Capítulo 2
Mi pequeño y amado Maples Arce, recuerdo cuando de pequeño no sabias ladrar y yo te atocigaba pidiendote que digas mi nombre "di Gogo" te decía "vamos di mi nombre" repetía "Gogo ¡go-go!" Te desesperaba. Tu solo me mirabas con las orejitas paradas y los ojitos llenos de amor, de vez en cuando te acercabas a mi y me lamias tiernamente la cara. Por eso preferia recostarme en el suelo, para morirme de risa cuando acariciabas suavemente mi cara con tu lengüita.
Ah! Y también recuerdo cuando subias tus patitas delanteras en mi cama y clavabas tus dientitos en mis calcetines o lamias mis dedos cuando no habían calcetas que mordisquear. Mi pequeño Maples Arce que feliz me Haz hecho siempre, cuanto me Haz dado a cambio de nada.
Mirate ahora, todo crecido y fuerte, mi amado cachorrito se ha convertido en un enorme perro hermoso. ¡Te amo Maples Arce! Y se que este es el amor mas puro porque es bien correspondido ¡Te amo!
Recuerdo la primera vez que te dije que te amaba, yo estaba muy triste porque habia discutido con mis padres y sentía que nadie me quería, y ahi llevaste tu. Metiste tu cabecita entre mis manos y te acomodaste entre mis brazos y sobre mis piernas cruzadas
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