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Capítulo 29


Yoongi ingresó a la habitación de Jimin, al encontrar solamente la bola de pelos acurrucada en el centro de la cama durmiendo plácidamente negó con su cabeza y salió a la sala de estar.

Encontró al omega pintando nuevamente mientras tarareaba bajo una canción que no reconoció.

—¿Otra vez pintando? —pregunto acercándose.

—Uhm —asintió distraído—. Estoy inspirado y Noona me estaba preguntando si ya tenía las pinturas suficientes como para una nueva exposición.

El alfa arrugó su nariz al recordar a aquella arrogante mujer.

—Ni me la recuerdes, me sigue cayendo mal —gruñó.

Jimin dejó de pintar y se dio media vuelta con una sonrisita que se borró al ver que el mayor estaba arreglado con ropa formal y no casual.

—¿Vas a salir? —preguntó inclinando ligeramente su cabeza.

—Sí.

—Dame cinco minutos para quitarme la pintura del rostro y manos, también para cambiarme de ropa —pidió comenzando a moverse.

—No... Jimin —le detuvo el alfa—. Iré solo.

—Oh... Uhm... Bien —balbuceo algo extrañado, hasta ahora Yoongi nunca había dejado que se quedara solo cuando estaba despierto, como si temiera que Jimin saliera de su departamento a la primera oportunidad sin pensarlo.

Jimin no era tan tonto como para hacerlo... Tal vez... Bueno, todo dependía si había una emergencia.

¡Oh! ¡Cierto! chilló Jimin y se desplazó por su sala de estar, tomando una pintura, la primera que había hecho ese día—. Ve esto.

Yoongi frunció el ceño al contemplar la pintura con tonos tan oscuros y lúgubres. Había una silla de madera al medio de esta con una persona mostrando su espalda con sus manos amarradas. Adelante de esta persona había una puerta metálica con pintura roja en el borde de arriba. Y este mismo color estaba en las paredes de al lado formando figuras o letras indistinguible.

—Eso fue lo que vi en mi sueño —susurro el menor. Y ese, soy yo.

¿Estuviste atrapado en este lugar?

Eso creo...

¿Recuerdas algo más?

—Hay una voz que no sabría distinguir su género, pero dice algo de los cachorros... Ésta personas es más enferma de lo que ustedes piensan, Hyung. No creo que este usando a los cachorros solo para vender... Ya sabes.

— ¿Por qué? cuestionó con el ceño fruncido.

—Creo que la razón está en esa habitación, pero no recuerdo qué era exactamente lo que vi negó abrazándose a sí mismo.

—Me llevaré esto.

—¿Puedo saber a dónde vas? —pregunto.

—Yo... Volveré a ser un activo en el caso, Jimin —respondió observándolo fijamente.

—Entonces... ¿Ya no estarás conmigo? ¿No estoy en peligro? —pregunto confundido y algo asustado.

Aún no había logrado que el mayor se enamorara de él, Yoongi no podía dejarle.

—No. Tú sigues estando en un posible peligro —aclara.

Aunque no debería, Jimin sintió alivio por ello solo porque significaba que aún tenía tiempo con el alfa.

—¿Entonces por qué me dejas? —pregunto juntando sus cejas.

—Iré a hablar con mi jefe al respecto, no creo que sea buena idea dejarte sin protección solo porque tenemos unos sospechosos ahora. Si estas personas llegan a ser nada, te estaríamos exponiendo al peligro —explicó.

—Oh... Bien —respondió el menor—. ¿Entonces me quedaré aquí hasta que vuelvas?

—Sí. No puedes salir del departamento, ni para comprar en un supermercado, ni en una tienda para mascotas ni nada —Jimin juntó sus cejas—. Tampoco le abrirás la puerta a nadie, conocido o no, no me importa. A menos que sean tus padres, hermano o amigo como Jin, entonces no.

—¿No crees que estás exagerando un poco? Solo vas a ir a hablar con tu jefe y en caso de que te tuvieras que quedar allá, tampoco es como si yo saliera mucho del departamento como para que me estés diciendo todo esto —expresó un tanto divertido.

