Capítulo 11
—¡Es tío Minnieee! —Yoongi alzó sus cejas y observó a su vecino.
La puerta aún no estaba abierta y el grito infantil se escuchó perfectamente.
—¿Cuatro años?
—Cuatro años —confirmó asintiendo con la cabeza—. Tenemos la sospecha de que será un alfa —sonrió orgulloso.
La puerta fue abierta y un pequeño cuerpo se estrelló contra las piernas de Jimin.
—Minnie tiene olor a alfa otra vez —pronunció frunciendo sus labios mientras se alejaba.
El omega sonrió y acarició la cabeza del cachorro.
—Tae, él es Yoongi mi novio —presentó, dudo un poco antes de tomar la mano del alfa, esperando que dos cosas pasaran.
Que su vecino le quitara su mano o que él se sintiera incómodo con ello. Sorprendentemente, no sucedió ninguna de las dos.
Yoongi correspondió el gesto entrelazando sus dedos y sonrió, gesto que encantó a Jimin.
—Hola niño.
—No soy niño, soy el gan Tae y Minnie es mío —gruñó abrazando la pierna del omega.
—Bueno, tendrás que compartir ahora porque también es mío —pronunció tirando del menor más cerca.
—¿En serio estás discutiendo con un cachorro? —cuestionó divertido Jimin.
Cierto... ¿Qué estaba haciendo?
—Jimin —ambos miraron hacia al frente.
Chanyeol les esperaba con una expresión calmada pero seria, sus ojos se quedaron en las manos unidas de la pareja.
—Hermano —saludo Jimin y para demostrarle que estaba bien, apretó la mano del alfa.
—Pasen, Bae está en la cocina —cambió su atención a su hijo, ignorando a Yoongi—. Y tú, ¿Cuántas veces tengo que repetirte que no debes de abrir la puerta tu solo?
—Lo siento papá —se disculpó corriendo a los brazos del alfa.
Algo incómodo, Yoongi siguió a Jimin, quitándose los zapatos para dejarlos en la entrada. Se dio fuerza a seguir a delante con este plan.
—Puedes dejar el casco aquí —señaló Jimin quitándoselo y dejándolo en el mueble cercano a la puerta.
—Así que tú eres el famoso Yoongi —pronunció Baekhyun saliendo de la cocina.
—Un gusto —respondió con confianza.
Baekhyun le observó sin disimulo para después asentir con la cabeza.
—Pareces ser fuerte y eres guapo, un punto a favor —anuncio volviendo a la cocina.
Chanyeol rodó sus ojos y prestó atención al alfa contrario.
—Minnie, puedes ir a ayudar a Bae en la cocina —el omega entendió la indirecta.
—No molestes a Yoonie, ni siquiera lo conoces —acusó antes de mirar a su supuesta pareja—. No te preocupes, mi hermano ladra pero no muerde —se burló.
—Estaré bien, no es la primera vez que enfrentó un interrogatorio por mi apariencia —conforto y alzó su mano para acariciar la cabeza del menor, su cabello era suave.
Aquella caricia inesperada encantó a Jimin, su omega prácticamente movía su colita ansiando más caricias de aquel alfa.
Con una sonrisa, Jimin tomó de la mano a su sobrino y siguió a su cuñado. Chanyeol señaló los sofás y ambos alfas se sentaron frente a frente.
—¿Qué intenciones tienes con mi hermano?
—Bueno, estamos saliendo así que ya te las puedes imaginar —respondió con una sonrisa ladina. Por alguna razón, no estaba fastidiado o enojado por el tono que empleaba el contrario, se esperaba este tosco comportamiento después de la descripción que le dio Jimin.
—No trates pasarte de listo —gruñó—. Tienes la clara apariencia de un alfa rudo de ligues de una sola noche.
—Minnie no es solo un ligue ni una sola noche —respondió con firmeza, casi en tono enojado.
—Seré sincero, no confío en ti —señaló.
—No necesito que tú confíes en mí, me basta con que Jimin lo haga —contestó manteniendo una expresión seria.
—Namjoon no quiso o no pudo darme información de ti —prosiguió con su interrogatorio.
