Capítulo 16
Jimin observó hacia el techo y no vio nada más que oscuridad rodeandole acompañada de un silencio abrumador que era interrumpido solamente por el reloj antiguo que estaba en una esquina de la sala, provocando un casi desesperante tic-tac tic-tac tenebroso.
Muchas veces le había mencionado a su cuñado al respecto, pero ese estúpido reloj de película de terror fue una herencia de su abuelo, lo que significaba que no podía deshacerse de esa cosa para mala suerte del omega.
Jimin suspiró y se dio media vuelta, estiró su mano y encendió la lámpara que estaba en la mesita de noche al lado de la cama.
Ahora con luz, su siguiente paso era entre abrir la puerta.
La luz se apagó con tan solo dos respiraciones. Con un puchero el menor se apoyó en su codo y se enderezó levemente para observar hacia abajo en medio de la oscuridad.
Precisamente a la cama improvisada que había armado con la ayuda de Baekhyun, para que su "pareja" durmiera en el suelo, para alivio de Chanyeol. Una sonrisita burlona surco en su rostro al recordar aquello.
Antes de retirarse, Namjoon había apartado a ambos para ordenarles quedarse ya que sintió como alguien le observaba al bajarse del auto. Está demás decir que a ninguno le gustó la idea a pesar de que obedecieron.
Fue fácil expresarle a su hermano que quería quedarse ya que tenía libre hoy en el bar, fue difícil convencerlo de que Yoongi también debía quedarse al ser su pareja y aún más el tratar de convencer que iban a dormir en la misma habitación, intentando mantenerse fielmente en su papel de pareja.
—Hola ahí abajo —su tono era bajo mientras volvía a encender la suave luz.
—Duérmete —gruño de igual forma y estiró su brazo para apagar la luz nuevamente.
—Eso intento —refunfuño volviendo a encenderla.
—Yo no te veo haciéndolo —señaló apagándola.
—Quizás... ¿Porque me sigues apagando la luz? ¿Porque me cerraste la puerta? —la vuelve a aprender.
—¿Acaso eres un niño? No, espera, fue una pregunta tonta —se respondió a sí mismo con una sonrisa burlona.
Jimin frunció el ceño—. Solo me gusta que haya luz en mi habitación y que la puerta esté abierta.
—Y a mí no —la volvió a apagar.
—Hyung, al menos déjame tener la puerta abierta, ¿no? —pidió esta vez con un tono extrañamente suave y sumiso, despertando la curiosidad en Yoongi por ello.
La luz volvió, ambos se observaron fijamente hasta que el alfa comprendió que en verdad era algo importante para el menor.
—Tú abres —indicó.
—Gracias~ —canturreo levantándose y dejando la puerta color blanco entreabierta antes de volver a la cama.
La luz se volvió a apagar apenas se acomodó bajo las mantas. Un poco más cómodo, el pelimorado omega cerró sus ojos dispuesto a caer en los brazos de morfeo después de dar unas cuantas vueltas más sobre la blanda superficie.
Cuando la luz suave volvió, Jimin esperó y con una sonrisa se quedó dormido al ver que se mantenía. Su desgraciadamente apuesto vecino y condenadamente-jodido-buen besador no era tan malo después de todo.
Abajo, Yoongi se quedó observando su mano, solo había vuelto a encender la luz debido a que el menor no dejaba de dar vueltas y vueltas, no permitiéndole dormir.
"Que niño tan molesto" pensó cerrando sus ojos.
No sabía cuánto tiempo había logrado dormir, pero sabía que no era mucho, aun así sus sentidos estuvieron alertas inmediatamente en cuanto sintió la presencia de alguien más en la habitación.
Su mano fue directo a su arma escondida bajo la almohada y esperó. Un pequeño pie pisó su muslo y una infantil disculpa hizo eco la habitación, por más que el infante intentó mantenerlo en un susurro.
Teniendo una clara idea de quién era, soltó su arma y levantó sus párpados para ver al cachorro levantarse en las puntas de sus pies para contemplar al omega sobre la cama.
—¿Qué haces? —preguntó en voz baja. Taehyung se dio vuelta y observó hacia abajo.
—Reviso que tío Minnie no esté lorando —susurro volviendo a observar al dormido pelimorado.
—¿Por qué lloraría? —arqueó una ceja.
—Lora mientras duerme, no sé por qué —se encoge de hombros—. Un día le pregunté y me dijo que no recor-d-daba.
