Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31


Namjoon alzó su cabeza y contempló a Min Yoongi ingresar a su oficina con unas notorias ojeras y expresión cansada. Le siguió con sus ojos hasta que el alfa se sentó en el sofá y recargó sus codos sobre sus piernas, para seguido atrapar su cabeza entre sus manos tirando suavemente de su cabello.

El peligris apretó sus labios no dispuesto a preguntar una mierda al contrario, pero los minutos pasaban y ambos seguían en silencio.

"Mierda" pensó antes de abrir su boca, sí le contestaba bien y si no... También.

Al menos ya no tendría esa mala sensación en él por no preguntar al respecto.

—¿Qué sucede?

El contrario se enderezó y le observó un segundo antes de echarse hacia atrás, recargando su espalda en el respaldo del sofá, inclinando su cabeza para contemplar el techo y así no mirarle.

Podría decir que no entendía por qué a Jimin le gustaba este hombre, pero sería mentira. A pesar de la actitud distante de Min, podía ver que con Minnie era lo contrario, se diera o no cuenta el mismo Yoongi.

Cuando Namjoon pensaba que había sido olímpicamente ignorado otra vez, Yoongi habló.

—El estúpido de Jaebum me sucede —pronunció con pesadez.

—¿Qué tiene? Es un buen hombre —respondió Namjoon encogiéndose de hombros.

Yoongi volteó a verlo, inconformismo estaba presente en sus azules ojos.

—El idiota intentó acercarse a Jimin toda la noche. Tuve que contemplar y soportar como se iba detrás de la barra y atendía a los clientes solo para pasar a llevar o tocar casualmente a Jimin —gruñó.

Namjoon arqueó una ceja divertido.

—¿Y cuál es el problema? Jaebum ha estado interesado por Minnie desde hace un buen tiempo, me sorprende que no había hecho movimiento alguno antes —señaló.

Yoongi suspiro frustrado y negó con su cabeza. Apretó sus labios dando a entender que no hablaría más al respecto.

—¿Hasta cuándo serás un idiota? —pregunto cansado Namjoon.

—Tienes razón mejor hablemos del caso —asintió ignorándolo—. ¿Sabes por qué el capitán Siwon se veía alterado mientras hablaba por teléfono móvil? ¿Sucedió algo? —cambio de tema.

Antes de que pudiera contestar, el nombrado entró en la habitación.

—Tenemos que irnos —informó logrando que inmediatamente los dos alfas en la habitación se levantaran.

—¿Qué sucede? ¿Otro secuestro? —pregunto Yoongi saliendo tras los dos.

—Afortunadamente no, pero uno de mis sospechosos, Dak-ho, intentó huir y luchó con un guardia. Aún no comprendo cómo el sospechoso obtuvo un arma blanca y ahora ambos fueron llevados al hospital más cercano —explicó saliendo del edificio.

Los tres alfas se dirigieron a sus propios vehículos, Namjoon y Yoongi siguiendo desde atrás a Siwon.

Cuando llegaron al hospital, inmediatamente fueron a recepción.

—¿De dónde crees que pudo conseguir un arma blanca? —pregunto ceñudo Yoongi a Namjoon, unos cuantos pasos atrás.

—¿Un cómplice? ¿Pero entonces quién? No pudo haberla tenido escondida todo este tiempo, nos hubiéramos percatado —pronunció Namjoon.

—Vamos —espetó Siwon, guiándolos entre los pasillos hasta unas habitaciones más apartadas.

Uno de los guardias de la estación policial se acercó.

—Ambos están bien, el sospechoso está siendo atendido en la habitación —informó.

—Bien, no dejes que nadie más se acerque, sea o no del personal —advirtió Siwon antes de ingresar en la habitación junto a los restantes alfas.

La escena frente a ellos le detuvo un segundo. El sospechoso tenía de rehén a una mujer, con un bisturí presionando en la yugular de la joven omega con la suficiente fuerza como para tener un hilo de sangre deslizándose por la piel, manchando la blanca bata.

Uno de los hombres que trabajaba con Namjoon estaba tirado en el suelo, un charco de sangre seguía creciendo lentamente desde su abdomen. Su arma no estaba a la vista.

—Dak-ho... Por favor, baje el arma —pidió tranquilamente Siwon.