—¿Qué quieres saber exactamente?
—Todo.
Yoongi arqueó una ceja—. No hay mucho, soy de Daegu, tengo veintisiete, no tengo hermanos ni padres ni algún otro familiar y vine a Seúl en busca de trabajo.
—¿Qué clase de trabajo? ¿Matón?
—Soy guardaespaldas profesional, por esa razón tu amigo no pudo darte información sobre mí, mi empresa me protege —mintió sin titubear en ningún momento.
El contrario asintió con la cabeza, al parecer, satisfecho con la respuesta a pesar de no creerle mucho.
—¿Minnie tiene alguna enfermedad?
—Es alérgico a la nuez —Chanyeol le observó varios minutos en silencio antes de asentir con su cabeza.
—Bien, te daré una oportunidad solo porque veo que Jimin está bien contigo
—¿A qué te refieres? —preguntó juntando sus cejas en un gesto preocupado.
—Solo los más cercanos pueden tocar a mi hermano, si un alfa lo toca se pone mal —reveló.
—Pero irónicamente va y les enfrenta sin temor alguno —ironizó sin creerle.
—Es una forma de defenderse —respondió sin dar más detalles, al menos el alfa había mostrado una reacción preocupada por su hermanito—. Mientras más tiempo pases con él, más lo conocerás y entenderás que Minnie no es todo lo que aparenta.
—Entrometido, irritante, fuerte, chillón, imprudente, temerario, altanero y mimado —soltó antes de darse cuenta.
Chanyeol rió y asintió con su cabeza, eso era exactamente su hermano menor, lo que significaba que en verdad se habían dado el tiempo para conocerse.
—Veo que en verdad lo estas conociendo —le sonrió con más confianza—. Pero hay más de lo que ves... Y siento que tú eres igual —terminó por decir levantándose.
Bien, Yoongi no se esperaba eso último pero aún así se obligó a asentir.
—¿Una cerveza?
—Estoy conduciendo —negó observando hacia la cocina luego de escuchar risas.
—Bien —asintió satisfecho—. Un consejo, no dejes a mi hermanito detrás de un volante a menos que sea necesario.
—Otra vez Hyung —se quejó Jimin entrando a la sala.
—Voy a la cocina —se excusó dejando a la pareja sola.
El omega fue directo al sofá sentándose al lado del mayor.
—Ahora están comprobando las respuestas —le susurro observando hacia la cocina.
—Trabajo en equipo, creo que ya pasamos por la primera etapa —se mofó.
—Algo raro, nunca había llegado tan lejos, por lo general las personas se alejaban de mí luego de ver a mi hermano y eso que ni siquiera yo me había mostrado interesado en ellos —confesó arrugado su nariz.
—Esas personas no eran yo.
—Tú si que tienes el ego muy grande —murmura entre dientes, pero la confianza de Yoongi era reconfortante, se sentía protegido junto a él.
Un cachorro celoso se asomo por la sala, al ver que su Hyung y a ese alfa tan juntos, chilló en lo que para él era un grito de guerra y corrió hacia ellos, subiéndose a las piernas de su tío mientras se escondía en su cuello.
—Veo que el complejo de monito es de familia —se burló.
—Minnie hyung es mío, todito mío y no te lo voy a dar ni emperessstar así que no lo vuelvas a tocar.
—Tocar... ¿Así? —preguntó rodeando la cintura del omega para a pagarlo a su cuerpo—. O ¿Así? —acarició la rubia cabellera.
Taehyung frunció sus labios y luego sonrió, tomó las suaves mejillas de Jimin y estiró sus pequeños labios dándole un besito.
—Já —pronunció con una arrogancia divertida.
Y Jimin en vez de enojarse por la situación, estaba muy divertido y su omega se sentía muy mimado en estos momentos. Y para qué negarlo, a él le gustaba ser mimado algunas veces.
Yoongi entrecerró sus ojos mientras observaba al cachorro.
—Peleas duro —reconoció logrando que el pequeño llenara su pechito de aire, orgulloso por el cumplido—. Parece ser que son más personas además de tu hermano quienes te sobre protegen —dijo observando a Jimin.
