Recuerdo como si hubiese sido ayer la primera vez que lo vi, el llego a mi vida por accidente y ha permanecido ahí por amor, mi pequeño Maylo, que ese fue el primer nombre que le pusimos en casa, luego se llamo Oscar, luego Escooby y así le siguieron decenas de nombres mas. Blanquito su nombre original fue reemplazado por Doki que a su vez tras un golpe de fascinación fue sustituido por Maples, Maples Arce para ser más exactos.

Mi pequeño hijo incompatible biológicamente y a la vez tan compatible en el ámbito psicoafectivo, el me ha dado tanto sin esperar nada y yo no he podido ofrecerle mas de lo que tengo, mas de lo que soy. Llego para alegrar mi vida y unirme a mi familia, llego para quedarse.

Recuerdo su primera palabra "guau" dijo y su ladrido agudo casi me hace tropezar "guau guau" volvió y estalle en risas para luego apasionarme en lágrimas de alegría.

Quien diría que bajo la inspiración del nombre de Maples Arce, el creador del movimiento literario conocido como estridentismo, nacería el que se convertiria en el orgullo de mi vida, mi gran amor, mi pasión.

"Maples devuelveme esa hoja" le decía y el creyendo que se trataba de un juego salia corriendo del cuarto con mi trabajo de días entre sus dientes "Maples voy a pegarte si no haces caso" y el como cachorrito travieso que era no me hacia caso y seguía corriendo mientras yo lo correteaba por toda la casa "¡Maples Arce si no me devuelves esa hoja juro que voy a pegarte y no habrá nadie que pueda salvarte de mi ira!" Y así lo hacia, te pegaba hasta mas no poder, hasta sentirme arrepentida y avergonzada de mi deprimente comportamiento.

Pero te pedía perdón y todo quedaba olvidado, todo era borrón y cuenta nueva, otra vez volvíamos a jugar y a saltar por doquier dejando la casa así empapada de risas y ladridos, empapada de felicidad. Con tu ternura lograbas que olvidara el trabajo perdido, la novela arruinada y el dinero perdido, por tu ternura y la paz que causabas en mi lograbas que esta escritora fracasada diera lo mejor de si y recompusiera la novela arruinada solo que esta vez mejor redactada y mucho mas interesante.

Recuerdo como tentabas mi juicio al comportarte como mi protectora y cuidador cuando yo parecía el animal, cuando yo parecía la perra.

Recuerdos mi pequeño Maples Arce, solo quedan recuerdos.