—¿Chanyeol aún no vuelve? —pregunto Namjoon luego de volver del baño.

—No creo que tranquilizar a su esposo sea tan fácil —se encoge de hombros—. Al menos se llevó a la bola de pelos para alimentarla —respondió Yoongi sin quitar sus ojos de la pantalla y el video que se reproducía.

—Toma —dijo el alfa lanzándole un sándwich después de dejar una taza de café humeante a su lado.

—No tengo hambre —negó.

—Come, ya es de noche y no has comido nada en todo el día, tampoco creo que lo hayas hecho ayer —regaño.

Yoongi arrugó su nariz pero le quitó el envoltorio a su sándwich y comenzó a comer.

—Debes dejar de ver el video, Siwon ya dijo que iba a ayudar para conseguir una imagen más clara de esas dos personas arrastrando a Jimin —le recordó.

—No puedo dejar de verlo. Ver como pelea y lucha para que no se lo lleven, si esa otra persona no hubiera aparecido de la nada, Jimin hubiese logrado escapar —gruñó y tomó su taza.

Namjoon podía entender su rabia perfectamente ya que en el video, se mostraba como Jimin recibía varios golpes mientras se defendía hasta que finalmente lograron inyectarle algo que provocó que perdiera la consciencia, logrando escapar por los pelos antes de que un guardia revisara la salida.

Contempló a Min Yoongi en todo su esplendor como agente, ese hombre dubitativo respecto a sus sentimientos ya no estaba presente, solo un alfa que sabía lo que quería, y en este momento, era encontrar a Jimin al igual que todos.

—Tengo los rostros de las dos personas en el vídeo —dijo Siwon entrando en la habitación, dejando sobre la mesa las fotografías.

—¿Solo eso? —pregunto Namjoon acercándose al igual que Yoongi.

—Se está pasando por un reconocimiento facial pero si no tiene algún cargo anterior, tomará un tiempo de reconocer —explicó—. También conseguí una matrícula que también está buscando.

Yoongi frunció el ceño y tomó una de las fotos.

—Esta persona se me hace conocida —murmuró llamando la atención de los otros dos alfas.

—Oye... Sí... —Namjoon juntó sus cejas pensativo y luego las alzó—. ¿Qué no es la mujer que fue rehén de Dark-ho?

—Oh, cierto —pronunció Siwon al también reconocerla.

—Ella también estuvo aquí antes —anunció volviendo a los videos—. Estuvo presente justo el día en que Dark-ho consiguió su arma blanca —mostró la grabación que había estado viendo más temprano, cuando había decidido trabajar en cualquier cosa antes de pensar en sus sentimientos.

Le había quedado la duda sobre cómo Dark-ho había conseguido el arma por lo que había decidido distraerse investigando al respecto.

—Que ella pueda estar relacionada con Dark-ho no me gusta —gruño Siwon.

Un recuerdo sacudió a Yoongi.

—Ella —espeto abruptamente.

—¿Qué cosa?

—Ella es quien está pintada en el departamento de Jimin y ella era quien estaba presente en el ascensor cuando este se detuvo... Espera... Los dos estaban presentes —recordó.

Ahora entendía la repentina crisis de Jimin, no había sido por los recuerdos de su pasado, no. Era su cuerpo reaccionando a aquellas personas inconscientemente.

—Ellos supuestamente trabajan en el Hospital General Kim —anuncio.

—¿En serio? Voy a informar para que revisen, a lo mejor será más rápido de dar con ellos por ahí —dijo Siwon.

—Si estos encuentros con Dark-ho no son casualidad... Algo me dice que también deberíamos de volver a revisar en las personas que fueron investigadas de los otros hospitales cercanos a los secuestros —pronunció Namjoon.

Chasqueando su lengua, Siwon asintió con su cabeza.

—Ustedes hagan eso mientras yo reviso lo otro —anuncio antes de salir de la habitación.

—Espera aquí, voy por las carpetas —dijo Namjoon saliendo también.

Volviendo a sentarse en la silla, Yoongi contempló las dos fotos con rencor. Cuando Namjoon volvió, venía con Chanyeol y su secretaria, ambos cargando una montaña de carpetas.

—¿Qué es lo que buscamos exactamente? —pregunto el hermano de Jimin, tomando asiento al igual que los demás.

Por el momento no había hecho más que ignorarlo, pero Yoongi sabía que una vez Jimin estuviera de vuelta con ellos, recibiría una charla.

