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Capítulo 3


—Bien joven Park, su cabeza se ve bien.

—¿Está seguro? Mi hermano siempre dice que estoy mal de la cabeza —bromeó bastante feliz de ya estar mejor oficialmente.

El joven enfermero rio, creía que los omegas eran más cerrados ante un alfa o beta en su caso, pero ese no parecía ser el caso aquí.

—Estoy seguro, y aunque me gustaría volver a verte, no es necesario que vuelvas a menos que estés enfermo o podrías venir y preguntar por kris —coqueteo siguiéndole hasta la puerta.

—Gracias pero no gracias —sonrió alejándose antes de que el enfermero intentara algo nuevo.

Salió del Hospital para dirigirse al centro comercial. Como no tenía auto, no le quedaba de otra más que tomar un taxi o un autobús y como este último pasaba cada media hora, prefería un taxi.

Mientras se dirigía hacia allí, recibió la llamada de su cuñado.

—Hey —saludo ignorando la curiosa mirada del taxista.

Ya vamos en camino Minnie —respondió Baekhyun acomodando a Taehyung en su silla.

—Yo estoy casi ahí, pasaré a comprar las cosas que necesito y ¿Te espero frente a la tienda de ropa que te gusta?

Claro, nos vemos en unos minutos —corto la llamada.

—Joven, ya llegamos —informó el taxista.

—Gracias —dijo pagando y bajándose.

Mientras se dirigía al segundo piso, donde estaba la tienda de ropa con la marca que le gusta a Baekhyun, observó en otras tiendas por si le gustaba alguna prenda, comprando unos pantalones de cuero negro, además de las pinturas que le faltaban y los pinceles que necesitaba, además de otro cuaderno en el cual hacer sus bosquejos.

—¡Tío Minnie! —el pequeño cuerpo se estrelló contra su pierna derecha.

—Disculpa no encontraba un lugar donde estacionarme ¿Nos demoramos mucho? —pregunto Baekhyun llegando seguido.

—Descuida, me entretuve comprando —aseguró con una sonrisa, mostrándole la bolsa.

—Papá ¿Podemos il a ve los juguetes?

—Tal vez después, dependiendo de como te comportes —condicionó adentrándose en la tienda junto a Jimin.

—Yo siempe me composto —se quejó y seguido corrió hacia donde estaban unos espejos para hacer muecas.

El omega mayor suspiró resignado mientras Jimin reía y seguía a su sobrino.

—Mira, aquí hay unos pantalones de maternidad para hombres omegas —mostro Jimin.

El rostro de Baekhyun se iluminó mientras se acercaba.

—Por eso amo esta marca, siempre tiene ropa para omegas hombres y no solo para mujeres como otras —pronunció tomando un par—. Me los quiero probar.

—Por allá están los cambiadores —señalo un pasillo a su izquierda—. Vamos Tae —llamó comenzando a seguir al contrario.

Mientras seguía a los dos adultos, al pequeño cachorro le brillaron sus ojitos al ver tantos lugares en los que ocultarse en ese pasillo.

—¡Minnie hyung! ¡Alivina en dónde yo escondido! —grito tapando rápidamente con sus pequeñas manos su boca, ocultando su sonrisa.

—¿Ese fue Tae? —pregunto el padre del cachorro saliendo.

—Esos pantalones te quedan muy bien —señalo mientras le observaba—. Y no te preocupes, sé dónde se escondió, no fue muy disimulado a la hora de escoger su escondite —rio apuntando al cubículo con la puerta cerrada, dos piernas delgadas se veían por el espacio que había entre el suelo y la puerta.

El omega gestante negó con su cabeza y se observó en el espejo que había dentro del cubículo en el cual se cambió.

—Siento que esta camiseta no le viene y en la casa no tengo —expresó haciendo una mueca.

—Minnie hyung, ¿Dónde estoy? —volvió a gritar el cachorro.

—¡Ahí voy! —grito Jimin, sonriendo a modo de disculpa cuando una mujer entró en el pasillo para escoger un cubículo—. Vi unas camisetas que le vendrían a ese pantalón, ¿Quieres que vaya a traerte?

—Por favor —el rubio asintió con su cabeza y se alejó, pasando por el escondite del cachorro abrió la puerta—. ¡Bu!

Taehyung grito asustado y luego rio al ver al omega conocido, sonriendo salió de su escondite en busca de otro, bajo los atentos ojos de su padre.

Jimin volvió con las camisetas que había mencionado y se las entregó a su cuñado que salió del cubículo nuevamente con su celular en mano, le habían estado llamando pero no había alcanzado a contesta al no haber podido encontrar su celular hasta que busco debajo de un banquillo.

—Tae —llamó cuando el cachorro no grito para que lo buscara.

—Estaba en el cubículo de al frente, el tercero de la entrada hacia acá —señalo Baekhyun del otro lado de la puerta.

Jimin frunció el ceño, recordaba claramente como ese había sido ocupado por una mujer.