Quería burlarse pero era la primera vez que Yoongi estaba demostrando de forma expresamente abierta que estaba preocupado por él.

—Namjoon no cree que alguno de los dos sospechosos sea realmente el culpable de este caso, y sinceramente yo tampoco —explicó—. Es nuestro deber averiguar e investigar si es así o no, pero sé que no me voy a poder concentrar si tú estás solo en la calle.

—Y por eso me quieres mantener encerrado en el apartamento hasta que puedas llegar a un acuerdo con tu capitán, jefe, superior o lo que sea ese hombre —el alfa asintió—. ¿Y si ocurre una emergencia y tengo que salir? —arqueó una ceja.

—Entonces quiero que me envíes un mensaje avisando y me digas a dónde vas —exigió.

—Hombre, ya parecer un acosador —rió Jimin acercándose, quitándole la pintura para dejarla en el suelo.

—No estoy jugando —gruñó el contrario, frunciendo el ceño.

No le gustaba que el menor se estuviera tomando toda la situación como un juego, porque no lo era.

Frente al mayor el omega alzó sus brazos enrollándolos en su cuello, con cuidado de que sus manos no lo tocaran, y se levantó en la punta de sus pies para dar múltiples besos cortos al alfa, hasta que por fin pudo borrar ese ceño fruncido.

Las manos de Min se deslizaron lentamente por la cintura del menor hasta llegar a el abultado y redondeado trasero, empujándolo más contra su cuerpo.

—No me gusta esto pero hoy pasaré todo mi día pintando encerrado aquí en mi torre como aquella princesa de cuento infantil, así que respira —sonrió bajando una de sus manos hasta el pecho, dando suave palmaditas—. Al menos por hoy.

Yoongi resopló y negó con su cabeza, apretando suavemente un glúteo entre su mano. Jimin inhalo profunda y temblorosamente por ello.

—Hablo en serio, Jimin —espetó.

—Sí, te escuché. Seré un buen niño mientras espero a que mi alfa acosador vuelva a conmigo —sonrió malicioso.

—Niño mimado —gruñó Yoongi, mordiendo levemente el relleno labio inferior.

El omega exhaló suavemente y apretó levemente la mano que estaba en el pecho del contrario mientras sus ojos se cerraban, disfrutando en todo su esplendor los besos del alfa.

¡Dios! ¿Por qué Yoongi besaba tan bien?

Jadeante, abrió sus ojos cuando Yoongi se alejó y apreció una sonrisa socarrona en el alfa ante su reacción por sus besos.

—Yah, no me calientes si no me vas a poder llevar hasta el final del camino —refunfuñó con un puchero.

—Como si tú no hicieras lo mismo, cosa corta —bufo.

—¿Cosa corta? ¿En serio? —pregunto entre indignado y divertido—. Mi estatura está dentro del promedio —refunfuño, contemplando con regocijo la risa del alfa—. Tienes pintura en el rostro —rió el omega al percatarse de ello.

Usando la manga de su camiseta limpió un poco que estaba en la mejilla y cuello. Observó la chaqueta en busca de más pintura, pero afortunadamente no había alcanzado a ensuciarla.

—No salgas... —Jimin le observó, había algo más en aquellos ojos azules que le hizo sonreír con suavidad.

—No lo haré, Hyung. Te estaré esperando aquí —prometió y a la mala se separó porque si fuera por él, seguiría entre los brazos del alfa, sintiéndose a gusto y protegido.

Siguió a Yoongi como un cachorro por el apartamento hasta que lo dejó, dejándole a solas.

—Aún tengo algo de tiempo para que te enamores de mí, Hyung... —suspiro observando la puerta cerrada.

Mordiendo su labio inferior volvió hacia su pintura, antes de poder tomar su pincel para continuar, su teléfono sonó.

—Hola mamá —saludo después de ver el remitente.

—¿Cómo estás bebé?

Un destello de recuerdos de Yoongi llamándolo de esa forma durante el sexo le sonrojó profundamente.