—Cualquier cosa de estos dos, aún no hay nombres por lo cual se tendrán que guiar por las fotos —informó Namjoon.

El tiempo seguía corriendo mientras cada uno de ellos revisaba las carpetas con cuidado, ya habían perdido horas, no podían desperdiciar más tiempo.

Yoongi observó la mujer en la carpeta y luego la de la foto, torció sus labios y volvió a revisar al percibir las similitudes.

—Aquí, Yu Hee-sook, es una enfermera —indicó Yoongi, señalando a la mujer rubia con grandes lentes.

—Aquí hay otra —señaló Chanyeol mostrando a una mujer bajo el mismo nombre pero con cabello castaño y peinado diferente.

—Aquí está el hombre. Yu Seung, es un auxiliar de aseo, un conserje —leyó la omega, mostrando la carpeta.

—Ambos son Yu... ¿Estarán relacionados? —pronunció Namjoon antes de levantarse e irse sin decir nada.

—¿A dónde va? ¿Qué le pasa? —preguntó Chanyeol con el ceño fruncido.

—Siempre hace lo mismo cuando tiene una idea —explicó la mujer acostumbrada al comportamiento de su jefe.

—¿Por qué nadie encontró extraño que esta mujer estuviera presente en los tres hospitales que se investigó? —pensó en voz alta Min.

—Aquí dice que está haciendo su práctica, tal vez se aprovechó de eso y roto de hospital en hospital —respondió la omega.

—Yu Hee-sook y Yu Seung, la mujer es una enfermera y el hombre un conserje —anuncio Siwon al entrar en la habitación, al igual que Namjoon.

—Ambos están casados —agregó el otro alfa.

—El automóvil fue reportado como robado hace varios meses, pero hay dos propiedades —anuncio Siwon.

—¿Hay alguna cercana a algún río y al trabajo en el bar de Jimin? —pregunto Yoongi levantándose de golpe.

—Eh... Sí, ésta —mostró Siwon.

—¿Crees que está ahí? ¿Por qué? —preguntó Chanyeol.

—Sería lógico. Lo primero que recordó Jimin fue el río que conectaba con el mar, el lugar donde fue encontrado estaba entre el bar y el río. Tener una propiedad cercana al río sería lo ideal para estas personas que se deshacían del resto de los cuerpos lanzándolo al agua.

—Espera, ¿me estás diciendo que estos también participan en el caso de los cachorros? —preguntó confundido Chanyeol.

—Tal parece que estas dos personas quedaron fuera de la investigación, casi estaban quedando fuera del caso —gruñó Siwon.

—Tal vez ella fue la que amenazó realmente a Dark-ho —pronunció Yoongi.

Era una teoría, pero Yoongi tenía la corazonada de que tenía razón.

—Te refieres... ¿A que lo amenazó para que expusiera a los demás dejándolos libres a ellos? —pregunto Namjoon comprendiendo.

—Tendría sentido, cuando llegamos el guardia ya estaba muerto, no podía señalar realmente quién fue el que lo mató y con la herida que Dark-ho tenía, fácilmente ella podría usarla en su contra —asintió Siwon.

—¿Pero si ya todos han caído, por qué ninguno ha mencionado al matrimonio Yu? —cuestionó Namjoon.

—Tal vez porque su única conexión era con Dark-ho, los otros no tenían ni idea de ello —razonó Yoongi—. Y como los demás no sabían, solo intentaron deshacerse de Dark-ho para que no los delatara pero este ya lo había hecho dejando fuera al matrimonio Yu y cualquier cosa que los uniera al caso de los cachorros.

—Pero si ya habían quedado libre... ¿Por qué secuestrar a Jimin ahora? —pregunto Chanyeol.

—El hospital —anunció Min, llamando la atención.

—¿Qué tiene el hospital? —pregunto Namjoon.

—Era cosa de momento que Jimin los reconociera, tal vez solo bastaba con estar frente a ellos una vez más y Jimin al presentarse en el hospital, se volvieron a encontrar y esta vez recordó —explicó.

—Tal vez todo eso del sistema en el hospital fue una excusa por Jimin —Chanyeol dijo—. Por eso hoy cuando fui no había ningún problema aparentemente.