—Así que... Cada vez que se queda tú vienes a verle a mitad de la noche —Taehyung volvió a observar a abajo.
—Ño, cada vez que se queda yo duermo con él pero hoy no me dejaron —le observó feo, dándole a entender el porqué no se le permitió—. Tuve que esperar hasta que abriera la puerta.
—¿Sabías que iba a abrir la puerta?
—Minnie hyung no puede dormir con la puerta cerrada y la luz apagada —el alfa juntó sus cejas tras oír aquello.
—¿Por qué?
—Porque le da miedo —dijo con obviedad, estirando su manita para acariciar la rellena mejilla.
Yoongi suspiró—. Vuelve a tu habitación niño, quiero dormir.
—¿Tú lo vas a cuidar? —le observó dudoso.
—Sí, lo que sea, adiós —le despidió.
El cachorro le observó con desconfianza antes de volver a observar al omega y besar dulcemente su abultada mejilla.
El alfa contempló cómo el infante se retiró de la habitación, teniendo cuidado de dejar la puerta entreabierta.
Solos, se sentó y observó a Jimin quien dormía pacíficamente sin problema alguno.
"¿Qué secretos guardas?" pensó formando una mueca en su rostro, algo dentro de él recordándole que debía mantener distancia. Algo que no había estado haciendo desde el primer día que se conocieron si lo pensaba.
Ignorando aquello, se volvió a recostar y cerró sus ojos.
Chanyeol sonrió sin pensar, la imagen frente a él era tan tierna y desconcertante que simplemente no pudo evitarlo.
Nunca en su vida se imaginó que su hermanito estaría durmiendo con otro alfa además de él y Namjoon, ellos eran los únicos alfas con los que Jimin se sentía en confianza.
Y aunque todavía no entraba en caos al verlo durmiendo entre los brazos de su pareja, sabía que algo tenía que ver su travieso cachorro acurrucado entre los brazos de su hermano.
Cerró lentamente la puerta y les dejó descansar nuevamente.
Jimin hizo un puchero por un sonido que no pudo identificar y lo sacó de su sueño, apretó con más fuerza el pequeño cuerpo entre sus brazos y se acurrucó más contra el fuerte cuerpo a su espalda.
—Si querías dormir abajo, debiste decirme para quedarme con la cama —una voz grave anunció cerca de su oído.
El omega abrió de golpe sus ojos, observando el espacio que quedaba debajo de la cama. Haciendo una mueca observó a su dormido sobrino entre sus brazos.
—¿Cómo llegué aquí? —preguntó en un susurro, observando sobre su hombro.
Eso fue una mala idea, a causa de ello ambos rostros quedaron peligrosamente cerca. Jimin tragó y se negó a volver su cabeza solo para hacerle saber al alfa que le ponía nervioso, no.
Yoongi arqueó una ceja—. Yo estaba durmiendo pacíficamente cuando pisaste mi abdomen y saliste al baño, cuando volviste, en vez de subir a tu cama te acomodaste a mi lado y por más que trate de moverte a tu cama o moverme yo, no me dejaste.
—¿Y Tae?
—Cuando me rendí, ese niño entró y se acomodó a tu espalda.
Jimin no sabía por qué, pero esta extraña escena le causaba tanta gracia que se encontró riendo bajo para no despertar al infante.
—¿Por qué te ríes? —pregunto casi indignado el alfa.
—Oh, vamos —exclamó risueño—. Es gracioso —sonrió perdiendo sus ojos en el acto.
—Por qué tienes que ser tan extraño —cuestionó Yoongi con pesar, pero algo dentro de él también encontraba extrañamente graciosa toda esta situación—. Estoy esperando.
—¿Qué? —preguntó Jimin, soltando a su sobrino y luchando para darse vuelta en el reducido espacio para enfrentar al contrario.
—Una disculpa.
—¿Y por qué? —incómodo por la posición actual de sus brazos, los movió hasta recargar sus manos en el pecho de Min.
—Por pisarme —le recordó Yoongi sin moverse.
—Uhm... No lo sé, ¿quién no me dice que inventaste todo eso solo para cubrir que en verdad me sacaste de mi cama porque querías dormir conmigo? —respondió inclinando su cabeza hacia atrás.
—¿Y por qué haría eso? —preguntó el alfa entretenido por la astucia del menor, inconscientemente acercándose más al rostro del menor al igual que Jimin, disfrutando de su dulce aroma.