—Es porque Minnie es muy lindo y tierno —respondió el cachorro, apretando las mejillas de su tío.
Yoongi alzó una ceja sin creer mucho, sí, reconocía que el menor era lindo pero su personalidad no era para nada tierna.
—Puedo ser tierno cuando quiero —murmuró Jimin al ver la incrédula mirada del alfa.
—Yah, cuando eso pase tal vez se acabe el mundo o las vacas vuelen.
—No, cuando te des cuenta de lo tierno que puede ser... Ya habrás caído por mí —aseguró con una arrogancia que él no sentía, pero su lobo omega sí.
Yoongi rió y negó con su cabeza, sorprendido por la osadía el menor.
—Chicos, ayuden a cocinar —pidió el omega gestante.
—Parece que ya pasamos la segunda prueba —pronunció divertido Jimin, sonriendo hasta que sus ojitos se perdieron y sus mejillas se abultaron más.
Era una sonrisa encantadora que despertó la atención de Yoongi, en especial la de su alfa.
Taehyung se quedó al lado de Yoongi mientras Jimin desaparecía por la cocina.
—Te dije que Minnie es tierno —pronunció antes de correr.
—Vamos Yoongi, ven ayudar tu también chico rudo —ordenó Baekhyun logrando una risa colectiva en la cocina.
La familia frente a él era demasiado feliz, demasiado cálida y demasiado acogedora. Era algo a lo que no estaba acostumbrado y de cierta manera, no sabía qué hacer.
La calidez en aquella casa llegaba a ahogarlo, él siempre había estado solo, sin padres, hermanos, sin una familia.
Su ahora novio volvió a aparecer en la sala posicionándose frente a él con una sonrisa radiante, tenía su mejilla manchada con harina.
—¡Vamos! —animó tomándole de la mano para jalarlo y llevarlo a la cocina.
Todo se sentía muy... Hogareño.
—La comida estuvo deliciosa —pronunció Yoongi fuera de la puerta, esperando a que Jimin terminara de colocarse sus zapatillas.
—¿No se pueden quedar más tiempo? —pregunto Baekhyun acariciando su abdomen.
—Lo siento Hyung, tengo una cita —se disculpó el omega, llamando la atención enseguida de su hermano mayor.
—Una ci- ¡Agh! —se lamento colocando su mano en su costado izquierdo, en la zona dolorida.
Baekhyun sonrió inocente, inclinándose para darle un beso corto en la mejilla.
—Espero que les vaya bien —se despidió ya cerrando la puerta antes de que su marido intentara algo, al menos agradecía que su cachorro se quedará dormido luego de jugar con Jimin.
—No recuerdo haberte invitado a una cita —Yoongi dijo subiéndose a su moto, ignorando a su vecino que le tendía el casco.
—Yo nunca dije que iba a ser contigo —se burló colocándose el casco antes de subirse a la moto—. Tengo que ir al centro comercial.
—No puedes tener una cita estando conmigo —graznó enojado.
—Claro que puedo, mi peluquero me reservó la cita hace dos semanas y no le voy a cancelar ahora —se quejó indignado.
Cita... Peluquero... Cita... Pelo.
Yoongi rodó sus ojos, había pensado que en verdad tendría una cita con otro tipo.
—No pensaste que tendría una cita de verdad ¿cierto? —preguntó el menor elevando su voz.
—No.
—Algo me dice que sí —canturreo divertido.
—Y yo te digo que no.
—Sigue creyendo eso —se mofó riendo—. ¡Estúpido! —grito cuando el alfa aceleró de repente.
—Tu complejo de simio no te deja nunca, eh —se burló divertido, sintiendo como el cálido y pequeño cuerpo se apegaba lo más posible a su propio cuerpo, transmitiéndole un agradable calor.
—¡Ya veras cuando me baje de esta cosa! —gritó furioso, cerrando fuertemente sus ojos.
Este hombre conducía peor que él, y eso ya era decir mucho ciertamente.
Pero... Era agradable rodear con sus brazos el torso firme del alfa.
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Bien, terminando Kumamon y Triunfo comenzaré a subir más seguido aquí y tal vez suba otra historia ♡♡
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