Rápidamente se acercó para revisarlo, encontrándolo vacío. Lentamente el miedo comenzó a surgir en su cuerpo.

—¿Cómo me...? ¿Dónde está Taehyung? —pregunto al no verlo junto a él.

—No está, este cubículo estaba ocupado antes —señalo mordiendo su labio inferior con nerviosismo.

El rostro de Baekhyun se descompuso en seguida. Sin importarle la ropa que usaba, salió del pasillo para comenzar a buscarlo por la tienda junto a Jimin. Su omega gritaba por encontrar a su cachorro y tenerlo en la seguridad de sus brazos de nuevo.

Pero algo tenía extrañado a Jimin, la cantidad de tiempo que tuvo esa mujer fue demasiado corto como para salir, y si salió con su sobrino él debió de ser capaz de verlo si solo había una salida y entrada de ese pasillo. Y en el caso de que el pequeño decidiera salir a esconderse al rededor de la tienda, de igual forma debió ser capaz de verlo y ya lo habrían debido de encontrar.

—J-jimin... Qué voy a... Hacer... —pregunto ya casi sollozando el omega gestante, su aroma de cerezas y jazmín se estaba esparciendo con rapidez por toda la tienda, acompañado de miedo y angustia.

Jimin lo abrazo e intento calmarle un poco liberando de su propio aroma de canela y galletas recién horneadas pero sabia que de igual forma estaba acompañado con el miedo al no ver  su sobrino.

El horrible recuerdo de la noticia de esta mañana llegó a él.

Y si...

—Disculpen —interrumpió el guardia de la tienda—. ¿Sucede algo? —pregunto con expresión neutra.

—Mi pequeño no es-esta... —sollozo Bae.

—Aún está en los cambiadores —señalo el Jimin comenzando a correr, siendo seguido por su cuñado y el guardia.

Sin pensarlo los tres comenzaron a abrir las puertas hasta llegar a la del final, era la única con llave y por más que el guardia pedía que abrieran, no obedecían. Incluso uso su voz de alfa pero en el interior no obedecieron, lo que significaba que aquella mujer también era una.

—Atrás—ordeno el guardia y golpeó la puerta con el costado izquierdo de su cuerpo, abriéndola a la fuerza.

—¡Papá! —chillo entre llanto Taehyung cuando la mujer quito su mano de su boca.

—Maldita loca —susurro Jimin mientras le quitaba a su sobrino y se lo entregaba a Baekhyun, quien rápidamente envolvió el pequeño cuerpo entre sus brazos, el contacto con su cachorro logró calmar nuevamente a su agitado omega y a la vez al menor.

La alfa ya le había cambiado de ropa e intentaba cubrirle la cabeza con un gorro.

—Es mi hijo —aseguro cuando vio al guardia hablar con alguien a través de su walkie talkie.

Baekhyun revisó con angustia el cuerpo de su pequeño, afortunadamente no tenía nada, solo el cambio de ropa.

—Oh mi bebé —susurro volviendo a abrazarle mientras besaba su pequeña cabeza.

—La llevaremos detenida —informó el guardia ignorando lo que dijo, le colocó unas esposas en las muñeca.

—Será mejor que salgamos de aquí —señalo Jimin dirigiéndolos al cambiador en el cual estaba Baekhyun antes.

Mientras este rápidamente se cambiaba de ropa, Jimin abrazaba a su asustado sobrino intentando calmarle con su aroma.

—Está bien pequeño, ya estas con nosotros —susurro acariciando su espalda—. Creo que lo mejor sería avisarle a mi hermano, TaeTae necesita sentirse protegido ahora y con ambos padres lo estará.

—Chanyeol querrá matar a esa mujer —aseguró mientras le enviaba un mensaje con sus manos temblorosas, en cuestión de segundos fue contestado—. Dijo que estaría aquí en unos quince minutos.

Salieron ignorando las curiosas personas que aún permanecían alrededor, fueron a la caja y pagaron por la ropa nueva.

—Tae ¿Quieres un helado pequeño? —pregunto suavemente el omega menor al ver que el cachorro seguía escondido en su cuello, sollozando suavemente.

—Vamos hijo, te dejaré comer uno de chocolate —intento también su padre.

De forma casi imperceptible, el cachorro asintió con su cabeza pero siguió oculto en su lugar.

Sentados en una banca, los tres esperaban a Chanyeol observando al infante comer helado con una tristeza que partía el corazón de ambos omegas.

Prácticamente, Taehyung probaba un poco con la cucharita de plástico pequeña y luego hacia un puchero, sus ojitos aún brillaban productos de sus lágrimas y su labio inferior temblaba de vez en cuando.

No fue hasta que ambos vieron al alfa aparecer con aspecto desesperado que ambos adultos soltaron un suspiro de alivio.

—¡Papá! —chillo el cachorro bajándose para encontrarse con él.

Chanyeol tomó en brazos a su pequeño y lo levantó abrazándolo con fuerza mientras besaba su castaño cabello. Y en ese momento, el cachorro volvió a romper en llanto mientras que con sus pequeñas manitos se aferraba a la camisa de su padre, sintiéndose protegido entre ellos.

