó Jimin.
—Hubo un día. Tú estabas en el hospital recuperándote —comenzó—. Hoseok tenía mucho cuidado de sus movimientos por más que quería disimular aquello, fue muy extraño y... Ayer le vi una especie de hematoma en su muñeca —susurro preocupado.
La respiración de Jimin quedó atrapada en sus pulmones por un momento.
—¿Crees que pueda estar sufriendo alguna clase de abuso en su casa? —preguntó angustiado el mayor.
—No lo sé, Hyung —respondió—. Es por eso que estoy tan preocupado también.
—¿Disculpen? ¿Me pueden atender? —preguntó un hombre joven con irritación.
—Yo voy —dijo Kyungsoo alejándose.
Tomando su teléfono móvil de su bolsillo trasero, Jimin revisó si tenía algún mensaje o llamada de su alfa.
—¿Puedes dejar esto allá atrás, lindura?
—Lindura tu... —Jimin alzó su cabeza y observó a Yoongi contemplándole con una expresión divertida—. Ay, me dijiste lindura —exclamó con una voz melosa y una sonrisita encantadoramente tierna.
—Con razón te metes en tantas discusiones, controla tu boca un poco, cosa corta, ya no estoy pegado a ti como antes —le recordó con cierto reproche en su tono.
—¿Entonces qué? ¿Si alguien me dice eso simplemente le sonrío y le coqueteo de vuelta? —cuestiono arqueando una ceja.
—No. Tu sacas tu teléfono, le tomas una foto y me la envías —corrigió con tranquilidad.
—¿Qué harías con la foto? —pregunto sin poder esconder su sonrisa.
Min solo se encogió de hombros con aire misterioso.
—¿Encontraste algo de Hobi? —preguntó Jimin.
—¿Dónde está él? —contestó en cambio.
—No apareció hoy.
—Minnie, necesito tu ayuda —exclamó su amigo y a Jimin no le quedó de otra más que alejarse de Yoongi para ayudar a atender a los clientes que se habían acumulado.
Cuando volvió al frente de su pareja, sus ojos percibieron la carpeta sobre el mesón de la barra. Yoongi tenía una expresión controlada de la cual Jimin sentía que era extrañamente sospechosa.
Intentó utilizar su lazo para averiguar algo al respecto, pero al igual que la expresión del mayor, era tranquila y no revelaba nada.
—¿Es algo malo, cierto? —preguntó.
—¿Por qué crees eso?
—Porque ni siquiera puedo sentir tus emociones a través del lazo, como si las estuvieras conteniendo —explicó—. Y quiero que me enseñes eso también —ordenó.
—No lo hago a propósito —se defendió con una mueca—. Siempre intento mantener la calma ante una situación complicada.
—Lo cual solo respalda mi teoría de que algo malo le pasa a Hobi —indicó.
—No hay mucho realmente —dijo abriendo la carpeta—. Sus padres murieron cuando tenía diez años dejándolo al cuidado de su tío. Va en el último año de secundaria pero a principios de año dejó de asistir. Aparentemente su tío no trabaja solo porque no quiere y tiene deudas en el banco.
—Entonces Hoseok dijo la verdad sobre su situación económica —murmuro por lo bajo el omega—. Tal vez este hombre abusa físicamente de él, Hyung. Eso explicaría los hematomas.
—No puedes asegurarlo. Tal vez lo asaltaron en el camino o se metió en una pelea —argumento, aunque tampoco lo creía.
—¿Siendo tan tímido como es y además un omega? —cuestiono sin creerle.
—Ve la dirección donde vive Jimin, Namjoon dijo que no era buena —señaló.
—Pues no, no lo es —suspira—. Kyungsoo me dijo que también percibió que estaba lastimado antes, ayer lo estaba otra vez y hoy no vino... No tengo una buena sensación de ello —torció sus labios en una mueca—. ¿Podríamos ir a verle cuando salga del bar? —preguntó.
—Será demasiado peligroso estar por esos lados —negó—. Mejor veamos a verle mañana a primera hora.
Jimin simplemente asintió con su cabeza mientras mordía con algo de fuerza su labio inferior, obviamente preocupado.
Por la siguiente hora, Yoongi contempló a su pareja atender distraídamente a los clientes, causando uno que otro problema ante su equivocación. Había logrado que incluso su jefe con su respectiva pareja bajara para averiguar qué sucedía.
—¿Qué crees que haces Minnie? —preguntó su amigo cuando Jimin repentinamente desapareció y volvió con sus cosas.
—¿Jimin? —llamo Jaebum.
—Lo siento jefe, pero tengo que irme —se excusó.
—Es sábado y pronto entraremos en el mejor punto de ventas en la noche —le recordó frunciendo el ceño—. No puedes simplemente dejarme abandonado.
—Lo sé, lo siento —repitió—. Pero tengo que irme.
El alfa se adelantó tomándolo del antebrazo, logrando que Yoongi se levantara y colocará su mano sobre el brazo de Jaebum.
—Suelta a mi omega —ordenó con un tranquilo tono mortal.
Jaebum obedeció lentamente—. ¿Puedes al menos decirme cuál es el problema? —exigió.
—Hoseok me llamó, está en serios problemas y me necesita —mintió con una seguridad que logró convencer al contrario y hasta él mismo.
—Última vez Jimin, un problema más, un inconveniente más y me temo que tendré que despedirte —advirtió.
—Está bien, lo entiendo —asintió—. Adiós Kyungsoo, te mantendré al tanto —prometió antes de comenzar a caminar con su alfa siguiéndolo de cerca.
—Así que... ¿Hoseok te llamó? —pronunció su alfa siguiéndole.
—Necesitaba una excusa y no es del todo mentira, al menos yo no lo siento así —se encogió de hombros.
—Te pasaré a dejar al departamento y-...
—No. —gruño Jimin interrumpiéndolo—. Yo también voy a ir por lo que ni siquiera pienses en dejarme afuera. Estuviste de acuerdo en llevarme mañana.
—Las cosas cambian. Ahora es más de media noche y no vamos precisamente a la parte más linda de Seúl por un picnic —señalo con ironía.
—Yo también tengo la dirección, déjame en el departamento y llamaré a un taxi para que me lleve sin ti —advirtió—. Y sabes muy bien que soy capaz de hacerlo.
Ambos se observaron en un tenso silencio.
—Eres frustrante —gruño Yoongi antes de colocarse su casco—. Vamos, en el momento que no me obedezcas nos vamos sin importarme tu amigo —advirtió.
—De acuerdo —asintió colocándose rápidamente su casco antes de subirse a la motocicleta, aferrándose al cuerpo de su pareja.
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Gaypad culero no me dejo subir el separador ni desde mi compu ni desde mi celu :( lloro
Como no quería dejarles sin cap, lo subiré así e intentaré arreglarlo después, cuando se le pase el berrinche lkfflksf
PD: He leído varios comentarios y me han hasta llegado mensaje de copitos preocupados porque Wattpad está borrando cuentas e historias. No se preocupen que ya tengo los respaldos de algunas, no todas pero lo haré.
PD2: Quería saber si quieren que comparta mi otra cuenta que uso para leer por si me llegan a borrar esta?
Cuidense mis copitos, un besote!
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