—Y ahí está la razón. Ellos seguramente no querían dejar ningún clavo suelto y Jimin claramente era uno para ambos —señaló Siwon—. Bien, comencemos a movernos, esta casa es nuestra primera parada y por el tiempo que este chico lleva desaparecido, realmente espero que esté ahí.

Jimin recuperó la consciencia nuevamente, e inmediatamente, deseó no haberlo hecho.

Perder la consciencia significaba no enfrentar la realidad, y en ese momento, eso era justamente lo que más deseaba el omega. Si no podía escapar físicamente, al menos su mente podría.

Como uno de sus párpados estaba hinchado y colorido producto de un golpe, Jimin a penas podía abrir uno y contemplar la monstruosidad ante sus ojos.

—Oh, cariño, la gatita ya despertó —anuncio la mujer que había escuchado se llamaba Hee-sook.

Seung, la otra persona que lo había secuestrado alejó su rostro del cuello de la mujer y volteó a verlo.

El interés brilló en sus ojos, uno que asqueó completamente al menor al reconocer la lujuria en ella.

Asco.

Y lo que le producía tal sentimiento también, era de que a pesar de que estas personas frente a él actuaban como una pareja y decían estar casados, Jimin encontraba algo escalofriante el parecido que tenían ambos, y tal vez, pensó... Que sus secuestradores podrían estar relacionados de sangre... Tipo hermanos... O padre e hija ante la visible edad en el alfa.

—Hola gatita, ¿tuviste un buen sueño? —pregunto con un tono de voz cariñoso.

Jimin sabía que no debía de hablar imprudentemente, que tenía que pensar antes de que las palabras salieran de su boca pero... ¿Qué ganaba exactamente con eso?

Independientemente de lo que decía o hacía, ellos lo golpeaban y torturaban no sólo físicamente...

Ellos eran tan retorcidos de mentes que les encantaba jugar con la muerte de Jimin, llevándolo al borde pero siempre se detenían.

—Responde la pregunta de mi esposo, chico —espetó la mujer.

—¿Qué esperas que responda? —preguntó Jimin frunciendo el ceño, o eso esperaba él—. Esto no es precisamente un hotel de cinco estrellas, es una mierda de basurero y con pésimo servicio además —respondió.

Seung rió y aplaudió—. Es bueno que no hayas perdido tu aguda lengua gatito, pero tus respuestas ingeniosas e irónicas ya me están aburriendo —exclamó y toda emoción desapareció de su rostro.

"Mierda... " pensó el pelimorado respirando pausada y pesadamente.

Tal vez ya había agotado su suerte, aunque no creía que hasta al momento suerte era lo que tenía de su lado, a pesar de aún estar vivo.

Náuseas abrumaron su cuerpo cuando la pareja frente a él comenzó a besarse y tocarse con descaro pero, Seung no estaba mirando a su esposa...

O hija...

O lo que sea que eran ellos dos.

El alfa estaba mirando directamente el rostro lastimado de Jimin mientras besaba a la mujer con aspereza. Parecía que apreciar los moretones y daños en el omega lo excitaba.

El pelimorado simplemente no lo pudo resistir más. Inclinándose hacia su izquierda vómito lo poco y nada que tenía su estómago al haber ingerido solo agua.

—Iugh gatita, debiste de avisar para llevarte a la esquina de los desechos —Jimin se negó a estar avergonzado por ello.

Un escalofrío recorrió su cuerpo no solo por aquel lugar donde le dejaban orinar, sino que por la penetrante mirada del alfa en su pene mientras lo vigilaba para que no intentara cualquier movimiento sospechoso.

—Disculpa señora demente, solo que no quería ir con ustedes.

—¿Nos estas llamando deshechos? —preguntó indignada.

—Sinceramente no creí que entendieran la indirecta —se encoge de hombros y el dolor atravesó su cuerpo ante el movimiento—. Ya sabes... Con eso de que están locos.

—¿Te acuerdas de nuestro hijo? —pregunto ignorando la palabrería de Jimin.

Otro escalofrío recorrió su cuerpo entero, pero esta vez más lento y aterrador.

—Veo que lo recuerdas —sonrió el alfa.

—Eso... Eso no es humano... —murmuró con la respiración agitada.

En un movimiento rápido el hombre se levantó y caminó hacia él, tomó el cabello de Jimin y lo jalo con fuerza hacia atrás, obligándolo a mirarle mientras enterraba su puño con fuerza en su estómago, quitándole el aire por un buen momento ante el fuerte impacto.