—No me llames así —pidió con bochorno.

¿Por qué? Si eres mi bebé Jiminnie.

—Mamá —se quejó y la mujer rió.

Bueno, bueno —pronunció entre risas—. Solo llamaba para avisar que iremos a verte.

—¿Iremos?

Bueno, tu papá, Taehyung y yo —nombro y entonces bajó la voz—. TaeTae está algo celoso y decaído ahora que la bebé tiene más atención que él, pensamos que sacarlo le subiría el ánimo.

—Oh, está bien. Les estaré esperando entonces.

—¿Tú solo? ¿Y tu pareja Minnie? ¿Ya lo cansaste?

—Mamá —advirtió divertido—. No lo aburrí, Yoongi fue a trabajar hoy —hizo un puchero al recordarlo.

Oh, ¿entonces por qué no salimos? —propuso y Jimin abrió de más sus ojos.

Mordió su labio inferior pensando en la promesa que le hizo a Yoongi.

—Uhm... No, ¿mejor porque no vienen aquí? Es que... Estoy algo enfermo —mintió.

¿Qué tienes hijo? —pregunto preocupada y el menor se sintió mal por mentirle.

Pero él no iba a romper una promesa con Yoongi, por estúpido que fuera no lo haría sabiendo que al alfa le costaba tanto confiar en las personas a su alrededor.

—No es nada mamá, solo un dolor de cabeza y como no quiero que empeore prefiero quedarme aquí. Pero no te preocupes, ya tomé algo.

—Uhm ya —respondió desconfiada—. ¿No será tu celo, Jimin?

—¿Qué? No mamá, aún no —respondió frunciendo el ceño.

Pero la duda quedó en él por lo que poniendo el altavoz revisó la fecha en su celular.

—No mamá, aún me queda unas semanas más —confirmó.

¿Estás seguro? La última vez me dijiste lo mismo y al final tu hermano te tuvo que ir a buscar a tu trabajo —le recordó casi reprochándole por ello otra vez.

—Eso fue un accidente, había estado enfermo y lo olvidé —se excusó rodando los ojos.

Bueno, al menos ahora tendrás una pareja que te ayude —ríe y Jimin no pudo evitar seguirla cómplice—. ¿Y quién sabe? Tal vez me des una sorpresita.

—¿Qué no te cansas mamá? —pregunto divertido—. Acabas de tener una nieta —le recordó riendo.

Nunca hay suficientes nietos —replicó y luego rió con fuerza.

—¿Qué? ¿De qué te ríes? —pregunta curioso.

Tu padre me está mirando feo al igual que tu hermano —ríe—. Supérenlo chicos, Jiminnie algún día me dará un nieto o nieta con sus cachetitos regordetes y podría ser más pronto que tarde —anunció malvada, observando directamente a aquellos dos alfas.

—Hay algo llamado protección, mamá —le recordó más divertido que avergonzado por estar hablando con su madre sobre ese tema.

Rió al escuchar desde el fondo las quejas y argumentos de su padre y hermano sobre él.

Y también hay algo llamado errores, tal vez el condón no sea del bueno y... Ya sabes —ríe malvada, retirándose de la sala de estar cuando los dos hombres comenzaron a reclamarle—. O también podría buscar sus condones y usar una aguja o un alfiler cuando vaya para allá.

—No entraras a su habitación —chillo avergonzado.

¿Suya? ¿No duermen juntos? —pregunto confundida.

—No te diré nada —refunfuñó entendiendo que lo había arruinado—. Les estaré esperando —aviso cortando la llamada.

Mordió su uña preocupado e hizo una mueca al sentir el sabor de pintura.

—Ugh... Espero que Yoongi no se enoje —murmuró mientras entraba a la habitación del alfa y comenzaba a sacar sus cosas para llevarla a su habitación.

Solo dejó una caja en la habitación que seguía cerrada, tenía la tentación de abrir y revisar pero, no iba a invadir más la privacidad de lo que ya había hecho.