—Ci-cierren la puerta —ordenó dejando ver algo de temblor no solo en su tono, sino que también en sus manos.

Lentamente, Namjoon se movió para acatar aquella orden.

—Todo estará bien —trato de tranquilizar Siwon a la llorosa y temblorosa mujer que tenía sus ojos cerrados con fuerza, como si aquello le ayudara a no enfrentar su realidad.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunto Yoongi, consiguiendo su atención.

El hombre rió, su tono estaba entre el miedo y la diversión de una forma retorcida.

—Vamos a hacer esto. Ustedes saldrán, la doctora terminará con su trabajo y yo la dejaré libre —espeto contemplando a los tres hombres frente a él.

—Eso no va a suceder —dijo con suavidad pero a la vez firmeza Siwon.

—¡¿A dónde crees que vas?! —pregunto alterado cuando Yoongi se movió a la izquierda.

—Solo quería comprobar si ese hombre sigue vivo —respondió alzando sus manos cuando el sospechoso alzó su mano libre y le apuntó con un arma.

La mujer observó asustada a los tres alfas, pidió ayuda silenciosamente entre la desesperación. Sus ojos conectaron con Namjoon quien enseguida observó a los dos alfas restantes. Un brillo fugaz paso, del cual nadie más que ellos fueron conscientes.

—Está muerto —exclamó Dak-ho.

—No lo sabemos —gruño Yoongi, arriesgándose se volvió a mover y alcanzó a esquivar un disparo al lanzarse hacia la izquierda.

Aquella distracción aligeró la presión en el cuello de la docta quien inmediatamente alzó su mano cubriendo su punto vital y le dio un fuerte codazo al hombre en la herida media abierta en el abdomen al hombre que la retenía. Chillo de dolor al recibir un corte en su mano mientras era alejada por Siwon.

Cuando la rehén ya no estaba en poder de Dak-ho, Namjoon y Yoongi se lanzaron sobre el sujeto, ambos usando su experiencia para esquivar tanto el bisturí como la pistola.

La puerta fue abierta e inmediatamente fueron rodeados por los policías que habían sido llamada inmediatamente tras escuchar el primer disparo.

Dak-ho se distrajo y Yoongi aprovechó para darle un golpe en la mano y así quitarle la pistola mientras Namjoon hacia lo mismo con el bisturí, dejando al tipo sin más armas.

El caos cundió por unos largos segundos, varias armas fueron apuntadas hacia Dak-ho mientras Namjoon hizo presión para someterlo. Cuando finalmente lo logró dio instrucciones de hacer a continuación mientras Siwon se preocupaba de la joven doctora.

—Mierda —exclamó Min con una mueca de dolor, tocando su costado derecho.

—¿Qué tienes? —pregunto inmediatamente Namjoon.

Yoongi negó con su cabeza y retiró su mano de su costado, revelando una mancha de sangre en su mano.

—Te hirió —gruño Namjoon acercándose con rapidez.

—No es nada, solo un rose —aseguró—. Ni siquiera me había dado cuenta.

El alfa contrario suspiró y negó con su cabeza—. Ya que estás aquí consigue que te vean eso —ordenó.

No muy a favor, Yoongi asintió con su cabeza y se alejó un momento.

—¿Cómo está? —pregunto al enfermero que revisaba al guardia tirado en el suelo, no había alcanzado a comprobarlo por el mismo.

—Está muerto —respondió negando con su cabeza.

—Puedes ver esto —pidió alzando su camiseta.

Enseguida el joven enfermero asintió con su cabeza y lo llevó a otra habitación desocupada y sin caos, donde revisó su herida.

Le colocó unos puntos de sutura y recetó medicamento para el dolor.

Cuando Yoongi volvió, fue justo a tiempo para el llamado de Siwon.

—Namjoon, Yoongi —llamó luego de escuchar a la mujer—. Tenemos que volver y quiero a un doctor con nosotros.

El silencio se propagó por la habitación donde tres alfas volvían a contemplar el video de la pantalla.

No importa cuantas veces lo viera o que incluso hubiera estado ahí presente para contemplarlo, Yoongi seguía teniendo esa espina de desconfianza enterrada en él.

—¿Por qué confesar ahora? —pregunto Namjoon pensativo, y Yoongi estuvo de acuerdo con ello.