—Porque soy muy bonito, dah —respondió con obviedad.
Pero Jimin sabía que eso era imposible, este alfa gruñón no era de los que hacían ese tipo de...
—Sí, tienes razón.
—¿Q-qué? —tartamudeo nervioso, sintiendo el calor subir a sus mejillas.
Esa respuesta fue algo que no esperó pero... Si le gustó.
—Por supuesto que no —sonrió ladino, comparable a una sexy sonrisa malvada—, pero en verdad pensaste en eso y te gustó ¿no? —se burló.
Jimin gruñó ante la sonrisa petulante de su vecino. Regañándose mentalmente por encontrar sexy hasta eso. Estaba cayendo muy mal por el hombre frente a él.
—Eres un imbécil Hyung, por idiota no me disculparé —refunfuño frunciendo sus labios.
Y solo por molestar más al omega, Yoongi rió.
Su risa fue baja y grave, golpeando directamente en el corazón de Jimin que se aceleró de forma irremediable. Sin darse cuenta, ya se encontraba más acurrucado en el fuerte cuerpo con delicioso aroma que encantaba a su omega.
—Y ahora te aprovechas de mí —molestó Yoongi intentando apartar al menor.
No admitiría que le gustó el pequeño cuerpo entre sus brazos, ni su aroma, ni nada.
Por llevarle la contraria, en vez de alejarse cuando su vecino lo empujaba suavemente, Jimin se aferró más al alfa, abrazándolo completamente con uno de sus brazo y una pierna.
Una mini guerra empezó entre los dos, donde Yoongi intentaba alejarlo y Jimin abrazarlo. Este movimiento despertó a cierto cachorro mimado.
—¡Mío! —gritó una voz infantil, observando a ambos adultos en lo que a sus ojos era un abrazo cariñoso—. ¡Minnie hyung es mío! —volvió a chillar esta vez con tono triste al ver que los adultos seguían jugando.
—Oh bebé, claro que soy tuyo —pronunció el omega cayendo en el pequeño pucherito del cachorro. Era por algo Taehyung estaba tan mimado por él y Jimin lo aceptaba fácilmente.
Cuando el omega intentó alejarse, Yoongi en vez de permitírselo, lo envolvió con sus brazos en un fuerte abrazo y lo volvió a arrastrar contra su pecho.
—Ahora es mío —anunció observando fijamente al cachorro, con una sonrisa superior.
El labio inferior de Taehyung tembló en lo que podría ser la alerta de un llanto, angustiando a Jimin.
—¿Qué piensas hacer ahora? —su tono era burlón. El omega comenzó a golpear los brazos del alfa buscando llegar a su sobrino.
El menor al ver que su acto no funcionaba con la pareja de su Minnie, frunció el ceño.
—Te lo quitare —aseguró levantándose.
—Eres un bebé, no puedes hacer nada —se mofó el mayor antes de observar a Jimin—. Ahora, dame mi beso de buenos días ─pidió sabiendo que eso molestaría más al cachorro.
Taehyung gritó y se levantó subiéndose arriba de Jimin, intentando alejarlo de Yoongi. Era divertido, eso si lo podía aceptar Yoongi. Era gracioso y entretenido burlarse de este par.
La habitación se llenó de carcajadas, era un ambiente hogareño y cálido. Ningún mal estaba presente, ningún problema atormentaba la cabeza de ambos adultos, solo era diversión y relajación.
Esto era algo que Yoongi nunca se había permitido y cuando se dio cuenta, detuvo su ataque de cosquillas contra Jimin, ganándose un almohadazo en su rostro. Aquella voz le recordó con fuerza que debía mantener distancia, atormentandole con su pasado.
—¡Sí! ¡Yo gané! —gritó feliz Taehyung, alzando ambos brazos.
Jimin río y observó a Yoongi, algo había cambiado otra vez en el contrario, podía sentirlo. De pronto se veía tan solitario...
—Yoongi... ─llamó justo cuando su cuñado entró en la habitación, impidiéndole seguir.
—Chicos, vengan a tomar desayuno —ordenó Baekhyun apoyando una mano en su gran abdomen.
—¡Comida! —volvió a gritar Tae antes de correr tras su padre.
—Vamos —anuncio Yoongi con tono frio, levantándose y saliendo de la habitación, dejando a un confundido Jimin en el interior.
En un momento Min estaba bien, disfrutando y al segundo era como si se alejara al darse cuenta de ello.
¿Qué le sucedía?
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