Entrando en su habitación abrió su armario para buscar algo de ropa, una sonrisa surco en sus labios cuando vio la del alfa junto a la suya.

Sí, aquello se veía muy bien.

Siwon observó al detective Min aparecer en la oficina temporal que le habían cedido durante el caso.

—Estás media hora antes, no sabía que estabas tan aburrido cuidando del joven Park —dijo con tono bromista.

—Necesito hablar algo con usted —anunció con seriedad.

El alfa alzó una mano—. Si me vas a decir lo mismo que Namjoon, guárdalo. Puede que los sospechosos solo tengan algunos cargos menores en sus expedientes como robo u estafa, pero eso no impide que no puedan hacer más.

—¿Y lo que le dijo Jimin? —objeto.

—Él no recordó nada en concreto, solo me dio su opinión basado en una sensación que cualquiera la podría tener ante cualquier situación o persona que le produzca miedo —se defendió—. ¿Para esto has llegado más temprano?

—En parte —tensó su mandíbula—. No creo que sea correcto dejar a Jimin sin protección.

—Ya no es necesario, te necesito aquí, conmigo.

—Ya pero Jimin también me necesita ahí, con él. ¿Qué pasa si estamos equivocados y sospechamos de las personas incorrectas? El único que sufriría en ese caso sería Jimin —Siwon frunció el ceño y tocó su mentón de forma pensativa.

Esta era la primera vez que Yoongi cuestionaba sus decisiones, desde que lo habían dejado a su cargo este siempre le había respetado y hecho lo que le ordenaba sin preguntar nada.

—¿Te involucrarse con ese omega, no?

Esa sería la única respuesta a su comportamiento, y eso, le sorprendía.

Min Yoongi nunca mostró interés por otra persona que no sea él mismo, y no por ser egoísta y engreído, sino que el alfa se alejaba de las personas, no permitiéndose conocerlas y que estas le conocieran.

Ni siquiera dejaba que las emociones afectaran su trabajo y ahora...

—¿Por eso estás tan en contra sobre mi decisión de alejarte de él? Estás preocupado por él.

—No, no es eso —negó Yoongi algo incómodo.

—Tus acciones dicen lo contrario —señaló—. ¿Por qué no puedes admitir lo que ante mis ojos es obvio? —pregunto interesado.

Y otra vez, Yoongi no pudo responder a ello.

—Como quieras, no digas nada —suspiro—. Vas a volver a ser activo en este caso, Min, no voy a discutir ello. Pero, si tanta es la preocupación de ustedes dos puedo asignar a alguien que lo vigile durante el día —planeó—. Siempre puedes tener libre la tarde y noche para seguir cuidando de ese chico, solo te ordeno que estés siempre con tu teléfono móvil y a tiendas mis mensajes o llamadas.

—Gracias —pronunció Yoongi.

Tal vez no iba a estar todo el día con Jimin como antes, pero al menos podría seguir cuidándolo en el bar y mantener a Jaebum alejado.

Si ese idiota pensaba que tenía una oportunidad con Jimin estaba muy equivocado.

—¿Está el detective Namjoon? —pregunto a la joven mujer tras el escritorio.

—Oh, sí —sonríe—. Déjeme...

—No es necesario —pronunció Namjoon acercándose para dejar una carpeta sobre el escritorio de la omega—. Gracias por esto.

—No es nada —asintió recibiéndola, guardándola dentro de un cajón de su escritorio.

—Ven conmigo —dijo Namjoon volviendo a su oficina con el contrario siguiéndole—. Entonces ¿ya es oficial? —preguntó.

—Sí, volví a ser activo. Siwon colocará a alguien para que vigile a Jimin durante el día y yo podré seguir cuidándolo durante la tarde —respondió.

—Bien, al menos no lo dejó completamente solo —asintió—. Vamos, trabajemos en este caso para que te puedas largar de vuelta a Daegu —anuncio sin verle.

Yoongi tensó su mandíbula, ya podía ver que trabajar con Namjoon sería algo duro si seguía tratándolo así y esperaba que no le respondiera.


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