—Tal vez el no recibir tratamiento médico hasta que confesara fue un buen impulso a pesar de haber sido abuso de poder por parte de Siwon y después le dieron ese trato de cada persona capturada es un año menos en prisión —bufo con malhumor Yoongi, una mano reposaba en su costado derecho.

El dolor en su costado se estaba volviendo peor a medida que las horas pasaban y eso le ponía de mal humor junto con todo lo que había ocurrido ese día.

—¿Cómo estás? —pregunto Namjoon señalando su costado.

—Nada grave según el que me revisó —se encogió de hombros arrepintiéndose enseguida de aquello.

—Bien, investigaremos los nombres que nos dio —anuncio Siwon entrando nuevamente en la habitación—. Algunos ya estaban siendo investigados.

—¿Y si solo está haciendo tiempo al entregarnos más nombres? —pregunto Yoongi.

Namjoon asintió—. Estaba pensando lo mismo. ¿Qué si solo nos dijo esos nombres por decir y mientras planea otra cosa?

—Podría tener un cómplice y le está haciendo tiempo —añadió Yoongi.

—¿Ahora está recibiendo tratamiento, no? —pregunto Siwon a lo que recibió un asentamiento—. Bien, le sacaré el lugar donde mantenía y mantiene aún a los cachorros desaparecidos. Mientras ustedes ordenan a los demás investigar a esas personas, ellos se pueden ocupar de eso mientras nosotros mantenemos los ojos y mente abierta ante cualquier señal —ordenó y observó a Min—. Toma la grabación y vuelve a casa, ve si el omega ese puede recordar algo.

—Puedo seguir aquí.

—¿Haciendo qué? —arqueó una ceja—. Apenas te mueves sin quejarte y Namjoon me ayudará en el interrogatorio, tiene más experiencia que tú en ello —señala—. Tú tienes buena percepción, revisa el vídeo otra vez y descubre si nos dejamos pasar algo o está mintiendo, en eso eres bueno —le recordó saliendo de la habitación.

—Te daré una motivación para volver con Jimin estando enfermo —señaló Namjoon—. Si sabe que necesitas de cuidado, no irá a trabajar y así no tendrás que soportar a Jaebum, por lo menos hoy —se burló antes de salir.

Yoongi suspiro, solo esperaba que el menor no exagerara al respecto.

—¿Jimin? —llamó apenas quitándose sus zapatos sin quejarse de dolor.

La pequeña cosa peluda salió a su encuentro, frotándose entre sus tobillos en busca de atención.

—Miau...

Ignorándola, Yoongi ingresó a la cocina y se tomó lo que le recetaron para el dolor, esperando que surtiera efecto enseguida.

Cuando el pequeño gato siguió maullando y frotándose, el alfa le dio un poco de leche logrando que le dejara en paz por el momento.

—Eres una cosa molestosa al igual que tu dueño, ¿no? —se burló acariciando la peluda cabeza.

Frunció el ceño al aún no recibir respuesta del menor, ni siquiera había algún ruido en la habitación.

—Jimin —volvió a llamar saliendo de la cocina.

Solo cuando ingresó a la habitación del omega y lo encontró durmiendo, que se dio cuenta de que había estado reteniendo el aliento, asustado de que Jimin no hubiera estado en el apartamento.

En el marco de la puerta observó sus cosas aún en la habitación del menor. Con pereza y cansancio, se deslizó al interior y se acostó con cuidado al lado de Jimin, quien entre dormido se acercó más a él.

—¿Ya es tarde...? —balbuceo sin abrir sus ojos.

—Salí un par de horas antes, vuelve a dormir —respondió cerrando sus ojos, siguiendo su propio consejo.

Jimin balbuceo algo más que no alcanzó a entender antes de quedarse dormido.

Cuando Jimin despertó horas después, frunció inmediatamente el ceño.

Se suponía que iba a tomar una pequeña siesta pero sentía que había dormido más de la media hora que había planeado.

Sentándose en su cama, observo confundido el brazo en su cintura y luego con asombro al reconocer a Yoongi.

Con cuidado se estiró sobre él para agarrar su móvil. Hizo una mueca al ver la hora y las llamadas pérdidas del trabajo.

—¿Qué haces? Vuelve a dormir —gruñó el alfa.

—Tengo que ir a trabajar —murmuró revisando todos sus mensajes hasta detenerse en el de Namjoon.