Placer cruzó en los ojos de Seung y mordió su labio inferior, como si retuviera un asqueroso gemido.

La mano que sostenía su cabello lo soltó y comenzó a deslizarse por su rostro hasta su cuello, acariciando la unión de su hombro donde iría la mordida de su alfa.

Y aunque Jimin estaba asustado como la mierda, sabía que no intentaría nada solo por una cosa.

—Recuerda. No lo toques más, Oppa —la fría voz de Hee-sook hizo eco en la habitación.

La omega no le dejaría. Solo por eso Seung mantenía sus asquerosas manos fuera de su cuerpo. Y aunque el menor se preguntara el porqué un alfa obedecía a una omega, sabía que era debido a que entre los dos... Hee-sook era la que estaba más fuera de su mente e incluso Seung, era consciente de ello.

—Bueno, con todo esto del caso de los cachorros y bla, bla, bla —pronunció la mujer, acercándose a ellos—. Como sabrás, no hemos podido obtener a otro niño. Pero no debes de preocuparte, y por el contrario, debes de sentirte muy feliz por ayudar al igual que esos niños.

—N-no —balbuceó asustado, comprendiendo de lo que hablaba.

—Oh sí, nos donaras algunos de tus órganos para nuestro hijo y lo que no nos sirva se venderá —sonrió Seung—. Bueno, yo quería que tuvieras a nuestro niño en tu vientre pero no me lo permitieron —se explicó algo enojado por ello.

—T-tu no sabes si s-soy compatible al i-gual que los o-otros niños, además s-soy un adulto —tartamudeo producto del terror.

—No te preocupes —sonrió acariciando su mejilla, sin permitirle huir del tacto—. Mientras estabas inconsciente tome de tu sangre e hice las pruebas. —sus ojos recorrieron su cuerpo—. Tomaré lo que necesito y luego dejaré tu cuerpo descansar dentro de una bola bajo el mar, claro que primero tendré que descuartizar tu cuerpo pero no te altares, te prometo que serán cortes perfectos y simétricos, he estado practicando ya sabes.

—Vendrán por mí —jadeó.

Ambos rieron.

—A estas alturas, ya debiste de haber perdido las esperanzas, gatita feroz —ronroneo Seung.

—Cuídalo mientras voy a preparar a nuestro niño, cariño.

—Te espero aquí, bebé.

—Sabes que ella está loca —susurró Jimin cuando estuvieron a solas.

Sabía que era tonto intentar convencer al alfa de que le ayudara a escapar pero, estaba tan desesperado que no importaba nada.

—Ella te obligó a secuestrar esos niños ¿no?

—Nah, estuve de acuerdo cuando me enteré de que era por el bien de nuestro niño —respondió desinteresado.

Jimin sacudió su cabeza, recordando el cuerpo demacrado del niño no más de cuatro años postrado en una cama con tubos por todo su cuerpo.

—No importa cuantas veces intenten un trasplante...

—Cállate —gruño propinándole un golpe.

—¿Cuán-tos cachorros han secuestrado por ello? —pregunto escupiendo sangre.

—Los suficientes. Nuestro hijo sigue vivo y gracias a la venta de los demás órganos tenemos el dinero para mantenerlo.

—Eso no es estar vivo —susurró perdiendo la esperanza.

Nunca podría ver de nuevo a su hermano, amigos, padres y sobrino... Nunca podría ver de nuevo a Yoongi y preguntarle a qué se refería en verdad con ese "no debes... "

Se sentía tan idiota, sabía que Yoongi mentía y atacaba con palabras cuando lo presionaban y arrinconaban, aun así no pensó en ello aquella noche que se declaró si no fue hasta el día siguiente.

Y si recordaba bien, Yoongi nunca dijo algo más que eso, él fue el que asumió todo y como el tonto alfa no lo negó solo...

—Amor, puedes traerlo —pidió Hee-sook.

Mientras veía al alfa desatar sus piernas y manos, en lo único que podía pensar, era en que deseaba haber probado una vez más los labios de su alfa, de repetir nuevamente que lo amaba y obligarlo a que le dijera su respuesta, la verdadera.

Y tal vez fue el cansancio, pero unos puntos negros comenzaron a invadir su visión mientras a lo lejos escuchaba los gritos alterados de Hee-sook.

"Ehh... ¿Por qué el rostro de Seung se estaba deformado en dolor?" pensó antes de perder el conocimiento.