—Ve con ellos —susurro Jimin tomando el helado que sostenía su cuñado, sabia que el también lo necesitaba.

Sin pensarlo, Baekhyun corrió a los brazos de su esposo volviendo a llorar al recordar el miedo.

(***)

Jimin salió del ascensor cargando sus bolsas. Suspiro al recordar el horrible momento vivido horas atrás, al final, Chanyeol volvió a su casa con su familia y Jimin se llevó el auto de Baekhyun prometiendo ir a dejarlo antes de ir a trabajar así veía cómo estaba el pequeño cachorro.

Seguramente sería algo difícil de superar para el menor, hasta a él le costaba a veces no recordar cosas de su pasado.

Movió su cabeza sacando aquellos negativos pensamientos, observo con curiosidad las cajas apiladas a un costado del pasillo, apegadas en la pared.

Tal vez el arrendatario había logrado encontrar a otro vecino, el omega realmente esperaba que fuera como la abuelita que había anteriormente, ella siempre le tenía unas deliciosas galletas cada vez que pasaba a saludarla. Estaba muy feliz por ella cuando el hijo mayor de esta decidió llevársela a vivir con él, alguien tan dulce como ella no merecía vivir sola sin nadie cuidándola.

La curiosidad despertó en él al ver la puerta frente a su departamento abierto, acomodando las bolsas en una mano, ingresó el código y la puerta de su departamento se abrió.

Había un suave aroma a caoba y... Menta.

Entró dejando las bolsas en la entrada, y antes de cerrar la puerta, su curiosidad lo volvió a llamar al ver una carpeta fuera de su entrada, incluso tenía la marca de su zapatilla al haberla pisado. Observó al frente notando una caja dada vuelta en el suelo.

Seguramente la carpeta se le había caído a su nuevo vecino ya que obviamente no era de él.

Esa iba a ser la excusa perfecta para conocer a su nuevo vecino y ver si era el dueño del delicioso aroma. Con una sonrisa la tomó, comenzando a limpiar la mancha mientras se dirigía hacia el departamento de al frente.

Una imagen cayó al suelo, cuando se agachó a recogerla, frunció el ceño al ver la imagen de un cachorro. Sin importarle que no era suya, abrió la carpeta descubriendo las imágenes de más niños.

—¿Qué mierda crees que estás haciendo? —gruño una grave voz frente a él, quitándole la carpeta antes de que pudiera leer las notas.

—Yo... —balbuceo sintiéndose algo intimidado por el alfa frente a él, odiando aquello, su omega el cual siempre estaba de acuerdo en no mostrarse sumisamente ante alfas, ahora no lo estaba apoyando e incluso quería mostrarle su cuello en un gesto de sumisión.

Pero lo peor de todo era que lo había encontrado muy apuesto. Era unos centímetros más alto que él, con cabello oscuro chocolate cubriendo parte de sus cejas y ojos azules, sus labios eran delgados y sus ojos pequeños. Tenía una postura que gritaba alfa desde cualquier ángulo y lamentablemente, era el dueño de aquel aroma que le había encantado tanto a él como a su omega.

—Pequeño ladrón, ¿Qué no sabes que es ilegal tomar las cosas de otros? —gruño cruzando sus brazos sobre su pecho, marcando suavemente los músculos de sus brazos a través de la camisa.

Jimin quería gritar qué diablos le estaba pasando porque, prácticamente estaba babeando con ese simple movimiento y ya veía a su omega mostrándole su pancita todo sumiso.

—Pr-primero —aclara su garganta encontrando su voz nuevamente. El alfa alzó una ceja a la espera, ignorando el dulce aroma que desprendía—. No soy pequeño, estoy dentro de la altura promedio. Segundo, esa carpeta la encontré botada frente a mi puerta, deberías de tener más cuidado si es tan importante —regaño logrando fruncir el ceño a pesar del caos que estaba en su interior—. Y tercero, eso no es ilegal, ilegal hubiera sido que hubiera revisado entre tus cajas y luego me hubiera llevado algo.

El omega quedó bastante satisfecho con su respuesta, todo eso se fue cuando el contrario se acercó peligrosamente invadiendo su espacio personal, obligándolo a retroceder hasta chocar con la muralla e inspirar profundamente su aroma.

—No te metas en mis cosas —ordenó con voz dura, dándole la espalda.

—Maldito idiota que no saber ni decir gracias —gruño el de menor estatura, ya sin poder detenerse, no le había gustado para nada la actitud del alfa a pesar de como se había sentido respecto a él.

—¿Qué dijiste? —antes de que se fuera vuelta, Jimin ya se había ocultado en la seguridad de su departamento.

—Idiota... —susurro y golpeó su pecho en un intento de regular el latir de su corazón. Hizo un puchero mientras se sacaba sus zapatillas—. Prefiero a mi antigua vecina.


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