Bostezando Yoongi giró y se recostó sobre su lado derecho, inmediatamente hizo una mueca de dolor ante su estupidez, con cuidado cambio a su espalda.

Cuando abrió sus ojos, contempló confundido como el menor se sentaba con cuidado a horcajadas sobre su regazo.

—¿Que...? —callo al ver como levantaba sin aviso su camiseta.

Con cuidado, Jimin deslizó la yema de sus dedos por el abdomen trabajado hasta el costado derecho donde estaba el pequeño cuadrado blanco que cubría los puntos.

—¿Por qué no me despertaste? —regañó preocupado.

—Porque me quedé dormido al igual que tú —respondió con simpleza.

—¿Duele mucho? Namjoon dijo que te quejabas de dolor al más mínimo movimiento —le observa con preocupación—. ¿Tomaste algo para el dolor?

—Namjoon exagera y sí, cuando llegué tomé algo —respondió.

Jimin gruñó bajo y se inclinó hacia adelante, dejando un suave beso sobre la herida antes de subir a los labios del alfa.

—Tienes que tener más cuidado Hyung, ahora no voy a estar tranquilo cuando salgas a trabajar.

Yoongi suspiro y dejó que aquella extraña sensación siguiera circulando en su cuerpo mientras escuchaba los regaños y preocupación del omega.

—¿Cómo te lastimaste? —preguntó finalmente el pelimorado.

—Hubo una pequeña pelea con uno de los testigos. Fuimos al hospital a verlo y descubrimos una rehén, mientras hacía de distracción el sospechoso disparó —contestó.

Jimin abrió su boca pero el sonido de su móvil interrumpió. Juntando sus cejas el menor se enderezó y lo tomó contestando la llamada.

—Hola jefe —saludo y Yoongi blanqueó sus ojos.

Decidió que mientras escuchaba, podría darle algo de atención al cuerpo que lo montaba, por lo que alzando sus manos las movió bajo la camiseta del omega, acariciando la suave piel tierna.

Jimin respingo y en vez de alejarse, se inclinó más cerca, buscando del tacto.

—Lo siento, no podré ir hoy —Yoongi sonrió ladino.

Las manos del alfa subieron más, hasta los pequeños pezones erectos que apretó.

—¿Perdón? —contestó algo distraído Jimin—. No, estoy bien, solo cuidare de mi pareja.

Jimin cerró sus ojos y mordió su labio inferior cuando una de las manos bajo hacia su entrepierna, acariciándola sobre su ropa.

Oh... El realmente no estaba escuchando lo que le decía Jaebum.

Se movió intentando acercarse más al mayor, al sentir la erección contra su trasero dio un pequeño brinco mientras apretaba entre sus muslos el fuerte cuerpo bajo de él, un quejido de dolor le detuvo.

—Lo siento jefe, pero realmente no podré ir hoy —repitió ignorando lo que sea que el alfa le había estado diciendo antes de cortar.

Tiro de su celular a la cama y golpeó suavemente las manos que habían vuelto al ataque.

—No, estás lastimado.

—Y caliente, al igual que tú —susurró ronco en lujuria.

Jimin gimió y negó con su cabeza.

—Te mueves y te quejas de dolor, así no podemos hacer nada —replicó bajándose del regazo del alfa—. No quiero que por mi culpa tus puntos se abran.

—¿Y qué hago con esto? —preguntó con mal humor, tocando su erección bajo su pantalón.

—Yo también tengo una por tu culpa y no me ves quejándome —refunfuño y le robo un beso—. Como hoy no puedes cocinar pediré algo de comida a algún restaurante —cambió de tema y quitó la mano de Yoongi sobre su entrepierna—. ¿Quieres algo en especial?

—Sexo, sucio y rápido —Jimin gimió y el desgraciado rió—. Cualquier cosa está bien. Quiero que veas un video conmigo.

—No veré porno contigo, ya te dije que hoy no tendremos sexo —señalo con un puchero, volviendo a tomar su móvil.

—No es porno —rió el alfa y se quejó por su costado—. Dak-ho confesó y quiero que veas la grabación.

—Ah... —murmuró el omega con un innegable sonrojo por su error.

—Pero si quieres me puedes hacer una mamada al terminar de ver.

—Y ya lo arruinaste —sonrió Jimin.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro